domingo, 28 de enero de 2018

Harald Dientes Azules

Harald I Gormsson Blåtand (910?-985?)

Harald Gormsson subió al trono de Dinamarca a la muerte de su padre, el rey Gorm el Viejo, en el invierno del año 958. Gorm, hijo del semilegendario rey vikingo Harthacnut o Canuto I, tenía su capital en Jelling, en el centro de la península de Jutlandia, por lo que a su dinastía se la conoce como Casa de Jelling o Casa de Gorm.

Cuando Gorm subió al trono, el territorio de lo que hoy es Dinamarca estaba dividido entre varios reyes, unos reyes cuyo poder era limitado e inestable. En realidad, aquellos reyes eran mas los jefes de una serie de clanes y comunidades que gozaban de una gran autonomía, que auténticos soberanos. Gorm, sin embargo, logró extender y asentar su autoridad sobre sus dominios, para a continuación extenderlos mediante una serie de exitosas campañas bélicas. A su muerte, dominaba la mayor parte de Jutlandia y de las islas del estrecho que comunica el mar Báltico con el Atlántico, así como Schleswig (en la frontera del sur con el Imperio Germánico), las regiones suecas de Escania y Halland, parte de Noruega y algunos asentamientos en la costa del Báltico.

Gorm tuvo dos hijos varones legítimos: Knut o Canuto, el mayor, el favorito de su padre, que murió en el norte de Inglaterra en torno al año 940, durante una campaña; y Harald, su sucesor, nacido en una fecha indeterminada en torno al año 910. Harald siguió la misma política expansionista de su padre. Tras completar la conquista de Dinamarca, se dedicó a consolidar su autoridad llevando a cabo numerosas obras públicas: hizo construir fortificaciones como las de Trelleborg o Nonnebakken, puentes como el de Ravning (que hasta 1935 fue el puente más largo construido en Dinamarca) y completó la Danevirke, la muralla defensiva que protegía la frontera del sur.

Una vez unificada y pacificada Dinamarca, Harald dirigió sus esfuerzos hacia el exterior, especialmente hacia Noruega. Su hermana Gunnhild estaba casada con el rey noruego, Eric Haraldsson I, apodado Hacha Sangrienta o el Sanguinario, derrocado en el 934 y sucedido por su hermano Haakon I el Bueno. Tras la muerte de Eric en 954, Harald acogió en su corte a su hermana y a sus nueve sobrinos, a los que ayudaría a recuperar el trono noruego. Hasta en tres ocasiones las tropas danesas invadieron Noruega para imponer como rey al mayor de los hijos de Eric, Harald II Eiriksson Piel Gris, y las tres veces fueron rechazadas por los noruegos; pero tras la tercera, ocurrida en el 961, Haakon I murió a causa de las heridas sufridas en combate y Harald pudo finalmente subir al trono. Cuando a su vez Harald II fue asesinado por Harald Knutsson (hijo de Knut Gormsson), Harald de Dinamarca se hizo con el trono noruego y nombró a su aliado Håkon Sigurdsson como rey vasallo.

Además de sus campañas noruegas, Harald intervino en varias ocasiones en ayuda del rey de Normandía Ricardo I Sin Miedo, y tuvo que enfrentarse a una invasión de los germanos en el 974, que no pudo rechazar completamente hasta el 983, gracias a una alianza con las tribus eslavas de los obroditas.

Harald Gormsson es conocido con el apodo de Bluetooth (Dientes Azules). Hay varias teorías para explicar este sobrenombre. Una de ellas dice que era porque tenía la dentadura podrida; otra, porque era un gran aficionado a comer arándanos, lo que hacía que tuviera continuamente los dientes teñidos de azul; y otra sugiere que pudo haber padecido la llamada enfermedad hemolítica del recién nacido, que puede dar a los dientes de quienes la sufren una cierta coloración azul-verdosa. La más extendida, sin embargo, habla de que se trató simplemente de un error de traducción. Harald era conocido entre sus súbditos como Blåtand, un nombre obtenido de unir los términos blå, aplicado a personas morenas y de pelo oscuro, poco habituales entre los nórdicos; y tand, "gran hombre". Este apodo habría sido traducido de manera errónea como Bluetooth por los ingleses.

Las Piedras de Jelling
Otro de los hitos del reinado de Harald Bluetooth fue su conversión y la de la mayor parte de los daneses al cristianismo. Algunas fuentes hablan de que Harald se convirtió gracias a un clérigo llamado Poppo o Poppa, enviado por un obispo alemán, quien para demostrarle el poder de Dios agarró con las manos desnudas un hierro al rojo sin quemarse. En todo caso, Harald ya había mostrado anteriormente sus simpatías hacia el cristianismo. De hecho, su madre, Thyra, que sin llegar a convertirse si mostraba aprecio por el cristianismo, pudo haberle influido en ese aspecto. La conversión de Harald tuvo lugar en torno al año 960, y tras él se convirtió la mayor parte de la nobleza y el pueblo daneses, si bien muchos de ellos no llegaron a abandonar del todo sus costumbres paganas. Incluso hizo exhumar los cuerpos de sus padres, enterrados según la tradición nórdica (Gorm había sido un ferviente creyente en la religión vikinga) y los hizo enterrar de nuevo en una iglesia que había construido en Jelling. También hizo erigir las llamadas Piedras de Jelling, dos grandes estelas cubiertas de inscripciones rúnicas y que mezclan símbolos paganos y cristianos, en recuerdo de sus padres.

Harald Dientes Azules murió en torno al año 985 o 986, al parecer luchando contra su propio hijo, Sweyn I Haraldsson Barba Partida, futuro conquistador de Inglaterra, quien se había rebelado contra él. Fue enterrado en la catedral de la ciudad de Roskilde, en la isla danesa de Selandia, que él mismo había ordenado construir.


Durante la década de 1990, varias grandes compañías de electrónica (Ericsson, IBM, Nokia, Toshiba, Intel) que buscaban desarrollar una tecnología que permitiera conectar de manera inalámbrica ordenadores, teléfonos y otros dispositivos se unieron para desarrollar esta tecnología de manera conjunta y asegurarse así de que fuera compatible con todos los aparatos fabricados por ellas. La tecnología fue desarrollada finalmente en 1994 por dos ingenieros holandeses de la compañía Ericsson, Jaap Haartsen y Sven Mattisson. A la hora de nombrar la nueva tecnología, fue un joven ingeniero de Intel, llamado Jim Kardach, el que sugirió llamarla Bluetooth. Kardach había estado leyendo un libro sobre los vikingos y le había llamado la atención la historia de Harold Blatand. Dado que había sido un rey que había unificado Dinamarca, creyó que era una buena idea ponerle su nombre a una tecnología encaminada a comunicar y unificar distintos aparatos. Su propuesta fue aceptada por el conglomerado de empresas, el llamado Bluetooth Special Interest Group. De hecho, el símbolo con el que se identifica al bluetooth no es sino la unión de las runas hagall y berkana, las iniciales de Harold Bluetooth.

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