domingo, 23 de septiembre de 2018

El Buda de Oro

El Buda de Oro


El descubrimiento de uno de los más fabulosos tesoros hallados en épocas recientes tuvo lugar de forma accidental un día de mayo de 1955. Todo comenzó en el templo de Wat Traimit, uno de los muchos templos budistas de la ciudad de Bangkok. Un templo humilde, situado además en un barrio de mala nota. Se estaban llevando a cabo una serie de reformas y se había construido un edificio nuevo, en el que se proyectaba colocar una vieja estatua de Buda que llevaba años semiabandonada en el patio del templo. La estatua, de gran tamaño, estaba hecha de estuco dorado y adornada con cristales de colores, y aparentemente no tenía apenas valor, ni artístico, ni histórico, ni mucho menos económico.

Precisamente, ese 25 de mayo de 1955 se estaba llevando a cabo el traslado de la pesada estatua a su emplazamiento definitivo. Y algo sucedió. Los cables que la sostenían se rompieron, y la estatua cayó al suelo con estrépito. Los trabajadores y los curiosos que observaban los trabajos creyeron que se trataba de un mal augurio, y abandonaron el lugar. Una violenta tromba de agua que cayó sobre la ciudad esa noche, provocando inundaciones y numerosos daños, pareció darles la razón. A la mañana siguiente, el monje al cargo del templo acudió a comprobar los daños. La estatua seguía en el mismo lugar donde había caído, y cuando trató de limpiar el barro que la cubría, el monje se sorprendió al ver que el estuco se había agrietado dejando ver en el interior de la estatua un brillo de metal dorado. Rápidamente, corrió a informar a las autoridades. La capa exterior de estuco fue retirada con precaución y de este modo se descubrió que aquella estatua que todo el mundo consideraba sin valor estaba en realidad hecha de oro macizo.

El llamado Buda de Oro o Phra Phuttha Maha Suwana Patimakon mide unos tres metros de altura y pesa alrededor de cinco toneladas y media, lo que lo convierte en la estatua de oro macizo más grande del mundo. Buda se halla representado sentado en la posición de loto, en la pose conocida como bhūmi sparśa mudrā, tocando la tierra con su mano derecha, tomándola como testigo, y que representa el momento en el que Buda, estando bajo el árbol Bodhi, resolvió el problema de como acabar con el sufrimiento. La estatua está formada por nueve piezas que pueden separarse, y que están fabricadas con oro de distinta pureza. Así, el cuerpo de la estatua presenta una pureza de un 40%, mientras que el oro entre el mentón y la frente es de una pureza de un 80%, y el pelo y el tocado de la estatua (una pieza de unos 45 kilos) están hechos de un oro 99% puro. Algunos de sus detalles (los tres pliegues en el cuello o los lóbulos de las orejas elongados) simbolizan el anterior estatus de Buda como príncipe. El valor de la estatua, solo por el oro del que está hecha, sin tener en cuenta otros condicionantes, se calcula en unos 250 millones de dólares.

La cabeza del Buda de Oro, antes de que fuera retirado el estuco que la cubría
A día de hoy, todavía no se sabe a ciencia cierta dónde o cuándo se fabricó la estatua, quién la encargó o quién fue el talentoso artesano que la fundió. Su estilo es similar al del periodo del reino de Sukhothai (1238-1438); la cabeza en forma aovada y el ushnisha, la llama que corona la cabeza de la estatua y simboliza la fuerza espiritual de Buda, son detalles característicos de este estilo. Algunos historiadores la identifican con una estatua de oro localizada en el centro de la ciudad de Sukhotai que se menciona en la llamada estela de Ram Khamhaeng, una inscripción en piedra datada en el año 1292. No obstante, algunos detalles de influencia india sugieren que la estatua pudo ser fabricada en la India y luego trasladada a Tailandia, e incluso que su fabricación sería posterior al periodo Sukhotai, siendo sencillamente una imitación de su estilo.

Se supone que la estatua fue luego trasladada a la ciudad de Ayutthaya, capital del reino del mismo nombre, del que Sukhotai era vasallo, en algún momento a principios del siglo XV. Y allí habría permanecido hasta 1767, fecha en la que una invasión birmana arrasó el reino, sitiando la capital, que posteriormente sería saqueada y quemada. Seguramente fue en esta época cuando la estatua fue cubierta de estuco, para ocultar su verdadero valor a los invasores birmanos. En algún momento, su auténtico valor quedó olvidado y la estatua permaneció abandonada entre las ruinas de Ayutthaya sin que nadie pudiera imaginar el tesoro que escondía en su interior.

En 1801 el entonces rey de Tailandia Rama I (1737-1809) trasladó la capital del reino desde Thonburi a una nueva ciudad que había ordenado construir en la orilla oriental del río Chao Phraya, a la que llamó Rattakanosik y que es la actual Bangkok. Como parte de su plan para restaurar la moral y el espíritu de su país tras años de guerras internas y externas, Rama I hizo construir numerosos templos budistas por toda la ciudad. Y además, ordenó que de todo el país se llevaran a la ciudad estatuas de Buda que permanecían en templos abandonados o destruidos, para instalarlas en los nuevos templos. Fue en esta época cuando la estatua aparentemente hecha de estuco fue trasladada desde las ruinas de Ayutthaya hasta la nueva capital, donde fue instalada en el templo de Wat Chotanaram, ya bajo el reinado de Rama III (1821-1854), nieto de Rama I.

Allí permaneció hasta la década de 1930. En esos años se llevaron a cabo una serie de obras para acondicionar las orillas del Chao Phraya y se decidió derribar Wat Chotanaram, que llevaba años abandonado y en ruinas. Como a ningún budista se le ocurriría destruir una estatua de Buda, la estatua fue trasladada en 1935 a un santuario no muy lejano, Wat Traimit, donde, al no disponer de sitio para albergarla, la mantuvieron durante dos décadas en el patio, cubierta únicamente con un precario techo de hojalata. Hasta que una caída accidental reveló el secreto que había permanecido oculto casi dos siglos.

El templo de Wat Traimit
El descubrimiento del Buda de Oro causó sensación en todo el país. Como además coincidió en el tiempo muy próximo a la celebración del 2500 aniversario de la muerte de Buda, muchos vieron el descubrimiento como un suceso milagroso, convirtiendo el santuario en uno de los más visitados del país. En la actualidad, la estatua del Buda de Oro se exhibe en un edificio construido ex-profeso e inaugurado el 14 de febrero de 2010. que también acoge un museo y una exposición permanente sobre los orígenes de la estatua, que incluye fotografías y fragmentos del estuco con el que estaba cubierta.

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