Verba volant, scripta manent

lunes, 28 de diciembre de 2020

Especial Día de los Inocentes: Los pingüinos voladores de la BBC

Pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae)

El 1 de abril del año 2008 la cadena británica BBC colgó en su página web el avance de una nueva serie documental que iba a estrenar en breve. Se llamaba Miracles of Evolution (Milagros de la Evolución) y la BBC lo anunciaba como una ratificación de la teoría darwiniana de la evolución, retratando para ello algunas de las más sorprendentes adaptaciones evolutivas de diversas especies de animales en ambientes extremos. Pero además el primer episodio incluía imágenes de un hallazgo científico excepcional: pingüinos voladores.

Ahora bien, tradicionalmente se había considerado a los pingüinos (familia Spheniscidae) como aves no voladoras. Con sus alas cortas y poco desarrolladas, se aceptaba que habían perdido la capacidad de volar hacía millones de años, para adaptarse a un modo de vida acuático, para el que están excepcionalmente bien dotados (son grandes nadadores y buceadores). Sin embargo, según contaba el trailer de Miracles of Evolution, su equipo había localizado en la Isla del Rey Jorge (en el archipiélago antártico de las Shetlands del Sur) una población de pingüinos de Adelia (Pygoscelis adeliae) que había desandado ese recorrido evolutivo, desarrollando de nuevo la capacidad de volar (probablemente como una adaptación a las extremas condiciones de la isla en la que vivían). Y no se trataba solo de vuelos cortos; según habían podido comprobar los biólogos del programa, aquella población de pingüinos era capaz de recorrer volando miles de kilómetros, hasta el punto de que aquellas aves cruzaban el Atlántico sur para huir del riguroso invierno antártico e invernar en la selva del Amazonas. De hecho, se les mostraba aterrizando en la selva, aunque se advertía a los curiosos que no intentaran verlos, ya que al tratarse de aves extremadamente tímidas y evasivas era imposible dar con ellos en mitad de la selva, o incluso verlos en plena migración.

El anuncio causó sensación. Numerosos medios se hicieron eco del programa y del aparentemente sensacional hallazgo. El periódico The Daily Mirror lo sacó en portada y The Daily Telegraph lo destacó como una de las noticias del día. Sin embargo, otro conocido periódico británico, The Guardian, apenas lo destacó. A uno de sus editores de noticias, llamado Chris Tryhorn, la noticia le hizo dudar. El hecho de que el avance hubiera sido publicado el 1 de abril (día del April Fools Day, el equivalente anglosajón del Día de los Inocentes) y que el presentador del programa fuera el actor y humorista Terry Jones, ex-miembro del mítico grupo cómico Monthy Python, le parecía muy sospechoso. Sus sospechas se convirtieron en una certeza casi absoluta cuando se fijó en que como director del programa aparecía un tal Prof Alid Loyas y se dio cuenta de que "Prof Alid Loyas" es un anagrama de "April Fools Day". Como  luego confirmaría la BBC, todo había sido un gran montaje (el Mirror y el Telegraph tuvieron que publicar sendas notas aclaratorias para sus lectores admitiendo haber caído en la trampa). La BBC pretendía no solo gastar una broma del April Fools Day, sino también conseguir publicidad para un nuevo servicio que acababa de poner en marcha llamado BBC iPlayer, que permite acceder a programas de televisión y radio ya emitidos.

El falso documental había tenido una larga y laboriosa producción. Habían utilizado imágenes reales de pingüinos de Adelia, procedentes de otros documentales de la cadena, y luego habían añadido pingüinos creados por ordenador, inspirándose en los álcidos (alcas y araos) que guardan cierta semejanza con los pingüinos. Tampoco Terry Jones había estado en la Antártida; sus escenas se habían grabado en un estudio lleno de nieve falsa, y luego combinadas con auténticas imágenes de la Antártida y con las de los falsos pingüinos voladores. El trailer original aún se puede hallar en la página de la BBC a través del BBC iPlayer, y también está en YouTube, donde lleva casi siete millones de visitas.



viernes, 25 de diciembre de 2020

El tesoro de la cueva de Reynard

El tesoro de la cueva de Reynard

El valle británico de Dovedale, localizado en el condado de Derbyshire y atravesado por el río Dove, es desde hace mucho tiempo uno de los principales destinos turísticos de la región. El valle, cuyos terrenos son propiedad desde 1930 del National Trust (una sociedad dedicada a proteger y conservar lugares de importancia histórica o natural) recibe del orden de un millón de visitantes cada año, atraídos por la belleza de sus paisajes y sus curiosas formaciones naturales, como el pilar de piedra de Ilam Rock o las cuevas, como la de Reynard, aunque la presencia de excursionistas por la zona es común desde los siglos XVIII y XIX.

Ilam Rock

La cueva de Reynard (llamada en ocasiones también Reynard's Kitchen) es uno de los lugares más populares de Dovedale. Esta cueva, a la que se accede por un estrecho sendero a continuación de un arco natural de piedra, debe su nombre, según la leyenda, a un forajido que solía esconderse en ella, y muestra signos de haber sido utilizada desde tiempo inmemorial. En su interior se han hallado restos arqueológicos tales como herramientas de piedra, restos de cerámica y huesos de animales, datados en el Neolítico y la Edad de Bronce, aunque se cree que su uso por los humanos data al menos del Paleolítico, unos 13000 años antes de Cristo. También se han hallado en sus paredes una serie de símbolos tallados, datados alrededor del siglo XVII, y que al parecer se empleaban como protección frente a la brujería. La cueva tiene una entrada de unos cinco metros de ancho y catorce de largo y recibe numerosos visitantes todos los años. A finales del siglo XIX y principios del XX hubo una mujer, llamada Annie Bennington (apodada "Grand Old Lady of Dovedale", "la Gran Vieja Dama de Dovedale"), natural del cercano pueblo de Milldale, que durante décadas se ganó la vida vendiendo postales, dulces y limonada a los turistas, y cobrándoles un penique por utilizar una cuerda que ella misma tendía para ayudarles a subir por el sendero que conducía a la cueva. Pero a pesar del incesante trasiego de personas, la cueva aún guardaba secretos.

La cueva de Reynard's Kitchen

A principios de 2014, un excursionista que pasaba por la zona se vio sorprendido por un súbito chaparrón que hizo que buscara refugio en el interior de la cueva. Sin otra cosa que hacer mientras esperaba a que escampara, se puso a buscar por la cueva utilizando un pequeño detector de metales y al poco encontró una moneda aparentemente muy antigua. Siguió registrando la cueva y halló otras tres monedas similares. Convencido de la importancia de su hallazgo, comunicó su descubrimiento a las autoridades, a las que entregó las monedas que había encontrado. El National Trust organizó entonces una excavación arqueológica minuciosa, que sacó a la luz una variada serie de objetos que incluían cerámica prehistórica, restos de munición de armas de fuego de los últimos siglos (prueba evidente de que la cueva fue usada como refugio por los cazadores de manera habitual) y, lo que es verdaderamente interesante, un total de 26 monedas datadas en el siglo I antes de Cristo, además de un par de broches de bronce datados en la misma época.

Dovedale

De las 26 monedas, 23 son monedas britanas acuñadas en oro y plata atribuidas a la tribu de los coritanos o corieltavi, una tribu céltica que ocupaba la región alrededor de lo que hoy es la ciudad de Leicester. Los coritanos eran una tribu pacífica y contemporizadora, que causaron pocos problemas a los romanos, a diferencia de algunos de sus vecinos, como los levantiscos brigantes. Las otras tres monedas, sin embargo, sorprendieron a los expertos; se trataba de monedas romanas, acuñadas antes de la invasión de Britania (año 44 a. C.), siendo la única vez que se han hallado en Gran Bretaña monedas romanas y britanas enterradas juntas.

El arco natural por el que se accede a la cueva de Reynard

Lo que sigue siendo discutido es el motivo por el que aquellas monedas acabaron enterradas en la cueva. Como señalaron los arqueólogos del National Trust, entre las tribus britanas de la época las monedas eran más un símbolo de poder y estatus, como las joyas, que un simple método de pago. Las monedas halladas en la cueva podían equivaler a la riqueza de un clan pudiente. Entonces, ¿como fueron a parar allí? ¿Las escondió alguien que quería ponerlas a salvo de la invasión romana o de la proverbial rapacidad de sus recaudadores de impuestos? ¿Era una especie de "cuenta corriente" de ahorros cuyo dueño esperaba que con el tiempo su valor aumentara? ¿O se trató, como sugieren algunos, de parte de algún tipo de ritual celebrado en la cueva y fueron una ofrenda a algún tipo de divinidad? Quizá nunca lo sepamos.

Las monedas fueron limpiadas y restauradas por expertos del Museo Británico y del University College London. Desde finales de 2014 permanecen expuestas en el Museo de Buxton.



FELIZ NAVIDAD A TODOS



domingo, 13 de diciembre de 2020

La conspiración de Cilón

La Acrópolis de Atenas

Tradicionalmente se ha considerado el intento de Cilón para hacerse con el gobierno de Atenas como "el primer suceso histórico fechado de manera exacta en la historia de la ciudad", y como tal nos lo han transmitido historiadores posteriores como Tucídides o Herodoto. Por ellos sabemos que Cilón era un noble ateniense, que se había vuelto muy popular tras vencer el diaulo (una carrera sobre una distancia de dos estadios, unos 348 metros) en la 35ª edición de los Juegos Olímpicos (640 a. C.). Después de su victoria, Cilón había tomado parte activa en la política de la ciudad y había llegado a ser arconte (el magistrado de mayor rango del gobierno de Atenas). También se casó con la hija de Teágenes, tirano de la ciudad de Mégara.

Fue quizá el ejemplo de su suegro, que había tomado el poder por la fuerza y gobernaba Mégara de manera absoluta, el que inspiró al ambicioso Cilón para intentar hacer lo mismo en Atenas. De modo que comenzó a conspirar, reuniendo un grupo de seguidores dispuestos a apoyarlo en su tentativa. Acudió incluso al célebre oráculo de Delfos, que le dijo que su conspiración tendría éxito si la llevaba a cabo durante la festividad de Zeus. Por eso, mientras la ciudad celebraba las Dipolias, la festividad en honor de Zeus Polileo, el 14 del mes de Esciroforión (a finales de la primavera) del año 632 a. C., Cilón y sus seguidores, apoyados por un grupo de soldados de Mégara prestados amablemente por Teágenes, tomaban el control de la Acrópolis como paso previo para hacerse con el gobierno de la ciudad. 

Pero a los atenienses no les gustaron las intenciones de Cilón, y mucho menos les gustó la presencia de tropas extranjeras en su ciudad. Opusieron una feroz resistencia e hicieron fracasar el golpe. Según Tucídides, Cilón y su hermano lograron escapar, buscando quizá refugio en Mégara, pero un numeroso grupo de sus seguidores se vio obligado a buscar refugio en el templo de Atenea en la Acrópolis, aprovechando su condición de recinto sagrado e inviolable. Allí permanecieron hasta que los arcontes les ofrecieron respetar sus vidas si se entregaban y aceptaban ser sometidos a juicio. Cuenta Plutarco que los acusados, para resaltar que seguían bajo la protección de Atenea, ataron una cuerda que iba desde la estatua de la diosa en el templo hasta el lugar de su juicio, pero que la cuerda se rompió y esto fue interpretado por uno de los arcontes, llamado Megacles I, como una señal de que la diosa les retiraba su protección, y a pesar de la promesa hecha, los hizo asesinar a todos.

Los atenienses consideraron inaceptables aquellas muertes, dado que pese a haber atacado la soberanía de Atenas, esos hombres se habían puesto bajo la protección de Atenea, e incluso algunos de ellos fueron asesinados al pie de los altares de las Erinias, las diosas de la venganza. Por ello Mirón de Flía acusó a Megacles I de sacrilegio y un tribunal compuesto por 300 nobles lo condenó a él y a su familia, los Alcmeónidas (llamados así por considerarse descendientes del legendario rey Alcmeón de Neleo, hijo de Poseidón) al exilio a perpetuidad. Incluso las tumbas de los miembros de la familia fueron abiertas y sus restos llevados fuera de la ciudad. Además, toda la familia fue maldecida al considerar que sus acciones habían provocado la impureza de la ciudad. Aunque la familia fue perdonada y se le permitió el regreso en la generación siguiente, bajo el gobierno del arconte Solón, la maldición se mantendría durante generaciones, aun cuando entre sus miembros se contaron destacados personajes de la historia de la ciudad como Pericles o Alcibíades.

La fosa común de Fáliro

En el 2016, durante las prospecciones arqueológicas previas a la construcción del Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos en el puerto de Fáliro, al sur de Atenas, se excavó una peculiar fosa común que formaba parte de una necrópolis más extensa. En la fosa se hallaron los esqueletos de 80 personas, todos hombres jóvenes en aparente buen estado de salud. Tenían las manos encadenadas y muchos de ellos tenían las mandíbulas abiertas, como en un gesto de dolor o sorpresa. Uno de ellos además tenía una punta de flecha en un hombro, lo que indicaría que era un combatiente. La fosa pudo ser fechada con gran precisión gracias a dos enócoes o vasijas halladas en el enterramiento, situándose entre el 650 y el 625 a. C. Las fechas coinciden, por tanto, con la asonada de Cilón, lo que ha llevado a muchos a pensar que los 80 cuerpos de la fosa son parte de sus seguidores asesinados tras haberse rendido.

martes, 8 de diciembre de 2020

Historias sorprendentes de la Segunda Guerra Mundial

Otto Carius fue un condecorado comandante de blindados del ejército alemán que a lo largo de su carrera acreditó haber destruido más de 150 tanques enemigos, la mayor parte soviéticos. Pero seguramente el blanco más sorprendente de su carrera lo consiguió a finales de 1943, cuando su tanque Tiger I logró abatir un avión soviético (probablemente un Ilyushin Il-2 Shturmovik) que atacaba su unidad, con un disparo de su cañón principal de 88 mm.
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Owen J. Baggett fue un piloto texano de la US Air Force al que se atribuye haber abatido un avión Mitsubishi A6M Zero japonés con disparos de su pistola Colt M1911 de reglamento. El suceso se habría producido el 31 de marzo de 1943, después de que el bombardero B-24 de cuya tripulación Baggett formaba parte hubiese sido derribado tras atacar un objetivo en Birmania. Bagget saltó en paracaídas y se hizo el muerto, y cuando el Zero se acercó a comprobar su estado, abrió fuego contra el piloto, alcanzándolo en la cabeza. Algunos historiadores han puesto en entredicho la veracidad de este suceso.
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Durante una reunión de altos mandos del ejército alemán celebrada en la llamada Guarida del Lobo (Wolfsschanze), el cuartel general de Hitler en Gierloz, el 18 de junio de 1944, el Fuhrer ordenó a Fritz Darges, teniente coronel de las SS y ayudante personal suyo, que se deshiciera de una molesta mosca que no dejaba de importunarle. Darges, en un rasgo de humor, dijo que, dado que se trataba de un problema aéreo, debía encargarse el coronel Nicholas von Below, enlace con la Luftwaffe, allí presente. A Hitler no le hizo ninguna gracia la broma; destituyó a Darges de su puesto y le envió a combatir al frente ruso.
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Durante la guerra en el norte de África, los conductores de tanques alemanes tenían por costumbre pisar boñigas de camello con sus blindados, creyendo que eso les daba suerte. Cuando los aliados descubrieron esa superstición, empezaron a fabricar minas antitanques con el aspecto de boñigas de camello. Cuando los alemanes descubrieron esta estratagema, empezaron a pasar por encima de boñigas que ya hubieran sido pisadas por otros tanques. ¿La respuesta de los aliados? Fabricaron minas antitanque con el aspecto de boñigas aplastadas por un tanque.
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Durante la batalla del Golfo de Leyte (23-26 de octubre de 1944) un piloto llamado Thomas C. Lupo, a bordo de un avión torpedero TBF Avenger atacó el acorazado japonés Yamato. Tras haber arrojado sobre él todas sus bombas, siguió haciendo pasadas hasta que agotó la munición de sus ametralladoras. Y cuando se hubo quedado sin balas, aún hizo varias pasadas mas arrojando desde su cabina todo tipo de objetos contra la cubierta del Yamato, entre ellos una botella de Coca Cola y una libreta de notas.
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El 11 de enero de 1944, un avión P-51 Mustang norteamericano pilotado por James Howell Howard combatió en solitario durante más de media hora contra una treintena de cazas alemanes para defender una formación de bombarderos B-17 sobre Oschersleben (Alemania), derribando seis de ellos. Incluso tras haberse quedado sin munición siguió hostigando a los aviones alemanes amenazando con embestirles.
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El piloto soviético T. Kuznetsov fue derribado cuando regresaba de un vuelo de reconocimiento en su Ilyushin Il-2 en 1942, aunque sobrevivió al choque sin apenas heridas. Para su sorpresa, un Messerschmitt Bf 109 aterrizó junto a los restos de su avión, posiblemente en busca de recuerdos. Kuznetsov aprovechó la ocasión, se subió al avión alemán y logró regresar a su base. También el piloto americano Bob Hoover logró robar un avión alemán; en su caso, estaba prisionero en un campo alemán, logró evadirse y hacerse con un Focke-Wulf Fw 190 en un aeródromo sin vigilancia.
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En 1945 el primer ministro británico Winston Churchill ordenó el desarrollo de un plan secreto para invadir la Unión Soviética justo después de la rendición alemana. El proyecto, bajo el nombre clave de Operation Unthinkable (Operación Impensable), contemplaba la movilización de tropas norteamericanas, británicas, polacas e incluso parte del ejército alemán. El plan acabó por desestimarse tras concluir que las tropas soviéticas desplegadas en Europa superaban en número a las aliadas en un ratio de 3 a 1.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Un soldado norteamericano destinado en 1944 en la isla de Peleliu (archipiélago de las Islas Carolinas) echaba tanto de menos el helado que desarrolló, con la ayuda de los mecánicos de la base aérea de la isla, un dispositivo para fabricarlo, consistente en una lata llena de leche a la que se acoplaba una batidora accionada por el viento. Este dispositivo se colgaba bajo las alas de los aviones de la base antes de partir a sus misiones. Entre el frío de las alturas y la agitación de la batidora, la leche acababa transformada en helado. De este modo, en la base se llegaban a producir cien raciones diarias de helado.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------El poeta polaco Stanislaw Jerzy Lec logró huir del campo de concentración de Tarnopol en 1943 tras matar al guardia al que habían ordenado ejecutarlo, usando la pala que éste le había dado para cavar su propia tumba. Luego se puso el uniforme del guardia y escapó del campo.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Frases de fútbol

- Péguenle a todo lo que se mueva, si es a la pelota, mejor (Nereo Rocco, entrenador, inventor del catenaccio)

- El fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso (Bill Shankly, entrenador)

- Los italianos pierden guerras como si fueran partidos de fútbol, y partidos de fútbol como si fueran guerras (Winston Churchill)

- Me he peleado con tanta gente que ya no se a quién dar la mano antes de cada partido (Roy Keane, futbolista)

- La pelota es redonda, el partido dura noventa minutos, y todo lo demás es solo teoría (Josep "Sepp" Herberger, entrenador)

- El fútbol es una guerra sin disparos (George Orwell, escritor)

- En su vida, un hombre puede cambiar de esposa, de partido político o de religión, pero no su equipo de fútbol favorito (Eduardo Galeano, escritor)

- Un hombre con ideas nuevas es un loco, hasta que esas ideas comienzan a funcionar (Marcelo Bielsa, entrenador)

- Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol (Albert Camus, escritor)

- Ganar no es lo más importante, siempre y cuando ganes (Vincent "Vinnie" Jones, futbolista)

- Nunca he marcado un gol en mi vida sin recibir un pase de otra persona (Abby Wambach, futbolista)

- Un equipo es como un reloj: si se pierde una pieza aún es bonito, pero ya no funciona igual (Ruud Gullit, futbolista)

- El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes (Arrigo Sacchi, entrenador)

- Los delanteros ganan partidos, los defensas ganan campeonatos (John Gregory, futbolista)

- El fútbol es el ballet de las masas (Dmitri Shostakovich, compositor)

- Si la televisión fuera un invento solo para transmitir fútbol, ya estaría justificado (Roberto Fontanarrosa, escritor)

- El fútbol es un juego muy sencillo. Son los jugadores los que lo hacen complicado (Gordon Stratchan, futbolista)


- Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha (Diego Armando Maradona)

domingo, 22 de noviembre de 2020

Duelo en Hide Park

Newton (Kansas), 1871


La ciudad de Newton (Kansas) nació y creció alrededor de un nudo de comunicaciones ferroviarias y pronto se convirtió en un punto estratégico para el transporte hacia la costa Este de los EEUU del ganado criado en Texas. Como era habitual en aquellos tiempos, aquella súbita prosperidad atrajo de inmediato a un gran número de personas en busca de oportunidades. Y no todas eran pacíficas ni respetuosas con la ley. Pero hubo un suceso en particular que contribuyó a extender la fama de Newton como un lugar salvaje y violento: el que sería conocido como el Duelo de Hide Park o, más gráficamente, la Matanza de Newton.

Todo comenzó el 11 de agosto de 1871 en un local llamado "Red Front Saloon" donde dos sujetos llamados Mike McCluskie, un tahúr y antiguo vigilante del ferrocarril, natural de Ohio, y Billy Bailey, un texano que ejercía de ocasional agente de la ley, comenzaron una discusión, aparentemente por cuestiones de índole política. Se habían celebrado elecciones en Newton recientemente, en las que ambos habían sido contratados como agentes para mantener el orden, y aparentemente habían tenido algún desencuentro que se prolongó más tarde en el saloon. De las palabras pasaron a los insultos y de ahí, a los puños. McCluskie echó a Bailey del local a golpes, y una vez en la calle, sacó un arma y disparó dos veces contra su rival. El segundo de los disparos alcanzó en el pecho a Bailey, que moriría al día siguiente a causa de sus heridas. Para entonces, McCluskie ya había huido de la ciudad.

Pero la fuga de McCluskie duró poco. Solo unos días después regresó a Newton, tras enterarse de que la muerte de Bailey era considerada un caso de defensa propia, a pesar de que Bailey no iba armado. McCluskie afirmó haber temido por su vida, toda vez que Bailey era un hábil pistolero que había participado en tres duelos en los que había matado a dos hombres. Pero la cosa no quedó ahí. Bailey era un tipo popular que tenía muchos amigos entre los cowboys que frecuentaban Newton, y que al conocer su muerte juraron vengarse del responsable.

El día 19 de agosto McCluskie se encontraba jugando a las cartas en un local llamado "Tuttles Dance Hall", sito en una zona de Newton conocida como Hide Park. Lo acompañaba un amigo suyo llamado Jim Martin. Poco después de la llegada de McCluskie entraron en el local tres cowboys llamados Billy Garrett, Henry Kearnes y Jim Wilkerson. Los tres eran amigos de Bailey, y los tres tenían experiencia con las armas (Garrett había matado ya a dos hombres en sendos tiroteos). Poco después entró un cuarto cowboy, un texano llamado Hugh Anderson, que se dirigió a McCluskie llamándolo cobarde y amenazándolo de muerte.

Jim Martin trató de calmar los ánimos y evitar la pelea interponiéndose entre ambos, pero fue en vano. Anderson sacó su arma y disparó contra McCluskie, hiriéndolo en el cuello. McCluskie trató de defenderse sacando a su vez su revólver, pero éste falló y entonces Anderson volvió a dispararle varias veces más, hiriéndolo de gravedad. Fue entonces cuando Garrett, Kearnes y Wilkerson sacaron también sus armas y empezaron a disparar, aparentemente para atemorizar al resto de los presentes en el local, aunque parece que alguna de sus balas llegó a alcanzar al cuerpo inerte de McCluskie. Fue entonces cuando intervino un protagonista inesperado.

Poco se sabe de los orígenes de James Riley. Se cree que había nacido en Kansas (aunque no se sabe en qué lugar con exactitud) y que tenía unos 18 años en el momento del tiroteo. Era un joven solitario del que se decía que estaba gravemente enfermo de tuberculosis. Llevaba algún tiempo en Newton, y desde su llegada Mike McCluskie lo había tomado bajo su protección, convirtiéndose en una especie de mentor para el joven, protegiéndolo e incluso enseñándole a disparar. Era frecuente verlos juntos, y aquel día también se encontraba presente en el "Tuttles Dance Hall". Nunca había estado involucrado en un tiroteo, pero cuando vio a su amigo caer acribillado por los disparos, decidió intervenir. Por eso, cuando Garrett, Kearnes y Wilkerson hubieron descargado sus armas, Riley sacó los dos revólveres Colt que solía llevar y abrió fuego, sabiendo que solo Anderson estaba en condiciones de responder.

Lo cierto es que, entre su escasa puntería y el humo de los anteriores disparos que llenaba el local, las cosas no salieron como pretendía Riley, que acabó alcanzando con sus disparos a siete personas. Cuando agotó sus balas y dejó de disparar, Garrett, Kearns y un hombre llamado Patrick Lee, que no tenía nada que ver con la pelea, habían muerto. Jim Martin, el amigo de McCluskie que había tratado de evitar el enfrentamiento, había recibido un disparo en el cuello y fallecería poco después. Anderson, Wilkerson y otro cliente estaban heridos, pero sobrevivieron. Mike McCluskie, gravemente herido, moriría a la mañana siguiente.

Riley huyó en cuanto se le acabó la munición. Abandonó Newton de inmediato y jamás se volvió a saber nada de él, pese a los intentos que se hicieron por encontrarle. Unos dicen que, dada su enfermedad, probablemente murió poco después del tiroteo. Otros, que abandonó la región y se cambió de nombre, empezando una nueva vida lejos de allí. Sea como fuere, su nombre nunca volvió a verse vinculado con otro suceso violento.

Poco después del tiroteo la justicia emitió una orden de arresto contra Anderson por el asesinato de McCluskie. Para entonces, Anderson ya había dejado Kansas para regresar a su Texas natal. Casi dos años después del incidente, el 4 de julio de 1873, Arthur McCluskie, el hermano de Mike, dio con él cuando trabajaba como barman en Medicine Lodge (Kansas), buscando venganza por la muerte de su hermano. Ambos se enfrentaron en una brutal pelea primero a tiros y luego con cuchillos. Arthur McCluskie moriría poco después a causa de sus heridas; Anderson, en cambio, se recuperó. Moriría en Lincoln County (Nuevo México) el 9 de junio de 1914, a los 62 años, al ser alcanzado por un rayo mientras conducía un rebaño de ganado.

El Duelo de Hide Park alcanzó gran fama en su época, contribuyendo a difundir la imagen de Newton como una ciudad salvaje y sin ley. "La ciudad más perversa del Oeste", llegaron a llamarla en algunos periódicos. No obstante, con el tiempo la fama del tiroteo se fue viendo oscurecida por la de otros duelos como el Duelo del OK Corral en Tombstone (Arizona) y los Cuatro Muertos en Cinco Segundos en El Paso (Texas), quizá porque en el de Kansas no intervino ninguna figura célebre del Wild West.

sábado, 14 de noviembre de 2020

Pequeñas historias (XXIII)

 El 13 de septiembre de 1985, durante unas pruebas con el misil anti-satélites ASM-135 ASAT, un avión F-15 del ejército norteamericano logró destruir un viejo satélite de observación solar fuera de uso, el P78-1, a una altitud de 555 kilómetros, siendo la única ocasión en la que un satélite ha sido destruido por un ataque desde un avión.

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La primera llamada a través de un teléfono móvil tuvo lugar el 3 de abril de 1973, cuando Martin Cooper, ingeniero de la compañía Motorola, llamó a una compañía rival para decirles que les estaba llamando con un teléfono móvil.

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El padre del célebre actor Woody Harrelson fue Charles Harrison, un asesino a sueldo y miembro del crimen organizado, condenado a cadena perpetua en 1979 por el asesinato de un juez federal en San Antonio (Texas).

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Violet Jessop fue una camarera y enfermera argentina de origen irlandés que navegó a bordo de los tres buques de la clase "Olympic": el Olympic, el Titanic y el Britannic. Estando ella a bordo, el Olympic chocó contra un crucero británico, el HMS Hawke; el Titanic chocó con un iceberg y se hundió en el Atlántico norte; y el Britannic se hundió en aguas griegas tras chocar con una mina. Jessop sobrevivió a los tres accidentes.

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Después de que en 1949 se rompieran las relaciones entre la URSS y Yugoslavia, el máximo dirigente soviético, Josef Stalin, envió en varias ocasiones sicarios para asesinar a Josip Broz "Tito", el primer ministro yugoslavo. Tito respondió a Stalin con una carta en la que le decía: "Deja de enviar gente para matarme. Ya hemos capturado a cinco, uno de ellos con una bomba y otro con un rifle... Si no dejas de enviarme asesinos, yo enviaré uno a Moscú, y no tendré que enviar a un segundo".

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El astrónomo norteamericano Percival Lowell, famoso por sus observaciones del planeta Marte y por haber predicho la existencia de Plutón, realizó en 1896 una serie de observaciones de Venus en las que describió una serie de estructuras radiales de color oscuro, lo que despertó una cierta polémica ya que la atmósfera venusiana, permanentemente cubierta de nubes, no permite ver la superficie del planeta. Ahora se cree que, dadas las características del telescopio que utilizó, en realidad lo que observó Lowell fue la sombra de los vasos sanguíneos de la retina de su propio ojo.

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Uno de los caballos más famosos del siglo XVIII fue un purasangre inglés conocido como Potoooooooo. La tradición dice que su peculiar nombre se debe a una curiosa confusión ocurrida cuando el caballo era todavía un potrillo. Su propietario, Willoughby Bertie, 4º Earl de Abingdon, tenía la intención de llamarlo "Potatoes" ("Patatas") y ordenó a uno de los mozos de la cuadra que escribiera tal nombre en el pesebre del potro. El chico, al parecer, entendió mal el nombre; en lugar de "Potatoes" creyó oir "Pot-eight-oes" ("Pot y ocho oes"), y eso fue lo que escribió en el pesebre. Bertie encontró tan hilarante la confusión que decidió que el caballo conservase ese nombre.

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En 1937 el ejército norteamericano creó la llamada "Ración D" o "Barra Logan": una barra de chocolate concebida como ración alimenticia de emergencia, con un sabor deliberadamente insípido para evitar que los soldados se la comieran en situaciones que no fueran de emergencia.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Masacre en el Neolítico

El yacimiento de  Koszyce


En el año 2011 un grupo de arqueólogos polacos descubrió en una cueva al sur de la localidad de Koszyce un enterramiento neolítico, con una antigüedad estimada de unos 5000 años. En el yacimiento se hallaron los restos de 15 individuos, casi todos mujeres, adolescentes y niños. Todos habían muerto a la vez, y de la misma manera: habían recibido una serie de violentos golpes en el cráneo. No obstante, habían sido enterrados con cuidado y respeto, e incluso habían enterrado con ellos diversos objetos a modo de ofrenda para su viaje al más allá.

El hallazgo dio lugar a numerosas especulaciones sobre su significado. Se propuso que pudieran ser muertes producidas durante algún tipo de ceremonia religiosa, o incluso de un ritual relacionado con el canibalismo. Dado el buen estado de conservación de los restos, se decidió tomar muestras de ADN y enviarlas a la Universidad de Copenhague para ser examinadas por el equipo del doctor Hannes Schroeder, experto en arqueogenética, para tratar de obtener nuevos datos. Los resultados del estudio se publicaron en 2019 en un artículo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y revelaban nuevos detalles sobre lo sucedido.

Los análisis de ADN mostraban que 14 de las 15 víctimas allí enterradas estaban emparentadas. Se trataba, pues, de un grupo familiar. La ausencia de heridas defensivas indica que no hubo lucha; probablemente fueron capturados por sorpresa y luego ejecutados. El ADN también aclaró los parentescos entre ellos; y eso permitió a los investigadores darse cuenta de un detalle: la posición de los cuerpos en la tumba no era casual. Los individuos más próximamente emparentados estaban colocados juntos. Las madres estaban junto a sus hijos, los hermanos estaban juntos. La mujer de mayor edad yacía junto a sus hijos de 5 y 15 años; otra mujer de unos 30 años estaba junto a su hija adolescente y su hijo de unos 5 años. Cuatro niños, medio hermanos (hijos del mismo padre pero de dos madres distintas, emparentadas entre si) también habían sido colocados juntos. La única mujer que no estaba emparentada con el resto estaba enterrada junto a un varón adulto joven, que se supone era su pareja. Los que habían enterrado a aquella familia los conocían bien.


Representación artística del enterramiento y esquema de las relaciones de parentesco entre los muertos


Los investigadores también señalaron la ausencia en la tumba de los hombres adultos del clan. Entre los allí enterrados solo había dos hombres adultos, y solo uno de ellos era padre de alguna de las demás víctimas. Por contra, cuatro de las cinco mujeres adultas enterradas allí eran madres de otras víctimas. Sin descartar del todo otras hipótesis, estos hallazgos llevaron a los investigadores a proponer un escenario nuevo: el clan había sido atacado por sorpresa en un momento en el que la mayoría de los hombres estaban ausentes, quizá en una partida de caza. Cuando regresaron a su campamento, hallaron los cadáveres de sus familias y habían sido ellos los que los enterraron con cuidado.

Un aspecto interesante del hallazgo era la presencia de aquella mujer ajena al grupo entre los miembros de la familia. Unido a que no se detectaron problemas de consanguinidad entre las víctimas, hace pensar que el grupo seguía una organización patriarcal y que los "intercambios de esposas" con otros clanes era algo relativamente común que prevenía el riesgo de una excesiva endogamia.

La identidad y los motivos de los atacantes sigue siendo un misterio, y probablemente nunca se sepa con seguridad. No obstante, se sabe que las víctimas pertenecían a la llamada "cultura de las ánforas globulares", que floreció entre el tercer y el cuarto milenio antes de Cristo entre las cuencas de los ríos Elba y Vístula. Cuando tuvo lugar la matanza, otra cultura vecina, la "cultura de la cerámica cordada", se encontraba en plena expansión, por lo que algunos sugieren que fue ese el desencadenante y que la familia de la cueva de Koszyce fue víctima de un ataque planificado por parte de un grupo rival que quería librarse de sus competidores.

sábado, 7 de noviembre de 2020

Ali Dia, historia de un engaño




Corría el mes de septiembre de 1996. El Southampton, uno de los equipos clásicos del fútbol inglés, había comenzado la temporada en la Premier League de manera irregular. A pesar de algún buen resultado, como una memorable victoria por 6 a 3 contra el poderoso Manchester United, a aquellas alturas del año sumaba pocos puntos y alguna derrota dolorosa, como el 7-1 encajado en su visita al Everton. Parte de esa mala racha se debía a una plaga de lesiones que azotaba al equipo y que había dejado a la plantilla muy mermada. Por eso el equipo andaba a la búsqueda de jugadores a los que fichar, aunque fuera con contratos de corta duración, de semanas o meses (algo habitual en el fútbol británico).

En esas estaban cuando el entrenador del Southampton, el escocés Graeme Souness, recibió una inesperada llamada telefónica. El que le llamaba era nada menos que el delantero liberiano George Weah, estrella del poderoso AC Milan y ganador del Balón de Oro de 1995 (sigue siendo el único jugador africano que lo ha ganado). Weah había oído que el Southampton estaba buscando jugadores y llamaba a Souness para recomendarle a uno, un delantero senegalés llamado Ali Dia, que además era primo suyo. Según le contó Weah, Dia y él habían jugado juntos tiempo atrás en el Paris Saint-Germain y luego su carrera había discurrido por las ligas francesa y alemana. Incluso había sido internacional en 13 ocasiones con la selección de Senegal. En aquel momento estaba sin equipo, tras finalizar su contrato con un club de la segunda división alemana, y por sus características, un delantero veterano (31 años) y con experiencia, Weah creía que podía ser una buena adquisición para el club.

Souness no había oído hablar en su vida de Ali Dia. Pero en aquellos tiempos pre-Internet los fichajes, sobre todo de jugadores extranjeros, se hacían a menudo basándose en referencias de terceros o informaciones periodísticas. Y aquel jugador presentaba unas referencias muy buenas, así que Souness decidió aceptarlo a prueba. Ali Dia se presentó en las instalaciones del Southampton un par de días después y de inmediato se unió al entrenamiento del equipo. A algunos de los jugadores, que solo sabían que era un jugador a prueba, les pareció que estaba un poco fuera de lugar, como si no estuviera acostumbrado a aquella clase de entrenamiento. La estrella del equipo, el delantero de Guernsey Matt Le Tissier, diría más tarde que había pensado "No es muy bueno, seguramente no lo conseguirá".

Souness había pensado poner a prueba las cualidades de Ali Dia haciéndole jugar en un partido amistoso entre el equipo reserva del Southampton y el del Arsenal que estaba previsto para esa misma semana. Sin embargo, por aquello del destino, las fuertes lluvias obligaron a cancelar el encuentro. El entrenador escocés, apremiado por las circunstancias, decidió arriesgarse; y con solo un entrenamiento, le hizo un contrato por un mes al jugador y lo convocó para el siguiente partido, que se celebraría el 23 de noviembre en el estadio de Ellan Road, frente al Leeds United.

Ali Dia comenzó el partido en el banquillo, pero no tardaría en tener su oportunidad. En el minuto 32 Le Tissier se lesionó y tuvo que abandonar el campo, siendo sustituido por Dia, que lucía el dorsal número 33. En una de sus primeras intervenciones estuvo a punto de marcar; controló bien el balón y lo golpeó con la pierna derecha con un buen gesto técnico, desviando a córner el portero. La acción dio esperanzas a los del Southampton; pero solo era un espejismo. Porque durante el tiempo que estuvo sobre el campo, quedó muy claro para todos que Ali Dia no había jugado en su vida al fútbol, al menos de manera profesional. Souness llegaría a decir más tarde que verlo jugar había sido como recibir "una patada en los testículos" y Le Tissier que parecía "Bambi sobre el hielo. Daba un poco de vergüenza verlo. Su actuación fue casi cómica. Es como si no supiera realmente que tenía una posición. Iba vagando por todos lados"

Finalmente, tras 50 minutos, Souness acabó por sacarlo del campo, justo después de que el Leeds marcara su primer gol, dando entrada al defensa holandés Kenneth Monkou. El partido terminaría con victoria del Leeds por 2 a 0.

De lo que ocurrió después con Ali Dia hay dos versiones. Una dice que, al día siguiente del partido, llamó al club alegando que estaba lesionado, y nunca volvió a presentarse en sus instalaciones. Según la otra, aún volvería a entrenarse con el equipo e incluso participó en un partido amistoso entre el equipo reserva del Southampton y el del Chelsea. Sea como fuera, lo cierto es que el club no tardó en rescindir su contrato, poniendo fin a aquel dislate.

Souness estaba perplejo. No entendía como un jugador con tan buenas referencias como Ali Dia podía haber resultado ser un fiasco de tal magnitud. Por eso decidió telefonear a George Weah para confirmar todo lo que él le había contado previamente. Pero cuando por fin pudo hablar con él, se llevó una desagradable sorpresa. Weah no tenía ni idea de lo que le estaba contando. Él nunca había llamado a Souness, no conocía a ningún jugador llamado Ali Dia y, por supuesto, no era primo suyo. Del mismo modo, la federación senegalesa de fútbol también negó conocer al jugador ni tener constancia de que hubiera sido internacional con Senegal en ninguna categoría. Fue entonces cuando el entrenador escocés se dio cuenta del engaño del que había sido víctima.

En realidad, según se sabría más tarde, quien había hecho la llamada a Souness haciéndose pasar por George Weah había sido un estudiante, compañero de Ali Dia en la universidad de Northumbria, donde el senegalés estudiaba Economía. Era cierto que tenía una larga carrera como futbolista en Francia, Alemania y Finlandia, pero siempre en equipos amateurs o semiprofesionales, y jugando muy pocos partidos. En Inglaterra, antes del Southampton, había estado en un equipo amateur, los Blyth Spartans, donde solo había jugado un partido (como suplente). El entrenador de los Spartans, Peter Harrison, no salía de su asombro cuando, esa noche, vio en los programas deportivos el debut en la Premier del que hasta hacía poco era su jugador. Con el tiempo, Graeme Souness acabaría por intentar quitar trascendencia al caso: "La idea de que fuimos estafados no podía estar más lejos de la verdad. Sabíamos que no era lo suficientemente bueno para la Premier, pero estábamos desesperados".

Tras rescindir su contrato con el Southampton, Dia fichó por otro equipo de categoría regional, el Gateshead. En su presentación calificó todo el asunto de su fichaje por el club de Hampshire como "un malentendido". Con el Gateshead jugaría apenas ocho partidos antes de rescindir contrato en febrero. La temporada siguiente tuvo un efímero paso por otro club amateur, el Spennymoor United, tras lo cual puso fin a su carrera como futbolista. A partir de ahí, es poco lo que se ha sabido de él. Se graduó en Económicas en la Universidad de Northumbria en 2001, y luego cursaría un Máster en la San Francisco State University (EEUU). Posteriormente trabajaría en G02 Football Representation, una agencia de representación de futbolistas. También tuvo un hijo, Simon, que a diferencia de su padre si consiguió ser futbolista profesional (actualmente juega en la liga tailandesa).

En 2016 Ali Dia concedió una entrevista al portal deportivo Bleacher Report. En ella se mostraba contrariado por la manera en la que había sido tratado a raíz del partido de Leeds y negaba haber participado en ningún engaño. También afirmaba que se había entrenado durante un mes con el Southampton antes del partido ante el Leeds (algo que no era cierto) y que había jugado con el Paris Saint-Germain entre 1986 y 1988 (algo que el club parisino niega).

Los aficionados del Southampton recuerdan a Ali Dia con una mezcla de aprecio y burla. En su día llegaron a componer un cántico dedicado a él que decía "Ali Dia is a liar, is a liar" ("Ali Dia es un mentiroso, es un mentiroso") y su camiseta con el número 33 a la espalda aún se vende por Internet.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Van Halen y los M&M's marrones



Es algo relativamente común que, antes de dar un concierto, músicos famosos (y otros que no lo son tanto) presenten a los organizadores una lista de peticiones de lo más variopinto para ellos y sus acompañantes. Estas curiosas exigencias pueden estar referidas al tipo y cantidad de comida y bebida a disposición de los músicos, al tamaño y decoración de sus camerinos, al número de personas a su disposición... No hay prácticamente límite para las excentricidades que son capaces de pedir las estrellas de la música. Así, Mick Jagger exige en su camerino un espacio de 10x3 metros para hacer ejercicio; Beyoncé pide tres camerinos diferentes para peinarse y maquillarse, además de vino blanco y papel higiénico de seda roja; Justin Bieber prohíbe que nadie le hable mientras está en la zona de los camerinos; y Madonna exige que todos los inodoros que utilice sean nuevos a estrenar, y sean posteriormente destruidos una vez los haya usado.

El grupo de rock Van Halen, liderado por los hermanos Eddie (recientemente fallecido) y Alex Van Halen, también tenía su lista de exigencias. Y entre ellas, se hizo muy popular una que parecía especialmente excéntrica. Dicha cláusula, que se incluía en todos los contratos de la banda, establecía que en el backstage de los conciertos habría a disposición del grupo un cuenco lleno de chocolatinas M&M's. Con una salvedad: no podía haber ninguno de color marrón; todos los M&M's marrones debían de ser retirados antes de la llegada del grupo. Y para demostrar la importancia que para ellos tenía esta petición, en el contrato se especificaba que, si el grupo encontraba chocolatinas de ese color, tenía el derecho de suspender su actuación de manera unilateral cobrando íntegramente el importe acordado.


La extraña petición pronto se hizo famosa, generando multitud de teorías acerca del motivo de esta aparente aversión del grupo por los M&M's marrones, pero el grupo jamás habló sobre ello. Con el tiempo, la gente acabó por aceptarlo como una rareza más de un grupo de caprichosas estrellas de la música. Sin embargo, si que había una razón para esta petición. Una razón mucho menos frívola y caprichosa de lo que muchos sospechaban.

El cantante del grupo, David Lee Roth, explicó el motivo en una entrevista en 2012. A finales de los años setenta y principios de los ochenta, Van Halen mantuvo una actividad frenética, llegando a celebrar un centenar de conciertos en un año. Se trataba además de conciertos de una gran complejidad técnica, en los que el grupo desplegaba una gran cantidad de material; solía viajar con hasta nueve camiones cargados de equipos de sonido, iluminación, etc. cuando la mayoría de grupos similares viajaba con dos o tres. Obviamente, un montaje de esta magnitud no podía instalarse en un lugar cualquiera. Por eso el grupo entregaba a los organizadores de sus conciertos un complejo manual de especificaciones técnicas acerca de como tenía que ser la instalación para el concierto, indicando con mucha precisión aspectos como el número de tomas de corriente, el voltaje, el tamaño del escenario... Un manual al que el propio Roth comparaba con un ejemplar de una guía de teléfonos china, por lo grueso que era y por lo complicado que era de leer.

No era un asunto baladí. Dada la enorme cantidad de material que el grupo manejaba en sus conciertos, necesitaba que se siguieran al pie de la letra sus especificaciones, no solo para que el concierto tuviera la espectacularidad que deseaban, sino también para evitar posibles accidentes que pudieran herirlos, a ellos o a su equipo, por culpa de un montaje defectuoso. Pero ¿cómo comprobar que los encargados habían leído el pliego de condiciones técnicas y evitar tener que revisar la instalación entera antes de cada concierto para asegurarse de que todo estaba bien? Y entonces se les ocurrió introducir a modo de salvaguarda la cláusula de los M&M's. Una especie de "cláusula trampa" para asegurarse de que los organizadores habían leído con atención el contrato. Si el grupo llegaba al backstage y encontraba algún chocolate marrón, era para ellos una prueba fehaciente de que los organizadores no habían leído el contrato entero o no le habían prestado la debida atención. De ese modo, pedían a su equipo que hiciera una revisión exhaustiva de la instalación, porque lo más probable era que encontraran en ella algún defecto técnico que subsanar antes de la actuación.

Y aunque lo normal era que se siguieran sus instrucciones al pie de la letra, hubo ocasiones en las que, efectivamente, el grupo descubrió que los organizadores de sus conciertos no habían leído con suficiente atención sus especificaciones técnicas. En una de ellas, tras encontrar M&M's marrones en el cuenco antes de un concierto en Colorado, David Lee Roth entró en cólera y causó destrozos por valor de varios miles de dólares en el mobiliario e instalaciones del concierto. A algunos les pareció una reacción exagerada, pero durante el concierto, celebrado en una pista de baloncesto, la mala instalación provocó que parte de la pista se hundiera, causando daños por valor de 80000 dólares.

Aún hoy en día se siguen usando las llamadas "cláusulas Van Halen": peticiones aparentemente absurdas cuyo verdadero objetivo no es otro que asegurarse que el contrato en el que se incluyen ha sido leído con atención en todos sus puntos.



domingo, 25 de octubre de 2020

Cyrano de Bergerac

Hercule-Savinien de Cyrano, Cyrano de Bergerac (1619-1655)


Nació en París el 6 de marzo de 1619, hijo de Abel de Cyrano, un acomodado abogado del Parlamento, y Espérance Bellange, perteneciente a la pequeña nobleza francesa. En la pila bautismal le fue impuesto el nombre de Hercule-Savinien de Cyrano, aunque como pasó parte de su infancia en el pueblo de Bergerac, en la región de la Nueva Aquitania, donde su abuelo poseía una propiedad, solían añadir el nombre de la localidad al suyo.

Desde niño mostró un carácter insolente y descarado. Tuvo como preceptor a un párroco cuyas clases desatendía hasta tal punto que su padre, harto, le envió a París a estudiar en el prestigioso Colegio de Beauvais, donde sin embargo tampoco fueron capaces de enderezarlo. Con 19 años se alistó en el ejército, ingresando en el Régiment des Gardes Françaises, uno de los cuerpos de élite del ejército francés, con el que tomaría parte en la Guerra de los Treinta Años. Participó en los sitios de Mouzon y Arras; en este último fue herido en la garganta, lo que al final le obligaría a dejar la milicia, tras solo dos años como soldado. No obstante, ese escaso tiempo le había bastado para hacerse notar, no solo por su valor en combate, sino por las múltiples peleas y duelos en los que se había visto envuelto.

De vuelta a París, retoma sus estudios aprendiendo retórica en el colegio de Lisieux, y filosofía con el sacerdote Pierre Gassendi. Y a la vez, se embarca en una vida disoluta de alcohol, juego y sexo, frecuentando los barrios bajos de París. Con ese estilo de vida, no tarda en despilfarrar el poco dinero del que dispone, obligándolo a buscar la manera de ganarse la vida, toda vez que su padre, al tanto de sus costumbres licenciosas, rechaza una y otra vez sus peticiones de dinero. Es por esta época en la que Cyrano comienza a publicar algunas obras literarias. Durante un tiempo vivió en casa del poeta Charles Coypeau de Assoucy, del que probablemente fue amante y con el que acabaría enemistado más adelante, hasta el punto de llegar a amenazarlo de muerte y publicar una corrosiva sátira sobre él, titulada Contra un ingrato.

La suerte de Cyrano cambia cuando, en enero de 1648, su padre fallece. Al haber muerto sus tres hermanos mayores (Denis, Antoine y Honoré), y haber ingresado en un convento su hermana menor Catalina, la herencia de Abel de Cyrano se reparte únicamente entre Savinien y su hermano menor, Abel II, quien recibe los títulos familiares. De esta forma, nuestro protagonista entra en posesión de una respetable fortuna que le permite, sin abandonar su estilo de vida, dedicarse con mayor tranquilidad a la escritura.

Así, en 1649 aparecen las Mazarinadas, criticando la figura y la política del primer ministro francés, el cardenal Mazarino, aunque más tarde renegaría de ellas y se convertiría en defensor del cardenal. Y en 1653 se estrena, con gran escándalo, La muerte de Agripina, una tragedia en cinco actos en la que se burla de la misma existencia de Dios. En 1654 se publica El pedante engañado, en la que parodia sin piedad a Jean Grangier, director del colegio de Beauvais donde había estudiado, y también sus Lettres, una recopilación de cartas enviadas a distintas personas de temática y estilo muy variados.


En 1654 resulta herido de gravedad en un confuso incidente en casa de su mecenas y protector, el Duque de Arpajon, supuestamente al caerle encima una viga de madera. No obstante, documentos de esa época sugieren que pudo tratarse de un intento de asesinato llevado a cabo por alguno de los muchos enemigos que su carácter pendenciero y su pluma afilada le habían creado. Tras el incidente es socorrido por su hermana Catalina, madre superiora del convento parisino de las Hijas de la Luz, y por su primo Pierre, al que le unía una profunda amistad desde su infancia y en cuya casa es acogido, y donde moriría un año más tarde, el 28 de julio de 1655, debido a las secuelas de sus heridas y a una enfermedad no especificada, que muy bien pudiera haber sido sífilis. Y aunque su tumba "oficial" está en el célebre cementerio de Pere Lachaise, documentos hallados en 1911 señalan como lugar de su entierro una iglesia del distrito de Sannois, donde se encontraba la casa en la que murió.

Póstumamente se publicaría la más famosa de sus obras, El otro mundo. El manuscrito original de la obra había sido entregado por el propio Cyrano a su amigo íntimo Henry Le Bret, el cual, tras revisarlo y eliminar algunas partes que le parecían demasiado polémicas, lo publicó en dos partes: Historia cómica de los Estados e imperios de la Luna (1657) e Historia cómica de los Estados e imperios del Sol (1662). En ellos, Cyrano narra un viaje fantástico en una nave voladora a los reinos de la Luna y el Sol, donde conoce a sus habitantes y sus costumbres, algunas similares a las de los humanos y otras completamente opuestas, lo que le sirve para criticar y satirizar las creencias de la época. También de manera póstuma se publicarían Los comentarios agudos (1662), una recopilación de juegos de palabras de intención principalmente cómica, y El fragmento de Física (1662), el esbozo de un tratado de Física que nunca llegó a concluir.


Pese a morir con solo 36 años, su figura y su obra influirían notablemente en posteriores autores como Molière. Su figura vería su popularidad aumentada cuando, en 1897, el dramaturgo francés Edmond Rostand estrenaría su obra más popular, Cyrano de Bergerac, donde, mezclando realidad y ficción, presenta al personaje como un hombre valiente y culto, pero acomplejado por el tamaño de su nariz (uno de los rasgos físicos más distintivos del verdadero Cyrano, el cual llegó a referirse a ella como "península de la que podrían botarse barcos"), enamorado de su prima Roxane pero sin atreverse a declararle su amor; en lugar de ello, ayuda a su amigo Christian, atractivo pero mucho menos elocuente que él, a conquistarla. El éxito de la obra fue tan rotundo, con múltiples versiones tanto teatrales como cinematográficas, que con el tiempo el personaje teatral acabó por suplantar en el imaginario popular al verdadero Cyrano.

lunes, 19 de octubre de 2020

El awamori

Awamori


En la isla japonesa de Okinawa se elabora desde hace siglos un licor tradicional llamado awamori. La historia de esta bebida, también conocida como shima-zake o "sake isleño" se remonta al siglo XV, cuando la técnica del destilado llegó a Okinawa procedente de Tailandia. Hasta entonces las bebidas alcohólicas, como el sake, se elaboraban únicamente por fermentación.

Hubo un tiempo en el que el awamori se fabricaba a partir de distintos cereales, como el mijo, pero con el tiempo acabó por emplearse únicamente arroz. Se diferencia de otros destilados de arroz, como el shōchū, en que el awamori utiliza como materia prima el arroz tailandés de grano largo triturado (el shōchū se fabrica a partir del arroz japonés de grano corto). Además, el shōchū emplea como fermento el hongo kōji blanco (Aspergillus kawachii) y amarillo (Aspergillus oryzae), mientras que el awamori emplea el kōji negro (Aspergillus awamori), originario de Okinawa. Otra diferencia es que mientras el awamori requiere una única fermentación, el shōchū emplea dos fermentaciones.

Tradicionalmente, el awamori tiene una graduación alcohólica de entre 30 y 43º, aunque el que se consume fuera de Okinawa suele tener una graduación de 25º. La costumbre local es beberlo con hielo y agua, de ahí que en Okinawa sea común servirlo acompañado de una botella de agua y un recipiente con hielo. También se puede tomar solo, con hielo o en cóctel.

Bodega de envejecimiento de awamori en Okinawa


El awamori también puede ser envejecido, recibiendo el nombre de kusu. Para que un awamori puede ser denominado de esta manera se requiere que más del 50% haya envejecido al menos tres años en vasijas de barro en bodegas bajo tierra, aunque si se hace constar una edad específica todo el contenido del recipiente debe haberse añejado ese tiempo. Antes de la Segunda Guerra Mundial existían en Okinawa reservas de kusu de 200 y 300 años, pero resultaron destruidas en los violentos combates sucedidos durante la ocupación de la isla por las tropas aliadas entre abril y junio de 1945.

Durante algún tiempo el awamori fue un licor poco apreciado, e incluso hasta abril de 1983 era etiquetado como "shōchū de segunda clase". Desde entonces es comercializado como "awamori auténtico" y ha crecido en prestigio y reconocimiento, hasta el punto de que ya se comercializa en EEUU y Europa. Entre los siglos XV y XIX era habitual que se enviaran partidas de awamori como tributo a los reinos de Japón y China.

Hanazake


En la diminuta isla de Yonaguni, la más oriental de las islas del Japón, a unos 480 kilómetros al suroeste de Okinawa y con menos de 1700 habitantes, se elabora una variante del awamori conocida como hanazake (licor de flor). Esta variedad, más fuerte que el awamori original (alcanza una graduación de 60º) se empleaba originariamente en ceremonias religiosas y suele consumirse solo. Solo se produce en tres pequeñas destilerías artesanas (Donan, Yonaguni y Maifuna).

El origen etimológico de la palabra awamori parece ser la unión de los términos awa (泡), que significa "burbuja" y "mori (盛), que significa "hincharse", y haría referencia a las burbujas producidas durante el proceso de destilado del licor. Otros sugieren que derivaría de la palabra "awa" (粟), "mijo", uno de los cereales utilizados originalmente para producir el awamori, antes de que se pasara a emplear exclusivamente arroz.

sábado, 10 de octubre de 2020

El robo del City Bank de Nueva York de 1831

El City Bank en la década de 1830, sito en el número 55 de Wall Street


La mañana del 30 de marzo de 1831 los empleados del City Bank (embrión de lo que con el paso de los años se convertiría en Citibank) situado en la neoyorkina Wall Street se llevaron una desagradable sorpresa al llegar al banco y descubrir que había sido asaltado durante la noche. Ninguna puerta ni ventana había sido forzada, pero los cajones abiertos y las cajas vacías daban buena fe de la actividad de los ladrones. Y tras hacer un rápido recuento, el banco echó en falta más de 245000 $ en bonos, billetes y monedas de oro, una auténtica fortuna equivalente a unos 50 millones de dólares de los de hoy.

Muy pronto las noticias del robo llegaron a oídos de Jacob Hays, alguacil mayor de la ciudad. Hays es una figura mítica de las fuerzas del orden en Norteamérica; nombrado jefe de policía en 1802, con apenas 30 años, se mantendría en el cargo durante décadas y es considerado por muchos como el primer detective que tuvo la ciudad. Aunque en un primer momento hubo quien sugirió que, dada la limpieza y eficacia con las que había sido llevado a cabo el robo, este debía haber sido cometido por alguno de los empleados, Hays estaba seguro de que el responsable era un criminal con experiencia. Es más, él ya tenía a un sospechoso principal: James Honeyman, un conocido delincuente de origen británico, al cual había arrestado poco tiempo atrás por un robo en una tienda de Brooklyn, aunque Honeyman había quedado en libertad por falta de pruebas. De hecho, Hays llegó a ordenar un registro en el apartamento de Division Street donde Honeyman vivía con su esposa y sus dos hijos, sin resultado.

Jacob "Old Hays" Hays (1772-1850)
Jacob "Old Hays" Hays (1772-1850)

Unos días más tarde, el casero de una casa de huéspedes del Lower Manhattan acudió a la oficina de Hays para denunciar el extraño comportamiento de uno de sus huéspedes. El sujeto, que había alquilado una habitación unos días antes bajo el nombre de Jones, había despertado las sospechas del casero por su actitud huidiza, por sus continuas idas y venidas, y también por tres pesados cofres de madera que el casero le había ayudado a llevar a su cuarto, y en los que sospechaba que se escondía el botín del robo.

Lo cierto es qu por aquellos días, ante la gran repercusión del robo (y también por la recompensa de 5000 $ ofrecida por el banco a cualquiera que facilitara información que permitiera recuperar el dinero robado), las fuerzas de la ley recibían numerosas denuncias parecidas sobre sujetos sospechosos. Pero algo en el relato del casero llevó a Hays a interesarse por él. Decidió hacer unas discretas averiguaciones y cuál sería su sorpresa al descubrir que el tal Jones no era otro que el mismísimo Honeyman. Convencido de que allí estaba la respuesta, esperó a que Jones/Honeyman saliera de la habitación para registrarla. Aunque en un principio no halló nada, por insistencia del casero registró los famosos cofres de madera y halló escondidos en ellos 185718 dólares. Era toda la evidencia que Hays necesitaba: cuando Honeyman regresó a su habitación, varias horas más tarde, se encontró al alguacil esperándolo, quien lo arrestó, lo esposó y lo condujo ante un juez.

Una vez arrestado, Honeyman no tuvo problemas en admitir el robo y confesar como lo había hecho. Él y su cómplice habían hecho moldes de cera de las cerraduras del banco, que les habían servido para fabricar unos duplicados de las llaves con los que habían entrado sin problemas, aprovechando la noche. Habían cogido todo el dinero que habían podido llevar y se habían marchado ocultando bajo sus amplias capas las bolsas con el botín. Honeyman en un principio no confesó la identidad de su socio, pero cuando su casero describió a un hombre al que había visto en varias ocasiones acompañando a Honeyman, Hays identificó sin dudarlo a William J. Murray, un colaborador habitual suyo. Ambos se habían conocido años atrás siendo huéspedes involuntarios de la colonia penal británica de Botany Bay (Australia), de donde habían logrado escapar y regresar a Gran Bretaña, antes de buscar nuevos horizontes en los Estados Unidos.


Pero cuando quisieron buscarlo, Murray, alertado por el arresto de Honeyman, se había esfumado, y su socio no quiso decir a las autoridades donde se había ocultado. A todo esto, como todavía no se había recuperado una parte importante del dinero robado, hubo quien empezó a extender el malicioso rumor de que Hays se había guardado lo que faltaba. Enterado del rumor, Hays se sintió profundamente ofendido y se dedicó con todo su empeño a cerrar el caso. Y así, en septiembre de ese año, un hombre apellidado Parkinson fue arrestado tras intentar canjear en el City Bank varios billetes que uno de los cajeros reconoció como parte de lo robado meses atrás. Hays averiguó que Parkinson era cerrajero y además era cuñado de Honeyman. Tras ser interrogado, admitió que había sido él el que había fabricado los duplicados de las llaves del banco con los que se había cometido el robo y que Honeyman le había pagado 37000 dólares. Finalmente, las autoridades no presentaron cargos contra Parkinson a cambio de que devolviera el dinero (que fue encontrado en su tienda, oculto en un escondrijo bajo las tablas del piso) y de su colaboración para localizar a Murray, del cual Parkinson solo sabía que se ocultaba en Philadelphia. Finalmente, casi un año después del robo, Hays localizaba y arrestaba a Murray y recuperaba otra parte del botín, que Murray había enterrado bajo un árbol.

Doblón español de oro 

El arresto de Murray y la recuperación de la mayor parte de lo robado acallaron los rumores contra Hays. Hay que decir que, cuando Honeyman y Murray, ya encarcelados, supieron de las acusaciones contra Hays, se mostraron escandalizados y declararon al New York Post que era imposible que Hays se hubiera quedado con dinero alguno, ya que lo que no se había recuperado estaba oculto "en un lugar más allá del alcance de Hays". Y de hecho, una parte de lo robado jamás llegó a aparecer, incluyendo varios miles de dólares en billetes y casi 400 doblones españoles de oro.

Honeyman y Murray serían condenados a cinco años de trabajos forzados en el célebre penal de Sing Sing. Hays seguiría siendo alguacil mayor varios años más. Moriría en 1850, entre la admiración y el agradecimiento de sus conciudadanos por sus servicios.

El robo del City Bank aún se menciona, erróneamente, como "el primer robo a un banco de la historia de los Estados Unidos", aunque no lo fue; ya en septiembre de 1798 un avispado ladrón se había llevado más de 160000 dólares que el Banco de Pennsylvania guardaba en el histórico Carpenter's Hall de Philadelphia.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Los mejores 45 minutos de la historia del deporte

James Cleveland "Jesse" Owens (1913-1980)


La Big Ten Conference es la más antigua de las conferencias deportivas universitarias de los Estados Unidos. Fundada en 1896 por diez universidades, en la actualidad tiene catorce miembros de pleno derecho (las universidades de Indiana, Maryland, Michigan, Michigan State, Ohio State, Pennsylvania State, Rutgers, Illinois, Iowa, Minnesota, Nebraska, Northwestern, Purdue y Wisconsin), mas dos asociadas (Notre Dame y la John Hopkins de Baltimore) que compiten en 28 deportes.

El 25 de mayo de 1935 se celebraron en el estadio de Ferry Field, en Ann Arbor (Michigan), las competiciones atléticas de la Big Ten Conference de ese año. Los asistentes a aquella competición no sospechaban que iban a ser testigos de una hazaña deportiva difícilmente igualable, a la que con el tiempo acabarían llamando "los mejores 45 minutos de la historia del deporte".

Entre los participantes de aquel año había un estudiante afroamericano de segundo año de la universidad de Ohio State llamado James Cleveland Owens, aunque todo el mundo le llamaba Jesse por la manera que tenía de pronunciar su apodo familiar, JC, con su fuerte acento sureño. Había nacido en Alabama, en el seno de una humilde familia de diez hermanos que se había trasladado a Ohio en busca de mejores oportunidades cuando Jesse todavía era un niño. Dadas las estrecheces económicas de la familia, Jesse había empezado a trabajar desde muy joven para ayudarlos. Sin dejar de asistir a la escuela, había sido repartidor, había descargado mercancías y reparado calzado, pero a pesar de todo había logrado graduarse en el instituto y matricularse en la universidad.


Owens era una de las estrellas del equipo de atletismo de la universidad; llegaría a ganar ocho títulos individuales de la NCAA entre 1935 y 1936, un hito que solo sería igualado por Xavier Carter en 2006. Sus habilidades atléticas ya habían llamado la atención en 1933 cuando, estando todavía en el instituto, había igualado el record mundial de las 100 yardas, establecido en 9'4 segundos, y saltado 7'56 metros, a apenas 40 centímetros del record mundial. A pesar de ello, debido a su raza eso no le suponía ninguna ventaja. No tenía derecho a becas, por lo que tenía que seguir trabajando a tiempo parcial (la ayuda económica de su familia había sido necesaria para poder matricularse) para pagar sus clases y mantener a su hija, Gloria, nacida en 1932. Tenía que vivir fuera del campus, como los demás alumnos negros, y cuando viajaba con el equipo de la universidad tenía que comer y dormir aparte de sus compañeros blancos, en establecimientos "solo para negros".

Owens llegaba con muchas dudas al campeonato. Solo cinco días antes se había caído por las escaleras de su dormitorio, a resultas de lo cual sufría de intensos dolores en la parte baja de la espalda, hasta el punto de que necesitó ayuda para subir y bajar del coche en el que viajó hasta Ann Arbor con varios compañeros. En el estadio tomó un largo baño caliente de más de 30 minutos como último recurso para tratar de aliviar el dolor. Su entrenador Larry Snyder no estaba convencido de dejarle participar, pero Owens quería competir a pesar de todo, y llegaron a un acuerdo: decidirían si participaba antes de cada competición, dependiendo de su condición física.

La primera prueba a la que se enfrentó fue la carrera de 100 yardas, celebrada a las 15:15. Sin haber podido calentar o hacer estiramientos, Owens contaría más tarde cómo cuando se dispuso a correr el dolor había desaparecido, "como si fuera un milagro". Owens hizo una carrera apoteósica y venció con holgura con un tiempo oficial de 9'4 segundos, igualando el récord mundial. Hay que señalar que por aquel entonces había varios encargados de cronometrar los tiempos de la carrera, y que la mayoría de ellos atribuyeron a Owens un tiempo de 9'3 segundos, pero las normas del torneo estipulaban que a cada corredor se le concedería el más lento de los tiempos que le atribuyeran. Por eso Owens igualó y no superó el récord de las 100 yardas (que tardaría trece años en ser superado).

La siguiente competición fue el salto de longitud. A las 15:25 Owens se dispuso a saltar sabiendo que solo dispondría de un intento, porque la siguiente prueba estaba a punto de comenzar y no tendría tiempo para otro. No necesitaría más. Porque en ese único intento, el atleta voló para lograr una asombrosa marca de 8 metros y trece centímetros, superando en quince centímetros el record mundial en posesión del japonés Chuhei Nambu. Esa marca permanecería como record mundial durante 25 años, hasta que Ralph Boston saltó 8'21 metros en 1960, y le habría valido a Owens un sexto puesto en las Olimpiadas de Río de Janeiro de 2016, 81 años más tarde.


Menos de diez minutos más tarde, a las 15:34, Owens estaba en la línea de salida de la siguiente prueba, las 220 yardas. Esa era la distancia que se corría por aquel entonces en Estados Unidos en lugar de los 200 metros, aunque las federaciones atléticas solían ajustar los tiempos de una prueba con otra (lo normal era restarle al tiempo de las 220 yardas 0'1 segundos, ya que 220 yardas son 201'16 metros) para hacer equivalentes los registros. De nuevo, Owens se mostró tan superior a sus rivales que algunos de los asistentes comentaron luego que parecía haber corrido solo. Se hizo con la victoria con un tiempo de 20'3 segundos, rebajando la plusmarca existente en tres décimas de segundo, y haciéndose así con los record mundiales de 220 yardas y 200 metros.

El broche de oro de aquella tarde se produjo a las 16:00 con la última prueba en la que iba a participar Owens: las 220 yardas vallas, una distancia hoy en desuso, pero que por aquel entonces formaba parte (o su equivalente, los 200 metros vallas) del programa de muchas reuniones atléticas e incluso de algunos Juegos Olímpicos como los de París. Y una vez más, ante miles de aficionados entusiasmados por lo que estaban viendo (entre 5000 y 10000, dependiendo de las fuentes) Owens venció con una facilidad pasmosa, con un tiempo de 22'6 segundos (era la primera vez que nadie bajaba de los 23 segundos en esa prueba) y sacándole al segundo cinco metros de ventaja. Otros dos records mundiales para Owens.


En apenas 45 minutos, Jesse Owens había superado cinco records mundiales e igualado un sexto. Una hazaña nunca vista en los anales de la historia del atletismo. Tuvo que huir de los vestuarios a través de una ventana para evitar a los cientos de aficionados que le esperaban para felicitarle. "Los 45 mejores minutos de la historia del deporte", los llamarían más tarde, o "la mayor empresa de la historia del atletismo desde 1850", como lo definiría en 2005 el profesor de la Universidad de Florida Central Richard C. Cepreau, profesor de Historia del Deporte. Tras esta proeza, Owens se convertiría en el deportista negro más famoso de los Estados Unidos, junto al boxeador Joe Louis, y apenas un año más tarde volvería a hacer historia logrando cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín.