miércoles, 11 de diciembre de 2013
La Vespa 150 TAP
La fotografía que abre este post no es un montaje humorístico. No es uno de tantos fakes que circulan por Internet, ni la obra de un mecánico con sentido del humor y mucho tiempo libre. Se trata de uno de los vehículos militares más curiosos de la historia: la Vespa 150 TAP.
Durante la Guerra de Indochina (1945-54), que terminaría con una dolorosa derrota, el ejército francés se dio cuenta de que presentaba numerosas carencias. Una de ellas era la necesidad de armamento anticarro ligero, capaz de ser transportado por las tropas aerotransportadas (Troupes Aéro Portées o TAP). Pero la situación económica no permitía grandes dispendios, así que se manejaron varias soluciones de bajo coste. Como además, los franceses también planeaban renovar las motocicletas que utilizaban sus paracaidistas (unas Cushman Model 53 Airborne Scooter norteamericanas bastante obsoletas) a alguien se le ocurrió la idea de montar un cañón antitanque en el chasis de una moto.
El ejército francés, entre varias competidoras (Valmobile 100, Bernardet 250), eligió a la Vespa 150 de la Piaggio italiana. Las Vespas militares fueron fabricadas por la empresa Ateliers de Construction de Motocycles et Automobiles (ACMA), que tenía la licencia de fabricación de la marca para Francia, en su factoría de Fourchambault, en la Borgoña. Las 150 TAP además del soporte del cañón incluían algunas mejoras (como un bastidor reforzado, amortiguadores helicoidales y placas metálicas en el cárter y el tubo de escape) para poder ser lanzadas en paracaídas. Con un motor monocilíndrico de dos tiempos y 11 CV, apenas alcanzaba los 65 km/h.
El cañón que montaban era un M20 de 75 mm, de fabricación norteamericana, mas ligero que el cañón estándar de 75 mm y sin retroceso (gracias a un sistema de disipación de los gases del disparo en su parte posterior). Aún así, tenía un alcance de siete kilómetros y era capaz de atravesar un blindaje convencional de cien milímetros de grosor (podía agujerear sin problemas un T34 soviético).
El cañón podía ser disparado aún montado en la motocicleta, aunque no era recomendable, ya que no había sido diseñado para ello y no se podía apuntar; lo habitual era que fuera desmontado y asentado sobre un trípode (que también transportaba la moto). Los cañones eran servidos por equipos de dos hombres, cada uno con una moto (una con el cañón y la otra, con munición).
Su fabricación tuvo lugar entre 1956 y 1959, en que se fabricaron unos 700 ejemplares. Era un vehículo sumamente barato; cada moto le salía al ejército francés por unos 500 $ de la época, sin contar el cañón (de los que, gracias a los excedentes de la Segunda Guerra Mundial, tenían en abundancia en sus almacenes).
La Vespa 150 TAP o "Vespa Bazooka" como la llamaban algunos tuvo su bautismo de fuego durante la guerra de Argelia (1954-62), en que varios cientos de estas motos fueron desplegadas y utilizadas por las TAP y la Legión Extranjera. Sin embargo, muy pronto se demostró que, lejos de ser una ayuda, eran muy poco prácticas y a menudo suponían un engorro para las tropas. Eran muy lentas, sus prestaciones escasas, y, con el peso que transportaban, se atascaban con suma facilidad en terrenos arenosos o embarrados, por lo que sus conductores a menudo se veían obligados a empujarlas. Pese a alguna otra aparición, como en el conflicto de Suez (1956), las 150 TAP acabaron siendo retiradas poco a poco y a mediados de la década de los 70 ya no había ninguna en servicio.
Pese a su relativo fracaso, su curiosa factura y el escaso número de unidades que se fabricaron las convierten en objetos muy deseados por coleccionistas de motocicletas y material militar. Varias unidades se exponen en museos como el Musée des Blindés (Saumur, Francia) o el Museo Piaggio (Pontedera, Italia).
Yo la bautizaría como "La Vespa Macho" por su apariencia.
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