lunes, 6 de diciembre de 2021

El Eigengrau, el color que vemos al cerrar los ojos

Si a la gente le preguntaran qué color ven cuando cierran los ojos, probablemente la mayoría responderían que "negro". Y se equivocarían.

En realidad, lo que vemos cuando cerramos los ojos o estamos en la más completa oscuridad es un tono de gris oscuro cercano al negro al que se conoce como Eigengrau (en alemán, "gris propio" o "gris intrínseco"). El término fue acuñado a mediados del siglo XIX por el psicólogo, filósofo y matemático alemán Gustav Fechner, pionero de la medición de la percepción humana. En ocasiones también se utiliza el término Eigenlicht ("luz propia" o "luz intrínseca"). No obstante, ninguno de estos nombres se suele emplear en la literatura científica, donde se refieren al fenómeno como "ruido visual" o "adaptación de fondo".

Eigengrau

Percibimos el Eigengrau como más claro que el negro en condiciones normales principalmente por la falta de contraste. Nuestro sistema visual da mayor importancia al contraste que a la luminosidad. Por eso vemos el cielo nocturno más oscuro de lo que realmente es, porque tomamos como referencia el brillo de las estrellas. No es un fondo uniforme, ya que está formado por una multitud de pequeños puntos blancos y negros que se entremezclan continuamente. Se sabe que no todas las personas lo perciben igual y que pasados algunos minutos el Eigengrau parece aclararse e incluso pueden aparecer manchas e imágenes borrosas de color.

En cuanto al origen de este fenómeno, la hipótesis más aceptada lo achaca a un "ruido de fondo" o "actividad residual" de los nervios ópticos. Aún en ausencia de luz los nervios mantienen una pequeña actividad y envían señales al cerebro que este no puede distinguir de las provocadas por la luz, así que las interpreta haciéndonos ver ese fondo gris. Hay hipótesis alternativas que lo vinculan con procesos de la química cerebral tales como la isomerización de la rodopsina (un pigmento relacionado con la percepción del movimiento y la luminosidad) o la formación de la neuromelanina, un pigmento fotosensible; pero son hipótesis minoritarias.

La diferencia entre el Eigengrau (#16161d) y el negro puro (#000000) es más evidente cuando se comparan

Una interesante teoría relaciona al Eigengrau con las llamadas alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas. Dichas alucinaciones, visuales auditivas e incluso táctiles, se producen en los periodos de tránsito del estado de vigilia al sueño (hipnagógicas) o viceversa (hipnopómpicas) y no se asocian con ningún desorden neuronal conocido, sino con un desequilibrio entre la activación y desactivación de diferentes procesos durante el sueño y el despertar, pudiendo aparecer en individuos completamente sanos. Según esta teoría, el Eigengrau vendría a ser algo así como la base a partir de la cual se originarían estas alucinaciones.

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