sábado, 25 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (y VII): 2067 (2020)



Los viajes en el tiempo y los futuros alternativos son temas que han sido tratados en numerosas ocasiones por el cine fantástico pero aún así siempre hay quien logra ofrecer nuevos puntos de vista o ideas originales sobre el tema. Es el caso de esta curiosa película australiana escrita y dirigida por Seth Larney, un experto en efectos especiales que trabajó, entre otras, en Matrix Reloaded, Star Wars III. La venganza de los Sith o X-Men Origins: Lobezno. No tuvo un gran recibimiento de público ni de crítica, pero gustará a los aficionados al género.

Es el año 2067. El cambio climático, la contaminación y la guerra nuclear han convertido la Tierra en un lugar inhabitable. La atmósfera es irrespirable y la mayoría de los ecosistemas han sido arrasados. En las ruinas de lo que un día fue Australia resiste una ciudad, aislada del exterior, respirando oxígeno sintético que, sin embargo, a la larga acaba por enfermar a quien lo respira. En esa ciudad un consorcio llamado Chronicorp investiga la posibilidad de realizar viajes temporales como último recurso para conseguir la supervivencia de la humanidad. Cuando están probando el Chronical, su prototipo de máquina del tiempo, reciben de manera inesperada un mensaje proveniente de 400 años en el futuro, que pide que envíen a ese destino a una persona específica: Ethan Whyte, el hijo del difunto Richard Whyte, el científico en cuyo trabajo se basa el diseño del Chronical. Ethan, aunque no le seduce la idea de abandonar a su esposa enferma, acaba aceptando y es enviado al futuro. Cuando llega, Ethan se sorprende al ver que la Tierra parece haberse repuesto: la atmósfera está limpia y la vegetación crece por doquier. Sin embargo, no hay rastro de vida humana por ningún lado, ni indicio alguno de quién ha enviado el misterioso mensaje. Solo un esqueleto con un agujero de bala en el cráneo... que parece ser el del propio Ethan.

viernes, 24 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (VI): Tucker & Dale contra el mal (Tucker & Dale vs. evil) (2010)


Una disparatada comedia de humor negro que parodia las películas de asesinos en serie como La matanza de Texas. No tuvo un gran éxito de taquilla pero si buena acogida por la crítica, hasta el punto de que durante algún tiempo se consideró seriamente rodar una secuela.

Un grupo de universitarios van de acampada a un bosque en Virginia Oriental. En una gasolinera se cruzan con Tucker y Dale, dos pueblerinos un tanto toscos, pero buena gente. Ambos están contentos porque han comprado una destartalada cabaña a orillas del lago, no muy lejos de donde van a acampar los universitarios, que piensan arreglar para pasar allí sus vacaciones. Al poco de llegar, uno de los jóvenes les habla a los demás de la matanza sucedida en aquel lugar dos décadas atrás, en la que unos pueblerinos asesinaron a un grupo de chicos como ellos. Esa noche, los universitarios se van a bañar al lago, en el mismo lugar en el que Tucker y Dale están pescando. Una de las chicas se golpea la cabeza y está a punto de ahogarse, pero los dos la rescatan y la llevan a su cabaña. Esto hace pensar a los demás que la han secuestrado. A la mañana siguiente, cuando intentan rescatarla y uno de ellos muere accidentalmente empalado en un tronco, todos dan por sentado que Tucker y Dale son dos psicópatas asesinos que los han elegido como víctimas, y que la única opción que tienen de sobrevivir es acabar con ellos. Pero sus intentos de quitar de en medio a los dos amigos terminan provocando la muerte de los jóvenes uno tras otro en una serie de absurdos accidentes, ante la estupefacción de Tucker y Dale, quienes creen que los chicos forman parte de un pacto de suicidio.



jueves, 23 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (V): En este rincón del mundo (Kono Sekai no Katasumi ni) (2016)



Una pequeña maravilla del cine de animación japonés, realizada con el mimo y la precisión de un artesano. Dirigida por Sunao Katabuchi y basada en un manga de la escritora Fumiyo Kōno que ya había sido llevado al cine con actores de carne y hueso en 2011, con una narración sutil y limpia, es una película que a pesar de la dureza de algunos momentos, no se regodea en el sufrimiento de los personajes y mantiene un halo de esperanza hasta el final.

Aunque su producción comenzó en 2012, no se estrenaría hasta noviembre de 2016. Contando con un presupuesto relativamente bajo de 250 millones de yenes (como comparación, la primera película de la saga Pokemon, estrenada casi veinte años antes, tuvo un presupuesto de 350), parte de los cuales se recaudaron mediante una exitosa campaña de crowdfunding, el guión fue escrito por el propio Katabuchi y su esposa, la también directora Chie Uratani. Katabuchi recreó con un detallismo absoluto paisajes y personas de la época, recurriendo incluso a fotografías aéreas antiguas y a entrevistas con ancianos que habían vivido aquellos tiempos. Pese a tratarse de animación para un público más bien adulto, tuvo un gran éxito de taquilla y recibió numerosos premios, incluido el de la Academia Japonesa de Cine a la mejor película de animación del año. Su éxito hizo que en 2019 se estrenara una versión extendida con 40 minutos adicionales de metraje, que se llamó Kono Sekai no (Sara ni Ikutsumono) Katasumi ni (En este (y otros más) rincones del mundo) y a cuyo preestreno acudieron los emperadores Naruhito y Masako, y su hija la princesa Aiko.

La película se ambienta en las décadas de 1930 y 1940. Suzu es una joven optimista y jovial, a la que le encanta dibujar, que vive en Hiroshima con su familia, propietaria de una pequeña tienda de venta de algas comestibles. En 1943, cuando tiene 18 años, Suzu deja su hogar para casarse con Shusaku, que trabaja en un astillero en la ciudad de Kure, a unos 12 kilómetros de Hiroshima, donde está la principal base naval de Japón. Su carácter amable y positivo hace que sea acogida afectuosamente por su familia política y sus nuevos vecinos. Son tiempos felices para el joven matrimonio, por más que los ecos de la guerra empiecen a escucharse cada vez más cercanos, y algunos de sus seres queridos, como su hermano mayor Yoichi y su amigo de la infancia Tetsu, sean enviados a combatir. Pese a que Suzu intenta mantener alto su ánimo y el de los que la rodean, los terribles efectos del conflicto empiezan a sucederse: la escasez, el racionamiento de alimentos, los bombardeos de la aviación norteamericana, la muerte de su hermano y de su sobrina Harumi y, finalmente, la terrible conmoción que supone el bombardeo atómico sobre Hiroshima. 

miércoles, 22 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (IV): Once (2007)



Un gran éxito de crítica y público y una película donde la música es un personaje más, convirtiéndose en el elemento central en torno al que se articula la relación de los dos protagonistas. El proyecto original contaba con un presupuesto bastante más elevado e iba a ser producido y protagonizado por el actor irlandés (y antiguo músico) Cillian Murphy (El caballero oscuro). Pero cuando Murphy abandonó el proyecto, también lo hicieron los productores que iban a aportar la mayor parte del dinero, así que el director John Carney se vio obligado a redimensionar la película con un presupuesto de poco más de 100000 euros. Como protagonistas, Carney recurrió a dos músicos metidos a actores, el irlandés Glen Hansard y la checa Markéta Irglová, componentes de un dúo llamado The Swell Season. Hansard, además, es el líder de la banda de rock The Frames, de la cual Carney, amigo personal suyo, fue bajista durante algún tiempo. 

Hansard e Irglová fueron responsables de componer la mayor parte de la banda sonora, que igualmente tuvo muy buenas ventas. La película obtuvo una excelente recaudación para un filme tan modesto, fue aclamada por la crítica y recibió numerosos premios en festivales de cine como el de Sundance y el de Dublín. Ganó incluso el Oscar a la mejor canción original por el tema "Falling Slowly", compuesto por Hansard e Irglová. Posteriormente sería adaptada al teatro como un musical del mismo título, que también cosechó un gran éxito de crítica y público.

Él trabaja en la tienda de su familia y a la vez toca por las calles de Dublín, a veces versiones de temas conocidos y otras composiciones propias, que hablan en su mayor parte de su desengaño amoroso con la novia que le fue infiel y le abandonó. Ella es una inmigrante checa que vende flores por la calle y también compone canciones, aunque por timidez no se las enseña a nadie. Ambos se encuentran por casualidad en una tienda de música, y la química entre ambos es inmediata. No tardan en empezar a tocar y componer juntos, y esa relación poco a poco se va haciendo más profunda.

martes, 21 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (III): Apollo 18 (2011)



El debut en el cine norteamericano del director español Gonzalo López-Gallego (El rey de la montaña) es un filme de ciencia-ficción/terror de bajo presupuesto, apadrinado por el kazajo Timur Bekmanbetov (Wanted). Utilizando la técnica del "metraje encontrado" (toda o parte de la película pretende ser imágenes descubiertas a posteriori, grabadas o no por los protagonistas) como otros conocidos ejemplos del mismo género como El proyecto de la bruja de Blair o REC, la película tuvo una acogida relativamente buena en taquilla pero no de la crítica, que le achacó que se parecía mucho a filmes como Paranormal Activity o Alien. La película contó con la colaboración de la NASA al principio de su producción, pero luego se desvinculó del proyecto. Como curiosidad, una de las premisas de la película resulta ser cierta: hay docenas de rocas lunares traídas a la Tierra por las naves Apollo cuyo paradero se desconoce, después de que el gobierno del presidente Nixon las entregara como regalo a dignatarios y políticos de todo el mundo.

El Programa Apollo, que por primera vez había logrado poner a un hombre sobre la superficie de la Luna, se dio oficialmente por clausurado después de la misión del Apollo 17 en diciembre de 1972. Sin embargo, dos años después, en 1974, el gobierno norteamericano reclama a la tripulación de la cancelada misión Apollo 18 para llevar a cabo una misión bajo las órdenes directas del Departamento de Defensa. Su misión consiste en viajar a la Luna en secreto para instalar allí un sistema de alerta temprana en caso de que la URSS ataque Estados Unidos con misiles balísticos intercontinentales. El despegue y el alunizaje se desarrollan sin problemas. Pero, una vez sobre la superficie lunar, comienzan a producirse sucesos inquietantes: misteriosas interferencias que dificultan la comunicación con la Tierra, extrañas huellas en el suelo lunar, el descubrimiento de un módulo lunar soviético abandonado y el cadáver de uno de sus tripulantes... y la inquietante sensación de que no están solos y algo los acecha en la oscuridad.

lunes, 20 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (II): Lo (2009)



Pese a su relativa juventud, el director y guionista norteamericano Travis Betz acumula ya un elevado número de obras en su curriculum, la mayoría relacionadas con el género de terror. Aunque se ha prodigado especialmente en cortometrajes y series de televisión, también ha dirigido algunos largometrajes que han sido muy bien recibidos por los aficionados al género. Lo es una de las mas conocidas, una película de bajo presupuesto, sin efectos especiales (mucho maquillaje, eso si) pero con un travieso sentido del humor, una mezcla de terror y comedia donde se reconoce la influencia de películas como Posesión infernal.

En una habitación a oscuras, Justin se sienta en el interior de un pentagrama que ha dibujado siguiendo las instrucciones de un libro de invocaciones demoníacas. Utilizando su propia sangre, culmina el ritual, que resulta un éxito: ante él se presenta Lo, un demonio tullido y contrahecho, con un retorcido sentido del humor, que le pregunta el motivo por el que ha sido convocado. Justin solo quiere una cosa: recuperar a su novia April, secuestrada por un demonio. Lo se muestra reticente e intenta, entre bromas y alguna amenaza velada, que renuncie y termine la invocación. Pero Justin está decidido: quiere recuperar a April como sea, y no da su brazo a torcer ni siquiera cuando descubre que ella también es un demonio, que huyó del infierno porque quería saber más acerca de los humanos. Lo, curioso, empieza a hacerle preguntas a Justin sobre su relación, y mientras ambos siguen jugando al gato y al ratón, asistimos a varios momentos de la relación de Justin y April, en forma de curiosos flashbacks teatralizados, hasta llegar al sorprendente final.

domingo, 19 de febrero de 2023

Siete películas modestas y originales que vale la pena ver (I): The man from Earth (2007)



El escritor y guionista Jerome Bixby comenzó a escribir el guión de The man from Earth en la década de 1960, aunque la idea principal ya llevaba unos cuantos años rondándole por la cabeza. La misma idea la utilizaría en otra de sus obras, el guión del episodio de la serie Star Trek titulado Requiem por Matusalén. Durante tres décadas Bixby trabajó en el guión, reescribiéndolo y modificándolo, hasta terminarlo literalmente en su lecho de muerte, sucedida el 28 de abril de 1998, dictándole las últimas líneas a su hijo, el también escritor Emerson Bixby. Tras su muerte, el guión llegó a manos del productor, director y guionista Richard Schenkman, quien, fascinado, decidió rodarlo él mismo.

El rodaje se llevó a cabo al margen de las grandes productoras, con medios muy limitados. Con un presupuesto de poco más de 50000 $ (una minucia comparado con lo que es habitual en Hollywood), un puñado de actores en su mayor parte curtidos en televisión (que accedieron a renunciar a buena parte de su sueldo a cambio de un porcentaje de las ganancias de la película), grabación con video digital doméstico y un rodaje en apenas ocho días que se llevó a cabo principalmente en la casa del propio Schenkman, el resultado es una película sorprendente, ciencia ficción sin efectos especiales ni escenas de lucha, que basa su fuerza en unos excelentes diálogos, filosóficos y reflexivos.

John Oldman es un profesor universitario que está terminando de recoger sus pertenencias para mudarse a una ciudad distinta. Varios compañeros, figuras destacadas en sus distintos campos, aparecen de improviso para despedirse de él. Todavía están un poco sorprendidos porque Oldman haya decidido repentinamente, después de una década trabajando con ellos, renunciar a su puesto y mudarse. Mientras están con él, Oldman les hace una inesperada revelación: no es quién ellos creen que es. En realidad nació en el Paleolítico, en una tribu de hombres de Cro-Magnon, y lleva viviendo 14000 años, habiendo asistido, unas veces como testigo y otras como protagonista, a algunos de los momentos fundamentales de la historia de la humanidad. Por eso debe mudarse cada pocos años y empezar una nueva vida desde cero, para evitar que la gente se de cuenta de que no envejece. Sus colegas quedan comprensiblemente confundidos. ¿Se trata de una teoría hipotética para un relato de ciencia ficción? ¿Es una extraña broma? ¿Necesita John atención psiquiátrica, como sugiere el profesor de psiquiatría? ¿O quizá... solo quizá... hay algo de verdad en la historia de John? ¿Como vería la vida alguien que lleva miles de años sobre la faz de la Tierra?

Pese a su modestia y a que no tuvo un estreno convencional, la película enseguida se convirtió en una obra de culto para los aficionados a la ciencia ficción. Cosechó varios galardones en festivales especializados en cine fantástico y tuvo un éxito rotundo gracias a los programas de intercambio de archivos, que hicieron posible que la película acumulara millones de descargas por todo el mundo. Diez años después el propio Schenkman rodó una secuela: The man from Earth: Holocene (2017) que sin embargo no tuvo el mismo recibimiento por parte de crítica y público.

domingo, 12 de febrero de 2023

La verdadera historia de los hermanos Dalton

De izquierda a derecha, los cadáveres de Bill Powers, Bob Dalton, Grat Dalton y Dick Broadwell

Si hoy en día oímos hablar de los hermanos Dalton, lo más probable es que a nuestra cabeza venga la imagen de los antagonistas del mítico Lucky Luke, el vaquero más rápido que su sombra. Los personajes del comic creado por el dibujante Morris y el escritor René Goscinny, una banda de forajidos de idénticas facciones pero distintas alturas, han llegado a ser tan famosos como el protagonista; y lo que muchos no saben es que están inspirados en personajes reales, porque realmente existió a finales del siglo XIX una banda de forajidos llamada la banda de los Dalton que llegó a ser una de las más famosas y temidas del Salvaje Oeste.

La historia de la banda de los Dalton comienza en Kansas City a mediados del siglo XIX cuando Lewis Dalton, un tabernero originario del condado de Jackson se casa con una joven llamada Adeline Lee Younger, tía de unos niños llamados Cole, John, Jim y Bob Younger que con el tiempo se convertirían en célebres forajidos junto a otros famosos hermanos, Jesse y Frank James. El matrimonio se mudaría varias veces, siempre buscando mejores oportunidades para mantener a su numerosa prole, nada menos que quince hijos de los que trece alcanzarían la edad adulta.

John Franklin "Frank" Dalton (1859-1887)

Uno de sus hijos, Franklin "Frank" Dalton, nacido en 1859, se unió muy joven a la policía federal norteamericana, sirviendo como Marshall a las órdenes del célebre juez Isaac Parker, apodado "el juez de la horca". Al servicio de la ley, Frank Dalton se ganó una merecida fama de hombre valiente, esforzado y de honradez a toda prueba. Lamentablemente, murió en noviembre de 1887 en un tiroteo tratando de arrestar a un ladrón de caballos. Su muerte fue un duro golpe para sus hermanos menores, que lo admiraban y lo tenían como modelo. No es de extrañar que tras su muerte dos de sus hermanos se convirtieran a su vez en agentes de la ley: Gratton (1861), llamado por todos Grat, y Bob (1869) a los que más tarde se uniría un tercer hermano, Emmett (1871). De los tres, Bob, que por entonces vivía en California y regresó a Arkansas tras la muerte de Frank, era bien conocido por su carácter impetuoso y sus arranques de furia. Mató a su primer hombre con solo 19 años, siendo ayudante de alguacil, y alegó que había sido en acto de servicio, aunque el rumor que se extendió era que el fallecido había tenido la desafortunada idea de intentar robarle la novia a Bob.

Robert Rennick "Bob"Dalton (1869-1892)

Lamentablemente, aquellos tres Dalton demostraron no ser dignos herederos de su hermano, ni tener su honradez ni su integridad. No tardaron en darse cuenta de que siendo agentes de la ley arriesgaban el pellejo tanto como los que estaban fuera de ella, pero ganaban sustancialmente menos. Así que no tardaron en verse mezclados en negocios turbios. En marzo de 1890 Bob fue acusado de traficar con licor en el territorio indio, aunque huyó antes del juicio, y en noviembre de ese año Grat fue acusado de robo de caballos, aunque los cargos fueron retirados. Poco después Bob y Emmett decidían formar una banda de forajidos y viajar a California para reunirse con Grat, que se encontraba visitando a su hermano Bill, propietario de un rancho en el condado de San Luis Obispo. Por el camino cometieron el primero de los delitos que se les atribuirían: un robo en un casino de Silver City (Nuevo México).

El 6 de febrero de 1891 se produjo un robo en un tren de pasajeros de la Southern Express cerca de Alila (California). Diversos indicios guiaron a las autoridades hacia los Dalton, que empezaron a ser perseguidos. Bob y Emmett dieron esquinazo a sus perseguidores con la ayuda de otro de sus hermanos, Littleton, pero Grat y Bill fueron arrestados (aunque luego los cargos contra Bill fueron retirados). Sin embargo, Grat logró escapar el 27 de septiembre de 1891 de la cárcel de la ciudad de Visalia, donde esperaba su sentencia, serrando los barrotes de la ventana de su celda.

Gratton Hanley "Grat" Dalton (1861-1892)

Mientras tanto, Bob y Emmett no se habían quedado quietos y habían reclutado a nuevos miembros para su banda, en su mayor parte viejos conocidos suyos. Los primeros en unirse fueron George "Bitter Creek" Newcomb y Carlie "Blackface" Bryant (apodado así por tener una llamativa quemadura de pólvora en la cara). Más tarde se sumarían a la banda Bill Doolin, Dick Broadwell, Bill Powers y Charley Pierce, y ya en la primavera de 1892, Grat Dalton, que había estado hasta entonces escondiéndose de los que le perseguían. Para entonces la banda ya había perdido a Bryant, muerto a tiros en agosto de 1891 al intentar fugarse tras haber sido arrestado en el pueblo de Mulhall, donde se encontraba visitando a su hermano.

Emmett Dalton (1871-1937), herido tras el tiroteo de Coffeyville

La banda de los Dalton se especializó muy pronto en el lucrativo "negocio" de los asaltos a trenes. Normalmente, recurrían al mismo sistema: esperaban de noche en una estación (a veces sentados tranquilamente, fumando con sus rifles sobre las rodillas) a que el tren hiciera una parada nocturna. Cuando el tren se detenía, los miembros de la banda, enmascarados, se subían, y mientras un par de ellos se dedicaba a desvalijar a los pasajeros, los demás obligaban al revisor a que abriera el vagón de la carga, reventaban la caja fuerte con dinamita y huían. Después del golpe de Alila, todos sus robos se cometieron en territorio de Oklahoma, donde los conflictos de jurisdicción entre marshalls y policías locales les facilitaba la huida. En mayo de 1891 asaltaban un tren en la estación de Warthon, y el 15 de septiembre actuaban de nuevo en Lelietta, donde se hicieron son un botín de casi 20000 $. Después de un tiempo inactivos, durante el cual Doolin, Newcomb y Pierce dejaron la banda descontentos con el reparto del botín, el 1 de junio de 1892 la banda, reunida de nuevo y ya con Grat, daba un nuevo golpe en la estación de Red Rock que les reportaba 50000 $. Y el 14 de julio actuaban otra vez en la estación de Adair, en el condado de Mayes, donde conseguían robar 18000 $ tras entablar un violento tiroteo con los guardias armados del tren en el que murió un médico local llamado W. L. Goff, alcanzado por una bala perdida. También se les atribuyeron otros dos asaltos, un intento de robo a un tren en Ceres (California) el 3 de septiembre de 1891 y el robo a un banco en El Reno (Oklahoma) el 28 de julio de 1892, pero en ninguno de los dos casos se pudo probar fehacientemente su participación.

William "Bill" Doolin (1858-1896)

La banda de los Dalton ya era famosa y temida. Después del robo de Adair la compañía ferroviaria ofrecía una recompensa de 40000 $ por la banda y 5000 por cada uno de sus miembros. Pero para Bob Dalton no era suficiente. Bob estaba obsesionado con la fama de la banda de sus primos los Younger y sus socios los James. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera para poner a los Dalton a su misma altura, incluso a hacer algo que el mismísimo Jesse James nunca había hecho: asaltar dos bancos a la vez. Y no dos bancos cualquiera: dos bancos en Coffeyville (Kansas), la ciudad en la que sus padres se habían instalado años antes y en la que varios de los hermanos Dalton (incluido Emmett) habían vivido varios años, por lo que eran de sobra conocidos por sus habitantes. Una idea más que audaz, temeraria, pero que ninguno de los miembros de la banda, se atrevió a discutir, temerosos del fuerte carácter de Bob.

Y así, la mañana del 5 de octubre de 1892 Bob, Grat y Emmett Dalton, acompañados de Dick Broadwell y Bill Powers, llegaban a Coffeyville y dejaban sus caballos en un apartado callejón, que con el tiempo pasaría a ser llamado el callejón de los Dalton. Iban disfrazados con bigotes y barbas postizas, pero aún así fueron de inmediato reconocidos por varios ciudadanos que corrieron a avisar al marshall y a procurarse armas. La banda, ignorante de que ya habían sido descubiertos, se dividió: Bob y Emmett se dirigieron al First National Bank mientras que Grat, Powers y Broadwell entraban en el C. M. Condon & Company's Bank, al otro lado de la misma calle. Cuando los bandidos trataron de huir con el botín, fueron recibidos con una lluvia de balas por los ciudadanos apostados en el exterior. Lograron salir de ambos bancos usando las puertas traseras y llegar al callejón donde tenían los caballos, pero sin ningún lugar donde ponerse a cubierto, fueron alcanzados por los disparos de los habitantes de Coffeyville. Bob, Grat y Powers murieron en el acto. Broadwell, herido, logró montar a caballo y huir, pero fue encontrado muerto a un par de millas de la ciudad. De la banda solo quedó con vida Emmett, que pese a tener 23 heridas de bala (incluido un impacto de una escopeta de postas en la espalda) sobrevivió y fue arrestado. Durante el tiroteo también murieron el marshall Charles Connelly y tres ciudadanos de Coffeyville llamados Lucius Baldwin, George Cubine y Charles Brown. Bill Doolin y Bill Dalton, que esperaban a la banda con caballos de refresco a cierta distancia de la ciudad, se marcharon al ver que no regresaban; no sabrían lo ocurrido hasta días más tarde.

Así terminó la breve pero intensa historia de la banda de los Dalton. Los supervivientes de la banda, Doolin, Newcomb y Pierce, formarían luego su propia banda, que sería conocida como The Wild Bunch ("El grupo salvaje") o, después de que se les uniera Bill Dalton, la banda Doolin-Dalton. Todos acabarían muriendo en los años posteriores. Bill Dalton fue abatido por los marshalls en junio de 1894, dos semanas después de robar un banco en Longview (Texas). Newcomb y Pierce morirían acribillados en mayo de 1895 por los hermanos Dunn, unos cazarrecompensas cuya hermana Rose era la novia de Newcomb. Y Bill Doolin cayó abatido en agosto de 1896 en un tiroteo con un marshall llamado Heck Thomas.

El único superviviente de la banda, Emmett Dalton, fue condenado a cadena perpetua en marzo de 1893. Cumpliría catorce años de condena antes de que el gobernador de Kansas le concediera un indulto en 1907. Después de salir de prisión llevó una vida honrada: se casó y se mudó a California, donde trabajó como empresario de pompas fúnebres, vendedor de bienes raíces, escritor y actor. Publicó un par de libros sobre sus andanzas: Beyond the law (1918) y When the Daltons rode (1931) y murió en Los Angeles en 1937.

Precisamente When the Daltons rode fue llevada al cine en 1940. Cuando Morris la vio, le interesó tanto la historia de los Dalton que los convirtió en protagonistas de uno de sus comics, Hors-la-loi (1951). El éxito de la historia y las quejas de numerosos lectores porque en el comic los cuatro hermanos mueren tras el asalto de Coffeyville llevó al dibujante a crear un nuevo grupo de hermanos Dalton (Joe, William, Jack y Averell) a los que presentó como primos de los Dalton originales y cuya fama acabó por oscurecer la de sus inspiradores reales. Algo que sin duda hubiera puesto furioso a Bob Dalton.