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domingo, 16 de mayo de 2021

Cuando la caballería capturó una flota

La caballería francesa captura la flota de combate atrapada en el hielo en aguas de Texel el 21 de enero de 1795 (Charles Louis Mozin)

En el invierno de 1794 a 1795, en el marco de las Guerras de Coalición que enfrentaron al gobierno revolucionario francés con diversas potencias y coaliciones que se le oponían, tropas francesas mandadas por el general Jean-Charles Pichegru y apoyadas por miembros del partido patriota (holandeses seguidores de las ideas ilustradas y opuestos a la oligarquía gobernante) invadían los Países Bajos. El rápido avance de los franceses y el estallido de revueltas en las principales ciudades obligó al estatúder (gobernador) Guillermo V de Orange-Nassau a buscar refugio en Inglaterra, mientras Pichegru establecía su cuartel general en Ámsterdam.

Jan Willem de Winter (1761-1812)

Al poco, sus servicios de inteligencia informan al general francés de la presencia en el puerto de Den Helder, a unos 80 kilómetros al norte de Ámsterdam, de una flota holandesa preparándose para zarpar y buscar refugio en Gran Bretaña. Pichegru decide entonces enviar a la zona a un destacamento de caballería del 8º Regimiento de húsares y otro del 15º Regimiento de Infantería de línea, bajo las órdenes del general de brigada Jan Willem de Winter, un oficial holandés que había servido en la Marina neerlandesa hasta que había tenido que exiliarse en Francia por sus ideas políticas y que servía en el ejército galo desde 1787.

Aquel invierno había sido excepcionalmente frío. Las bajísimas temperaturas habían provocado la completa congelación de las aguas de ríos y costa, lo que había dejado a la flota holandesa atrapada en Den Helder. Vista la situación, la noche del 2 de Pluvioso (21 de enero) de 1795 de Winter ordenó a sus tropas atacar directamente a los barcos cruzando sobre el hielo. Así, tras envolver las pezuñas de sus monturas con tela para evitar que el sonido de los cascos alertara a los marinos, los húsares franceses, llevando cada uno de ellos un soldado de infantería en la grupa de sus caballos, avanzan en silencio hasta rodear los barcos holandeses. Sin medios para defenderse, sin poder ni siquiera utilizar su artillería, ya que los barcos han quedado inclinados y no pueden apuntar hacia los franceses, el comandante de la flota, el capitán Hermanus Reijntjes, decide rendirse sin oponer resistencia. De este modo, los franceses capturan la flota enemiga sin bajas por ninguna de las dos partes y sin efectuar un solo disparo. En total, los franceses se hacen con 14 barcos: cinco navíos de línea (Admiraal De Ruyter, Gelderland, Frederik Willem, Princes Louisa y Admiraal Piet Heyn), tres fragatas (Monnikendam, Argo y Alliantie) y seis corbetas (Enkhuizen, Venus, Echo, Dolphijn, Pallas y Zeepard), con 850 cañones, además de varios mercantes y barcos de menor porte.

Soldados del 8º Regimiento de Húsares

Hay otra versión alternativa de estos sucesos, defendida por los historiadores holandeses, según la cual la susodicha captura nunca tuvo lugar. Según esta versión, el capitán Reijntjes había recibido órdenes de no oponer resistencia y evitar el derramamiento inútil de sangre. Por eso, el supuesto "ataque" a través del hielo habría consistido únicamente en un grupo de húsares mandados por el lugarteniente de de Winter, el teniente coronel Louis Joseph Lahure, enviados para negociar la rendición de los navíos holandeses.

Después de que los franceses tomaran el control de los Países Bajos crearon un estado satélite, la República Bátava, que existió hasta 1806, cuando Napoleón Bonaparte lo transformó en el Reino de Holanda, imponiendo a su hermano Luis como su primer rey. Los navíos capturados en Den Helder serían devueltos a la República Bátava meses más tarde, en virtud del Tratado de La Haya (mayo de 1795). Varios de esos navíos formarían parte de la flota holandesa que, bajo el mando de de Winter, se enfrentó a los británicos en la batalla de Camperdown, en octubre de 1797, y que terminaría con una contundente victoria de los británicos, que capturaron once navíos enemigos (sin perder ninguno) y más de 3000 prisioneros, entre ellos de Winter.

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