El fabricante de neumáticos Firestone comenzó a vender en 1972 neumáticos radiales, un nuevo tipo de neumáticos que habían sido introducidos en el mercado por empresas rivales como Goodrich y Michelin. Firestone desarrolló un modelo de fabricación propio que permitía reducir el tiempo y el coste de fabricación de sus neumáticos con respecto a los de sus competidores. Sin embargo, estos neumáticos tenían un defecto; los cables metálicos que los reforzaban tendían a separase de la goma después de algún tiempo de uso. Aunque eran conocedores del defecto, la directiva de Firestone siguió vendiéndolos durante toda la década de los 70, hasta que las cada vez más numerosas quejas les llevaron a retirar casi diez millones de neumáticos entre 1977 y 78, aunque alegaba que sus fallos se debían al mal mantenimiento por parte de sus propietarios. Sin embargo, una investigación de las autoridades de Tráfico en 1980 demostró que la empresa estaba al tanto de los fallos. La empresa fue multada con medio millón de dólares y se enfrentó a docenas de demandas de personas que habían sufrido accidentes. El valor de sus acciones se desplomó; aunque luego repuntó algo, cuando en 1988 Bridgestone compró la compañía, sus acciones valían menos que en los años sesenta.
En 1972, el Washington Post le ofreció al San Francisco Chronicle publicar conjuntamente los artículos que los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein estaban publicando sobre lo que acabaría siendo el escándalo Watergate. El propietario del Chronicle, Charles Thieriot, rechazó la oferta diciendo que "esa historia no despertará el interés de nadie en la Costa Oeste". Finalmente, sería el gran rival del Chronicle, el San Francisco Examiner, el que se haría con los derechos de publicación del que sería uno de los bombazos periodísticos de la década... por la irrisoria cifra de 500 $
En 1972, la Twentieth Century Fox empezó a producir la serie MASH, basada en la película del mismo título, que narraba en tono humorístico las aventuras de un grupo de médicos en la guerra de Corea. En 1975, la Fox, necesitada de dinero, vendió los derechos de explotación de la serie a partir de 1979 a un grupo de televisiones locales por un millón de dólares, creyendo que para esa fecha la serie habría terminado o estaría a punto de hacerlo. Sin embargo, cuando llegó ese año, la serie estaba en el apogeo de su popularidad (no terminaría hasta 1983) y generaba mucho más dinero del que la Fox había conseguido por sus derechos.
En 1975, la compañía Eastman Kodak desarrolló la primera cámara digital de la historia. Pero, dado que la empresa tenía un papel hegemónico en el mercado de las películas fotográficas en EEUU, desistió de seguir perfeccionando esa tecnología por miedo a que redujese sus beneficios. De este modo, perdió la oportunidad de ser pionera en una tecnología cuya competencia finalmente llevaría a la empresa a la quiebra.
Después de años intentando conseguir que alguna productora financiase un proyecto de una película de ciencia ficción que llevaba tiempo preparando, el director George Lucas logró llegar a un acuerdo con la Twentieth Century Fox. Pero la Fox no confiaba mucho en el proyecto y acordó con Lucas que éste renunciase a su sueldo a cambio del 40% de los beneficios del filme y el 100 % de los derechos sobre el merchandising. Los ejecutivos de la Fox que creyeron que el acuerdo era muy beneficioso debieron de darse de cabezazos después del éxito arrollador de Star Wars, ya que supuso para la productora dejar de ganar cientos de millones de dólares.
En 1979, el empresario Ross Perot quiso comprar la incipiente empresa de software de un tal Bill Gates. Sin embargo, intentó comprarla a precio de saldo y no ofreció más allá de 15 millones de dólares. Bill Gates rechazó la oferta y Perot perdió la oportunidad de hacerse con Microsoft.
En 1980, la empresa IBM contactó con Microsoft buscando un sistema operativo para una nueva serie de ordenadores que estaba a punto de lanzar al mercado. Sin embargo, por aquel entonces Bill Gates no disponía de algo así, por lo que organizó un encuentro entre IBM y Gary Kildall, presidente de Digital Reseach, empresa puntera en el desarrollo de software, para la que Microsoft trabajaba por entonces. El objetivo de IBM era conseguir la licencia para una versión del sistema CP/M de Digital. Sin embargo, Kildall no acudió a la reunión y envió en su lugar a su esposa, Dorothy, la cual temió que IBM usase sus códigos para crear su propio sistema operativo, haciéndole la competencia, y rechazó el acuerdo. Entonces, Gates compró los derechos de un sistema operativo llamado QDOS, lo modificó y lo vendió a IBM. Acababa de nacer el MS-DOS, que supuso el inicio del despegue de Microsoft y del declive de Digital Reseach.
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