Porque si, efectivamente, se trata de un filme protagonizado por muñecos. Pero de un estilo que le provocaría un colapso a los creadores de Barrio Sésamo. Los Feebles del título son una troupe de actores de una compañía de variedades, con sus miserias y problemas personales. La estrella de la compañía es una hipopótamo cantante con un desorden alimenticio y tendencias suicidas que está liada con el director, una morsa (que también es traficante de droga), que la engaña con una gata bailarina. También hay una rata que participa en los trapicheos del jefe y rueda películas porno, un conejo salido con una ETS, un erizo enamorado de una de las bailarinas, un zorro homosexual, una mosca paparazzi, un lagarto lanzador de cuchillos y adicto a las drogas, un elefante depresivo que ha tenido un hijo ilegítimo con una gallina... protagonizando diversas líneas argumentales que se van entrecruzando. Todo ello sazonado con sexo explícito, violencia (con masacre final incluida) y lenguaje obsceno. En la escena final, en la que se usa una ametralladora M60, cuentan que no fueron capaces de encontrar munición de fogueo, por lo que grabaron varias ráfagas de disparos con munición real.
Obviamente, no es un filme apto para todos los públicos, sino mas bien para personas con un sentido del humor un tanto retorcido y atípico. La película es el culmen de la etapa más transgresora e irreverente de Jackson, convertida en una obra de culto, aunque a veces se deja llevar y cae en la vulgaridad y la provocación gratuita, como si sólo buscase escandalizar. Peca también de irregular, ya que tiene momentos mas elaborados que otros. Pero aparte de eso, es una auténtica gamberrada fílmica de un autor ahora un tanto "domesticado". A día de hoy, se trata de un filme auténticamente de culto y su director, al ser premiado en 2004 con el Oscar por El retorno del rey, mencionó el filme y dijo de él que había sido "sabiamente pasada por alto por la Academia".
La película completa:
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