miércoles, 5 de noviembre de 2014

El Goliath



Entre el botín de guerra que los alemanes capturaron tras la caída de Francia en 1940 había un peculiar artefacto, un prototipo de vehículo oruga en miniatura guiado a distancia, diseñado por el ingeniero militar Adolphe Kégresse. La Wehrmacht, intrigada, encargó a la compañía automovilística Borgward de Bremen (que ya había fabricado dos modelos de vehículos guiados por radiocontrol para la demolición de objetivos y la limpieza de minas, conocidos como BI y BII) el desarrollo de una versión militar del invento. El resultado fue el Sonderkraftfahrzeug (vehículo de uso especial) 302, conocido como Leichter Ladungsträger (transportador de carga ligera) o, más comúnmente, el Goliath.
Este mini-vehículo tenía unas dimensiones de unos 1'5 metros de largo, 80 centímetros de ancho y 50 de altura, con un peso que variaba, según la versión, entre 365 y 430 kilogramos, con capacidad para transportar entre 60 y 100 kilogramos de explosivos (TNT o RDX). Se controlaba desde un panel de mandos conectado al vehículo por un triple cable telefónico (dos cables para dirigirlo y el tercero, para detonarlo) de hasta 650 metros de longitud, que permitía al controlador manejarlo desde una distancia prudencial. Su autonomía era de entre 1500 y 1800 metros y era capaz de superar pendientes de hasta el 70%. Las primeras unidades que se fabricaron poseían dos motores eléctricos Bosch MM/RQL 2500/24 RL2, pero por su elevado coste (mas de 3000 Reichsmarks) y lo complicadas que resultaban las reparaciones durante el combate no tardaron en ser sustituidos por un motor de gasolina Zündapp SZ7 de dos tiempos; el nuevo modelo pasó a denominarse oficialmente Sd.Kfz. 303, del que hubo dos versiones, el Sd.Kfz. 303a y el Sd.Kfz. 303b (con mayor capacidad de carga).


El Goliath se construyó para demoler objetivos a los que la infantería no tenía un acceso seguro: trincheras, nidos de ametralladoras, puentes... aunque también se utilizó ocasionalmente como arma antitanque. Se cargaba de explosivos, se guiaba hacia el blanco y se hacía explotar destruyéndolo. Pero pese a que se fabricaron más de 7500 unidades de ambos modelos el Goliath nunca respondió a las expectativas y pronto quedaron expuestos sus numerosos puntos débiles. Era muy lento (no alcanzaba ni 10 km/h), lo que lo convertía en un blanco fácil. Su blindaje era demasiado ligero, por lo que era vulnerable al impacto de prácticamente cualquier arma de gran calibre. Además, los cables de control eran fácilmente cortados por la artillería, por el fuego enemigo e incluso por un simple soldado con un cuchillo. Todo ello, unido al elevado coste económico de cada unidad, hizo que el rendimiento final de los Goliath quedara lejos de lo esperado.


Las primeras unidades comenzaron a desplegarse a principios de 1942 y fueron utilizados en todos los frentes de la guerra, generalmente por las unidades Panzer y los cuerpos de ingenieros y zapadores. Así, en 1943, fueron empleados para limpiar un gran campo de minas tras la batalla de Kursk. En el desembarco de Anzio (abril de 1944) se usaron contra las tropas aliadas. También intervinieron en Normandía, pero sin apenas repercusión; el pésimo mantenimiento, la falta de pericia de los que los manejaban y su propia debilidad frente al fuego enemigo hicieron que la mayoría fueran inutilizados o destruidos; por ejemplo, en Utah Beach sólo uno llegó a ser detonado con éxito. Se emplearon igualmente en tratar de entorpecer el avance de las tropas aliadas por Francia: hay constancia de que un Goliath destruyó en agosto de 1944 un vehículo del 509º Regimiento de Infantería Aerotransportada. Y en el Alzamiento de Varsovia (octubre del 44) fue usado contra los polacos, que apenas disponían de armamento antitanque, pero que no tardaron en aprender cómo dejarlo en evidencia: bastaba con que un soldado se situase detrás de él y cortase los cables de control con un cuchillo o incluso con una pala.
A pesar de su escasa relevancia en combate, hoy en día se considera al Goliath como el precursor de la tecnología de vehículos controlados a distancia. Se conservan un buen número de unidades del Goliath en museos militares de toda Europa y de Norteamérica.

Panzer Museum (Münster)

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