Recientemente se han cumplido 40 años del estreno en cines de la película Regreso al futuro. Fue un proyecto que tuvo no pocos problemas para llegar a la gran pantalla tal y como lo conocemos. Columbia Pictures, la primera productora que aceptó el proyecto, presentado por el director Robert Zemeckis y el productor Bob Gale allá por 1980, acabó por rechazarlo porque le parecía "demasiado ingenuo" para ser una comedia adolescente. La película fue ofrecida entonces a Disney, que también la rechazó... por el motivo contrario: porque les parecía que una madre que se sentía atraída por su hijo era demasiado escandaloso para una película familiar Disney. Tras algún que otro rechazo más finalmente la compró Steven Spielberg a través de su productora Amblin Entertainment, que sería la que, en colaboración con Universal Pictures, la llevó a término.
No se quedaron ahí los problemas del filme. El guión sufrió numerosos cambios a lo largo de los años e incluso fue reescrito en un par de ocasiones. Y en cuanto al reparto, Michael J. Fox fue la primera elección como protagonista, pero por aquel entonces el rodaje de la serie de televisión Family ties apenas le dejaba tiempo libre, así que contrataron a Eric Stoltz, que había impresionado a Zemeckis y Gale con su trabajo en Mask, donde interpretaba a un joven con una deformidad facial. Sin embargo, con buena parte del rodaje ya realizado, Zemeckis decidió que Stoltz no era el adecuado para el papel; su interpretación era demasiado intensa y dramática para el tono de comedia de la película. Así que Stoltz fue despedido y, esta vez si, Fox consiguió compatibilizar ambos rodajes y pudo incorporarse a la película, incluyendo volver a rodar todas las escenas que ya había rodado Stoltz.
Después de tantos problemas, la película tuvo un éxito rotundo. Recaudó cerca de 400 millones de dólares en todo el mundo y se convirtió en la película más taquillera de 1985. Este éxito propició que de inmediato comenzó la planificación de una secuela, a pesar de que, como el propio Zemeckis admitiría más tarde, nunca había tenido esa intención. Al final serían dos secuelas, y no una, que se rodaron simultáneamente durante buena parte de 1989, y se estrenaron con seis meses de diferencia, en noviembre de 1989 y mayo de 1990.
La intención de los productores era contar en las dos secuelas con el mismo reparto de la original. Y lo consiguieron con la mayor parte: Fox (Marty McFly), Christopher Lloyd (Doc Brown), Thomas F. Wilson (Biff Tannen y su antepasado Buford Tannen), Lea Thompson (Lorraine McFly) o James Tolkan (el director Strickland y su antepasado, el Marshall Strickland) aceptaron regresar. Pero no todos repitieron. Así, Claudia Wells, que interpretaba a Jennifer, la novia de Marty, tenía intención de retomar su papel, pero después de que su madre fuera diagnosticada de cáncer decidió dejar a un lado su carrera como actriz para cuidarla (tardaría más de veinte años en volver a actuar) y fue sustituida por Elisabeth Shue, que rodó las dos secuelas, incluyendo una repetición escena por escena del final de Regreso al futuro para el inicio de la segunda parte. Marc McClure y Wendy Jo Sperber, que daban vida a los hermanos de Marty, Dave y Linda, no aparecieron en la secuela porque Wendy estaba embarazada y no podía actuar; y a los productores les pareció incoherente que apareciera solo uno de los dos hermanos, así que también dejaron a Marc fuera de la segunda parte; aunque ambos si estarían, brevemente, en la tercera. Y tampoco repitió Crispin Glover, que daba vida a George McFly, el padre de Marty (a pesar de ser tres años más joven que Fox). Aunque esto no fue una sorpresa para casi nadie.
Pese a su juventud, Glover tenía cierta fama de actor "difícil", y su comportamiento durante el rodaje lo confirmó. Principalmente, Glover tenía ideas propias sobre como debía interpretar a George McFly y estaba dispuesto a actuar conforme a ellas, aunque ello supusiera desobedecer las indicaciones de Zemeckis. Una de las cosas que hacía y que ponía de los nervios al equipo técnico era ignorar las indicaciones que le hacían acerca de dónde debía colocarse en cada toma. Si le decían que se colocara en un lugar determinado, Glover hacía caso omiso y se colocaba donde le parecía, o incluso se movía durante la toma. La situación llegó a tal punto que en un par de ocasiones los técnicos "encerraron" a Glover en una especie de corral hecho con sacos de arena y maderos para que no se moviera.
Pero lo que más enfadó a Zemeckis es que Glover cuestionara directamente su guión. Al actor no le gustaba el final de la película, en el que Marty McFly regresaba a su época para encontrar a su familia feliz, exitosa y rica. Según Glover le dijo directamente al director, ese final enviaba un mensaje equivocado a los espectadores: les sugería que el dinero daba la felicidad, que para ser feliz hacía falta tener dinero y comprar cosas. Para Glover, habría sido mucho mejor que Marty regresara a la casa humilde en la que se había criado, pero encontrando a sus padres enamorados y felices. Y a Zemeckis no le gustó que un actor cuestionase su historia.
Por eso, cuando llegó la hora de rodar las secuelas, los productores trataron de contar con Crispin Glover, pero sin ponerle demasiado empeño. Hubo algunas negociaciones y una oferta que el actor consideró insuficiente. Según contaría años después en una entrevista, la oferta más alta que le hicieron fue de apenas 125000 $, muy inferior según él a lo que cobraban otros compañeros. Bob Gale diría más tarde que “Crispin tuvo la oportunidad de participar en la secuelas, pero la rechazó por dinero”.
¿Y qué hicieron entonces los productores? En lugar de sencillamente eliminar el personaje contrataron a otro actor, Jeffrey Weissman, para hacer de George, sometiéndolo a intensas sesiones de maquillaje e incluso aplicándole unas prótesis faciales en nariz, barbilla y mejillas para aumentar su parecido a Crispin Glover. Unas prótesis que, según se supo más tarde, se habían fabricado a partir de un molde del rostro de Glover que se había realizado durante el rodaje de la primera parte, para ayudar a los maquilladores a preparar el maquillaje del actor cuando interpretaba al George adulto. Además también reutilizaron algunas imágenes rodadas para la película original, y recurrieron a "trucos" como colocar a Weissman en un segundo plano o ponerle gafas de sol para que no se notara tanto que era otro actor.
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| Jeffrey Weissman y Lea Thompson en Regreso al futuro II |
Obviamente cuando Glover se enteró no le hizo ninguna gracia y en 1990 presentó una demanda contra los productores Bob Gale y Neil Canton por usar su imagen sin su permiso y por no pagarle por volver a usar el material de la primera película. El caso no llegó a los tribunales, porque los productores prefirieron llegar a un acuerdo extrajudicial y pagarle 760000 $ para que retirara la demanda, lo que tampoco calmó los ánimos de Glover (en varias entrevistas se ha referido a Gale llamándole "ladrón"). Todo el proceso sentó un precedente; a partir de ahí el Screen Actors Guild (el sindicato de los actores de Hollywood) empezó a incluir en los contratos cláusulas específicas que regulaban los derechos de los actores sobre su propia imagen, impidiendo que los productores la utilizaran de manera unilateral (un tema especialmente relevante en estos tiempos debido al auge de la AI).
Glover ha seguido siendo un verso suelto en la escena actoral de Hollywood, alternando grandes producciones como Los ángeles de Charlie (2000) o Jacuzzi al pasado (2010) con otros proyectos mucho más minoritarios como Corazón salvaje (1990), El escándalo de Larry Flint (1996) o Willard (2003). También ha probado suerte como director, y ha hecho incursiones en la literatura y en la música.
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