sábado, 28 de diciembre de 2013

Especial Día de los Inocentes: La broma del volcán

Monte Edgecumbe
Aquella fría y soleada mañana de abril de 1974, los habitantes de la ciudad de Sitka (Alaska) se levantaron atemorizados. De la cumbre del monte Edgecumbe se elevaba una nube de espeso humo negro que no presagiaba nada bueno. El Edgecumbe, situado en la cercana isla de Kruzof, era un volcán inactivo desde hacía casi cuatro mil años (su última erupción estaba datada aproximadamente en torno al 2200 a.C.). Con casi mil metros de altura, su cima pasaba cubierta de nieve ocho meses al año y nadie esperaba que entrara en erupción, como parecía, amenazando a la ciudad. Nadie o casi nadie reparó en la fecha: 1 de abril, el April Fools' Day, el equivalente del Día de los Santos Inocentes...
Oliver Bickar, conocido entre sus amigos como "Porky", era un tipo peculiar. Nació en Chehalis (Washington) el 1 de noviembre de 1923. En 1942, nada mas terminar el instituto, se alistó en el Ejército. Participó en el desembarco de Normandía, fue condecorado, y tras la guerra volvió a Washington. Se casó, tuvo dos hijos, trabajó durante años como leñador, y en 1960 se mudó a Sitka, donde nacería su tercer hijo, y tras trabajar durante unos años como leñador abrió una ferretería.
Porky destacaba por su carácter jovial y extrovertido, y por ser un incorregible bromista. Algunas de sus bromas se hicieron legendarias en toda la región. En una ocasión, utilizó una excavadora para plantar un gran árbol justo delante de la puerta de uno de sus amigos. Otra vez, llenó las copas de varios árboles de flamencos de plástico rosas para burlarse de los pasajeros de un crucero que observaban la vida salvaje del lugar. Y en otra ocasión, anunció una gran oferta de motosierras en su negocio "Una por el precio de dos". Pero sin duda, la falsa erupción del Edgecumbe fue su obra maestra. Llevaba desde 1971 acumulando en un viejo hangar de aviación docenas de neumáticos viejos (unidos en largas ristras, para ser más fáciles de transportar), así como plásticos, trapos y otros objetos inflamables, esperando a un 1 de abril despejado y que no lloviese, como el de aquel año. Llegado el día, sin hacer caso a su esposa, que le pedía que no continuara con su plan, Porky llamó a varias compañías de helicópteros para alquilar un aparato con el que transportar todo su material a la cumbre de la montaña; pero todas pensaron que se trataba de una broma y no le hicieron caso. Así que Porky llamó a su amigo Earl Walker, dueño de un helicóptero. Cuando Walker supo lo que tramaba Porky, aceptó entusiasmado participar en la broma, junto a Harry Sulser, Ken Stedman y Larry Nelson, amigos y parroquianos habituales del mismo bar. En varios viajes trasladaron la enorme cantidad de material acumulado hasta la cima del Edgecumbe, donde finalmente le prendieron fuego (usaron también varias bombas de humo, para aumentar la humareda), tras escribir en la nieve con letras de gran tamaño APRIL FOOL.
La gente de Sitka, alarmada, empezó a llamar a las autoridades locales, quienes ya habían sido previamente advertidas por Porky Bickar, al igual que la Agencia Federal de Aviación. Se olvidó, eso si, de hacer lo mismo con los guardacostas, que enviaron un helicóptero al lugar para investigar; su tripulación descubrió asombrada la enorme hoguera y el mensaje sobre la nieve.
Cuando se supo que todo había sido una broma, todos los habitantes de la zona exhalaron un gran suspiro de alivio. Afortunadamente para Bickar, se tomaron su montaje con deportividad y sentido del humor. La noticia no tardó en extenderse a todo el país e hizo a Porky un tipo muy popular. Cuando en 1980 el Monte St. Helens de Washington entró en erupción, alguien le envió una fotografía del suceso y una nota que ponía "Esta vez te has pasado". La Alaska Airlines usó la historia como parte de una campaña publicitaria. Incluso el almirante en jefe de los guardacostas de Alaska lo felicitó, años mas tarde, por su antológica broma.
Curiosamente, el Edgecumbe entró en erupción (de verdad) en 1981. No faltó quien le preguntase a Porky Bickar si aquello también era obra suya...

Varias imágenes de la falsa erupción del Edgecumbe, desde distintas posiciones

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