sábado, 30 de abril de 2016

Sir Douglas Bader

Sir Douglas Robert Steuart Bader (1910-1982)

Douglas Robert Steuart Bader nació el 21 de febrero de 1910 en Londres. Poco después, su padre, Frederick, ingeniero, se trasladó a la India junto a su esposa y su hijo mayor por motivos de trabajo, dejando al pequeño Douglas con unos parientes en la isla de Man. El pequeño no se reuniría con sus padres hasta que tuvo dos años, antes de retornar, en 1913, a Inglaterra.
Al estallar la Primera Guerra Mundial Frederick Bader se alistó en el cuerpo de los Royal Engineers. Herido de gravedad en Francia en 1917, nunca se recuperó del todo de sus heridas y fallecería en 1922, cuando Douglas tenía 12 años. Su madre se volvería a casar poco después con un pastor anglicano. Ni ella ni su padrastro prestaron demasiada atención a Douglas, quien empezó entonces un peregrinaje por las casas de varios familiares y diversas escuelas. Destacaba por su talento deportivo, especialmente en el rugby (llegó a tener ofertas para jugar con los Harlequins, uno de los clubes más destacados del país), y por su carácter competitivo, rebelde e inconformista.
Tras terminar la enseñanza secundaria, quiso asistir a la universidad de Cambridge, pero su madre no lo permitió, alegando que no podía costearlo, así que Douglas decidió solicitar, influido por su tío Cyril Burge (esposo de su tía Hazel y teniente de la Royal Air Force), una beca para estudiar en la academia de la RAF en Cranwell. Douglas logró ser el quinto entre varios cientos de solicitantes.
Sus inicios en Cranwell no fueron demasiado brillantes. Seguía siendo un as en el deporte, pero sus notas dejaban mucho que desear (en su primer año, fue el 19º entre los 21 cadetes de su promoción) y tuvo ciertos problemas de indisciplina. En más de una ocasión fue sorprendido llevando a cabo actividades prohibidas a los cadetes, como carreras de motocicletas y de automóviles. El director de la academia, el vicemariscal Frederick Halahan, lo llamó al orden y le dio un aviso: Usted es joven, comprendo sus problemas, pero la RAF no los entenderá. Ellos quieren aquí a hombres, no a escolares. Bader aprendió la lección; al final de los dos años que duraba el curso estuvo a punto de conseguir el número 1 de su promoción.
Paralelamente a sus méritos académicos, Bader demostró tener una habilidad innata para el pilotaje, realizando su primer vuelo en solitario con apenas 11 horas de experiencia, a los mandos de un biplano Avro 504. Tras licenciarse en Cranwell fue asignado como piloto al 23º Escuadrón con base en Kenley, que pronto cambiaría sus aviones Gloster Gamecock por Bristol Bulldogs. Los Bulldogs, sin embargo, siendo mucho más veloces que los Gloster, eran también inestables y difíciles de maniobrar a baja velocidad, por lo que se prohibió terminantemente todo tipo de acrobacias por debajo de los 2000 pies. Bader, aficionado a tales maniobras, lo consideró exagerado pero acató las órdenes. Hasta que el día 14 de diciembre de 1931, estando en el aeródromo de Woodley, un piloto novato le retó a que le hiciera una demostración. Bader, en un principio, rehusó, al tener poca experiencia con un Bulldog. Pero, cuando ya se iba del aeródromo pilotando su Bulldog Mk. IIA, sobrevoló el aeródromo a ras de suelo y trató de hacer lo que en vuelo acrobático se llama un slow roll o tonel, un giro de 360º sobre si mismo. Desgraciadamente, al hacerlo a tan baja altura el ala izquierda del avión rozó el suelo, se desequilibró y se estrelló. Bader, atrapado entre el amasijo de restos, fue rescatado y trasladado al Hospital Real de Berkshire. Allí, atendido por el eminente doctor J. Leonard Joyce, con fama de ser el mejor cirujano de Inglaterra, le fue amputada de inmediato la pierna derecha por encima de la rodilla, y varios días después también la izquierda, algunos centímetros por debajo.
En una época en la que no había antibióticos, sus heridas tuvieron a Bader al borde de la muerte. No obstante, logró salir adelante, y tras varias operaciones más y una larga y dolorosa convalecencia (durante la cual se hizo adicto a la morfina) fue trasladado al hospital de la RAF en Uxbridge. Allí tuvo la suerte de entrar en contacto con los hermanos Dessoutter. Marcel Dessoutter era un antiguo piloto e ingeniero aeronáutico que había perdido una pierna en un choque y que, tras darse cuenta de que las prótesis que había disponibles entonces eran demasiado toscas y pesadas, había creado con su hermano una empresa dedicada a construir prótesis más ligeras y prácticas. Fueron los primeros en construir prótesis de aluminio, lo que en la época supuso una revolución. Bader fue el primer cliente que necesitó prótesis para ambas piernas, y una vez que las tuvo, se dedicó en cuerpo y alma a aprender a desenvolverse con ellas. Una tarea larga y pesada, pero que acabó dando sus frutos: Bader fue pronto capaz de caminar sin usar muletas, jugar al golf e incluso conducir un coche. Bajo mi punto de vista, un discapacitado que logra no depender de los demás ya no es un discapacitado, diría más tarde.


Su gran ilusión era poder volver al servicio activo como piloto de la RAF. Y así, en junio de 1932, apenas seis meses después de su accidente, se volvía a poner a los mandos de un avión, un Avro 504 de entrenamiento, demostrando que era capaz de volar sin problemas e incluso superando un examen médico que lo declaró apto para el servicio. Sin embargo, en abril de 1933 la RAF lo apartó del servicio activo y lo licenció con una pensión por invalidez total, lo que dejó a Bader muy afectado. No obstante, no se dejó vencer por la adversidad. Consiguió trabajo en la Asiatic Petroleum Company (la actual Royal Dutch Shell) y en octubre de 1933 se casó con su novia Thelma, una camarera a la que había conocido durante su convalecencia. Pero en el fondo siempre soñó con volver a volar. En 1938 solicitó su reingreso en la RAF, pero sólo le ofrecieron un puesto administrativo, y él quería ser piloto de nuevo. Sin embargo, el mariscal sir Charles Portal le respondió por carta que, en caso de guerra, sin duda la RAF lo aceptaría si superaba los correspondientes exámenes.
Y en septiembre de 1939, estalló la Segunda Guerra Mundial. Bader volvió a solicitar su vuelta al servicio activo. La RAF volvió a ofrecerle un puesto en tierra, pero él, recurriendo a amigos y conocidos, logró por fin el reingreso como piloto, condicionado a los resultados de los exámenes médicos y del test de vuelo, que superó sin problemas a los mandos de un Avro Tudor. Del Avro pasó a pilotar un Fairey Battle y luego un Miles Master, antes de empezar a entrenarse con las joyas de la RAF: los Spitfire y los Hurricane. En febrero de 1940 fue asignado al 19º Escuadrón de Cazas, con base en Duxford, y dos meses después fue nombrado comandante del 222º Escuadrón, que en aquel momento estaba reemplazando sus obsoletos Bristol Blenheims por Spitfires. Justo antes de asumir el mando, tuvo un accidente al intentar despegar su Spitfire pasado de revoluciones; el aparato se estrelló pero Bader salió ileso (aunque sus prótesis fueron gravemente dañadas y tuvo que sustituirlas). El propio Bader admitió haber cometido un error de novato, que sin embargo fue considerado un error puntual y no se le tuvo en cuenta.

Supermarine Spitfire
El 222 entró en combate en junio de 1940, para proteger la evacuación de las tropas anglofrancesas a través de Dunkerke. El día 31 Bader logró su primera victoria al abatir a un caza Messerschmitt Bf 109 alemán; ese mismo día, en una salida posterior, abatiría a un bombardero ligero Heinkel He 111.
Todavía en junio Bader fue nombrado comandante del 242º Escuadrón. El 242, formado por pilotos canadienses, había perdido a más de la mitad de sus componentes durante los combates y su moral estaba por los suelos. No mejoró cuando vieron que su nuevo comandante carecía de piernas, pero Bader supo ganarse su confianza y su respeto. Con el 242 tuvo una destacada participación en la Batalla de Inglaterra y fue uno de los responsables de la estrategia conocida como Big Wing: varias escuadrillas de cazas que despegaban a la vez para detener las oleadas de bombarderos alemanes antes de que llegaran a sus objetivos. La acción más destacada del 242 tuvo lugar el 30 de agosto de 1940, cuando interceptó a una formación de una treintena de bombarderos Dornier Do-17 y Messerschmitt 110 alemanes, de los cuales abatieron una docena. Su actuación en la batalla le valió a Bader recibir la Distinguished Flying Cross y la Distinguished Service Order, además del ascenso a Wing Commander.
Uno de los mayores temores de Bader era ser derribado sobre el océano y que sus prótesis lo hundieran. Por ello, pensó en aumentar su flotabilidad llenándolas con pelotas de ping pong. Sin embargo en su primer vuelo empezó a oir una serie de estallidos que tomó en un principio por disparos y luego descubrió que eran las pelotas dentro de sus piernas, estallando debido al descenso de presión.


En marzo de 1941 Bader dejó el mando del 242 para convertirse en el comandante del aeródromo de Tangmere, teniendo a sus órdenes tres escuadrones de Spitfires (el 145, el 610 y el 616) y uno de cazas pesados Bristol Beaufighter. Durante esta época desarrolló y perfeccionó la llamada formación en cuatro dedos, para patrullas de cuatro aviones, que luego sería de uso común.
La brillante trayectoria de Bader se interrumpió el 9 de agosto de 1941 cuando, tras derribar a dos Bf-109, un tercero lo alcanzó obligandolo a saltar en paracaídas sobre Le Touquet, cayendo prisionero de los alemanes. Durante el salto, también perdió su prótesis derecha.
Bader fue llevado por los alemanes a un hospital cerca de Saint Omer, a escasa distancia del cementerio donde reposaban los restos de su padre. Los alemanes le trataron con respeto y deferencia; el general de la Luftwaffe Adolf Galland envió un coche a recogerlo para poder entrevistarse personalemnte con él y, cuando supo de la pérdida de su pierna, organizó una de las más sorprendentes operaciones de la Segunda Guerra Mundial: con la Cruz Roja como intermediaria, ingleses y alemanes se pusieron de acuerdo para que un bombardero británico dejase caer una nueva pierna ortopédica para Bader cerca de la base en la que se encontraba retenido. El comandante en jefe de la Luftwaffe, Herman Göring, dio el visto bueno a la operación.
Pero una vez que volvió a tener ambas prótesis, Bader se convirtió en un quebradero de cabeza para sus captores. Intentó fugarse en numerosas ocasiones (lo consiguió del campo de Stalag Luft III y estuvo huido varios días) y, tras pasar por varios campos de prisioneros, acabó en agosto de 1942 en el célebre castillo de Colditz, donde los alemanes, hartos, le confiscaron sus prótesis hasta que dio su palabra de no volver a intentar la fuga.
Bader permaneció en Colditz hasta el 15 de abril de 1945, en que los prisioneros del castillo fueron liberados por el Primer Ejército estadounidense. Tras ser liberado viajó a toda prisa a Paris a solicitar un nuevo destino como piloto de combate, pero sus superiores se negaron. En aquel momento, Bader "Piernas de Lata" era uno de los pilotos más célebres y admirados de la RAF y su muerte en combate habría supuesto un duro golpe para la moral de los aviadores aliados. Así que lo enviaron a Tangmere, donde asumió la dirección de la Escuela de Pilotaje de Combate. Más tarde sería nombrado comandante del sector aéreo de Essex. El 15 de septiembre de 1945, encabezó el vuelo de 300 aviones de la RAF durante el Desfile de la Victoria en Londres.


Terminada la guerra, la RAF ofreció a Bader continuar en sus filas, reconociéndole el rango y la antigüedad que habría tenido de no haber sido capturado. Pero Bader sabía que en tiempos de paz los cambios en la RAF eran inevitables y, tras una larga reflexión, decidió abandonar las fuerzas aéreas en febrero de 1946. Lo hizo con el rango de capitán de escuadrilla y con 22 victorias confirmadas, cuatro compartidas, seis probables, una probable compartida y 11 aviones enemigos averiados.
Tras su retirada, y después de considerar el salto a la política, ingresó de nuevo en la Shell, donde pudo disponer de un avión privado para desplazarse por todo el mundo. Se retiraría en 1969 siendo director general de la Shell Aircraft (la filial de la Shell dedicada a gestionar sus aviones). En 1976 fue nombrado caballero por la reina Isabel II por su trabajo en favor de las personas discapacitadas y el 4 de junio de 1979 se puso por última vez a los mandos de un avión, totalizando 5744 horas y 25 minutos de vuelo en toda su vida. Falleció en Londres el 5 de septiembre de 1982.

martes, 26 de abril de 2016

Los indígenas rubios de las islas Salomón


El archipiélago de las islas Salomón, a unos 3000 kilómetros al noroeste de Australia, está formado por cerca de un millar de islas. Su población nativa, de origen melanesio, presenta dos particularidades curiosas: su piel tiene la pigmentación más oscura que se encuentra fuera de África; y un porcentaje sorprendentemente alto (en torno al 10%) tiene el pelo rubio.
Durante mucho tiempo, se creyó que el pelo rubio de los nativos de las Salomón se debía al mestizaje con exploradores de origen europeo, que comenzaron a llegar a las islas a partir del siglo XVI (los primeros fueron los españoles de la expedición dirigida por Álvaro de Mendaña, en 1568). Los propios melanesios, por su parte, atribuían el pelo rubio a su dieta rica en pescado o al mucho tiempo que pasaban expuestos al sol y al agua marina.


Deseosos de encontrar el verdadero origen de la peculiar pigmentación rubia del pelo de los melanesios, el MRC Centre for Causal Analyses in Translational Epidemiology de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y la Stanford University School of Medicine de la Universidad de Stanford (EEUU) llevaron a cabo un estudio genético en el que tomaron decenas de muestras a los habitantes del archipiélago. Finalmente, se eligieron muestras de 43 individuos rubios y 42 de pelo oscuro, cuyo ADN fue estudiado. Los resultados, publicados en la revista Science en el año 2012, fueron sorprendentes: efectivamente, la curiosa abundancia de rubios en las Salomón tiene un origen genético, pero la mutación que lo provoca es diferente a la de los rubios de origen europeo. De hecho, no encontraron indicio alguno en las muestras estudiadas de aportes genéticos de origen europeo relacionados con el color del pelo. La mutación responsable es exclusiva de los melanesios y se localiza en el gen TYRP1, en el cromosoma 9. El TYRP1 codifica una proteína relacionada con la enzima tirosinasa, que interviene en la síntesis de melanina. Dicho gen se sabía que jugaba un papel en la pigmentación de la piel y el pelo; se lo relaciona con algunos casos de albinismo en seres humanos y se sabe que provoca una pigmentación más clara en ratones.


Los cálculos aproximados indican que dicha mutación se originó hace unos 10000 años, antes de que los llamados pueblos austronesios (antepasados directos de melanesios, polinesios y maoríes, entre otros) comenzaran a poblar las islas del Pacífico, y se cree que es la misma que provoca la aparición de individuos rubios en otras regiones del Pacífico, como las islas Fiyi, aunque con una incidencia mucho menor que en las Salomón. La nula diferencia genética entre las muestras con y sin mutación indica además que esa variante se originó en el seno de la población y no se debió a un aporte externo.


Para quien tenga curiosidad, aquí está el artículo original con los resultados del estudio:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3481182/

viernes, 22 de abril de 2016

Fiesta salvaje en la Casa Blanca


Las elecciones presidenciales norteamericanas de 1828, celebradas entre el 31 de octubre y el 2 de diciembre de ese año, llevaron a la presidencia de los EEUU al demócrata Andrew Jackson, antiguo senador por el estado de Tennessee, quien derrotó al hasta entonces presidente, el nacional-republicano John Quincy Adams, por 178 votos electorales a 83. Jackson se tomaba así la revancha de las elecciones de 1824, en las que ambos se habían enfrentado con victoria de Adams.
El juramento de Jackson como presidente tuvo lugar la mañana del 4 de marzo de 1829, en el Pórtico Este del Capitolio de los EEUU. Era la primera vez que la ceremonia tenía lugar en aquella localización; hasta entonces, los presidentes solían jurar el cargo en el interior del edificio del Congreso (cuya sede, a lo largo de los años, había estado en Philadelphia, Baltimore, Lancaster, York, Princeton, Annapolis, Trenton y Nueva York, antes de establecerse definitivamente en Washington). Sólo había ocurrido una excepción: el presidente James Monroe había jurado su primer mandato presidencial frente al Old Brick Capitol, sede provisional del Congreso (los ingleses habían quemado el Capitolio durante la guerra de 1812-15), en 1817.
Al multitudinario juramento de Jackson acudieron más de 20000 personas, que se apelotonaban ante el Capitolio. La mayor parte eran fieles seguidores de Jackson, algunos llegados desde muy lejos para ver la ceremonia. El entusiasmo de la muchedumbre era tal que, una vez terminado el juramento, sobrepasaron el cordón que los mantenía alejados, tratando de llegar a Jackson, al que sus acompañantes sacaron rápidamente de allí. Jackson montó su caballo y se dirigió a la Casa Blanca, donde, como era costumbre por aquel entonces en la proclamación de los presidentes, se había decretado un día de puertas abiertas, donde prácticamente cualquiera podía acercarse a visitar el lugar, comer y beber gratis e, incluso, estrechar la mano del presidente.
Cuando Jackson llegó a la Casa Blanca ya había un gran número de personas, de toda raza, edad y condición, a las que se fueron sumando otras muchas. Con lo que nadie contaba es que aquella masa de gente, en buena parte gracias al alcohol que corría libremente, acabara volviéndose incontrolable. Los invitados empezaron a recorrer la Casa Blanca, curioseando en las habitaciones, causando daños, incluso peleándose entre ellos. A tal punto llegó el caos, que el presidente Jackson se vio obligado a abandonar el edificio (unos dicen que saltando por una ventana y otros, por una puerta trasera) y refugiarse en el hotel Gadsby's, en Alexandria (Virginia), donde se hospedaba. El servicio de la Casa Blanca, incapaz de desalojar a toda aquella gente, recurrió a una ingeniosa estratagema: sacaron al jardín de la casa varios barriles de whisky y de ponche. Cuando la muchedumbre salió al exterior para seguir bebiendo, los criados echaron a los rezagados y cerraron las puertas, atrancándolas para evitar que volvieran a entrar. La muchedumbre acabaría por dispersarse conforme se fue acabando el alcohol, dejando atrás un reguero de daños valorados en varios miles de dólares: vajilla y cristalería rotas, muebles destrozados, alfombras arruinadas...
Aún hay cierta controversia sobre si la velada llegó a los extremos a los que alude la historia. Algunos contemporáneos lanzaron severas críticas hacia lo allí sucedido: Margaret Bayard Smith calificó a los asistentes de "chusma", James Hamilton Jr. (congresista por Carolina del Sur) lo llamó "saturnalia" y el juez del Tribunal Supremo Joseph Story dijo que nunca había visto "semejante mezcolanza" de personas. No obstante, historiadores modernos tienden a minimizar la verdadera dimensión de la fiesta, asegurando que todo fue en su día muy exagerado por los rivales políticos de Jackson, deseosos de desprestigiarlo. Sea como fuere, lo cierto es que la costumbre de las "puertas abiertas" en la Casa Blanca cayó en desuso en las posteriores proclamaciones.

martes, 19 de abril de 2016

El misterio del faro de Eilean Mòr

El faro de Eilean Mòr, en la actualidad

Las islas Flannan, también llamadas Seven Hunters, son un conjunto de siete pequeñas islas rocosas que forman parte de las Hébridas Exteriores, en la costa occidental escocesa, a unos 30 kilómetros al oeste de la isla de Lewis. Las islas han estado deshabitadas prácticamente toda su historia; los nativos de las Hébridas siempre han tenido muchas supersticiones con respecto a ellas y, aunque algunos ocasionalmente llevaban a sus ovejas a pastar a las Flannan, se decía que traía mala suerte pasar la noche allí. La mayor de esas islas es Eilean Mòr (en gaélico, Isla Grande), de apenas 17 hectáreas y media de extensión. Precisamente, en Eilean Mòr se encuentran los dos únicos vestigios de presencia humana del pequeño archipiélago: las ruinas de una antigua capilla dedicada a San Flannan y el faro.


El faro de las islas Flannan se construyó a finales del siglo XIX para guiar a los barcos que se dirigían hacia el cabo Wrath y el estrecho de Pentland Firth. Su construcción comenzó en 1895 y fue larga y laboriosa, dado lo escarpado de la isla, costando alrededor de 7000 £; además del faro y la casa de los fareros, hubo que construir un embarcadero, escaleras y hasta una pequeña vía férrea para subir hasta el faro los barriles del queroseno que alimentaba la lámpara, gracias a la tracción de un pequeño motor de vapor. La lámpara emitía una luz de casi 140000 candelas de intensidad, visible hasta a 24 millas náuticas. El faro comenzaría a funcionar el 7 de diciembre de 1899.
Del funcionamiento y mantenimiento del faro se encargaba un equipo de cuatro hombres que iban rotando, de modo que siempre había tres en la isla y un cuarto en tierra. A finales de 1900 se hallaban en la isla James Ducat, un veterano con más de 21 años de experiencia, como farero principal; Thomas Marshall como primer ayudante; y Donald McArthur como segundo ayudante. McArthur era un sustituto que ocupaba la plaza de otro trabajador, William Ross, de baja por enfermedad. En tierra se encontraba el cuarto miembro del equipo, Joseph Moore.

De izquierda a derecha, Donald McArthur, Thomas Marshall, James Ducat y Robert Muirhead
El trabajo de farero en Eilean Mòr no era sencillo. Mientras permanecían en la isla, los miembros del equipo estaban prácticamente incomunicados. Su único contacto con el mundo exterior era el barco que aprovisionaba a la isla y un tosco sistema de señales con banderas de colores que, en los días despejados, eran visibles desde las Hébridas. Para no depender de los víveres que les llevaran desde tierra, criaban su propias ovejas y gallinas, cultivaban un huerto y pescaban. De hecho, Ducat había querido renunciar al puesto, alegando que el lugar no era bueno para sus nervios y no le gustaba pasar tanto tiempo lejos de su familia (esposa y cuatro hijos). Robert Muirhead, superintendente de la Northern Lighthouse Board, la sociedad pública encargada de gestionar los faros de Escocia y la isla de Man, le convenció para que continuara mientras no le encontraban un sustituto.
La primera señal de que algo no iba bien tuvo lugar el 15 de diciembre de 1900, unos días después del primer aniversario de la entrada en funcionamiento del faro. El capitán Holman, del vapor Archtor que viajaba de Philadelphia a Leith, se sorprendió al ver que el faro de las Flannan estaba apagado pese a que ya era de noche. Por ello envió un mensaje a su naviera, la Cosmopolitan Line Steamers, para que advirtiesen a la Northern Lighthouse Board, aunque dicho aviso no llegó a producirse. Otro barco que navegaba en las inmediaciones, el Fairwind, también notó la ausencia de luz en el faro.
La llegada del Hesperus, el barco que levaba a las Flannan el relevo y las provisiones para el faro, estaba prevista para el día 20 de diciembre; no obstante, las malas condiciones meteorológicas retrasaron su llegada hasta el 26. Al capitán del Hesperus, Jim Harvie, le extrañó ver que la bandera de bienvenida no había sido izada y nadie acudía a recibirlos, cuando normalmente los fareros acudían a recibir el barco, descargar las provisiones y charlar con los marineros para ponerse al día de lo ocurrido últimamente. Hizo sonar el silbato del barco y lanzó una bengala, pero no hubo respuesta alguna desde la isla. Por eso, pidió a Joseph Moore, que iba a relevar a uno de los fareros, que desembarcase y buscase a sus compañeros.


A Moore no le dio buena espina lo que vio al desembarcar. En el muelle había algunos desperfectos, producidos seguramente por los temporales de las semanas anteriores: cajas rotas, un salvavidas arrancado de su soporte, varios raíles de metal doblados... Lo extraño es que nadie parecía haber hecho nada para reparar esos daños. Tampoco estaban en el embarcadero las cajas vacías para llenar con las provisiones que traía el Hesperus. Inquieto y agobiado por un mal presagio, Moore subió por las escaleras hacia el faro. La puerta del muro exterior del complejo estaba cerrada, igual que la de la casa de los guardas. En el interior, todo parecía estar en orden, pero no había rastro alguno de Ducat, Marshall y McArthur.
Moore volvió al Hesperus a informar a Harvie. Éste envió de nuevo a Moore con cuatro de sus tripulantes para hacer una búsqueda más exhaustiva. En este nuevo examen pudieron apreciar algunos detalles. Las camas de los tres hombres estaban deshechas. El fuego parecía haber ardido hasta apagarse por falta de combustible. El reloj estaba parado porque nadie le había dado cuerda en días. La lámpara del faro estaba en perfecto estado y tenía combustible. El único asomo de desorden era una silla caída en una de las habitaciones. En la casa se encontró el traje impermeable y las botas de agua de McArthur, pero no los de Ducat y Marshall. La última anotación del diario del faro era de la mañana del día 15, por lo tanto, lo que quiera que hubiese pasado, ocurrió ese día, en la franja de tiempo entre esa anotación y el momento en el que el Archtor pasó frente al faro y lo vio apagado. Los hombres del Hesperus registrarían luego de manera concienzuda la isla, sin encontrar ningún indicio de los tres hombres.
Harvie decidió volver al puerto de Breasclete, en la isla de Lewis, a dar la alarma, mientras Moore se quedaba en la isla para hacer funcionar el faro, junto a tres marineros que se ofrecieron voluntarios para ayudarle. El capitán envió un telegrama a William Murdoch, secretario de la NLB, diciendo que "Ha ocurrido un horrible accidente en las Flannans. Los tres guardianes, Ducat, Marshall y el ocasional [McArthur] han desaparecido de la isla. A nuestra llegada esta tarde no hemos visto ningún signo de vida".


El 29 de diciembre Robert Muirhead desembarcó en Eilean Mòr para llevar a cabo personalmente la investigación. Había contratado a los tres desaparecidos, los conocía bien y quería llegar al fondo del asunto. Pero no pudo descubrir nada más de lo que Moore ya había descrito. Nada, salvo unas extrañas anotaciones en el diario del faro. El día 12 de diciembre Thomas Marshall había anotado que sufrían vientos "como no había visto en veinte años", que Ducat estaba "muy tranquilo" y que McArthur había estado llorando. Un poco extraño que un veterano lobo de mar como él se asustase tanto de una tormenta hasta el punto de llorar. El día 13 Marshall anotó que la tormenta continuaba y los tres hombres "habían estado rezando". ¿Cómo tres fareros expertos, en un sólido faro cincuenta metros por encima del nivel del mar, se habían asustado tanto por una tormenta hasta el punto de ponerse a rezar?.
Finalmente, Muirhead concluyó en su informe que lo más probable es que los tres fareros hubieran sido arrastrados por una gran ola mientras estaban en el exterior, quizá tratando de rescatar algún objeto arrastrado por el temporal. Una hipótesis que no convenció a muchos, empezando por Moore, quien no creía que tres fareros veteranos como ellos hubieran sido sorprendidos de esa manera. El propio diario del faro, además, señalaba que el día 15 había pasado lo peor de la tormenta; la última anotación decía, literalmente "La tormenta ha terminado, el mar está en calma. Dios está sobre todas las cosas". Las normas de la compañía establecían que jamás se debía dejar el faro sin vigilancia. ¿Y por qué McArthur había salido al exterior sin su ropa de aguas?
Se sugirió después que Ducat y Marshall habían salido a comprobar los daños causados por el temporal, dejando a McArthur en el faro. Éste habría visto desde su posición la llegada de varias olas de gran tamaño y corrió a avisar a sus compañeros, pero no pudo llegar a tiempo y las olas los engulleron a los tres. Pero de nuevo surgen las incógnitas. ¿Cómo dos hombres con la experiencia de Ducat y Marshall se aventurarían de esa manera en medio de un temporal?¿Si McArthur corrió a avisarlos y no tuvo tiempo ni de ponerse el traje de aguas, por qué se paró a cerrar las puertas que Moore halló cerradas?¿Y qué había sido de los cadáveres?¿Por qué no habían llegado a tierra ni habían sido avistados por ninguno de los numerosos barcos que navegaban por la zona? Asimismo, se sugirió que uno de los fareros podría haber caído accidentalmente al agua y los otros dos cayeron también al tratar de rescatarlo.
El misterio en torno a lo ocurrido hizo que surgieran otras teorías. Se dijo que uno de los tres hombres había matado a los otros dos y arrojado sus cuerpos al mar, antes de arrojarse él mismo. Cierto es que el largo aislamiento podía ser molesto y provocar tensiones e incluso discusiones. Pero ninguno de los tres hombres era especialmente violento, ni se sabía de discusiones previas que pudieran haber dado lugar a alguna enemistad. Además no se hallaron indicios de lucha ni en el faro ni en la casa. Quizá la teoría más pintoresca fuese la de los supersticiosos habitantes de las Hébridas, que, recordando la mala fama de las islas, creían que los tres habían sido víctimas de la maldición, ya fuera a manos de los espíritus de las islas o de alguna criatura de la mitología escocesa, como el kelpie, una serpiente marina o un pájaro gigante.


Tras finalizar la investigación, el faro continuó su normal funcionamiento. Se contrató a un nuevo equipo y se continuó con el sistema de turnos como hasta entonces. En los siguientes setenta años, ningún suceso fuera de lo común vino a perturbar a los residentes de la isla. En 1971 el faro fue automatizado, haciendo innecesaria la presencia de personal permanente en la instalación, que ahora sólo recibe a gente cuando son necesarias reparaciones, revisiones o mantenimiento.

sábado, 16 de abril de 2016

El banco Nugan Hand

Francis John Nugan (1942/1980) y Michael Jon Hand (1941/?)

El banco Nugan Hand Ltd fue fundado en 1973 en la ciudad australiana de Sydney por Frank Nugan y Michael Jon Hand. Nugan era un abogado australiano con vínculos con el crimen organizado. Por su parte, Hand era un antiguo Boina Verde norteamericano que, tras combatir en Vietnam, se había dedicado a entrenar por cuenta del gobierno norteamericano a las fuerzas anticomunistas que combatían en la guerra civil de Laos y a colaborar con Air América, la conocida empresa de transporte aéreo que servía de fachada para las actividades de la CIA en el sudeste asiático. Algunas fuentes lo vinculaban también al tráfico de heroína, al contrabando de armas y a otros "negocios" del mismo estilo.
Ambos se habían conocido en torno al año 1969 en Sydney, donde Hand había fundado una pequeña inmobiliaria, y muy pronto comenzaron a hacer negocios juntos. Su asociación cristalizaría en 1973 con la creación de su banco, que empezó de manera muy modesta, con una única oficina en Sydney, pero que muy pronto comenzó a atraer inversores gracias a sus atractivas propuestas: intereses de hasta el 16% por sus depósitos, asesoría de inversiones, cuentas libres de impuestos (todo ello en el más riguroso anonimato). El banco comenzó a crecer y a expandirse de manera acelerada; en poco tiempo abrió nuevas sucursales en Hong Kong, Singapur, Washington DC, Taiwan, Hawai, Ciudad del Cabo, las islas Caimán, Manila y Chiang Mai (Tailandia). Por lo general, Nugan dirigía las operaciones del banco desde su oficina central mientras Hand se encargaba de las sucursales en el extranjero, viajando con frecuencia.
Pero bajo esta fachada de negocio de éxito, había un entramado mucho más siniestro. Las apariencias de ser un banco corriente ocultaban un gran montaje delictivo. Una de sus principales actividades era el lavado de dinero a gran escala. Decenas de millones de dólares procedentes del narcotráfico y del contrabando de armas fueron captados y convenientemente blanqueados gracias a los manejos de Nugan y Hand; de hecho, algunas de sus sucursales, como la de Chiang Mai, habrían sido abiertas para captar el dinero de los narcos (irónicamente, la oficina de Nugan Hand en Chiang Mai estaba en el mismo edificio y en la misma planta que la oficina local de la Agencia Antidroga norteamericana, la DEA). También ayudaron al Sha de Persia Mohammad Reza Pahlevi, al presidente indonesio Suharto y al filipino Ferdinand Marcos a sacar de sus países buena parte de su fortuna y ocultarla en el extranjero. Otra de sus actividades habituales era la evasión fiscal a gran escala, aprovechando las sucursales del banco en paraísos fiscales como las islas Caimán.
Otro de los aspectos del banco que dio mucho que hablar fue su supuesta colaboración con la CIA. Todos los indicios apuntan a que Hand conservaba sus contactos con el gobierno norteamericano y seguía colaborando con ellos. Se dijo que el Nugan Hand había blanqueado millones de dólares de la CIA para luego enviarlos al sudeste asiático para financiar operaciones secretas de la Agencia y que Hand había participado en la organización de envíos de armas a grupos guerrilleros como la UNITA angoleña. De hecho, en la plantilla del Nugan Hand figuraban el contraalmirante retirado de la Marina norteamericana Earl P. Yates como miembro del consejo de administración y el ex-director de la CIA William Colby como consejero legal. Años más tarde, en 1983, Edward Wilson, ex-agente de la CIA y ex-empleado del Nugan Hand, fue arrestado por intentar vender varias toneladas de explosivos a Libia. Su abogado diría más tarde haber tenido acceso a numerosos documentos que probarían la relación entre el banco y la CIA.
Se acusó también a Hand de asociarse con Murray Stewart Riley, un conocido capo del crimen organizado australiano, para importar heroína a Australia, comprada con dinero del banco en Hong Kong y distribuida luego por la red de Riley.
Los rumores sobre las verdaderas actividades del banco comenzaron a finales de los 70, cuando los inversores empezaron a quejarse de que se les negase información sobre el estado de su dinero o la situación del banco. El tinglado saltó por los aires cuando el 27 de enero de 1980, Frank Nugan aparecía muerto de un disparo en su coche, en un aparente suicidio que sin embargo dejó muchas dudas (un año después, su cadáver fue exhumado para confirmar que era realmente el de Nugan). Junto a su cuerpo se halló un papel con varios nombres, entre los que estaban los de William Colby y el político republicano Bob Wilson.
A partir de ahí, la incertidumbre se disparó. Se denunció que Hand había allanado la casa de Nugan y la oficina central del banco, destruyendo o haciendo desaparecer grandes cantidades de documentación relativa a las actividades del banco. La investigación de la muerte de Frank Nugan sacó a la luz que el banco estaba en situación de insolvencia, con un agujero de más de 50 millones de dólares. El dinero nunca apareció y Hand huyó del país en junio de ese año. Se sabe que tomó un vuelo hacia Fiji con documentación falsa y de allí voló a Vancouver primero y a Nueva York más tarde, perdiéndosele la pista. Se especuló con que había recibido ayuda de la CIA para desaparecer bajo una identidad falsa.
Tras la caída del banco, hasta tres comisiones oficiales (una dirigida por el gobierno y las otras dos, por el Comité de Asuntos Corporativos y la policía antidroga de Nueva Gales del Sur) se dedicaron a investigar al Nugan Hand, encontrando abundantes pruebas de lavado de dinero, evasión de impuestos y violación de numerosas leyes bancarias. No así de tráfico de drogas o de armas y de la supuesta colaboración con la CIA; se concluyó que no había pruebas creíbles, aunque algunos de los miembros de la comisión afirmarían más tarde que ellos estaban seguros de que así había sido. Otro aspecto inesperado fue el descubrimiento de que desde el banco se habían hecho cuantiosas transferencias, hasta un total de 2'4 millones de dólares, a las cuentas del Partido Liberal Australiano, entonces en el poder. También se supo que Hand había amenazado a varios trabajadores del banco con asesinar a sus esposas y enviárselas pedazo a pedazo si se negaban a obedecer a los fundadores del banco. Finalmente, no se llegaron a presentar cargos contra nadie relacionado con el banco aparte de Hand, quien al estar huido no pudo ser juzgado.
En noviembre de 2015, un periodista del Sydney Morning Herald anunció que Mike Hand vivía en la ciudad de Idaho Falls (Idaho) con el nombre de Michael Jon Fuller, pero no ha habido ninguna confirmación oficial por parte de las autoridades, ni australianas ni norteamericanas.

miércoles, 13 de abril de 2016

La historia de las quintillizas Dionne


El 28 de mayo de 1934 un suceso insólito sacudió el pequeño pueblo de Corbeil, en la provincia canadiense de Ontario: una de sus vecinas, Elzire Dionne, había dado a luz a cinco niñas, atendida por el doctor Allan Roy Dafoe y dos comadronas. El parto, después de un embarazo complicado, no estuvo exento de riesgos. El doctor Dafoe llegó a creer que ni las niñas, sietemesinas y nacidas con muy bajo peso, ni su madre iban a sobrevivir. No obstante, a pesar de la escasez de medios (al carecer de una incubadora, las niñas fueron colocadas en una cesta de mimbre junto al fuego del hogar, envueltas en mantas y calentadas con botellas de agua caliente) las pequeñas lograron salir adelante, alimentadas con la llamada "fórmula siete veinte" (leche de vaca, agua, sirope de maíz y un par de gotas de ron como estimulante). Se convertirían de este modo en las primeras quintillizas de las que se tiene noticia que sobrevivirían a la infancia. Las niñas recibirían los nombres de Yvonne Édouilda Marie, Annette Lillianne Marie, Cécile Marie Émilda, Émilie Marie Jeanne y Marie Reine Alma.

Las quintillizas al poco de nacer, con sus padres y su abuelo
La noticia saltó de inmediato a la prensa local, y de ahí a los medios de toda Norteamérica. De inmediato empezaron a llegar donativos para las pequeñas (incluida una incubadora) que fueron muy bien recibidos, ya que los padres, Oliva-Edouard y Elzire, eran un matrimonio de humildes granjeros que ya tenían otros cinco hijos (y tendrían otros tres después de las quintillizas). Precisamente, estos problemas económicos derivados del nacimiento de las quintillizas llevaron a los Dionne a firmar un acuerdo con unos promotores que pretendían exhibir a las niñas en la Exposición Universal de Chicago de 1933-34. Y aunque luego los Dionne se retractarían y romperían el contrato, esta acción sirvió de pretexto para que el gobernador de Ontario, Michael Hepburn, a instancias del doctor Dafoe, retirara el 27 de julio de ese año la custodia de las quintillizas a sus padres, con la excusa de que era "para salvaguardar a las niñas de ser explotadas comercialmente". Inicialmente, la duración de la retirada era de dos años, pero al año siguiente Hepburn promulgó la llamada Ley de Tutela de las Quintillizas Dionne, en la que las niñas eran declaradas "King's Wards", una figura legal procedente del derecho medieval en la que un menor quedaba bajo protección del rey por estar sus padres muertos, encarcelados o ser incapaces de cuidar de ellos, asumiendo su custodia la provincia de Ontario hasta que las niñas cumplieran la mayoría de edad.

Las quintillizas con el doctor Dafoe
La custodia de las niñas fue encomendada a un comité de tres personas del que formaba parte el doctor Dafoe, quien a la postre sería el que controlase la vida de las pequeñas en los siguientes años. Las quintillizas fueron instaladas a finales de septiembre de 1934 en el llamado Hospital y Guardería Dafoe, construido exclusivamente para ellas enfrente de la casa de sus padres. De su cuidado, además del doctor Dafoe, se encargaba un equipo de nueve personas: dos enfermeras, una profesora, dos criadas, un ama de llaves y tres policías (para mantener lejos a los "indeseables", incluida la propia familia Dionne). Y a pesar de que la excusa que habían dado para asumir la custodia de las niñas había sido protegerlas de ser exhibidas, la realidad fue exactamente la contraria. Lejos de velar por su bienestar, sus protectores convirtieron a las quintillizas y todo lo que las rodeaba en un espectáculo. Lo primero fue exhibirlas al público. En el hospital se habilitó una sala con espejos de doble cara a través de la cual los visitantes (previo pago de entrada) podían ver a las niñas. Esto atrajo a un número de visitantes sin precedentes; muy pronto las quintillizas se habían convertido en la principal atracción turística de Ontario, con hasta siete mil visitantes diarios, que dejaban miles de dólares de beneficio. Alrededor de esta riada de curiosos empezaron a surgir negocios: hoteles, restaurantes, gasolineras, tiendas de recuerdos. Incluso Oliva Dionne abrió una tienda donde vendía todo tipo de objetos relacionados con las niñas; vendía incluso piedras de la propiedad familiar como supuestos amuletos de fertilidad. Luego, vino la explotación masiva de su imagen. Empezaron a vender fotografías de las quintillizas, muñecas y todo tipo de merchandising. La imagen de las niñas apareció en docenas de anuncios publicitarios, de marcas como Colgate, Palmolive o Bee Hive. Aparecieron en artículos, portadas de revistas, libros. Las pequeñas recorrieron Canadá y EEUU en giras y exhibiciones, incluso participaron en películas en Hollywood. Su popularidad era tal que la reina consorte Isabel de Inglaterra, esposa de Jorge VI, quiso conocerlas durante una visita que hizo a Toronto en 1939. El doctor Dafoe también se beneficiaba del enorme flujo de dinero que rodeaba todo lo concerniente a las quintillizas: no sólo recibía una generosa paga por cuidar de ellas, también escribió libros sobre las hermanas, participó en anuncios comerciales y dio conferencias.


Pero fuera de la vista del público, las quintillizas llevaban una vida triste y solitaria. Cuando no estaban de viaje o haciendo publicidad, vivían recluidas y sometidas a una rígida disciplina impuesta por el doctor Dafoe. Prácticamente aisladas del mundo, sin contacto con otros niños, con un estricto horario que detallaba casi al minuto sus actividades diarias, Dafoe había ordenado que sus cuidadoras procuraran reducir al mínimo las muestras de afecto hacia las pequeñas. Además, siendo los Dionne una familia de habla francesa, Dafoe hizo que las niñas fueran educadas exclusivamente en inglés, hasta el punto de despedir a una enfermera que se dirigió a ellas en francés, lo que causó polémica entre la comunidad francófona.


Los Dionne no habían renunciado a las niñas. Prácticamente desde el momento en que se las quitaron, sus padres se habían embarcado en una cruzada legal para tratar de recuperarlas, con sucesivas denuncias, recursos y apelaciones. Finalmente, en noviembre de 1943 (unos meses después de la muerte del doctor Dafoe), cuando las niñas tenían ya nueve años, un tribunal falló a favor de su familia y les devolvió la custodia. No obstante, eso no cambió demasiado la vida de las quintillizas. Pese a que los Dionne habían dicho que su intención era recuperar a sus hijas para devolverlas a su entorno familiar, cuando de nuevo tuvieron la custodia siguieron aprovechándose de la imagen de las niñas y explotándolas para ganar dinero. Al poco tiempo, la familia abandonó su humilde granja para instalarse en una mansión de veinte habitaciones construida no muy lejos de allí, con electricidad y agua corriente, pagada con el dinero de las quintillizas. El Hospital Dafoe fue convertido en una escuela en la que las hermanas Dionne, acompañadas por otras niñas del pueblo, siguieron estudiando hasta terminar la educación secundaria. En su casa el trato tampoco era mucho mejor. Años más tarde las hermanas contarían cómo a menudo eran menospreciadas y tratadas con mucha mayor severidad que sus hermanos. Era frecuente que sus padres les echaran en cara los muchos problemas que les habían causado al resto de la familia, a pesar de que sus padres y hermanos llevaban una vida desahogada gracias a los pingües beneficios que las hermanas generaban. Se estima que a lo largo de su vida las hermanas ganaron en torno a 500 millones de dólares canadienses de la época, de los cuales apenas recibieron una mínima parte.


Después de todo lo que habían pasado, cuando el 28 de mayo de 1952 las hermanas alcanzaron la mayoría de edad, una de sus primeras decisiones fue abandonar el mundo de la publicidad y el espectáculo que había sido su vida hasta entonces. También dejaron la casa familiar (en adelante apenas volverían a tener contacto con sus padres o sus hermanos) para vivir vidas independientes, algo que hasta aquel momento no les habían permitido. Émilie ingresó poco después en un convento, pero falleció con apenas 20 años de edad, asfixiada accidentalmente durante un ataque epiléptico. Marie, Annette y Cécile se casaron y tuvieron hijos, pero acabarían divorciándose. Sólo Yvonne permaneció soltera toda su vida. Marie moriría en 1970 a consecuencia de una trombosis cerebral.
Las tres hermanas supervivientes se irían a vivir juntas en los años 90 a Saint-Bruno-de-Montarville, cerca de Montreal. En 1995, en un programa de televisión, las hermanas revelaron haber sido víctimas de malos tratos y abuso sexual por parte de su padre durante su adolescencia. En 1998 denunciaron al gobierno de Ontario por la explotación de la que habían sido víctimas, obteniendo una compensación de 2'8 millones de dólares. También en ese año publicaron un libro, Secrets de famille, en el que contaban desde su punto de vista las traumáticas experiencias que habían vivido en la primera parte de sus vidas. Poco después, en 2001, fallecería Yvonne a causa de un cáncer. Annette y Cécile siguen viviendo juntas.


domingo, 10 de abril de 2016

El estado de Texlahoma


La región del norte de Texas y el oeste de Oklahoma ha sido tradicionalmente una zona rural y poco desarrollada. A menudo sus habitantes han sentido que las autoridades de sus estados los tenían en poca consideración. A principios del siglo XX, la situación que les preocupaba era sobre todo la carencia de vías de comunicación; apenas había en la zona carreteras dignas de tal nombre, sólo unos cuantos caminos polvorientos.
Hartos de esa situación, en los años treinta del siglo pasado aparece la curiosa propuesta de la creación de Texlahoma. Un empresario de Oklahoma llamado A. P. Sights propuso públicamente la secesión de 46 de los condados del norte de Texas y de 23 del oeste de Oklahoma para crear un nuevo estado, que tendría su capital en la ciudad texana de Amarillo. Un nuevo estado cuyos dirigentes se centrarían en construir carreteras y dotar a la región de todos los servicios cuyos habitantes demandaban.
La idea fue recibida con escepticismo, pese a que Sights afirmaba tener el apoyo de la mayoría de los representantes políticos de la región. También contó con el apoyo del entonces vicepresidente de los Estados Unidos, el texano John Nance Garner IV, apodado humorísticamente "Cactus Jack" porque en su día había sido un firme defensor de elegir como flor oficial de Texas a la flor del nopal (la elegida finalmente había sido la del altramuz de Texas). Garner siempre había defendido la idea de desgajar Texas en dos o mas estados (las voces malintencionadas decían que porque así su partido, el demócrata, tendría la oportunidad de tener más representantes en el Congreso).
Pero, al final, la propuesta quedó en nada. El apoyo popular a la idea fue mas bien escaso y el proyecto de Texlahoma quedó olvidado en un cajón.

jueves, 7 de abril de 2016

¿Sabías que...

-... el octavo presidente de los EEUU, Martin van Buren (1782-1862), no menciona ni una sola vez a su esposa Hannah (con la que estuvo casado doce años y tuvo cinco hijos) en su autobiografía de 800 páginas?
-... el berrendo o antílope americano (Antilocapra americana) tiene una visión tan aguda que es capaz de distinguir los anillos de Saturno a simple vista?
-... la famosa frase "Houston, tenemos un problema", atribuida a la tripulación de la nave espacial Apollo XIII, no se dijo exactamente así? Lo que de verdad dijeron los astronautas al comunicarse con la base fue "Houston, hemos tenido un problema".
-... los pájaros que viven en ciudades han aprendido a añadir colillas a las estructuras de sus nidos, porque los productos químicos del tabaco actúan como antiparasitarios y alejan del nido a insectos perjudiciales como moscas o pulgas?
-... el actor que puso la voz a Bambi, Donnie Dunagan, fue años más tarde marine, héroe de guerra en Vietnam (condecorado con tres Corazones Púrpura y la Estrella de Bronce) y el instructor más joven de la historia del cuerpo?
-... la mayor embajada del mundo es la embajada estadounidense en Iraq? Su extensión es mayor que la de la Ciudad del Vaticano, emplea a 16000 personas y su construcción costó 750 millones de dólares.
-... si el radio de una pizza se expresa como "z" y su grosor como "a", la fórmula de su volumen es Pi(zz)a?
-... en el estado de Arizona existe la llamada "Ley del Conductor Estúpido", que permite a las autoridades cobrar el coste de su rescate a aquellos conductores que voluntariamente se salten una barricada o ignoren una señal de peligro y luego queden atrapados en una carretera inundada?
-... el zoológico japonés de Maruyama intentó durante cuatro años, entre 2010 y 2014, que una pareja de hienas se reprodujera, antes de descubrir que ambos eran machos?
-... el consumo de pomelo puede interferir en el efecto de numerosos medicamentos, como antihistamínicos, inmunosupresores, benzodiazepinas o la mismísima Viagra?
-... las huellas digitales de los koalas son tan parecidas a las humanas, que incluso expertos forenses tienen dificultades a la hora de diferenciarlas?
-... en todo el continente antártico sólo hay un cajero automático, localizado en la base de investigación norteamericana de McMurdo?

lunes, 4 de abril de 2016

Curiosidades de canciones de Queen



Las canciones Seven Seas of Rhye, My Fairy King, Lily of the Valley y The March of the Black Queen fueron escritas por Freddie Mercury inspirándose en un mundo de fantasía llamado Rhye, que el cantante inventó junto a su hermana Kashmira cuando eran niños.


La canción Who Wants to Live Forever fue un encargo que hicieron al grupo para la banda sonora de la película Los inmortales (1986). Sin embargo, cuando pudieron ver la película ya editada, les gustó tanto que se empeñaron en incluir varias canciones más: A Kind of Magic, Princes of the Universe, Gimme the Price, One Year of Love, Hammer to Fall, A Dozen Red Roses to My Darling y una versión del New York, New York de Frank Sinatra que no figura en ningún otro disco de Queen.


Durante mucho tiempo, se creyó que la canción All Dead, All Dead, compuesta por Brian May, estaba inspirada en una ruptura sentimental. No fue hasta años después que May confirmó que, en realidad, la había compuesto pensando en la muerte del gato que había sido su mascota de niño. Curiosamente, la canción Delilah, del disco Innuendo, también está dedicada a una gata, propiedad de Freddie Mercury y llamada así.


La canción Brighton Rock, cuya versión de estudio dura poco más de cinco minutos, se alargaba en sus interpretaciones en directo hasta alcanzar en ocasiones los 13 minutos, debido a que a Brian May le gustaba improvisar y recrearse en el famoso solo de guitarra de la canción.


Aunque no fue el primer vídeo rodado para promocionar una canción (de hecho, la propia banda lo había hecho en varias ocasiones anteriormente), el videoclip de Bohemian Rapsody tuvo tal éxito, que a partir de entonces las compañías discográficas empezaron a producir vídeos musicales con regularidad para hacer publicidad de sus lanzamientos.


Brian May compuso Now I'm Here y The Prophet's Song en la cama de un hospital, mientras estaba convaleciente a causa de una hepatitis.


En toda la discografía de Queen sólo tres canciones incluyen frases en un idioma diferente del inglés: Teo Torriatte (Let Us Cling Together) (japonés), Las Palabras de Amor (español) y Mustapha (árabe).


Un estudio científico llevado a cabo en 2011 por investigadores de la Universidad londinense de Goldsmiths concluyó que We Are the Champions es la canción más pegadiza de la historia, por delante de Y.M.C.A. de los Village People y Fat Lip de Sum 41.


Freddie Mercury compuso Bicycle Race después de ver el paso de la 18ª etapa del Tour de Francia de 1978 por Montreux, donde la banda estaba grabando su álbum Jazz.


Algunos grupos de cristianos evangélicos denunciaron que la canción Another One Bites the Dust supuestamente contenía mensajes subliminales que incitaban a los que la escuchaban a fumar marihuana.


Put out the fire es una canción pacifista y contra la proliferación de armas de fuego, cuyas primeras estrofas hacen una velada referencia al asesinato de John Lennon.


El vídeo de I Want to Break Free, en el que los miembros del grupo aparecen vestidos de mujer parodiando la telenovela británica Coronation Street, causó cierta polémica en la conservadora opinión pública norteamericana. Cadenas como la MTV censuraron el vídeo, lo que hizo que la banda no incluyera a los EEUU en su gira de presentación del álbum The Works, The Works Tour (1984-85). La MTV no emitiría el vídeo hasta siete años después, en 1991.


Scandal fue escrita por Brian May como respuesta a la actitud de la prensa británica con respecto a la vida privada de los miembros de la banda, especialmente sobre la situación sentimental del propio May (en proceso de divorcio de su esposa Chrissie debido a la relación que mantenía con la actriz Anita Dobson) y el estado de salud de Freddie Mercury.


El motor que se escucha en varios pasajes de la canción Ride the Wild Wind pertenece a un Audi Quattro S1 de carreras.


En la canción Innuendo, el solo de guitarra española con aires flamencos que se escucha fue grabado por casualidad por Steve Howe, guitarrista del grupo Yes, que se había pasado por el estudio a saludar a los miembros del grupo. En toda la carrera discográfica de Queen es el único fragmento de guitarra que no es interpretado por Brian May.


The Show Must Go On fue el último single publicado por Queen en vida de Freddie Mercury. Como "Cara B" del single figuraba la canción Keep Yourself Alive, que había sido el primer single editado por la banda, veinte años atrás, lo que se interpreta como un gesto de despedida hacia el cantante, que fallecería apenas seis semanas después.


La canción Mother Love, del álbum póstumo Made in Heaven, contiene los últimos registros grabados por Freddie Mercury antes de su muerte.

viernes, 1 de abril de 2016

Benedict Arnold, el traidor

Benedict Arnold V (1741-1801)
Fue uno de los primeros líderes de la sublevación que habría de convertir a las Trece Colonias británicas de Norteamérica en los Estados Unidos, un valeroso general que destacó en los combates y alcanzó puestos de gran responsabilidad. Pero, llevado por su orgullo y su codicia, traicionó los ideales que defendía y de ese modo su nombre pasó a la posteridad cubierto de oprobio y deshonor.
Benedict Arnold V nació en Norwich (Connecticut) el 14 de enero de 1741, segundo de los seis hijos de dos colonos de origen inglés, Benedict Arnold III y Hannah Waterman King, y el único, junto a su hermana Hannah, que alcanzó la edad adulta. Por parte de padre era bisnieto del Benedict Arnold original, que había sido gobernador de Rhode Island a mediados del siglo XVII, mientras que por parte de madre era descendiente del célebre John Lothropp. Siendo muy niño quedó al cuidado de dos primos de su madre, Daniel y Joshua Lathrop, prósperos comerciantes de Norwich, con los que aprendió los rudimentos de la actividad comercial. Con apenas 16 años se alistó en la milicia de Connecticut para luchar contra los franceses; pero sólo estuvo 13 días enrolado: su columna, que se dirigía en auxilio del asediado fuerte William Henry, recibió durante la marcha la noticia de que el fuerte había caído, con lo que se dieron la vuelta.
Al cumplir los 21 años se estableció por su cuenta, como farmacéutico y vendedor de libros en New Haven, gracias a un préstamo de los Lathrop. Demostró ser un hábil y sacrificado comerciante; en apenas un año fue capaz de devolverles a sus parientes el dinero y poco después recompró las propiedades de su familia que su padre, enfermo y alcoholizado, había malvendido para pagar sus deudas poco antes de morir. Poco después invirtió su dinero en comprar tres buques mercantes, en compañía de un socio llamado Adam Babcock, para dedicarse al comercio con las colonias británicas del Caribe y Centroamérica, con bastante éxito. Durante sus frecuentes ausencias, su hermana Hannah se encargaba de atender sus negocios.
Pero, como les ocurrió a muchos otros comerciantes, las nuevas tasas e impuestos decretados por la corona británica dañaron gravemente su negocio. Eso le llevó a formar parte de los Hijos de la Libertad, una sociedad clandestina dedicada a proteger los intereses de los americanos frente a los abusos de los británicos. Arnold llegó a estar al borde de la quiebra y a verse acosado por los acreedores. Se salvó, en buena parte, gracias a su matrimonio con Margaret Mansfield; el padre de ésta, Samuel Mansfield, era el sheriff de New Haven, y usó su influencia para protegerlo de los acreedores y ayudarlo a remontar el vuelo. El matrimonio tendría tres hijos: Benedict, Richard y Henry.
Cuando la guerra estalló en 1775 Arnold era capitán de la milicia de Connecticut. Participó en acciones destacadas, dando muestras de coraje y decisión, lo que le valió varios ascensos. Tomó parte en la toma del estratégico Fuerte Ticonderoga (mayo de 1775), fue uno de los comandantes que dirigió la fallida expedición que trató de conquistar Quebec (agosto de 1775-octubre de 1776), estuvo al mando de las tropas que defendieron Rhode Island de las tropas del general inglés Henry Clinton, y tuvo una señalada actuación durante la célebre batalla de Saratoga (septiembre-octubre de 1777), durante la cual dirigió una arriesgada carga de caballería que resultó de vital importancia en el desarrollo de la batalla. Precisamente durante esa carga resultó gravemente herido en su pierna izquierda, alcanzada por un disparo y luego aplastada por la caída de su propio caballo. Las graves heridas le obligaron a un largo y doloroso periodo de recuperación y causaron que, una vez curada, dicha pierna quedase cinco centímetros más corta que la derecha.

El general británico John Burgoyne se rinde al norteamericano Horatio Gates tras la derrota en Saratoga
Pero durante el transcurso de la guerra Arnold había comenzado a hacerse enemigos entre las propias filas norteamericanas. Acusó a dos oficiales, John Brown y James Easton, de saquear propiedades británicas y robar a oficiales enemigos; ellos respondieron acusando a Arnold de diversas faltas (entre ellas, propagar el sarampión entre sus tropas y planear su pase al enemigo). Todas las acusaciones fueron desestimadas. Sonado fue también su enfrentamiento con el comandante del 2º Regimiento Canadiense, el general Moses Hazen, a raiz de un incidente sobre la custodia de una serie de suministros requisados por las tropas norteamericanas: Arnold ordenó el arresto de Hazen acusándolo de negligencia y a su vez Hazen ordenó el arresto de Arnold por malversación (ninguno de los dos fue condenado). Tras estos encontronazos, un congresista le advirtió que "su mejores amigos no eran sus compatriotas". A principios de 1777, Arnold descubrió que había sido postergado en la lista de oficiales candidatos al ascenso. Enfadado, ofreció su renuncia al general George Washington o, como alternativa, someterse a una investigación para debatir sus méritos. Washington rechazó ambas ofertas y ofreció algunas explicaciones que no convencieron a Arnold, más aún cuando el Congreso ascendió al cargo de major general, el ambicionado por Arnold, a Gilbert du Motier, conde de Lafayette, que apenas tenía diecinueve años. Benedict Arnold consideró todo el asunto como una afrenta personal; ni siquiera cuando fue ascendido después de la batalla de Saratoga se consideró satisfecho, creyendo que había sido más un gesto de compasión por sus heridas que una verdadera rectificación. También se opuso rotundamente a que el Congreso firmara una alianza con Francia, país del que Arnold no se fiaba en absoluto.
Cuando se hubo recuperado, Arnold fue puesto a cargo de la defensa de Philadelphia. Pero volvió a tener problemas: aprovechando su posición para llevar a cabo numerosos negocios en situaciones, si no ilegales, si poco éticas, acabó siendo sometido a consejo de guerra acusado de numerosos delitos que iban de la malversación a la apropiación indebida. Aunque sería absuelto de todos los cargos en diciembre de 1779, salvo de un par de acusaciones menores, su prestigio se vio muy afectado y el propio Washington calificó su conducta de "imprudente e impropia". Y poco después recibió un nuevo golpe: una comisión de investigación del Congreso le condenaba a pagar 1000 libras debido a irregularidades en las cuentas de la expedición contra Quebec. Cada vez más, Arnold se sentía perseguido e injustamente tratado, pese a todos los sacrificios que había hecho por la causa de la independencia, mostrándose además desencantado con las acciones del Congreso y el rumbo del conflicto. En abril de 1780 renunciaría a su cargo en Philadelphia.

Margaret "Peggy" Shippen (1760-1804)
En abril de 1779 Arnold se había casado por segunda vez (Margaret había muerto en 1775), con Peggy Shippen, una joven de Philadelphia de 18 años, miembro de una familia afín a la causa de los británicos (su padre, Edward Shippen, era un juez y reconocido lealista), que influiría notablemente en los acontecimientos posteriores. Apenas un mes después de la boda, Arnold se puso en contacto con Joseph Stansbury, un comerciante de Philadelphia que hacía negocios tanto en el territorio de los independentistas como en el que estaba bajo control de los británicos. Stansbury también solía actuar como mensajero para jóvenes como Peggy y su círculo de amistades, que intercambiaban correspondencia con amigos y amantes enrolados en las huestes británicas (las comunicaciones con el bando enemigo estaban terminantemente prohibidas). Arnold le encomendó al comerciante una misión secreta y delicadísima: ofrecer sus servicios como espía al general británico Henry Clinton. El héroe de los patriotas norteamericanos, llevado por sus continuos desencuentros con sus camaradas, por lo que consideraba un trato injusto por parte del Congreso, por la influencia de su nueva familia política, y también por la ambición, se había convertido en un traidor.

Mayor John André (1750-1780)
Stansbury llevó su oferta a William Franklin, antiguo gobernador de Nueva Jersey, hijo ilegítimo de Benjamin Franklin (uno de los principales líderes de los independentistas) y, a diferencia de su padre, leal a la corona británica. A su vez, Franklin llevó el ofrecimiento al mayor John André, entonces jefe del servicio de espionaje de Clinton. André, antiguo pretendiente de Peggy Shippen (algunos sugieren que habían sido amantes), no dudó en aceptar el ofrecimiento. En los meses siguientes hubo un intercambio de correspondencia secreta entre André y Arnold, acerca del tipo de información que se iba a facilitar, los medios que emplearían para comunicarse y la recompensa que pagarían los ingleses. Arnold empezó a informar a los británicos acerca de las tropas de los patriotas, su número, distribución y la localización de sus arsenales. y más tarde les hacía llegar una sorprendente oferta: entregarles la estratégica fortaleza de West Point, a unos 90 kilómetros al norte de Nueva York. Si West Point caía, los británicos tendrían vía libre para ocupar todo el valle del Hudson, lo que en la práctica supondría aislar Nueva Inglaterra del resto de las colonias, haciendo muy difícil el triunfo de la revolución.

General Henry Clinton (1730-1795)
El 3 de agosto de 1780 Benedict Arnold fue nombrado comandante en jefe de West Point, lo que le colocaba en una inmejorable situación para cometer su traición. Unos días después recibió la oferta definitiva de Clinton: 20000 libras y un puesto de alto rango en el ejército del rey a cambio de West Point. Ante la importancia del acuerdo, André en persona cruzó  las líneas enemigas para reunirse con Arnold cerca de Nueva York la noche del 21 al 22 de septiembre para cerrar los últimos detalles. No obstante, el barco que había llevado a André, el HMS Vulture, fue descubierto y atacado por los americanos, viéndose obligado a huir sin André. Para que el espía británico pudiera huir, Arnold le dio ropa de civil y documentación a nombre de John Anderson. Pero, mientras trataba de volver a territorio amigo, André fue arrestado por una patrulla la mañana del día 23 y llevado preso al cuartel general del ejército independentista en Tappan (Nueva York). Al registrarle le encontraron varios documentos comprometedores escritos de puño y letra de Arnold, indicando los puntos débiles de la fortaleza de West Point y los lugares donde Arnold había deliberadamente debilitado las defensas. No fue hasta que dichos documentos fueron enviados a George Washington cuando los americanos se dieron cuenta de su verdadero significado; pero ya era muy tarde: Arnold, en cuanto supo del arresto de André, abandonó su puesto y huyó en el Vulture a territorio inglés. Desde allí, pidió por carta a Washington que se permitiera a su familia volver a Philadelphia, cosa que el general garantizó. Peggy y su hijo Edward se reunirían con Arnold en Nueva York en noviembre de ese año.
La traición de Arnold supuso un duro golpe para las filas de los patriotas y su general. Washington ofreció a Clinton intercambiar a Arnold por André (Clinton se negó y André acabaría ahorcado por espía el 2 de octubre). Incluso envió un grupo de hombres a Nueva York para que capturasen a Arnold y lo llevaran de vuelta para ser juzgado, que estuvo a punto de tener éxito. El 7 de octubre de 1780, Arnold publicaba To the Inhabitants of America, una carta abierta en la que atribuía su traición a la "corrupción, mentiras y tiranía" que reinaban en el Congreso y el ejército de los independentistas, y exhortaba a los colonos a detener la guerra y a aceptar la autoridad del Imperio Británico.
Los británicos nombraron a Arnold brigadier general, le indemnizaron con 6135 libras por su traición y le otorgaron una pensión anual de 360 £. Al frente de tropas británicas realizó varias incursiones en territorio enemigo, saqueando y quemando cosechas, suministros, infraestructuras... lo que aumentó, si cabe, el odio que le profesaban sus antiguos correligionarios. Pero poco a poco los ingleses dejaron de contar con sus servicios y, a finales de 1781, Arnold viajó a Londres con su familia: su esposa Peggy, los dos hijos que tenía con esta (Edward y James) y los tres de su primer matrimonio (Benedict, Richard y Henry). Allí nacerían sus restantes tres hijos, Sophia, George y William.
El final de la guerra impidió a Arnold regresar a su tierra natal, aunque estando en Londres abogó decididamente a favor de continuar las hostilidades con los norteamericanos. No obstante, los británicos nunca se fiaron demasiado de él, unos por haber traicionado a los suyos y otros por su pasado independentista. Se dedicó al comercio, con desigual fortuna, con Canadá y las Indias Occidentales, hasta su muerte, en Londres, el 14 de junio de 1801.
El nombre de Benedict Arnold ha pasado a la posteridad como un sinónimo de traición para los norteamericanos. Sus contemporáneos le dirigieron durísimas críticas (Judas sólo vendió a un hombre, Arnold vendió a tres millones, dijo de él Ben Franklin) y los historiadores posteriores ahondaron en esa línea. Mientras que muchos de los que lucharon a su lado tienen numerosos monumentos a lo largo y ancho de EEUU, sólo un peculiar monumento lo recuerda a él: una curiosa escultura en forma de bota en el punto en el que fue herido durante la batalla de Saratoga. En el monumento ni siquiera aparece su nombre; sólo una dedicatoria que reza En memoria del "más brillante soldado" del Ejército Continental quien fue desesperadamente herido en este preciso lugar, la vía de escape del gran reducto oriental de Burgoyne, el 7 de octubre de 1777, ganando para sus compatriotas la batalla decisiva de la Revolución Americana y para si mismo el rango de Mayor General.