viernes, 25 de julio de 2014

Las Olimpiadas de Los Ángeles, las hamburguesas gratis y Krusty el payaso


Los aficionados a la serie de dibujos animados Los Simpson recordarán un capítulo titulado "La primera palabra de Lisa" (4ª temporada, 10º capítulo). El episodio está ambientado en el verano de 1984, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Precisamente, una de las subtramas tiene que ver con los Juegos; Krusty el payaso, uno de los secundarios más famosos de la serie, lanza una campaña en su cadena de hamburgueserías Krusty Burguer. Cada cliente recibirá un boleto que debe rascar para descubrir una disciplina olímpica. Y si en esa disciplina triunfa un atleta norteamericano, el poseedor del boleto recibirá una hamburguesa gratis. Claro que la promoción tiene truco; como el propio contable de Krusty le cuenta "sólo hemos incluido deportes en los que siempre ganan los soviéticos". El problema viene más tarde, cuando se enteran de que los países comunistas han boicoteado las Olimpiadas, lo que le acaba costando millones de dólares a Krusty porque son los americanos los que triunfan en esas modalidades. Lo curioso de esta historia es que se basa en hechos reales; en una campaña lanzada en esas mismas fechas por McDonald's.


La cadena de restaurantes de comida rápida McDonald's fue uno de los principales patrocinadores de las Olimpiadas de Los Ángeles. Para aprovechar el tirón mediático de los juegos, la compañía lanzó una ambiciosa campaña de marketing con el lema When the US wins, you win (Cuando Estados Unidos gana, tú ganas). Los clientes de los restaurantes de la cadena recibían un boleto que debían rascar para dejar al descubierto una de las especialidades olímpicas. Y si EEUU obtenía medalla en dicha disciplina, el afortunado se llevaba un premio. Si la medalla era de oro, se llevaba una hamburguesa gratis. Si era de plata, una ración de patatas fritas. Y si era de bronce, una Coca-Cola.


A diferencia de Krusty, McDonald's incluyó en su promoción todos los deportes del espectro olímpico. Pero lo que también hizo fue subestimar gravemente las esperanzas de medalla de la delegación norteamericana. Al parecer, la compañía de marketing encargada de la campaña manejaba un informe sobre las posibilidades de medalla de los EEUU que basaba sus predicciones en los resultados norteamericanos en los Juegos de Montreal 76 (los estadounidenses boicotearon los de Moscú 80 en respuesta a la invasión de Afganistán), en los cuales el equipo yanqui había quedado tercero en el medallero con 94 medallas (34 de oro, 35 de plata y 25 de bronce). Pero obviamente no tuvieron en cuenta el "factor casa": tradicionalmente, en las competiciones deportivas, los atletas que participan en sus países suelen rendir por encima de sus posibilidades (por una mayor motivación competitiva o simplemente por su mayor familiaridad con las condiciones ambientales o los estadios). Además, también estaba el asunto del boicot. Los países del bloque soviético (excepto Rumanía) rechazaron participar en respuesta al boicot de 1980. Entre ellos, los dos primeros clasificados del medallero de Montreal 76 (la URSS y la República Democrática Alemana) y otros cuatro situados entre los diez primeros de la cita canadiense (Polonia, Bulgaria, Cuba y Hungría).
¿Cuál fue el resultado? Compitiendo en casa y sin muchos de sus principales rivales, los atletas norteamericanos arrasaron en buena parte de las competiciones. EEUU batió todos los récords de medallas conseguidas en una cita olímpica: 174 preseas (83 de oro, 61 de plata y 30 de bronce), un registro que todavía no ha sido superado, más del triple de las conseguidas por el segundo clasificado (Rumanía). Para McDonald's supuso pérdidas de millones de dólares: sólo en hamburguesas acabó regalando más del doble de las que había previsto. Eso si, consiguió que se hablara mucho de la campaña.

1 comentario: