Verba volant, scripta manent

sábado, 25 de octubre de 2025

Cuadros robados (I)

Natividad con San Francisco y San Lorenzo (Caravaggio, 1609)

Pintado por Caravaggio un año antes de su muerte, este cuadro estuvo en el Oratorio de San Lorenzo en Palermo hasta que desapareció la noche del 17 al 18 de octubre de 1969. Nunca más se ha vuelto a saber nada de esta pintura, y la mayoría de los rumores señalan a la Mafia siciliana como autora del robo, atribuyendo a capos famosos como Toto Riina, Rosario Riccobono o Gaetano Badalamenti la posesión del cuadro. También se dijo que el cuadro había sido vendido y llevado al extranjero, o incluso que había sido destruido, pero las autoridades italianas creen que el cuadro nunca salió de Sicilia y permanece escondido en Palermo o sus alrededores.
 

El concierto (Johannes Vermeer, c. 1665)

La madrugada del 18 de marzo de 1990 tuvo lugar uno de los más notorios robos de arte de la historia. Dos ladrones disfrazados de policías entraron en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston y, tras atar y amordazar a los dos únicos vigilantes, se llevaron trece obras de arte valoradas en torno a 500 millones de dólares, incluyendo obras de Rembrandt, Degas y este cuadro del pintor holandés Johannes Vermeer, considerado el cuadro más valioso jamás robado, y cuyo precio actual se calcula en unos 200 millones de dólares.


Tempestad en el mar de Galilea (Rembrandt, 1633)

Otro de los cuadros desaparecidos en el robo del Museo Gardner estaba esta obra de juventud de Rembrandt, destacada por ser el único paisaje marino pintado por el autor. Como del resto de obras robadas del Museo, nunca volvió a saberse de ella, a pesar de la intensa búsqueda por parte de la policía y de que se llegó a ofrecer una recompensa de diez millones de dólares a quien ayudara a resolver el robo y recuperar el botín. Las sospechas apuntan a la mafia de Boston o bien a la mafia irlandesa, y se cree que las obras pudieron haber sido vendidas a coleccionistas y tratantes de arte poco después del robo.


El pato blanco (Jean-Baptiste Oudry, 1753)

Este cuadro, obra del pintor del Barroco francés Jean-Baptiste Oudry, fue robado en 1990 de las paredes de Houghton Hall, una mansión campestre en el condado inglés de Norfolk, residencia de los condes de Cholmondeley. El robo hizo que los Cholmondeley, dueños de una amplia colección de arte, tuvieran que realizar una seria reforma de la seguridad del palacio. Del cuadro no se sabe nada desde entonces.


Vista de Auvers-sur-Oise (Paul Cézanne, 1879-1890)

La noche del 31 de diciembre de 1999, aprovechando como distracción los fuegos artificiales lanzados para celebrar la llegada del año 2000, un ladrón se subió al tejado del Museo Ashmolean de la Universidad de Oxford tras trepar por unos andamios utilizados en la reforma de la biblioteca del Museo y rompió una claraboya para acceder al interior. Acto seguido lanzó una bomba de humo y se descolgó utilizando una escala de cuerdas. En cuestión de minutos cortó de su marco el cuadro Vista de Auvers-sur-Oise, obra del pintor posimpresionista francés Paul Cézanne, y se lo llevó, mezclándose luego con la multitud que celebraba el fin de año en las calles de la ciudad. Dado la limpieza y rapidez del robo, y que en la misma sala había otras obras de Renoir o Toulouse-Lautrec, la policía cree que el autor era un ladrón experto que buscaba ese cuadro en concreto.


Le pigeon aux petits pois (Pablo Picasso, 1911) y La Femme à l'éventail (Amedeo Modigliani, 1919)

Otro de los robos de arte más espectaculares de la historia tuvo lugar la madrugada del 20 de mayo de 2010 cuando un ladrón se coló en el Museo de Arte Moderno de Paris retirando el cristal de una ventana y se llevó cinco cuadros de Picasso, Modigliani, Matisse, George Braque y Fernand Léger, valorados en un total de cien millones de dólares. El autor fue arrestado un año después; se trataba de Vjeran Tomic, un ladrón francés de origen bosnio con una larga lista de antecedentes. También se arrestó a un cómplice, Yonathan Birn, que admitió haber escondido los cuadros pero que después de un tiempo, temeroso de ser descubierto, los había arrojado a la basura; una versión que la policía pone en duda.


Flores de amapola (Vincent van Gogh, 1887)

Este cuadro propiedad del Museo Mohammed Mahmoud Khalil de El Cairo ha sido robado en dos ocasiones. La primera, en junio de 1977; se recuperó diez años después en Kuwait. La segunda, en agosto de 2010; desde entonces permanece en paradero desconocido. Tras este último robo once funcionarios del Ministerio egipcio de Cultura, incluido el viceministro Mohsen Shaalan, fueron condenados a penas de entre uno y tres años de cárcel por negligencia. El multimillonario egipcio Naguib Sawiris ha ofrecido una recompensa de 175000 $ a quien ayude a recuperar el cuadro.


Los murales Whitney/Parrish (William Parrish, 1914-1918)

El 28 de julio de 2002 personas desconocidas accedieron al interior de la Galería de Arte Edenhurst (Los Angeles, California) a través de un agujero en el tejado y, tras desconectar la alarma, procedieron a llevarse dos murales de gran tamaño (2'5 x 1'5 m.) obra del pintor e ilustrador William Parrish (1862-1949). Los cuadros formaban parte de una colección de nueve obras encargadas a Parrish por la millonaria y mecenas Gertrude Vanderbilt Whitney, y se encontraban en la Galería Edenhurst porque su entonces propietario, un banquero texano llamado J. P. Bryan, había decidido ponerlas a la venta. Los cuadros nunca fueron hallados, pero Bryan cree que, dado el aprecio que las obras de Parrish tienen entre los coleccionistas asiáticos, es probable que hayan ido a parar a alguna colección particular en China o Japón.


Retrato de Trude Steiner (Gustav Klimt, 1900)

En el año 1900 la millonaria y coleccionista de arte vienesa Jenny Steiner encargó al pintor Gustav Klimt un retrato de su hija mayor Trude, que acababa de morir de meningitis. Cuando en 1938 los nazis tomaron el control de Austria, Jenny, de familia judía, se vio obligada a huir, instalándose en EEUU tras pasar por Paris, Portugal y Brasil. Los nazis se incautaron de sus propiedades, incluida su colección de arte. Lo último que se supo de este cuadro es que fue vendido en subasta a un comprador desconocido en abril de 1941; desde entonces nada se ha sabido de él.


Marina (Claude Monet, 1880-1890); Los dos balcones (Salvador Dalí, 1929)

Otro de los grandes robos de arte de la historia reciente tuvo lugar el 24 de febrero de 2006 en Rio de Janeiro. Ese día, aprovechando el bullicio de las celebraciones del Carnaval, cuatro hombres armados entraron en el Museo Chácara do Ceu, en el barrio de Santa Teresa, y se llevaron cuatro obras de grandes maestros: Marina (Claude Monet), Los dos balcones (Salvador Dalí), Baile (Picasso) y Jardín de Luxemburgo (Henri Matisse). Nunca se encontró a los responsables, ni los cuadros. Solo se sabe que días más tarde el cuadro de Matisse apareció brevemente a la venta en un portal de subastas online con sede en Bielorrusia, y que en marzo se hallaron en la favela Morro dos Prazeres los marcos quemados de las obras de Dalí y Picasso.

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