Hattori Hanzo |
A los más cinéfilos les sonará el nombre de Hattori Hanzo como uno de los personajes de la película Kill Bill, dirigida por Quentin Tarantino. En el filme, Hattori Hanzo es un maestro de artes marciales (interpretado por el legendario actor japonés Sonny Chiba) al que acude la Mamba Negra (Uma Thurman) para que le forje una katana con la que llevar a cabo su venganza contra su antiguo jefe Bill. Pero en la vida real existió realmente un Hattori Hanzo, y fue uno de los ninjas más famosos de la historia.
Hattori Hanzo, nacido en torno a 1541, era hijo de Hattori Yasunaga, un ninja menor al servicio del clan Matsudaira, que pasaría a ser el clan Tokugawa en 1567 cuando su lider, Matsudira Takechiyo, tomó con el permiso del Emperador el nombre de Tokugawa Ieyasu. Con solo ocho años, su padre lo llevó al monte Kurama, donde la tradición decía que vivían los Tengu (demonios o espíritus maestros y protectores de las artes marciales) protectores del arte del ninjutso, para que comenzara su adiestramiento. Con doce años ya era un maestro del ninjutso, a la vez que aprendía de su padre el Ninpo, el código de honor de los ninjas (un código que muchos de ellos no respetaban, convirtiéndose en bandidos o mercenarios que se vendían al mejor postor).
Con 16 años participó en la campaña de su señor contra el clan Uzichijo, y su actuación fue tan destacada que se ganó el apodo de "Oni Hanzo" (Hanzo el Demonio); a lo largo de su vida también sería conocido como "Hanzo el ogro" o "Hanzo el fantasma". Su arma favorita era la mochi-yari, la lanza japonesa de mango corto y hoja larga y recta que puede llegar a medir seis metros de largo (la de Hanzo rondaba los cuatro metros y medio). En los años posteriores se distinguió al servicio de Tokugawa, hacia el que siempre profesó una lealtad inquebrantable. No sólo fue un extraordinario guerrero, sino que también se convirtió en un maestro en las habilidades especiales de los ninjas: infiltración, espionaje, guerra de guerrillas, sabotaje y asesinato selectivo. Su habilidad llegó a ser legendaria hasta el punto de que empezaron a circular rumores que le atribuían poderes sobrenaturales, como la teletransportación, la telequinesis o la precognición.
El 21 de junio de 1582, Oda Nobunaga, el señor feudal más poderoso de Japón y vencedor de la batalla de Okehazama, fue traicionado y obligado a suicidarse por uno de sus generales, Mitsuhide Akechi. Tokugawa era uno de los principales aliados de Oda, y se dio cuenta de que Akechi iría a continuación a por su cabeza. Desgraciadamente para él, la noticia lo sorprendió lejos de sus posesiones, durante un viaje a Sakai, acompañado apenas por un puñado de hombres a las órdenes de Hanzo. Éste se las arregló para reclutar a un grupo de 300 ninjas expertos con los que llevó a salvo a su señor atravesando la región de Iga, infestada de bandidos, hasta su feudo de Minawa.
De vuelta en Minawa, Hanzo reclutó a más ninjas, hasta formar un batallón de élite de 400 hombres que fue llamado Hassenshi. Esta fuerza tuvo un destacado papel en la toma, en 1590, del castillo Edo, controlado por el clan Hojo y que Tokugawa convirtió en su nueva residencia (y a partir de 1603, al ser nombrado shogun, en la capital administrativa de Japón). Los ninjas de Hanzo tomaron la puerta trasera del castillo, permitiendo la entrada del resto del ejército de Tokugawa. Hanzo recibió como premio muchas tierras en los alrededores del castillo, además del nombramiento de jefe de la guardia del palacio (formada por sus Hassenshi) y que la puerta que había tomado se conociese como Hanzomon (La puerta de Hanzo).
Su brillante carrera se truncó en diciembre de 1596. Mandando una partida de soldados contra los ninjas del clan Fuma, que se dedicaban a atacar y saquear aldeas, sus enemigos hundieron los botes de los hombres de Hanzo y vertieron aceite en llamas en el agua, acabando con ellos. Otras versiones, sin embargo, dicen que se retiró del combate para hacerse monje budista con el nombre de Sainen. Su hijo Hattori Masanari le sucedió en el puesto, teniendo una importante actuación a las órdenes de Tokugawa.
Los restos de Hattori Hanzo, así como sus armas favoritas, se encuentran en el templo de Sainen-ji (Shinjiku), que él mismo había hecho construir en 1593.
Templo de Sainen-ji en Shinjiku, cerca de Tokyo |
El Hattori Hanzo de Kill Bill, en la piel de Sonny Chiba |
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