- ... el trinitrotolueno (TNT) fue utilizado durante décadas como colorante industrial (naranja) antes de descubrirse su potencial explosivo?
- ... "aguacate" procede de la palabra nahuatl "ahuácatl", que significa "testículo"? ¿Y que "whisky" procede del gaélico "uisge beatha", que significa "agua de vida"?
- ... al contrario de lo que estamos habituados a ver en numerosas películas, los vikingos jamás usaron cascos con cuernos?
- ...una ley francesa de 1800 prohibía a las mujeres parisinas llevar pantalones?
- ...Billy the Kid, el legendario pistolero del salvaje oeste, nació y vivió hasta su adolescencia en Nueva York?
- ...el hígado de oso polar tiene una concentración de vitamina A tan elevada que resulta letal para el ser humano?
- ...durante la Primera Guerra Mundial las autoridades francesas prohibieron la fabricación y venta de absenta, alarmados por la escasa combatividad de los soldados aficionados a dicho licor?
- ...el tiburón toro (Carcharhinus leucas) es capaz de adaptar su metabolismo para sobrevivir largas temporadas en agua dulce? Se han capturado tiburones toro en el Amazonas a su paso por la ciudad peruana de Iquitos, es decir, ¡a más de 3500 kilómetros de su desembocadura!
- ...de los 27 satélites conocidos del planeta Urano, 24 llevan nombres de personajes de obras de William Shakespeare? Las tres excepciones son Ariel, Belinda y Umbriel, que deben su nombre al poema The rape of the lock, de Alexander Pope.
- ...las jóvenes espartanas casaderas luchaban desnudas entre ellas para que los jóvenes guerreros solteros pudieran elegir a la esposa de su gusto?
- ...el chocolate es tóxico y potencialmente letal para los perros, los gatos, los cerdos y los caballos? La culpa la tiene la teobromina, un alcaloide presente en el cacao y que estos animales metabolizan a muy baja velocidad, permitiendo que se acumule en el hígado. La gravedad de la intoxicación depende de la cantidad de chocolate ingerido, de su pureza y del tamaño del animal.
- ...cuando en 1845 Edgar Allan Poe publicó su relato La verdad sobre el caso del señor Valdemar, mucha gente creyó que se trataba de la narración de un hecho real, e incluso el relato fue publicado en una revista médica británica y editado como si fuera verídico en forma de folleto por seguidores del mesmerismo?
sábado, 18 de junio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
Tumbas perdidas (II)
Atila
El azote de Dios, como lo llamaron los europeos, murió en el 453, de una hemorragia sufrida durante la noche de bodas tras su matrimonio con una princesa germana llamada Ildico. Su cuerpo fué depositado en tres ataúdes de hierro, plata y oro, y enterrado en un lugar secreto por varios de sus hombres más fieles, acompañado de grandes riquezas. Los que tomaron parte en el enterramiento se suicidaron o fueron asesinados para que no revelasen el lugar. Otra teoría sitúa su lugar de enterramiento en el lecho del río Tisza (Hungría), que fué desviado exclusivamente para el enterramiento.
Alarico
Alarico, rey de los visigodos y saqueador de Roma en el 410, no pudo disfrutar demasiado de su triunfo, ya que la malaria acabó con él apenas unos meses después. Como sus hombres querían garantizarle un descanso tranquilo por toda la eternidad, hicieron desviar el curso del río Busento. En su cauce seco excavaron una tumba donde depositaron el cadáver y una inmensa cantidad de riquezas. Luego, rompieron los diques permitiendo que el río volviera a correr por su cauce. Por último, para conservar en secreto el lugar del enterramiento, mataron a todos los esclavos que habían trabajado en su construcción.
Qin Shi Huang
El caso de la tumba del emperador que unificó China es bastante peculiar. Desde hace tiempo se conoce su localización, aunque todavía no ha sido hallada la cámara funeraria.
La tumba está a unos 30 kilómetros de la ciudad de Xian, en una enorme necrópolis que incluye otras 180 tumbas. Se trata de una monumental construcción subterránea de más de dos kilómetros cuadrados (no en vano su construcción se prolongó 38 años, y cuando el emperador murió, en el 210 a.C., los trabajos continuaban). Se ha hecho popular además por el ejército de soldados de terracota que custodian su entrada, más de 7000, todos con rasgos individuales, además de caballos, armas, etc. Los arqueólogos que trabajan en ella no han iniciado todavía el "asalto" a la cámara funeraria, por varios motivos. Para empezar, la propia inmensidad del complejo funerario hace que los trabajos avancen muy lentamente. Además, el interior del sepulcro es un laberinto de corredores cuyo estado se desconoce después de tanto tiempo abandonados. Y además, según cuentan las crónicas, el interior está dotado de trampas para evitar las profanaciones y saqueos, y cabe la posibilidad de que algunas de esas trampas sigan activas, lo que hace que cualquier avance tenga que darse con el máximo cuidado.
Pero lo cierto es que la espera merece la pena. Las descripciones del contenido de la cámara son fabulosas. Además del riquísimo sarcófago del emperador, en la cámara se depositaron numerosas ofrendas, riquezas, objetos valiosos, mercancías de valor, etc. El techo de la cámara es una representación del cielo que se veía en China en la época, donde cada estrella es representada por un diamante. También hay una maqueta que representa el mapa de China, con las principales poblaciones e incluso los ríos, representados con corrientes de mercurio. Y algunos sospechan que podría haber un tesoro cuyo valor arqueológico es inimaginable. Qin Shi Huang, un absoluto megalómano, pretendió que su reinado comenzase una nueva era. Por eso ordenó, por ejemplo, establecer un nuevo calendario que empezase a contar la historia desde el día de su nacimiento. Y también ordenó destruir todos los libros escritos antes de su nacimiento, para crear una nueva historia. Con tres excepciones, eso sí: ordenó salvar los libros que tratasen de agricultura (una simple cuestión aritmética; a mayores cosechas, mas soldados podía mantener), de astrología (creía a pies juntillas en predicciones y profecías) y de derecho (también era un legalista convencido). Pero, como también era previsor, ordenó conservar al menos una copia de todos los libros destruídos. Y, según algunos autores, esas copias salvadas podrían reposar en su tumba. Semejante avalancha de información sería sin duda uno de los grandes descubrimientos de la historia de la arqueología.
Tumbas perdidas (I)
Alejandro Magno
Cuando hablamos de tumbas perdidas, invariablemente la primera en la que se piensa suele ser la del gran Alejandro III de Macedonia. Muerto Alejandro en Babilonia en junio del 323 a. C. (envenenado, de malaria o por una monumental borrachera, según las distintas teorías), su imperio se reparte entre sus generales y su cadáver embalsamado es introducido en un sarcófago de oro y enviado a Macedonia para ser enterrado junto a sus antepasados. Pero Ptolomeo, uno de sus generales al que le había correspondido el trono de Egipto en el reparto, salió al encuentro de la comitiva y se llevó el cadáver a Egipto, aduciendo que ese era el deseo del difunto. En realidad, lo movía el interés por tener bajo su control los restos de aquel al que ya en vida consideraban un dios.
El cuerpo de Alejandro estuvo expuesto en su sarcófago de oro (que acabó siendo fundido por Ptolomeo IX) primero en Menfis y luego en Alejandría, hasta bien entrado el siglo III d. C. El emperador romano Septimio Severo (193-211) cerró el sepulcro al público y su hijo Caracalla (211-217) dejó constancia de su visita a la tumba. A partir de ahí sólo hay rumores y leyendas. El templo que la albergaba (llamado Soma) fué arrasado por un terremoto en el 365, pero el sarcófago de piedra que albergaba la momia (y que originariamente estaba destinado al faraón Nectanebo II) se salvó, y fué descubierto vacío por las tropas francesas de Napoleón en 1798. Se sabe que el emperador Teodosio (379-395) prohibió por entonces los cultos paganos, así que para muchos sería en esta época en la que los restos de Alejandro fueron retirados de la tumba.
El destino final del cuerpo de Alejandro es un misterio. Para algunos, estaría todavía enterrado en algún emplazamiento desconocido de Alejandría (tradicionalmente se ha hablado del subsuelo de la mezquita de Nabi Daniel). Otros dicen que pudo ser destruído en alguna de las numerosas invasiones, guerras o disturbios que la ciudad vivió durante toda la Edad Media. También se apunta a que la tumba pudo ser saqueada y el cuerpo de Alejandro desintegrado en centenares de pequeños fragmentos utilizados como amuletos. Una teoría habla del oasis de Siwa, donde en la antigüedad hubo un renombrado oráculo que el propio Alejandro visitó. Y también existe la sorprenndente teoría de que el cuerpo tradicionalmente atribuído a San Marcos y que se venera en Venecia no es sino el del mismísimo emperador macedonio.
Gengis Khan
Temujin (1167-1227), el caudillo mongol apodado Gengis Khan (Señor de los Océanos) que logró conquistar el mayor imperio conocido de la historia, murió en Yinchuan (norte de China) y según cuenta la tradición, su cuerpo fué llevado a Mongolia y enterrado en el mayor de los secretos, hasta tal punto de que quien tuvo la desgracia de cruzarse con la comitiva fúnebre fué asesinado. Sus designios eran que fuese enterrado de manera discreta, sin ningún monumento o lápida que indicase el lugar, para evitar posibles profanaciones. Así, cuentan que tras sepultar el cadáver, cientos de sus guerreros a caballo cabalgaron una y otra vez sobre el lugar para que no quedase ni la más mínima señal que indicase la localización de la tumba.
Arqueólogos japoneses anunciaron en 2004 el hallazgo de un palacio donde creen que se celebraron las ceremonias previas al anterramiento, así como un gran número de restos de sacrificios de animales que habrían tenido lugar como parte de las exequias. Si su hipótesis es correcta, la tumba tendría que hallarse a pocos kilómetros de distancia de las ruinas (situadas a uno 250 kilómetros de la capital de Mongolia, Ulan Bator). Pero hay al menos dos teorías alternativas sobre su verdadera situación. Por un lado, arqueólogos de la Universidad de Chicago creen que se halla en un cementerio amurallado hallado cerca de la localidad mongol de Batshireet. A la vez, arqueólogos chinos afirman que su verdadera tumba está en China, en el monte Altai, y que las historias del traslado de su cuerpo no son sino leyendas.
sábado, 4 de junio de 2011
El día que murió la música
A finales de los años 50, el rock and roll era un género musical de reciente aparición que arrasaba entre la juventud norteamericana. Aprovechando el éxito, una empresa llamada GAC (General Artists Corporation) organizó una gira llamada Winter Dance Party, una extenuante serie de 24 conciertos a lo largo de los estados de Minnesotta, Wisconsin e Iowa, programados entre el 23 de enero y el 15 de febrero de 1959. Entre los componentes de la gira, había tres de las más famosas (y vendedoras) estrellas. Estaba Buddy Holly (22 años), un joven talento que había comenzado en el country para pasarse al rock (influído por su gran amigo Elvis Presley), un auténtico torrente creativo que en apenas dos años había logrado colocar una veintena de canciones en las listas de éxitos. También estaba Ritchie Valents, nombre artístico de Ricardo Esteban Valenzuela Reyes (18), un extraordinario y precoz guitarrista y compositor de origen mexicano, que había grabado una canción que había de hacerlo inmortal, La Bamba. Y por último, estaba Jiles Perry Richardson, alias "The Big Bopper" (28), cuya canción Chantilly Lace había sido uno de los mayores éxitos de 1958. Además participaban otros intérpretes menores como Frankie Sardo o Dion and the Belmonts, pero los tres eran las grandes atracciones del tour.
Lamentablemente, la organización de los conciertos dejaba mucho que desear. GAC era una empresa menor cuyo presidente era un farmacéutico que vendía discos en sus farmacias y que sólo buscaba la rentabilidad económica, escatimando los gastos todo lo posible. Los traslados entre una y otra ciudad, a veces de cientos de kilómetros, se producían a bordo de viejos autobuses que se averiaban contínuamente, en medio de un durísimo invierno en el que las temperaturas a menudo bajaban de los -20º, durmiendo muchas veces en el propio autobús y comiendo en bares de carretera. Los músicos se veían obligados a hacer fuego en el interior de un cubo para calentarse (en cierta ocasión se les fué de las manos y quemaron el autobús). Las condiciones eran tales que el batería Carl Bunch tuvo que ser hospitalizado con un inicio de congelación en los pies.
El 1 de febrero actuaron en Green Bay (Wisconsin). El día 2 estaba previsto que fuera de descanso, pero al terminar de tocar los intérpretes se enteraron de que GAC había cerrado una nueva actuación en Clear Lake (Iowa), a más de 570 kilómetros, lo que obligó a un nuevo y extenuante viaje en autobús, con una nueva avería incluída. Tras la actuación Holly decidió alquilar una pequeña avioneta que le trasladase hasta la siguiente parada de la gira, Moorhead (Minnesotta). Como era un avión de cuatro plazas, decidió que lo acompañasen los guitarristas Waylon Jennings y Tommy Allsup. Pero Jennings cedió su asiento al Big Bopper, que arrastraba una fortísima gripe, y Allsup se jugó su plaza con Valents, que se la ganó jugando a cara o cruz. Al despedirse, Holly le dijo a Jennings, en tono de broma: Espero que ese viejo autobús vuelva a averiarse. Jennings le respondió siguiendo la broma con una frase de la que se arrepentiría el resto de su vida: Espero que esa vieja avioneta se estrelle.
A eso de la una de la madrugada, la avioneta, una Beechcraft Bonanza con matrícula N3794N, depegaba del aeródromo de Macon City, pilotada por un joven de apenas 21 años llamado Roger Peterson. Apenas un cuarto de hora después, habiendo recorrido sólo unos pocos kilómetros, las malas condiciones meteorológicas y la inexperiencia del piloto provocaron que la avioneta se estrellase en medio de un campo de maiz. Sus cuatro ocupantes murieron en el acto.
El resto de los componentes de la gira se enteraron de la trágica noticia a la mañana siguiente, cuando llegaron al hotel. Pese a todo, el mánager de la gira obligó a los músicos a continuar los conciertos, pese a que varios insistieron en suspender la gira. Los fallecidos fueron sustituídos por Bobby Vee & The Shadows, Jimmy Clayton y Frankie Avalon, también muy populares pero de muchísimo menos talento. También actuarían The Crickets, el primer grupo de Buddy Holly.
Años después, Don MacLean publicó su célebre tema "American Pie", donde daba a este día el nombre por el que es habitualmente conocido: El día que murió la música...
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