Verba volant, scripta manent

domingo, 27 de julio de 2025

Pequeñas historias (XLII)

El 7 de julio de 1962 una joven de veinte años llamada Audrey Backeberg, casada y con dos hijos, salió de su casa en la localidad de Reedsburg (Wisconsin) con la excusa de recoger el cheque de su salario en la fábrica textil en la que trabajaba. Después de eso, se desplazó en autoestop hasta Madison, la capital del estado, en compañía de una vecina suya de 14 años, y desde allí tomaron un autobús hasta la ciudad de Indianápolis (Indiana). La adolescente quiso regresar, pero Audrey no volvió con ella; la última vez que su acompañante la vio, se alejaba a pie de la estación de autobús. Su familia denunció su desaparición, que en un primer momento se trató como una huida voluntaria, aunque sus parientes rechazaban de plano que pudiera haber abandonado a sus hijos. Pero cuando se supo que solo unos días antes Audrey había presentado una denuncia contra su marido, acusándolo de haberla golpeado y amenazado de muerte, este pasó a ser el principal sospechoso. Pero el marido pasó una prueba con el detector de mentiras y, sin más indicios, el caso se cerró sin resultados. Más de sesenta años más tarde, a principios de 2025, un detective llamado Isaac Hanson, que estaba revisando casos antiguos sin resolver dio con el expediente y decidió echar un vistazo. Sorprendentemente, a través de la cuenta en la web de genealogía Ancestry.com de una de las hermanas de Audrey encontró a una mujer probablemente relacionada con ella. Tras pedir ayuda al sheriff de la zona, logró ponerse en contacto por teléfono con esa mujer, que admitió ser Audrey Backeberg y haber huido de su casa por sus problemas con su marido. Aunque por expresa petición de ella no se ha hecho pública su localización, Hanson ha revelado que vive fuera de Wisconsin y que en su conversación Audrey se mostró feliz con su vida actual y se mostró convencida de que había tomado la decisión correcta y no tenía remordimientos.

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La Ley 20.843 de padrinazgo presidencial establece que el presidente de Argentina se convierta en padrino del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de un matrimonio. Esta ley tiene su origen en una tradición rusa que dice que el séptimo hijo varón de un matrimonio se convertirá en hombre lobo y la séptima hija en una bruja. En la Rusia zarista era común que el zar apadrinase a estos niños en la creencia de que este padrinazgo los protegía del mal y evitaba así que fueran abandonados o asesinados. Siguiendo la tradición los inmigrantes de origen ruso empezaron a solicitar a principios del siglo XX que el presidente argentino apadrinara a estos niños. Esto pasó a ser una costumbre que fue convertida en ley en 1974 por la presidenta María Estela Martínez de Perón.

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El pequeño reino de Bután, en pleno Himalaya, es uno de los países más recónditos y aislados del mundo. Este aislamiento es en buena parte voluntario, ya que los butaneses se precian en conservar su legado cultural y sus tradiciones a salvo de influencias extranjeras, y se muestra también en sus relaciones diplomáticas. Mantienen relaciones diplomáticas con apenas medio centenar de países, además de la UE y la ONU (de la que forman parte desde 1971) pero solo la India, Bangladesh y Kuwait tienen embajadas permanentes en su territorio. Además, curiosamente, Bután no mantiene relaciones oficiales con ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido), aunque si contactos informales a través de sus embajadas en la India.

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András Toma fue un soldado húngaro al que se considera el último prisionero de la Segunda Guerra Mundial en ser liberado. Toma, capturado por el ejército soviético en enero de 1945, fue recluido en un campo de prisioneros cerca de San Petersburgo. Poco después fue trasladado a un hospital militar debido a una enfermedad. Allí los médicos, ninguno de los cuales entendía el húngaro, creyeron Toma era un perturbado que hablaba un idioma inventado, y lo enviaron a un hospital psiquiátrico en la ciudad de Kotélnich, donde ingresó en enero de 1947 bajo el nombre de András Tamás. Su nombre desapareció de las listas de prisioneros y Hungría lo declaró muerto en 1954. Como Toma no sabía ruso y nadie en el hospital hablaba húngaro, permaneció recluido hasta que en el año 2000 un lingüista checo llamado Karol Moravčík visitó el hospital y se dio cuenta de que Toma hablaba húngaro y no estaba loco. En agosto del año 2000 Toma regresó a Hungría, donde su identidad se confirmó gracias a una prueba de ADN. Vivió con su hermana Anna hasta su muerte en 2004, a los 74 años.

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En una ocasión, después de un concierto, los Rolling Stones se encontraban en su camerino charlando y relajándose cuando alguien llamó a su puerta diciendo "Viene la Policía" ("The Police is coming"). A toda prisa, recogieron las numerosas drogas y parafernalia que tenían en la habitación y las tiraron por el retrete. Instantes después, Andy Summers, Stewart Copeland y Sting (los miembros del grupo The Police) entraban en el camerino.

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En 1801, combatiendo al ejército francés en Egipto, el teniente coronel británico George Murray y sus hombres se encontraron de repente con una gran escasez de agua y sin medios para aprovisionarse. Entonces Murray recordó que Julio César mencionaba en sus memorias haber tenido el mismo problema prácticamente en el mismo lugar en el que se encontraban, cerca de Alejandría. Tras consultar una copia de la obra de César, que siempre llevaba consigo, Murray descubrió que los romanos habían encontrado agua cavando a cierta profundidad, así que hizo que sus hombres cavaran pozos en la arena. Tal y como Julio César había dejado escrito, muy pronto los británicos encontraron agua en el subsuelo del desierto.

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En una ocasión el dramaturgo francés Georges Feydeau (1862-1921) se encontraba en un elegante restaurante parisino cuando le sirvieron una langosta que tenía una sola pinza. Feydeau se quejó airadamente al camarero y este le explicó que en ocasiones las langostas peleaban entre ellas en el tanque en el que las mantenían. A lo que Feydeau respondió: "Entonces llévese esta y tráigame a la que ganó la pelea".

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El sorteo del 30 de marzo de 2005 de la lotería Powerball (que se vende en 45 de los estados de los Estados Unidos, además de en Washington DC, Puerto Rico y las Islas Vírgenes Americanas) deparó un resultado insólito al revelar nada menos que 110 acertantes del segundo premio (que cobraron entre 100000 y 500000 dólares cada uno) un número estadísticamente casi imposible. La empresa organizadora sospechó en un principio que podía tratarse de un fraude; pero al investigar el caso descubrió sorprendida que los ganadores habían apostado a los "números de la suerte" que habían encontrado en el interior de unas galletas de la fortuna de las que se sirven en los restaurantes chinos,  fabricadas por la empresa Wonton Food Inc. y que coincidían con cinco de los seis números de la combinación ganadora.

domingo, 20 de julio de 2025

El Britisches Freikorps, los voluntarios británicos del ejército nazi

Insignia del Britisches Freikorps

Durante la Segunda Guerra Mundial en torno a un millón de combatientes extranjeros lucharon en las filas del ejército alemán, encuadrados en unidades especiales de la Wehrmacht o de las Waffen-SS. Estas unidades se nombraban según el origen de los hombres que las componían; había belgas, franceses, italianos, españoles (la célebre División Azul), escandinavos, rusos, croatas, rumanos, húngaros... Había incluso una unidad formada por voluntarios indios (la Legion Freies Indien), otra de musulmanes croatas y bosnios (la 13. Waffen-Gebirgs-Division der SS Handschar) y otra de árabes de Oriente Medio y el norte de África (la Legion Freies Arabien). Algunos lo hacían porque simpatizaban con la ideología nazi; otros, porque creían que una alianza con Alemania supondría un beneficio para sus propios intereses. Y entre estas unidades hubo una, pequeña, casi insignificante, pero muy interesante: el Britisches Freikorps o Cuerpo de Voluntarios Británicos de las Waffen-SS.

John Amery (Londres, 1912) era hijo de Leo Amery, destacado político del Partido Conservador que llegó a ser Primer Lord del Almirantazgo (1922-24), Secretario de Estado para las Colonias (1924-29) y Secretario de Estado para la India (1940-45). John heredó de su padre un profundo sentimiento anticomunista, llevándolo más lejos; convencido de que la democracia y el liberalismo eran inútiles en la lucha contra el comunismo, abrazó desde muy joven el ideario fascista (a pesar de que sus abuelos maternos eran judíos de origen húngaro convertidos al protestantismo tras instalarse en el Reino Unido). Tuvo una juventud un tanto turbulenta, causando muchos quebraderos de cabeza a su padre, el cual tuvo que sacarlo de problemas en más de una ocasión. Finalmente, en 1936, tras declararse en bancarrota a causa de varios negocios fracasados, abandonó Gran Bretaña con rumbo al continente.

Se instaló en París, donde se hizo amigo del líder fascista francés Jacques Doriot. Le dijo a su familia que había participado en la Guerra Civil española, e incluso había sido condecorado por el régimen de Franco, pero era mentira; no pisó suelo español hasta que la guerra hubo terminado, y su colaboración con Franco se limitó a ejercer de intermediario entre su gobierno y grupos de la extrema derecha francesa y traficantes de armas. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión de Francia, Amery permaneció en territorio del régimen colaboracionista de Vichy, aunque su poca sintonía con el régimen le llevó a querer instalarse en Alemania, algo que no consiguió hasta 1942.

John Amery (1912-1945)

En Alemania su entusiasmo impresionó al mismísimo Adolf Hitler, quien le permitió quedarse como "invitado" del régimen nazi. Amery se dedicó a escribir y grabar mensajes que se emitían por radio y en los que exhortaba a los británicos a cesar su guerra con Alemania y unirse a ella en su lucha contra su enemigo común, la Unión Soviética. En enero de 1943, durante una breve visita a Francia, se reencontró con Doriot, que por entonces servía en la Legión de Voluntarios Franceses Contra el Bolchevismo, una unidad formada por franceses colaboracionistas. A Amery se le ocurrió que podía crear una unidad similar formada por británicos, no tanto como una unidad militarmente significativa, sino más bien como una maniobra propagandística para hacer ver al pueblo británico que era psoible que británicos y alemanes luchasen juntos contra los comunistas. Al regresar a Alemania expuso su idea a las autoridades nazis y, tras obtener el visto bueno, comenzó a reclutar miembros para su unidad, que llamó originariamente Legión Británica de San Jorge.

Amery empezó a buscar voluntarios en los campos de internamiento de civiles británicos y de la Commonwealth. Al no obtener apenas resultados, pasó luego a buscarlos en los campos de prisioneros de guerra, aunque por lo general era recibido con indiferencia, cuando no con hostilidad, por los prisioneros que lo consideraban un traidor. En octubre de 1943, tras varios meses de trabajo, la unidad de Amery contaba únicamente con ocho reclutas. Las SS, descontentas con la lentitud del proceso, pero aún convencidas de su utilidad, decidieron apartar a Amery del mando de la unidad (a partir de entonces se dedicaría exclusivamente a las emisiones radiofónicas de propaganda) nombrando como nuevo comandante al SS-Hauptsturmführer Hans Werner Roepke. En enero de 1944 la unidad pasó a llamarse oficialmente Britisches Freikorps; quedó establecido que nunca se enfrentarían a tropas británicas, ni serían utilizados en labores de espionaje; no estarían formalmente sujetos a la legislación militar alemana ni tendrían que prestar juramento de fidelidad a Hitler. En febrero fueron trasladados a Hildesheim, una localidad cercana a Hannover, donde recibieron sus uniformes, similares a los de las Waffen-SS aunque con insignias británicas.

Roy Courlander, uno de los miembros más destacados del BFC

El reclutamiento seguía avanzando poco a poco; algunos se unían voluntariamente, otros bajo amenaza (varios de ellos fueron obligados a alistarse porque mantenían relaciones con mujeres alemanas, un delito que podía haberles costado la pena capital). En mayo de 1944 la unidad constaba de 23 miembros, insuficientes incluso para formar un pelotón. En octubre fueron trasladados de nuevo, esta vez a Dresde, donde comenzaron su entrenamiento en un campamento de las Waffen-SS. En octubre Roepke fue sustituido por un nuevo líder, el SS-Obersturmführer Walter Kühlich.

Para aquel entonces los voluntarios británicos comenzaban ya a dudar de su decisión. El desembarco de Normandía les había hecho ver que el final del Tercer Reich podía estar muy próximo y temían que si eran capturados fueran acusados de traición. Varios miembros de la unidad trataron de huir, lo que les llevó de vuelta a los campos de prisioneros tras ser capturados. El número de miembros se mantuvo en torno a la veintena; los nuevos reclutas apenas compensaban las renuncias y las bajas por deserción. La falta de documentación hace difícil dar cifras concretas, pero se estima que apenas una cincuentena de miembros, británicos y de otros países de la Commonwealth, pasaron por la unidad, y que el número máximo de integrantes nunca alcanzó la treintena.

En febrero de 1945 la unidad fue enviada a Berlín para participar en la defensa de la capital ante el inexorable avance de las tropas soviéticas. En marzo fueron de nuevo recolocados, esta vez en Niemegk, como apoyo de una unidad blindada de las SS. Unas semanas más tarde fueron asignados como batallón de reconocimiento a la 11ª División de Granaderos "Nordland", una unidad formada principalmente por voluntarios escandinavos y holandeses, quedando adscritos con ella al III Cuerpo Panzer. Para entonces Kühlich ya había sido sustituido por un nuevo comandante, el SS-Hauptsturmführer Alexander Dolezalek.

El 29 de abril de 1945, ante la inminente derrota alemana, el comandante del III Cuerpo Panzer, el general Felix Steiner, ordenó a sus tropas retirarse y dirigirse al oeste, prefiriendo rendirse a las tropas británicas y estadounidenses antes que a los soviéticos. En la desbandada general los miembros restantes del Britisches Freikorps se quitaron sus uniformes y procuraron mezclarse con otros prisioneros británicos, tratando de ocultar sus acciones y evitar el castigo. Durante un tiempo circuló el rumor de que uno de los miembros del Britisches Freikorps había tomado parte en la defensa de Berlín, pero no hay pruebas de que sea cierto. Probablemente, se trataba de Wilhelm Rössler, un soldado alemán que colaboró con el BFC como traductor por su dominio del inglés, y que solía vestir un uniforme similar, aunque sin insignias británicas. En la práctica, el Britisches Freikorps nunca llegó a entrar en combate activo, ni siquiera a ser una unidad viable.

Kenneth Berry y Alfred Minchin, con sus uniformes del Britisches Freikorps (abril de 1944) 

A pesar de la falta de documentos y de que muchos de los miembros del Britisches Freikorps utilizaban nombres falsos mientras permanecieron en aquel cuerpo, las autoridades británicas lograron identificar a varios de ellos que fueron sometidos a consejo de guerra tras el conflicto, acusados de colaborar con el enemigo. La mayoría se defendió alegando que al unirse al Britisches Freikorps solo buscaban una oportunidad para fugarse, sabotear la unidad desde dentro o recopilar información sobre el ejército alemán, aunque los tribunales por lo general no les creyeron. Entre los antiguos miembros que fueron juzgados estaban:

- Kenneth Berry (1925-1992), marinero británico, condenado a nueve meses de trabajos forzados. El tribunal se mostró benévolo con él por su corta edad (aún no había cumplido los 18 cuando se unió a la unidad)

- Roy Courlander (1914-1979), soldado neozelandés condenado a quince años de prisión, pena luego reducida a nueve años (de los que solo cumpliría seis).

- Thomas Cooper (1919-1987?), antiguo miembro del partido fascista británico British Union of Fascists, que trabajaba en Stuttgart cuando estalló la guerra y se unió poco después a las SS. Condenado a muerte por traición, su sentencia fue luego conmutada por la de cadena perpetua, y fue puesto en libertad en 1953.

- Frank McLardy (1915-1981), también miembro de la BUF, sanitario militar británico, condenado a cadena perpetua, pena luego conmutada por la de 15 años de prisión (de los que solo cumplió siete).

- William Brittain, soldado británico, condenado a diez años de cárcel y liberado poco después por motivos de salud.

- Edwin Martin (1919-1987), soldado canadiense, condenado a 25 años de cárcel, fue indultado en 1954.

- Alfred Minchin (1917-1998), marino mercante británico, sentenciado a siete años de cárcel.

- Eric Pleasants (1913-1998), marino mercante británico, capturado por los soviéticos en 1946 y acusado de la muerte de dos soldados soviéticos, permaneció en un gulag en Siberia hasta 1954, cuando fue deportado al Reino Unido. Las autoridades británicas se limitaron a tomarle declaración, considerando que su estancia en Siberia había sido un castigo suficiente por sus crímenes.

- William Shearer (1917-1995), teniente del ejército británico, no fue sometido a juicio debido a que se le consideró mentalmente incapacitado; sufrió un colapso nervioso en marzo de 1943 y fue repatriado por la Cruz Roja poco después.

- Douglas Berneville-Claye (1917-1975), un peculiar sujeto con numerosos antecedentes penales por estafa, robo y bigamia, capturado en el norte de África en diciembre de 1942. Acusado por sus compañeros de reclusión de espiar para los alemanes, estos lo retiraron del campo en el que se encontraba ante la amenaza de que los demás presos lo ejecutaran por traidor. Durante un cierto tiempo se desconoce su paradero, hasta que en abril de 1945 se incorpora al Britisches Freikorps, solo por unos días, antes de darse a la fuga y entregarse a las tropas británicas. No fue sometido a juicio ante la ausencia de pruebas.

- Henry Symonds (1924-1994), soldado británico, condenado a 15 años de prisión.

- Douglas Mardon, Pieter Labuschagne y Lawrence Viljoen, soldados sudafricanos capturados en el Norte de África. Mardon y Labuschagne fueron condenados respectivamente a nueve y cuatro meses de cárcel, mientras que Viljoen fue absuelto tras probar que había huido sin ni siquiera llegar a integrarse de manera efectiva en la unidad.

En cuanto a John Amery, el impulsor original de la creación de la unidad, fue capturado en abril de 1945 por partisanos italianos cerca de la ciudad de Como, tras haberse trasladado a Italia para colaborar con la República de Salò, el último estertor del régimen fascista de Mussolini. Entregado a los británicos y juzgado por traición, pese a los intentos de su familia por influir en el veredicto, John se declaró culpable de todos los cargos, aunque señalando que nunca había conspirado contra el Reino Unido y que no era un nazi, sino un anticomunista. Declarado culpable y condenado a muerte, fue ahorcado en la prisión londinense de Wandsworth el 19 de diciembre de 1945, y enterrado en una tumba sin nombre en el cementerio de la prisión. En 1996 su hermano menor Julian consiguió permiso para exhumar sus restos, que fueron incinerados y sus cenizas esparcidas en Francia.

domingo, 13 de julio de 2025

Las camisetas de Lituania en Barcelona 92



Una de las imágenes icónicas de las Olimpiadas de Barcelona 92 fue la de la selección lituana de baloncesto acudiendo a recibir sus medallas de bronce llevando puestas unas singulares y coloridas camisetas que causaron sensación. Unas camisetas tras las cuales había una curios historia que mezclaba deporte, música y solidaridad.

El baloncesto, inventado en 1891 por un profesor de educación física llamado James Naismith que buscaba una actividad física que sus alumnos pudieran practicar bajo techo durante los largos y fríos inviernos de Massachussets, tuvo un éxito inmediato y se extendió con gran rapidez: el primer partido en Europa se jugó en 1893, el primer partido entre universidades en 1895, en 1896 se jugó el primer partido entre equipos profesionales y en 1898 se creó la primera liga profesional. Y uno de los lugares donde más rápida y profundamente se enraizó fue Lituania, que por aquel entonces todavía formaba parte del Imperio Ruso. Los lituanos hicieron suyo aquel deporte con una pasión y un entusiasmo inéditos, convirtiéndolo en un símbolo de su país. Tanto es así que, a pesar de su pequeño tamaño (hoy en día su población no alcanza los tres millones de habitantes), Lituania, tras conseguir su independencia en 1918, se proclamó campeona de Europa en 1937 y 1939.

Y luego en 1940 la Unión Soviética se anexionó el país, que durante el siguiente medio siglo pasó a ser una de las Repúblicas Soviéticas que la formaban. La pasión de los lituanos por el baloncesto continuó, y siguieron formando grandes jugadores, que pasaron a ser parte fundamental de la exitosa selección soviética (dos veces campeona olímpica, tres del mundo y catorce de Europa). Un buen ejemplo de ello fue la selección soviética campeona olímpica en Seúl 1988: cuatro de los cinco jugadores de su quinteto inicial habitual (Sarunas Marciulionis, Arvydas Sabonis, Rimas Kurtinaitis y Valdemaras Chomicius) eran lituanos y, además, nacidos en la ciudad de Kaunas.

Michael Jordan posa con la mítica camiseta lituana

En 1990 la Unión Soviética colapsó y Lituania recuperó su independencia. Por primera vez en cincuenta años, los lituanos tenían la ocasión de ver a sus jugadores defendiendo a su país y no a otra selección. Ese mismo año de 1990 se fundaba la Federación Lituana de Baloncesto (LKF), que fue aceptada como miembro de la FIBA al año siguiente. Los Juegos Olímpicos de Barcelona se acercaban, y era la primera gran ocasión de los lituanos para presentarse en el escenario internacional. Pero, desgraciadamente para ellos, la caótica situación económica de todas las repúblicas ex-soviéticas también afectaba a Lituania. El gobierno lituano carecía de recursos para la LKF, y ello amenazaba las posibilidades de su selección de participar primero en el Torneo Pre-Olímpico que se celebraría en España, donde se concederían las últimas plazas para el torneo; y luego, en caso de clasificarse, de participar en las Olimpiadas. Por eso, los miembros del equipo comenzaron a moverse por su cuenta para conseguir el dinero necesario.

Por aquel entonces Sarunas Marciulionis ya jugaba en la NBA, en las filas de los Golden State Warriors de San Francisco. Había sido el primer jugador soviético en irse a la NBA, en 1989, y no había tardado en ganarse el aprecio de su afición, por su buen hacer en la cancha y por haber participado como voluntario en las labores de ayuda a las víctimas del terremoto que afectó a la ciudad el 17 de octubre de 1989. Con la ayuda de Donnie Nelson, entrenador asistente de los Warriors e hijo del entrenador principal Don Nelson, Marciulionis empezó a pedir ayudas y donativos para su selección, igual que sus compañeros hacían en los países en los que jugaban. 

Los esfuerzos de Marciulionis y Nelson no pasaron desapercibidos para un periodista deportivo llamado George Shirk, el cual escribió un artículo en el San Francisco Chronicle. Por aquello del destino, ese artículo fue leido por Dennis McNally, relaciones públicas de la banda californiana de rock psicodélico Grateful Dead, el cual se lo mostró a los miembros del grupo. Los Grateful Dead sintieron de inmediato simpatía por los lituanos y su causa, que el batería Mickey Hart definió como "una lucha por la vida y la libertad". Así que hicieron una generosa donación económica al equipo lituano. Pero hicieron algo más: se pusieron en contacto con el diseñador neoyorquino George Speirs, responsable de las portadas de varios de los discos de la banda, y le pidieron que diseñara unas camisetas para enviarselas a la selección lituana como muestra de apoyo. Y Speirs se sacó de la manga aquellas geniales camisetas, tan psicodélicas como la música del grupo, con los colores rojo, verde y amarillo de la bandera lituana y un esqueleto (apodado Skullman y que ya había aparecido en varias portadas de los discos de los Dead) encestando una canasta.

George Speirs

A los jugadores lituanos les encantaron aquellas camisetas, tan coloridas y vibrantes, en contraste con los uniformes de la época soviética, mayormente grises y azules. El propio Sabonis admitió que lo primero que había pensado al verlas era "Guau, esta es de verdad una Lituania libre". Con el dinero recaudado, los lituanos, con Vladas Garastas como seleccionador y Raimundas Sargunas, Donnie Nelson y el español Javier Imbroda como ayudantes, pudieron participar en el Pre-Olímpico (donde se clasificaron brillantemente ganando todos sus partidos) y luego en la Olimpiada, donde también tuvieron un papel destacado: perdieron solo un partido en fase de clasificación, llegaron hasta las semifinales, donde fueron barridos (127-76) por el legendario Dream Team norteamericano de Michael Jordan, Magic Johnson, Scottie Pippen y Larry Bird, entre otros, para luego acabar ganando la medalla de bronce; un triunfo de especial significado, ya que en el partido por la medalla derrotaron al Equipo Unificado (formado por las antiguas repúblicas de la URSS salvo las tres repúblicas bálticas). Y como muestra de agradecimiento, decidieron llevar las camisetas de Speirs en el momento de recibir la medalla.

Aquellas camisetas tuvieron un éxito rotundo. Se vendieron en grandes cantidades, convirtiéndose en uno de los souvenirs más buscados de aquellas Olimpiadas. Fue tal el éxito, que Speirs decidió renunciar al porcentaje que le correspondía de las ventas para que ese dinero fuera a parar a la selección lituana (convirtiéndose durante algún tiempo en su principal patrocinador) y a diversas entidades benéficas lituanas. Aún hoy en día, después de más de treinta años, siguen vendiéndose, con sus ingresos dedicados a la beneficencia. La fama de las camisetas llegó a tal punto que en 1993 Skullman se convirtió en el primer (y único) personaje dibujado en ingresar en el Basketball Hall of Fame (y en el Hall of Fame de cualquier otro deporte).

domingo, 6 de julio de 2025

Curiosidades sobre los gatos (V)

- Mr. Bigglesworth, el gato esfinge que aparece en las películas de Austin Powers, se llama en realidad SGC Belfry Ted Nude-Gent.

- Charles Dickens dijo en cierta ocasión que "No hay mayor regalo que el amor de un gato"

- Algunas leyendas populares atribuían al pelo de gato la capacidad de provocar epilepsia o tuberculosis.

- Tom, el gato de la conocida serie Tom & Jerry, se iba a llamar originalmente Jasper.

- Aproximadamente 1 de cada 200 gatos es alérgico a los seres humanos.

- El record de supervivencia de un gato en una caída lo tiene una gata que sobrevivió a una caída desde un piso 43.

- Los gatos también pueden sufrir Alzheimer.

- En Bélgica existió un proyecto para entrenar gatos para que entregaran cartas. Nunca llegó a funcionar.

- Los gatos tienen en su boca un órgano llamado órgano vomeronasal u órgano de Jacobson, que les permite percibir compuestos químicos en el aire. Por eso en ocasiones se quedan quietos con la boca abierta tras percibir un olor interesante.

- Todos los gatos de la raza Fold Escocés pueden trazar sus orígenes hasta el primer ejemplar de esa raza, una hembra nacida en la década de 1960.

- El gato más largo del que hay registro era un Maine Coon llamado Stewie, que medía 123'1 centímetros desde la nariz a la punta de la cola. Mientras, el más alto es un gato de raza Savannah llamado Arcturus, que mide 48'3 centímetros de alto.

- De entre todos los mamíferos, los gatos son los que tienen los ojos más grandes en relación a su tamaño corporal.

- Los gatos tienen 26 dientes de leche mientras son cachorros, que luego son sustituidos por 30 dientes permanentes.

- El gato doméstico es el único felino capaz de caminar con su cola erguida; los felinos salvajes caminan con su cola horizontal, o bien colgando entre sus patas traseras.

- Los gatos no padecen caries.