Verba volant, scripta manent

domingo, 27 de septiembre de 2020

Los mejores 45 minutos de la historia del deporte

James Cleveland "Jesse" Owens (1913-1980)


La Big Ten Conference es la más antigua de las conferencias deportivas universitarias de los Estados Unidos. Fundada en 1896 por diez universidades, en la actualidad tiene catorce miembros de pleno derecho (las universidades de Indiana, Maryland, Michigan, Michigan State, Ohio State, Pennsylvania State, Rutgers, Illinois, Iowa, Minnesota, Nebraska, Northwestern, Purdue y Wisconsin), mas dos asociadas (Notre Dame y la John Hopkins de Baltimore) que compiten en 28 deportes.

El 25 de mayo de 1935 se celebraron en el estadio de Ferry Field, en Ann Arbor (Michigan), las competiciones atléticas de la Big Ten Conference de ese año. Los asistentes a aquella competición no sospechaban que iban a ser testigos de una hazaña deportiva difícilmente igualable, a la que con el tiempo acabarían llamando "los mejores 45 minutos de la historia del deporte".

Entre los participantes de aquel año había un estudiante afroamericano de segundo año de la universidad de Ohio State llamado James Cleveland Owens, aunque todo el mundo le llamaba Jesse por la manera que tenía de pronunciar su apodo familiar, JC, con su fuerte acento sureño. Había nacido en Alabama, en el seno de una humilde familia de diez hermanos que se había trasladado a Ohio en busca de mejores oportunidades cuando Jesse todavía era un niño. Dadas las estrecheces económicas de la familia, Jesse había empezado a trabajar desde muy joven para ayudarlos. Sin dejar de asistir a la escuela, había sido repartidor, había descargado mercancías y reparado calzado, pero a pesar de todo había logrado graduarse en el instituto y matricularse en la universidad.


Owens era una de las estrellas del equipo de atletismo de la universidad; llegaría a ganar ocho títulos individuales de la NCAA entre 1935 y 1936, un hito que solo sería igualado por Xavier Carter en 2006. Sus habilidades atléticas ya habían llamado la atención en 1933 cuando, estando todavía en el instituto, había igualado el record mundial de las 100 yardas, establecido en 9'4 segundos, y saltado 7'56 metros, a apenas 40 centímetros del record mundial. A pesar de ello, debido a su raza eso no le suponía ninguna ventaja. No tenía derecho a becas, por lo que tenía que seguir trabajando a tiempo parcial (la ayuda económica de su familia había sido necesaria para poder matricularse) para pagar sus clases y mantener a su hija, Gloria, nacida en 1932. Tenía que vivir fuera del campus, como los demás alumnos negros, y cuando viajaba con el equipo de la universidad tenía que comer y dormir aparte de sus compañeros blancos, en establecimientos "solo para negros".

Owens llegaba con muchas dudas al campeonato. Solo cinco días antes se había caído por las escaleras de su dormitorio, a resultas de lo cual sufría de intensos dolores en la parte baja de la espalda, hasta el punto de que necesitó ayuda para subir y bajar del coche en el que viajó hasta Ann Arbor con varios compañeros. En el estadio tomó un largo baño caliente de más de 30 minutos como último recurso para tratar de aliviar el dolor. Su entrenador Larry Snyder no estaba convencido de dejarle participar, pero Owens quería competir a pesar de todo, y llegaron a un acuerdo: decidirían si participaba antes de cada competición, dependiendo de su condición física.

La primera prueba a la que se enfrentó fue la carrera de 100 yardas, celebrada a las 15:15. Sin haber podido calentar o hacer estiramientos, Owens contaría más tarde cómo cuando se dispuso a correr el dolor había desaparecido, "como si fuera un milagro". Owens hizo una carrera apoteósica y venció con holgura con un tiempo oficial de 9'4 segundos, igualando el récord mundial. Hay que señalar que por aquel entonces había varios encargados de cronometrar los tiempos de la carrera, y que la mayoría de ellos atribuyeron a Owens un tiempo de 9'3 segundos, pero las normas del torneo estipulaban que a cada corredor se le concedería el más lento de los tiempos que le atribuyeran. Por eso Owens igualó y no superó el récord de las 100 yardas (que tardaría trece años en ser superado).

La siguiente competición fue el salto de longitud. A las 15:25 Owens se dispuso a saltar sabiendo que solo dispondría de un intento, porque la siguiente prueba estaba a punto de comenzar y no tendría tiempo para otro. No necesitaría más. Porque en ese único intento, el atleta voló para lograr una asombrosa marca de 8 metros y trece centímetros, superando en quince centímetros el record mundial en posesión del japonés Chuhei Nambu. Esa marca permanecería como record mundial durante 25 años, hasta que Ralph Boston saltó 8'21 metros en 1960, y le habría valido a Owens un sexto puesto en las Olimpiadas de Río de Janeiro de 2016, 81 años más tarde.


Menos de diez minutos más tarde, a las 15:34, Owens estaba en la línea de salida de la siguiente prueba, las 220 yardas. Esa era la distancia que se corría por aquel entonces en Estados Unidos en lugar de los 200 metros, aunque las federaciones atléticas solían ajustar los tiempos de una prueba con otra (lo normal era restarle al tiempo de las 220 yardas 0'1 segundos, ya que 220 yardas son 201'16 metros) para hacer equivalentes los registros. De nuevo, Owens se mostró tan superior a sus rivales que algunos de los asistentes comentaron luego que parecía haber corrido solo. Se hizo con la victoria con un tiempo de 20'3 segundos, rebajando la plusmarca existente en tres décimas de segundo, y haciéndose así con los record mundiales de 220 yardas y 200 metros.

El broche de oro de aquella tarde se produjo a las 16:00 con la última prueba en la que iba a participar Owens: las 220 yardas vallas, una distancia hoy en desuso, pero que por aquel entonces formaba parte (o su equivalente, los 200 metros vallas) del programa de muchas reuniones atléticas e incluso de algunos Juegos Olímpicos como los de París. Y una vez más, ante miles de aficionados entusiasmados por lo que estaban viendo (entre 5000 y 10000, dependiendo de las fuentes) Owens venció con una facilidad pasmosa, con un tiempo de 22'6 segundos (era la primera vez que nadie bajaba de los 23 segundos en esa prueba) y sacándole al segundo cinco metros de ventaja. Otros dos records mundiales para Owens.


En apenas 45 minutos, Jesse Owens había superado cinco records mundiales e igualado un sexto. Una hazaña nunca vista en los anales de la historia del atletismo. Tuvo que huir de los vestuarios a través de una ventana para evitar a los cientos de aficionados que le esperaban para felicitarle. "Los 45 mejores minutos de la historia del deporte", los llamarían más tarde, o "la mayor empresa de la historia del atletismo desde 1850", como lo definiría en 2005 el profesor de la Universidad de Florida Central Richard C. Cepreau, profesor de Historia del Deporte. Tras esta proeza, Owens se convertiría en el deportista negro más famoso de los Estados Unidos, junto al boxeador Joe Louis, y apenas un año más tarde volvería a hacer historia logrando cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín.

domingo, 20 de septiembre de 2020

¿Sabías que...

-... un solo espermatozoide contiene el equivalente a 37'5 MB de información en forma de ADN? Una eyaculación equivale a una transferencia de 15875 GB de datos, el equivalente a la capacidad combinada de 62 MacBook Pros.

-... hay una oración que los judíos ortodoxos rezan cada mañana en la que dan gracias a Dios por no haber nacido mujer?

-... hace algún tiempo se puso a la venta en China una secuela no autorizada de Harry Potter, consistente en una versión del libro de J. R. R. Tolkien "El hobbit" con todos los nombres cambiados por los de personajes del universo Potter?

-... el libro de George Orwell 1984 fue prohibido en la Unión Soviética por considerarlo anticomunista, pero también fue acusado en Estados Unidos de ser un libro procomunista?

-... en noviembre de 2010 el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas de EEUU construyó un superordenador, al que llamaron "Condor Cluster", uniendo los procesadores de 1760 consolas de videojuegos PlayStation 3 de Sony? Dicho superordenador, el 33º más potente del mundo en aquel momento, no solo era 10 veces más barato que otros superordenadores de similar capacidad, sino que consumía un 90% menos de energía.

-... un tercio de todos los Premios Nobel de ciencias conseguidos por los EEUU fueron otorgados a inmigrantes que habían obtenido la nacionalidad norteamericana?

-... en su primer disco, For You, el músico Prince figura en los créditos como el único autor de todo el disco? No solo cantó en solitario todas las canciones, sino que tocó todos los instrumentos, lo que incluye guitarras acústicas y eléctricas, piano clásico, piano eléctrico Rhodes, teclados, sintetizadores, percusión, batería, campanas y bajos. Tenía solo 19 años por aquel entonces.

-... el que luego sería elegido presidente de los EEUU Jimmy Carter era considerado un candidato con tan pocas posibilidades que cuando le anunció a su madre Lilian que iba a presentarse a candidato a presidente, ella le respondió: "¿Presidente de qué?".

-... cuando la estrella Betelgeuse, en la constelación de Orión, se convierta en supernova (algo que puede ocurrir dentro de unos miles de años), desde la Tierra veremos su brillo con mayor intensidad que el de una Luna llena, será visible incluso de día y se mantendrá durante semanas o meses antes de desaparecer?

-... un gato llamado Cookie recorrió más de 1100 kilómetros entre marzo de 2013 y agosto de 2014, cruzando toda Francia desde el sureste al noroeste, para regresar a su casa, tras perderse mientras su dueña estaba de vacaciones?

-... en Japón existe una costumbre llamada rui-katsu (algo así como "búsqueda de lágrimas") en la que grupos de personas (conocidas o no) se reúnen para ver videos tristes o emotivos y luego llorar juntos para aliviar el estrés?

-... la actriz Anne Hathaway, que perdió cerca de 15 kilos de peso para interpretar el papel de Fantine en Los Miserables, jamás ha querido revelar el método que empleó para conseguirlo, alegando que se trata de un método muy peligroso y no quiere que otras mujeres la imiten?

domingo, 13 de septiembre de 2020

El barco de Oseberg

El barco de Oseberg


El 8 de agosto de 1903 un granjero llamado Knut Rom visitó en su despacho al arqueólogo sueco Gabriel Gustafson, profesor de la Universidad de Oslo y responsable de la Colección Nacional de Antigüedades para hablarle de algo que había hallado en sus tierras. Rom, dueño de una granja llamada Oseberg, cercana a la ciudad noruega de Tønsberg, había excavado en un túmulo de su propiedad y había hallado lo que creía eran los restos de un barco. Gustafson, intrigado, visitó Oseberg dos días después para examinar en persona los restos, y concluyó que se trataba de un barco vikingo utilizado como enterramiento.

Gustafson quiso excavar el montículo de inmediato, pero por distintos motivos no fue posible hasta la primavera de 1904. En la excavación, que se prolongó hasta el año siguiente y en la que colaboró con otro arqueólogo experto en la época vikinga, el noruego Haakon Shetelig, se pudo desenterrar completamente un barco vikingo en un excelente estado de conservación (aunque el mástil y parte de la cubierta habían sido dañados por un derrumbamiento del túmulo). El barco, hecho de madera de roble, medía 21'58 metros de eslora y 5'10 de manga, con un mástil de unos 9-10 metros, y huecos para 15 remos en cada borda. Estaba profusamente decorado y se calcula que con una vela de unos 90 metros cuadrados podría alcanzar una velocidad de 10 nudos. No era el primer barco funerario vikingo que se encontraba; anteriormente se habían descubierto otros en Tune (1867) y Gokstad (1880), pero ninguno de ellos contenía un ajuar funerario tan rico y suntuoso como el de Oseberg.

La excavación del túmulo de Oseberg
Detrás del mástil se halló una cámara que contenía los esqueletos de dos mujeres. Una de ellas era una anciana de unos 80 años, que sufría un severo caso de artritis y llevaba un vestido de lana roja y sarga, una túnica con tiras de seda y un velo de lino, todo ello indicativo de un elevado estrato social. A la otra se le atribuyó en un principio una edad de unos 25-30 años, aunque estudios posteriores sugieren que más probablemente rondaría los 50. Llevaba un vestido de lana azul y un velo de lana. A día de hoy todavía se ignoran sus identidades, si estaban emparentadas (no se ha conservado suficiente ADN para hacer pruebas) o si una de ellas fue sacrificada para acompañar a la otra en su viaje al más allá. En cualquier caso, dado el tipo de enterramiento (los barcos funerarios se empleaban en contadas ocasiones) y la riqueza de las ofrendas enterradas con ellas, es evidente que se trataba de la sepultura de alguien de muy alto rango. Durante un tiempo se creyó que la más anciana podía ser la legendaria reina Åsa de Agder, madre de Halfdan el Negro, rey de Vestfold, y abuela de Harald I, considerado el primer rey de Noruega. Ahora esta teoría está casi descartada y se cree que podría tratarse de una sacerdotisa.

El "Cubo de Buda"
Junto a las dos mujeres fue sepultado un riquísimo ajuar. La ausencia de metales preciosos indica que la tumba fue saqueada en algún momento; no obstante, los ladrones dejaron atrás todo lo demás, incluyendo numerosos objetos de uso cotidiano y otros más preciados y exquisitos. En la tumba se hallaron cuatro trineos con intrincadas decoraciones, un carro de caballos (el único de la época vikinga que ha llegado completo hasta la actualidad), dos tiendas, tejidos de lana y seda (son muy escasos los tejidos vikingos que se conservan), tapices, herramientas agrícolas, utensilios domésticos, así como cofres de madera, cuatro camas exquisitamente talladas y piezas curiosas como el llamado "Cubo de Buda", un cubo de madera de tejo adornado con dos figuras antropomórficas sentadas en la postura del loto. Asimismo, se hallaron los esqueletos de numerosos animales sacrificados: quince caballos, seis perros y dos bueyes.

El estudio dendrocronológico de la madera de la tumba dató el entierro en el otoño del año 834 d. C. aunque el barco en sí es más antiguo y se data en torno al año 820. Hay dudas sobre su propósito original; algunos creen que fue un barco funcional (por su estructura y ligereza, se cree que se empleaba en trayectos cortos cerca de la costa y no en travesías largas) y otros opinan que, debido a la falta se señales de uso, fue construido expresamente para ser empleado en un enterramiento. En 2010 se construyó una réplica, como parte de un proyecto llamado Saga Oseberg, utilizando técnicas y herramientas similares a las de la época en la que fue construido, que fue botada en 2012 y pudo navegar sin problemas.

El carro de Oseberg
El contenido del barco fue registrado, clasificado y enviado a Oslo. Posteriormente, el propio barco se desmontó; las dos mil piezas que lo formaban fueron estudiadas y numeradas y llevadas también a la Universidad de Oslo. En 1913 Gustafson propuso la construcción de un gran museo para albergar los hallazgos arqueológicos de los enterramientos de Oseberg, Tune y Gokstad, que llevaban décadas en los almacenes de la Universidad. El barco de Oseberg y su contenido fueron trasladados al nuevo Museo, financiado por el Parlamento noruego, en 1926, aunque por diversos motivos el que hoy se conoce como Museo de Barcos Vikingos de Oslo no estuvo completo hasta 1957.

lunes, 7 de septiembre de 2020

Ota Benga

Ota Benga (1883?-1916)

En 1904 se celebró en la ciudad norteamericana de San Luis la Exposición Universal. Entre los distintos eventos programados como parte de la Exposición se incluyó la celebración de los III Juegos Olímpicos de la era moderna, y como parte de ellos se celebraron los llamados Anthropology Days, una mezcla de exhibición y competición (al margen de la competición oficial) en los que tomaron parte miembros de distintas etnias procedentes de África, Asia y América. Un espectáculo de tintes racistas que suscitó numerosas críticas (el propio barón Pierre de Coubertin, presidente del Comité Olímpico Internacional, los calificó de "mascarada ultrajante") y entre cuyos participantes había un joven pigmeo llamado Ota Benga.

Ota Benga era miembro de la tribu mbuti y solía vivir en los bosques cercanos al rio Kasai, en territorio de lo que entonces era el Congo Belga. Había perdido a toda su familia en un ataque de la Force Publique (el ejército organizado por los belgas para controlar sus dominios, responsable de un sinnúmero de atrocidades contra la población nativa) y posteriormente había caído en manos de tratantes de esclavos de la etnia bashilele. En 1904 tenía en torno a veinte años cuando su camino se cruzó con el de Samuel Phillips Verner, un explorador y comerciante contratado por los organizadores de la Exposición para llevar a San Luis a varios pigmeos con el objeto de ser exhibidos allí. Verner compró a Benga a los tratantes de esclavos a cambio de un saco de sal y un rollo de tela, aunque más tarde afirmaría haberlo salvado de los caníbales.

Ota Benga (segundo por la izquierda) junto a otros miembros de la tribu mbuti
Verner regresó a EEUU llevando a Benga y a otros ocho pigmeos a los que había comprado o engañado para que lo acompañaran. Su aparición en San luis tuvo gran éxito y atrajo inmediatamente la atención del público, hasta el punto de que en alguna ocasión tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad para controlar las grandes masas de visitantes que intentaban verlos. Una vez terminada la Exposición, los demás pigmeos fueron enviados de vuelta a África. no así Benga, que permaneció bajo la "custodia" de Verner. Durante un tiempo vivió en el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, mientras Verner trataba de conseguir un empleo en el Museo, pero con el tiempo se volvió más nostálgico de su hogar y empezó a dar problemas, así que Verner se lo llevó a un nuevo destino: el zoológico del Bronx.

El director del zoológico, William Hornaday,admitió en un principio a Benga como un trabajador más; ayudaba a alimentar a los animales y a limpiar y arreglar los recintos. No obstante, cuando Hornaday se dio cuenta del interés que el pigmeo despertaba entre los visitantes, pensó que podía sacar mayor beneficio de su presencia. Benga solía pasar parte de su tiempo libre en la Casa de los Monos, a menudo acompañando a un orangután llamado Dohong, que había demostrado una gran inteligencia y con el que se había encariñado. Hornaday le sugirió a Benga que pasase más tiempo en el recinto de los monos, que colocase allí la hamaca donde dormía, incluso que practicase allí con su arco... Finalmente, el 8 de septiembre de 1906 se anunció oficialmente la presencia de Benga como una nueva atracción del zoo, exhibido en la Casa de los Monos y con un cartel que rezaba: "Pigmeo africano "Ota Benga". 23 años de edad. Altura 4 pies y 11 pulgadas. Peso 103 libras. Traído desde el rio Kasai, Estado Libre del Congo, Sur del África Central, por el Dr. Samuel Phillips Verner. Exhibido todas las tardes durante septiembre".


La exhibición fue un éxito rotundo; en septiembre de 1906 el zoológico del Bronx tuvo el doble de visitantes que el septiembre del año anterior. No obstante, también hubo numerosas críticas. Hornaday consideraba que la exhibición de Benga era un espectáculo educativo y de carácter científico; en eso estuvo apoyado por Madison Grant, uno de los padres del llamado racismo científico y la eugenesia. Pero las críticas no hicieron sino aumentar. Especialmente combativa se mostró la iglesia baptista afroamericana, encabezada por el reverendo James H. Gordon, que condenó el lamentable espectáculo por exhibir a alguien de su raza con los monos (y también por fomentar el darwinismo, que Gordon consideraba "una teoría anticristiana"). Hornaday decidió que Benga dejase el recinto de los monos y pudiera volver a moverse por todo el recinto del zoo, pero ante el continuo acoso de los visitantes, el pigmeo empezó a mostrarse violento. Finalmente, hacia el final de septiembre, Hornaday dio su brazo a torcer y "liberó" a Benga, permitiéndole quedar bajo la custodia de Gordon. El zoológico del Bronx no emitiría una disculpa oficial por su trato a Benga hasta julio de 2020.


El reverendo Gordon lo instaló primero en un orfanato para niños de color, y posteriormente, a principios de 1910, dado que el interés de la prensa y la opinión pública continuaba, lo envió a Lynchburg (Virginia), donde fue acogido por una familia, creyendo que así disfrutaría de una mayor tranquilidad. Gordon y sus colaboradores trataron de hacer que Benga se adaptase a la vida en EEUU: le dieron ropas occidentales, le consiguieron tratamiento dental (los dientes de Benga, siguiendo las tradiciones de su tribu, habían sido afilados cuando era un niño, y eran uno de los detalles que más llamaban la atención de él) y le inscribieron en una escuela elemental, aunque en cuanto mejoró su dominio del inglés dejó las clases y consiguió trabajo en una fábrica de tabaco. Parecía estar adaptado, era apreciado por sus compañeros de trabajo, que le llamaban "Bingo", hizo amigos, y también le gustaba entretener a los niños de su vecindario contándoles historias de la selva, e incluso les enseñó a pescar con lanza.

No obstante, la nostalgia acabó por hacer mella en él. El deseo de regresar a África se hizo cada vez más fuerte y empezó a planear el retorno. Pero el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 restringió enormemente el tráfico marítimo en el Atlántico. Atrapado en un mundo que le resultaba ajeno, sin posibilidad de salir de él, acabó por perder la esperanza. El 20 de marzo de 1916 se arrancó las coronas artificiales de sus dientes, devolviendo a su dentadura su aspecto original, encendió un fuego ceremonial y se disparó en el corazón con una pistola que había pedido prestada. Tenía al morir 32 o 33 años y fue enterrado en la sección para afroamericanos del Old City Cemetery de Lynchburg, bajo una lápida sin nombre. Posteriormente se perdió la pista a sus restos; tradicionalmente se decía que habían sido trasladados al White Rock Hill Cemetery, otro camposanto que luego acabaría desapareciendo.