Corría el mes de septiembre de 1996. El Southampton, uno de los equipos clásicos del fútbol inglés, había comenzado la temporada en la Premier League de manera irregular. A pesar de algún buen resultado, como una memorable victoria por 6 a 3 contra el poderoso Manchester United, a aquellas alturas del año sumaba pocos puntos y alguna derrota dolorosa, como el 7-1 encajado en su visita al Everton. Parte de esa mala racha se debía a una plaga de lesiones que azotaba al equipo y que había dejado a la plantilla muy mermada. Por eso el equipo andaba a la búsqueda de jugadores a los que fichar, aunque fuera con contratos de corta duración, de semanas o meses (algo habitual en el fútbol británico).
En esas estaban cuando el entrenador del Southampton, el escocés Graeme Souness, recibió una inesperada llamada telefónica. El que le llamaba era nada menos que el delantero liberiano George Weah, estrella del poderoso AC Milan y ganador del Balón de Oro de 1995 (sigue siendo el único jugador africano que lo ha ganado). Weah había oído que el Southampton estaba buscando jugadores y llamaba a Souness para recomendarle a uno, un delantero senegalés llamado Ali Dia, que además era primo suyo. Según le contó Weah, Dia y él habían jugado juntos tiempo atrás en el Paris Saint-Germain y luego su carrera había discurrido por las ligas francesa y alemana. Incluso había sido internacional en 13 ocasiones con la selección de Senegal. En aquel momento estaba sin equipo, tras finalizar su contrato con un club de la segunda división alemana, y por sus características, un delantero veterano (31 años) y con experiencia, Weah creía que podía ser una buena adquisición para el club.
Souness no había oído hablar en su vida de Ali Dia. Pero en aquellos tiempos pre-Internet los fichajes, sobre todo de jugadores extranjeros, se hacían a menudo basándose en referencias de terceros o informaciones periodísticas. Y aquel jugador presentaba unas referencias muy buenas, así que Souness decidió aceptarlo a prueba. Ali Dia se presentó en las instalaciones del Southampton un par de días después y de inmediato se unió al entrenamiento del equipo. A algunos de los jugadores, que solo sabían que era un jugador a prueba, les pareció que estaba un poco fuera de lugar, como si no estuviera acostumbrado a aquella clase de entrenamiento. La estrella del equipo, el delantero de Guernsey Matt Le Tissier, diría más tarde que había pensado "No es muy bueno, seguramente no lo conseguirá".
Souness había pensado poner a prueba las cualidades de Ali Dia haciéndole jugar en un partido amistoso entre el equipo reserva del Southampton y el del Arsenal que estaba previsto para esa misma semana. Sin embargo, por aquello del destino, las fuertes lluvias obligaron a cancelar el encuentro. El entrenador escocés, apremiado por las circunstancias, decidió arriesgarse; y con solo un entrenamiento, le hizo un contrato por un mes al jugador y lo convocó para el siguiente partido, que se celebraría el 23 de noviembre en el estadio de Ellan Road, frente al Leeds United.
Ali Dia comenzó el partido en el banquillo, pero no tardaría en tener su oportunidad. En el minuto 32 Le Tissier se lesionó y tuvo que abandonar el campo, siendo sustituido por Dia, que lucía el dorsal número 33. En una de sus primeras intervenciones estuvo a punto de marcar; controló bien el balón y lo golpeó con la pierna derecha con un buen gesto técnico, desviando a córner el portero. La acción dio esperanzas a los del Southampton; pero solo era un espejismo. Porque durante el tiempo que estuvo sobre el campo, quedó muy claro para todos que Ali Dia no había jugado en su vida al fútbol, al menos de manera profesional. Souness llegaría a decir más tarde que verlo jugar había sido como recibir "una patada en los testículos" y Le Tissier que parecía "Bambi sobre el hielo. Daba un poco de vergüenza verlo. Su actuación fue casi cómica. Es como si no supiera realmente que tenía una posición. Iba vagando por todos lados"
Finalmente, tras 50 minutos, Souness acabó por sacarlo del campo, justo después de que el Leeds marcara su primer gol, dando entrada al defensa holandés Kenneth Monkou. El partido terminaría con victoria del Leeds por 2 a 0.
De lo que ocurrió después con Ali Dia hay dos versiones. Una dice que, al día siguiente del partido, llamó al club alegando que estaba lesionado, y nunca volvió a presentarse en sus instalaciones. Según la otra, aún volvería a entrenarse con el equipo e incluso participó en un partido amistoso entre el equipo reserva del Southampton y el del Chelsea. Sea como fuera, lo cierto es que el club no tardó en rescindir su contrato, poniendo fin a aquel dislate.
Souness estaba perplejo. No entendía como un jugador con tan buenas referencias como Ali Dia podía haber resultado ser un fiasco de tal magnitud. Por eso decidió telefonear a George Weah para confirmar todo lo que él le había contado previamente. Pero cuando por fin pudo hablar con él, se llevó una desagradable sorpresa. Weah no tenía ni idea de lo que le estaba contando. Él nunca había llamado a Souness, no conocía a ningún jugador llamado Ali Dia y, por supuesto, no era primo suyo. Del mismo modo, la federación senegalesa de fútbol también negó conocer al jugador ni tener constancia de que hubiera sido internacional con Senegal en ninguna categoría. Fue entonces cuando el entrenador escocés se dio cuenta del engaño del que había sido víctima.
En realidad, según se sabría más tarde, quien había hecho la llamada a Souness haciéndose pasar por George Weah había sido un estudiante, compañero de Ali Dia en la universidad de Northumbria, donde el senegalés estudiaba Economía. Era cierto que tenía una larga carrera como futbolista en Francia, Alemania y Finlandia, pero siempre en equipos amateurs o semiprofesionales, y jugando muy pocos partidos. En Inglaterra, antes del Southampton, había estado en un equipo amateur, los Blyth Spartans, donde solo había jugado un partido (como suplente). El entrenador de los Spartans, Peter Harrison, no salía de su asombro cuando, esa noche, vio en los programas deportivos el debut en la Premier del que hasta hacía poco era su jugador. Con el tiempo, Graeme Souness acabaría por intentar quitar trascendencia al caso: "La idea de que fuimos estafados no podía estar más lejos de la verdad. Sabíamos que no era lo suficientemente bueno para la Premier, pero estábamos desesperados".
Tras rescindir su contrato con el Southampton, Dia fichó por otro equipo de categoría regional, el Gateshead. En su presentación calificó todo el asunto de su fichaje por el club de Hampshire como "un malentendido". Con el Gateshead jugaría apenas ocho partidos antes de rescindir contrato en febrero. La temporada siguiente tuvo un efímero paso por otro club amateur, el Spennymoor United, tras lo cual puso fin a su carrera como futbolista. A partir de ahí, es poco lo que se ha sabido de él. Se graduó en Económicas en la Universidad de Northumbria en 2001, y luego cursaría un Máster en la San Francisco State University (EEUU). Posteriormente trabajaría en G02 Football Representation, una agencia de representación de futbolistas. También tuvo un hijo, Simon, que a diferencia de su padre si consiguió ser futbolista profesional (actualmente juega en la liga tailandesa).
En 2016 Ali Dia concedió una entrevista al portal deportivo Bleacher Report. En ella se mostraba contrariado por la manera en la que había sido tratado a raíz del partido de Leeds y negaba haber participado en ningún engaño. También afirmaba que se había entrenado durante un mes con el Southampton antes del partido ante el Leeds (algo que no era cierto) y que había jugado con el Paris Saint-Germain entre 1986 y 1988 (algo que el club parisino niega).
Los aficionados del Southampton recuerdan a Ali Dia con una mezcla de aprecio y burla. En su día llegaron a componer un cántico dedicado a él que decía "Ali Dia is a liar, is a liar" ("Ali Dia es un mentiroso, es un mentiroso") y su camiseta con el número 33 a la espalda aún se vende por Internet.