domingo, 29 de octubre de 2017

La historia de Romeo el lobo

Romeo (enero de 2009)

Un día del invierno de 2003, el fotógrafo Nick Jans, residente en las afueras de la ciudad de Juneau, en Alaska, salió a esquiar y a hacer fotografías de la vida salvaje. Durante su paseo, descubrió huellas de lobo y al seguirlas, se encontró con un lobo del Archipiélago Alexander. El predador, lejos de mostrarse agresivo o amenazador, mostró gran interés en los perros de Jans, quien describió su comportamiento como "ingenuo, torpe y desgarbado como un adolescente". Lo cierto es que tras aquel primer encuentro, el lobo comenzó a frecuentar el área. Residentes locales y visitantes (esquiadores, campistas) empezaron a informar de encuentros con el lobo solitario, que no se mostraba hostil, sino más bien interesado en los humanos, y sobre todo en sus perros. También visitaba con frecuencia la casa de Jans, llegando a desarrollar una especie de interés amoroso por una de sus mascotas, una perra labrador. De hecho, en una de aquellas ocasiones la esposa de Jans, Sherrie, le anunció su llegada diciendo "Ahí está ese lobo Romeo de nuevo". Y con el nombre de Romeo pasó a ser conocido por los habitantes de la región.

El lobo del Archipiélago Alexander o lobo de las islas (Canis lupus ligoni) es una subespecie del lobo común (Canis lupus) endémica del suroeste de Alaska. Es una especie gravemente amenazada (se estima que sólo quedan unos pocos centenares de ejemplares), sobre todo por la actividad humana; la caza furtiva y la pérdida de sus hábitats por la explotación maderera son las principales causas del descenso de su número en las últimas décadas. Su principal fuente de alimento son los ciervos de Sitka (Odocoileus hemionus sitkensis), que suponen hasta el 90% de su dieta, aunque también se alimentan de pequeños mamíferos (como castores) y salmones. Romeo era un lobo algo atípico; completamente negro (la mayoría de los de su especie presentan tonos que van del gris oscuro al marrón), solitario (esta subespecie vive en grupos familiares formados por entre 5 y 9 animales) y de mayor tamaño que la media (lo habitual es que los machos adultos pesen en torno a 50 kilos, pero Romeo alcanzaba los 70).

En poco tiempo, Romeo se convirtió en una presencia familiar para los habitantes de Juneau. Visitantes y residentes tenían a menudo la oportunidad de encontrarse con el animal, que siempre se mostraba curioso e interesado por las personas y sus mascotas. Acompañaba a la gente durante sus paseos por el bosque, jugaba con los perros mientras sus dueños esquiaban o patinaban en el hielo. Durante años pasó a ser algo así como una celebridad local. La gente decía "Me voy al lago (el lago Mendenhall, donde era frecuente encontrarlo) a ver al lobo". Incluso se creó en 2006 un grupo llamado "Amigos de Romeo", dedicado a "hablar en nombre de Romeo" y defenderlo si así fuera necesario.

Romeo y el pug
En 2007, una serie de fotografías de Romeo llegaron al Servicio de Protección de la Vida Salvaje de Alaska. Las fotografías, sobre todo una en la que Romeo aparecía llevando en su boca a un pequeño perro de raza pug (aunque, según los testigos, lo hacía como un juego y sin lastimar al perro) convencieron a los agentes de que el lobo se había acostumbrado demasiado a la presencia del ser humano y eso, tratándose de un animal salvaje, podía acabar causando problemas. Y esa idea se vio reforzada cuando un análisis de los excrementos del animal demostró que, además de ciervos y otras presas, Romeo había comenzado a alimentarse de comida para perros. Su primera intención fue atrapar al animal y liberarlo lejos de Juneau, para que pudiera regresar a la vida salvaje con sus congéneres. Pero se encontraron con la oposición rotunda de los "Amigos de Romeo", que se negaron a permitir que se lo llevaran, defendiendo su derecho a permanecer en aquella región. Entonces las autoridades trataron de que la gente dejara de interactuar con el lobo, que impidiera a sus perros jugar con él y recordándoles que estaba prohibido tocar y alimentar a la fauna salvaje. Pero eso no desanimó a los habitantes de Juneau ni a Romeo, que siguió siendo un acompañante habitual de personas y perros durante sus paseos.

Los motivos del extraño comportamiento de Romeo y su fascinación por los humanos siguen siendo un misterio. Algunos lo relacionaron con la muerte de una hembra de su misma especie, atropellada unos meses antes no muy lejos de donde apareció el lobo, y que según esa teoría, habría sido la pareja o quizá la madre de Romeo.


En enero de 2010, empezó a correr la preocupante noticia de que Romeo no había sido visto en todo el invierno. Harry Robinson, un residente local que acostumbraba a encontrarse con el lobo durante sus paseos, confirmó que no lo veía desde el 18 de septiembre del año anterior. La preocupación se extendió por Juneau. Muchas teorías empezaron a circular: quizá Romeo había muerto, en un accidente, o a manos de otros lobos, o sencillamente de viejo. O quizá simplemente había encontrado una pareja y había regresado a la vida normal de un lobo, en la espesura. Pero los expertos consultados, dado el escaso interés que Romeo mostraba por los miembros de su especie, consideraban que la hipótesis más probable era que el lobo hubiera muerto. Los "Amigos de Romeo" colocaron carteles con su foto, ofrecieron una recompensa, pero no obtuvieron resultado.


Hasta que en mayo de 2010 la policía arrestó a dos residentes locales: Park Myers, natural de Juneau, y Jeff Peacock, natural de Lebanon (Pennsylvania), acusándoles de cometer numerosas infracciones de las leyes de caza, entre ellas haber cazado de manera ilegal un lobo. Dicho lobo era un macho adulto de color negro, abatido el 22 de septiembre (4 días después del último avistamiento de Romeo) en las cercanías del lago Mendenhall, a cinco kilómetros al norte de Juneau. No se llegó a hacer un examen de ADN de los restos del animal, pero Robinson, que vio las fotografías que Myers y Peacock tenían (en las que se veía a un lobo rondando varios vehículos en un aparcamiento público, y luego a ambos cazadores posando con el cuerpo del animal), identificó en ellas fuera de toda duda a Romeo. Su curiosidad y la confianza que había desarrollado hacia los humanos le habían convertido en una presa fácil para los cazadores sin escrúpulos.



Los dos cazadores furtivos, careciendo de antecedentes, no fueron condenados a penas demasiado severas: multas, seis meses de prisión (en suspenso) y la retirada del permiso de caza durante tres años. Tras la muerte de Romeo, muchos criticaron a los habitantes de Juneau y del valle de Mendenhall. En lugar de haber intentado devolver al lobo a su hábitat, lo habían animado a quedarse, alimentándolo y tratándolo como si fuera un animal doméstico. E igualmente, las autoridades de protección de la vida salvaje, en lugar de cumplir con su deber y alejar a Romeo de la región, se habían doblegado ante la presión popular. Romeo había perdido sus instintos naturales por su contacto con el ser humano y eso lo dejó indefenso ante los furtivos. Quizá, si se hubieran tomado medidas cuando se debía, Romeo habría vuelto a su vida habitual, y habría vivido una vida quizá mas corta (la esperanza de vida de un lobo salvaje es de tres años, y Romeo tenía al menos ocho cuando murió), pero con más sentido.

martes, 17 de octubre de 2017

Curiosidades temporales


- Adolf Hitler, Josef Stalin, Leon Trotsky, Josip Broz "Tito" y Sigmund Freud, todos ellos vivían en Viena en 1913.
Varios de ellos eran incluso habituales del mismo café, el Central.



- Buda, Confucio y Sócrates fueron prácticamente contemporáneos.
Un viajero afortunado podría haberlos conocido a los tres.


- La reina Isabel II de Inglaterra y Marilyn Monroe nacieron en el mismo año (1926).



- Cuando las pirámides fueron construidas todavía quedaban mamuts vivos.
La Gran Pirámide de Giza se terminó en torno al año 2570 a. C. La última población de mamuts, la de la isla de Wrangel (Siberia), desapareció en torno al 2000 a. C.



- J. R. R. Tolkien, Adolf Hitler, Otto Frank (padre de Anna Frank), el escritor Robert Graves y el compositor Ralph Vaughan Williams tomaron parte en la batalla del Somme (julio-noviembre de 1916).



- La Universidad de Oxford es varios siglos más antigua que el imperio azteca y las ruinas de Machu Picchu.
La Universidad lleva funcionando, al menos, desde el 1096. El imperio azteca se fundó en 1325 y las ruinas de Machu Picchu datan de mediados del siglo XV.



- Cleopatra VII vivió más próxima en el tiempo a la llegada del hombre a la Luna que a la construcción de las pirámides.
A Cleopatra (69-30 a. C.) la separan más de 2500 años de la construcción de las pirámides, pero menos de 2000 años de la llegada del hombre a la Luna.



- Hay en la actualidad ballenas que ya estaban vivas cuando se publicó Moby Dick.
La novela se publicó en 1851. Las especies más longevas de ballena (como la ballena de Groenlandia) pueden vivir más de 200 años.


- Cuando se estrenó Star Wars en Francia todavía se empleaba la guillotina.
La primera película de la saga se estrenó el 25 de mayo de 1977. El último criminal guillotinado en Francia fue Hamida Djandoubi, acusado del asesinato de su ex-novia, ejecutado el 10 de septiembre de ese mismo año.



- El Tyrannosaurus rex vivió más próximo a los humanos que a los Stegosaurus.
Los Stegosaurus vivieron en el periodo Jurásico, aproximadamente hace entre 156 y 144 millones de años. Los Tyrannosaurus son mucho más recientes, del periodo Cretácico, entre 68 y 66 millones de años.



- La conocida firma de joyería Tiffany & Co. es más antigua que Italia.
Tyffany fue fundada en Nueva York en 1837. Italia no se unificó para formar el país que hoy conocemos hasta 1861.



- Cuando se fundó la Paramount Pictures el Imperio Otomano todavía existía.
El Imperio Otomano como tal dejó de existir en 1923. La Paramount fue fundada una década antes, en 1912.



- Los primeros prisioneros llegaron al campo de concentración de Auschwitz menos de una semana después de la inauguración del primer restaurante Mc Donald's.
El primer restaurante de la cadena se inauguró en San Bernardino (California) el 15 de mayo de 1940. Sólo cinco días más tarde, el 20 de mayo, se abría de manera oficial el campo de Auschwitz.

sábado, 14 de octubre de 2017

Deborah Sampson

Deborah Sampson Gannett (1760-1827)

Deborah Sampson nació en Plympton (Massachussets) el 17 de diciembre de 1760. Era la quinta de los siete hijos del matrimonio formado por Jonathan Sampson y Deborah Bradford. Ambos eran descendientes de los peregrinos llegados a suelo norteamericano a bordo del Mayflower en 1620, y Deborah era descendiente directa de William Bradford, uno de los primeros gobernadores de la colonia de Nuevo Plymouth. A pesar de estos ilustres antepasados, la escasa habilidad de Jonathan para los negocios hizo que el matrimonio viviera con estrecheces económicas.

Cuando Deborah era todavía una niña, su padre desapareció. Se dijo que se había ahogado durante un viaje por mar, pero parece ser que lo que realmente ocurrió es que había abandonado a su mujer e hijos para instalarse en Maine, donde formaría otra familia. Su esposa, incapaz de mantener a sus hijos, los envió a vivir con parientes y amigos. La pequeña Deborah vivió primero con un pariente de su madre, luego con una anciana, viuda de un reverendo, que le enseñó a leer para que pudiera leerle la Biblia, y cuando la anciana murió, entró como sirvienta en casa de un diácono llamado Jeremiah Thomas en 1770.

El diácono Thomas no era partidario de que las mujeres recibieran educación, por lo que no permitió a Deborah ir a la escuela. Sin embargo, los hijos del diácono le enseñaban lo que aprendían en clase, y Deborah lo supo aprovechar; cuando dejó la casa de Thomas al cumplir los 18 años trabajó como maestra en los veranos de 1779 y 80, mientras que en invierno ejercía como tejedora.

A principios de 1782, con la Guerra de Independencia en su apogeo, Deborah hizo su primer intento de ingresar en el ejército norteamericano. Con ropas de hombre, y bajo el nombre de Timothy Thayer, se alistó en la localidad de Middleborough (Massachusetts). Lo cierto es que no le resultó difícil hacerse pasar por un hombre; Deborah era una mujer de elevada estatura (medía casi un metro ochenta, con lo que no solo superaba con holgura la estatura media de las mujeres de su época, sino que también era más alta que la mayoría de los hombres), robusta, con el pecho pequeño (que además disimulaba con vendajes) y de facciones toscas y poco femeninas. Pero esta primera intentona no tuvo éxito; un residente local la reconoció en el momento de alistarse y la denunció. Tuvo que renunciar, aunque el ejército no tomó medidas contra ella. No así la congregación baptista a la que pertenecía, que la expulsó hasta que pidió públicamente perdón por sus actos.

Este contratiempo no la desanimó y, meses después, en mayo, volvió a alistarse, esta vez en la localidad de Uxbridge, bajo el nombre de Robert Shirtliff (escrito en ocasiones como Shirtliffe o Shurtleff). Fue asignada a la Compañía de Infantería Ligera del 4º Regimiento de Massachusetts, bajo el mando del capitán George Webb, un detalle a tener en cuenta. Las unidades de infantería ligera eran tropas de élite, para las que generalmente se elegían a los soldados más altos y fuertes. Entre sus funciones estaban las misiones de reconocimiento y la cobertura de los flancos y la retaguardia del regimiento durante sus desplazamientos. Dice mucho acerca de la presencia física de Deborah que fuera asignada a una de estas unidades.

Tras algunas escaramuzas, Deborah tuvo su primer combate serio contra los británicos el 3 de julio de 1782, en Tarrytown (Nueva York). Recibió dos balazos en la pierna y la cadera y un corte de sable en la frente. Temiendo ser descubierta, pidió a sus compañeros que la abandonaran, pero uno de ellos logró subirla a un caballo y llevarla a un hospital. Allí le curaron la herida de la frente, pero antes de que pudieran atender las otras heridas, huyó y se extrajo ella misma una de las balas utilizando una navaja (la otra estaba demasiado profunda y tuvo que dejarla). La pierna no acabaría de curar bien y eso hizo que fuera asignada a otras funciones; durante algún tiempo sirvió como asistente del general John Paterson.

En junio de 1783, ya con la guerra próxima a su fin, Paterson fue enviado a Philadelphia para sofocar un motín de soldados del ejército norteamericano que protestaban por los retrasos en sus pagas y licencias. Allí Deborah enfermó de gravedad; fue atendida por el doctor Barnabas Binney que, al descubrir que era una mujer, la instaló en su casa, donde su familia cuidó de ella. Binney no informó a Paterson del verdadero sexo de Deborah hasta después del final de la guerra, acontecido en septiembre de 1783. Pero Paterson no tomó represalias contra ella; le concedió una licencia honorable, una carta con consejos y recomendaciones, y algo de dinero para que pudiera regresar a su casa. "Robert Shirtliff" fue oficialmente licenciado en West Point (Nueva York) el 25 de octubre de 1783, tras casi año y medio de servicio. En la recopilación Massachusetts Soldiers and Sailors of the Revolutionary War, publicada a finales del siglo XIX, aparece el registro de "Robert Shirtliff" como de servicio entre el 20 de mayo de 1782 y el 25 de octubre de 1783.


Tras la guerra Deborah recuperó su identidad y regresó a su vida corriente. En 1785 se casó con un granjero llamado Benjamin Gannett, con el que tendría tres hijos (Earl, Mary y Patience) y adoptaría a una cuarta, una niña huérfana llamada Susanna. El matrimonio vivió con numerosos problemas económicos, y tuvo que recurrir habitualmente a los préstamos de sus parientes y de amigos cercanos, como el héroe de la independencia norteamericana Paul Revere, el cual también intercedió por ella ante las autoridades. En 1792, gracias a la mediación de Revere, el gobierno de Massachusetts accedió a abonarle las pagas que el ejército todavía le debía de sus años de servicio, y que le había retenido tras saber que era una mujer.

En 1802, tratando de ganar algo de dinero, Deborah empezó a dar conferencias hablando de su época como soldado, en las que aparecía vestida de mujer para luego ponerse el uniforme de soldado. Aún así, seguía pasando serias dificultades económicas. En 1804, de nuevo con la intermediación de Revere, Deborah Sampson solicitó una pensión de invalidez por las secuelas de sus heridas de guerra. Nunca antes una mujer había pedido una pensión de combatiente, pero gracias en buena parte a los entusiastas elogios de Revere, el Congreso de los EEUU concedió a Deborah Sampson-Gannett el 11 de marzo de 1805 una pensión de invalidez por un monto de cuatro dólares mensuales.


En 1809, Deborah elevó una nueva petición al Congreso, solicitando la retroactividad de su pensión desde el momento de su licencia en 1783, en lugar desde 1805. La petición fue rechazada, pero en 1816 el congreso le otorgó una generosa subida en su pensión, que le permitió devolver todo el dinero que debía y hacer algunas reformas en su granja.

Deborah Sampson falleció en Sharon (Massachusetts) el 29 de abril de 1827, a los 66 años de edad, a causa de la fiebre amarilla. Fue enterrada en el cementerio de Rock Ridge. Tras su muerte, su marido solicitó una pensión de viudedad como viudo de un soldado. Su petición dio lugar a una serie de debates, y al final el comité encargado concluyó que Deborah había dado "un ejemplo sin parangón de heroísmo femenino, fidelidad y valor" y accedió a la petición de Benjamin, aunque este falleció antes de poder cobrarla.


En 1797 el escritor Hermann Mann escribió, con la colaboración de Deborah, su biografía: The female review: Life of Deborah Sampson, the female soldier in the war of the revolution. Su éxito contribuyó a popularizar la figura de Deborah Sampson. Entre otros reconocimientos a su figura, hay una estatua en su memoria frente a la biblioteca pública de Sharon (donde también existe un parque con su nombre) y durante la Segunda Guerra Mundial se dio su nombre a un barco, el SS Deborah Gannett, un carguero artillado de la clase Liberty botado en 1944.

viernes, 6 de octubre de 2017

¿Sabías que...

-... según un estudio, construir una estación espacial como la Estrella de la Muerte de la saga Star Wars costaría 850.000.000.000.000.000 de dólares, se tardaría 833.000 años en construirla, y necesitaría un láser de mil billones de toneladas de peso para destruir un planeta de un sólo disparo?

-... James Chadwick (descubridor del neutrón) había sido alumno de Ernest Rutherford (descubridor del protón), quien a su vez había sido alumno de J. J. Thomson (descubridor del electrón)?

-... cuando el general de brigada del ejército de la Unión Oliver Otis Howard perdió su brazo derecho durante la batalla de Seven Pines (1862), su camarada el general de brigada Philip Kearny, que había perdido su brazo izquierdo durante la guerra entre México y EEUU, le dijo "¡General, tendremos que comprarnos los guantes a medias!"

-... el primer deportista descalificado en unas Olimpiadas por consumo de sustancias prohibidas fue el pentatleta sueco Hans-Gunnar Liljenwall, quien en la Olimpiada de México '68 admitió haberse tomado unas cervezas antes de su prueba de tiro para calmar sus nervios?

-... el romano Panteón de Agripa, construido entre el 118 y el 125 a. C. sigue siendo hoy en día la mayor cúpula de hormigón del mundo?

-... en diciembre de 1994, una avioneta que llevaba un alijo de cocaína perdió en pleno vuelo un paquete con casi 40 kilos de droga, que cayó en la localidad de Homestead... a escasos metros de donde se celebraba un encuentro de vigilantes ciudadanos en el que participaban varios agentes de policía?

-... en 2007 Escocia se gastó 125000 libras en una campaña para elegir un nuevo eslogan? El elegido fue... "Bienvenidos a Escocia".

-... los Testigos de Jehová han predicho erróneamente el fin del mundo más de 20 veces?

-... el SEAL Team 6, una unidad de operaciones especiales de la Armada norteamericana creada en 1980, recibió ese nombre para hacer creer a los soviéticos que los EEUU disponían de otros cinco equipos similares listos para entrar en acción?

-... sólo unas horas antes de firmar el embargo comercial contra Cuba, el presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy compró 1200 puros habanos?

-... en 1838 un adolescente de 14 años llamado Edward Jones se coló en el Palacio de Buckingham disfrazado de deshollinador y huyó tras robar la ropa interior de la reina Victoria? "El chico Jones", como le llamó la prensa, se colaría en el Palacio en al menos otras tres ocasiones.

-... el último "superviviente" de la Guerra de Crimea (1853-1856) fue Timothy, una tortuga que era la mascota del navío de línea británico HMS Queen, y que murió en 2004?

domingo, 1 de octubre de 2017

Sesenta y seis días a la deriva

Simone y William Butler

Corría el mes de abril del año 1989 y el matrimonio norteamericano formado por William (60) y Simone (52) Butler, residentes en Miami, se embarcaba (literalmente) en una aventura largamente acariciada: dar la vuelta al mundo a bordo de su velero de doce metros de eslora, el Siboney, sin imaginarse la peripecia de la que iban a ser protagonistas.

La noche del 25 de junio de ese año, cuando el Siboney se encontraba a unas 1200 millas náuticas al suroeste de Costa Rica, un repentino estruendo sorprendió al matrimonio mientras dormían plácidamente a eso de las cuatro de la madrugada. Al salir a cubierta, descubrieron que se trataba de varias ballenas que se peleaban entre ellas. Antes de que pudieran hacer nada, uno de aquellos grandes cetáceos propinó al pequeño velero un fortísimo golpe que abrió una vía de agua en el costado de babor, lo que provocó su hundimiento en apenas quince minutos.


A los Butler apenas les dio tiempo para hinchar la balsa salvavidas, en la que consiguieron introducir algunas latas de comida y bidones de agua, una pequeña potabilizadora manual y algunos objetos más (aparejos de pesca, bengalas, útiles de navegación), antes de que el Siboney desapareciera para siempre bajo las aguas. Y allí, a bordo de aquella pequeña embarcación de plástico de apenas dos metros cuadrados, se resignaron a esperar ser rescatados.

Al principio los Butler mantuvieron la esperanza de ser hallados pronto. Tenían alimentos y creían que pronto encontrarían algún barco que los recogiese. Sin embargo, conforme fueron pasando los días, esta confianza se fue debilitando. Dos grandes mercantes pasaron muy cerca de ellos, pero pese a los desesperados intentos del matrimonio por llamar su atención, no los vieron. Cuando las provisiones que habían salvado comenzaron a escasear, se dieron cuenta de que su travesía iba a ser mucho más difícil de lo que habían pensado.

Pasado el primer mes a la deriva, sus provisiones se habían agotado. Sobrevivieron comiendo pescado crudo que pescaban, y una tortuga marina a la que lograron capturar cuando pasó junto a su balsa. Para beber, disponían de unos tres litros de agua al día que podían conseguir con la potabilizadora, más el agua de lluvia que lograban recoger. Pasaban la mayor parte del día tumbados para ahorrar energía, cambiando con frecuencia de postura para que no se les formasen úlceras en la piel, y jugando a las damas en un tablero que era uno de los pocos objetos que habían logrado salvar. En ocasiones su balsa se veía rodeada de tiburones hambrientos y muy agresivos, que llegaron a pinchar uno de los flotadores.

Mapa del recorrido del Siboney y de la balsa de los Butler
Cuando llevaban unos cincuenta días a la deriva, divisaron a lo lejos las características nubes que se forman sobre tierra. Trataron de dirigirse hacia allí remando con las manos, pero la corriente se lo impidió. Se trataba de la Isla del Coco, una isla situada a algo más de 500 km de la costa costarricense, declarada Parque Nacional y en la que, aunque no tiene una población estable, siempre hay personas en ella (vigilantes, biólogos, investigadores).

El día 65, un nuevo mercante, de bandera japonesa, pasó muy cerca de ellos. Esta vez si los vieron; varios marineros les hicieron señales desde la cubierta. Pero el buque no se detuvo. Simone, pese a los intentos de William para consolarla, se puso a llorar, creyendo que jamás los rescatarían. Sin embargo, el mercante japonés había avisado a las autoridades costarricenses de la presencia de la balsa, y al día siguiente, 20 de agosto, una patrullera los rescató. Tras 66 días a la deriva, habían recorrido más de mil millas y estaban a sólo trece millas de la costa.


El matrimonio fue trasladado a un hospital. Habían perdido 25 kilos de peso y tenían numerosas llagas en la piel, pero fuera de eso su estado de salud no era malo. Tiempo después, William relataría toda su aventura en un libro titulado 66 Days Adrift (66 Días a la Deriva).