sábado, 8 de septiembre de 2012

Genes amerindios en Islandia



Que los vikingos llegaron a América antes que Colón es algo más que aceptado desde hace tiempo. No sólo por los propios relatos de los vikingos en sus sagas, hay también restos arqueológicos, como el poblado de L'Anse aux Meadows, en la isla de Terranova, descubierto en 1960. Pero no fué hasta entrado el siglo XXI cuando se ha descubierto el que pudiera ser el primer indicio genético de esta llegada.
La compañía biofarmacéutica deCODE genetics (no, no me he hecho un lío con la tecla de las mayúsculas, se llama así) lleva años estudiando el patrimonio genético de los islandeses (una historia fascinante de la que algún día hablaré) en busca de mutaciones genéticas ligadas a transtornos como el alzheimer, la obesidad, el asma, etc. Un buen día de 2006, durante el estudio rutinario de una de las muestras, los científicos de deCODE hallaron algo que no podían creer: el linaje C1.
El C1e es un linaje del ADN mitocondrial, y por lo tanto, que sólo se hereda por vía materna; esto nos dice que quien lo introdujo en Islandia fué una mujer (o alguna de sus descendientes). Dicho linaje (aquí está lo interesante) se halla solamente en indígenas norteamericanos y algunas poblaciones del este de Asia. Su presencia en Islandia suponía una anomalía enorme.
Inmediatamente la gente de deCODE comenzó a  buscar el mismo linaje en otras muestras. Finalmente, hallaron que unos ochenta islandeses poseen el C1. Esas ochenta personas pertenecen a cuatro familias distintas naturales de la región sur de la isla (tradicionalemte muy aislada), cerca del glaciar Vatnajökull. Por los abundantes registros genealógicos de la isla se sabe que las cuatro familias poseen antepasados comunes en la zona de principios del siglo XVIII, así que resulta más que verosímil que todos hayan heredado el linaje de un único antepasado.
¿Y cómo llegó el C1 a ese antepasado? Hagamos revista de las posibilidades. La vía asiática parece descartada. Los primeros asiáticos de Extremo Oriente que llegaron a Europa lo hicieron en el siglo XV y no hay noticia de que ninguno de ellos hubiera ido a parar a Islandia. Por lo tanto, la hipótesis amerindia parece la más fiable. Pero ¿cuando se produjo ese contacto? Es muy poco probable que indios norteamericanos llegaran pos sus medios a Islandia, antes o después del asentamiento de los vikingos; además, ninguna crónica menciona algo así. Cabe la posibilidad de que la portadora original del linaje fuera raptada en algún momento posterior a la llegada de Colón; pero los asentamientos de Groenlandia, desde donde partían las expediciones hacia la costa norteamericana, se abandonaron en el siglo XV, y no hay noticias de contactos posteriores.
Quedan entonces dos hipótesis como las más probables. La que más se ha considerado: que el mestizaje se hubiera producido (a la fuerza o consentidamente) durante alguna de las estancias de los vikingos en tierras norteamericanas a partir del siglo XI. La india de la que procediera este linaje o sus descendientes habrían llegado posteriormente a Islandia cuando se abandonaron los asentamientos groenlandeses. Pero también cabe otra posibilidad: que la portadora del linaje hubiera llegado a Islandia a bordo de algún barco mercante que hubiera hecho escala en la isla en algún momento de los siglos XVI o XVII. Portugueses e ingleses mantuvieron una intensa relación comercial con los territorios norteamericanos durante esos años. Y las principales rutas marítimas entre Terranova y Europa pasaban bastante cerca de la isla. Además, las principales corrientes y vientos se dirigen hacia Islandia. Un barco con problemas podría haberse visto obligado a buscar refugio en las costas islandesas; y la presencia de indios en los barcos era habitual. La vía precolombina no es, como se ve, la única.
El estudio pormenorizado de este linaje deparó más sorpresas. El C1 de los islandeses no coincidía con ninguno de los existentes, denominados C1a (asiático) y C1b, c y d (amerindios), lo que hizo que este linaje pasara a conocerse como C1e. Además, se encontró que ese linaje no era coincidente con el de los beothuk, la tribu predominante en Terranova en el siglo XI (que se extinguió a principios del XIX), lo que siembra nuevas interrogantes sobre su auténtico origen (y no permite descartar, pese a que se sigue priorizando su naturaleza americana, un origen asiático o incluso europeo).
La búsqueda hoy en día sigue. Por un lado, se examina el material genético de otras etnias norteamericanas por si alguna de ellas hubiera sido la fuente del C1e. También se investiga en busca de algún enterramiento islandés en la zona de origen de las cuatro familias del que pueda extraerse ADN que ayude a datar el momento en el que el linaje se introdujo en Islandia.
El estudio completo sobre el hallazgo, en el que además de científicos de deCODE y de la Universidad de Islandia colaboraron genetistas españoles del CSIC, se publicó en el American Journal of Physical Antropology en enero de 2011.

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