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| Madeleine apoyada en el codo con flores en el pelo (Pierre-Auguste Renoir, 1918) |
Pintado por Renoir el año antes de su muerte y valorado en un millón de dólares, este cuadro fue robado de una residencia particular en Houston (Texas) el 8 de septiembre de 2011 por un asaltante armado y enmascarado. El FBI ofrece una recompensa de 50000 $ por ella pero los expertos creen que probablemente ya ha sido sacada de los Estados Unidos y vendida en el extranjero.
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| Soldado a caballo (Anthony van Dyck, 1616) y Chico bebiendo (Annibale Caracci, c. 1580) |
La noche del 14 de marzo de 2020 personas desconocidas se colaron en la Galería de Arte del Christ Church (uno de los colleges que forman parte de la Universidad de Oxford) y se llevaron tres cuadros del periodo barroco: Soldado a caballo, del pintor flamenco Anthony van Eyck; Chico bebiendo, del italiano Annibale Caracci; y Costa rocosa con soldados estudiando un plan, del también italiano Salvator Rosa, valorados en diez millones de libras. De los tres, solo el cuadro de Rosa ha sido recuperado, a principios de 2024 en Rumanía.
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| Autorretrato (Arbit Blatas) |
A principios de 1995 el pintor lituano Arbit Blatas y su esposa, la cantante de ópera Regina Resnik, descubrieron que alguien había entrado en el trastero de Nueva York que tenían alquilado desde 1975 y en el que guardaban parte de su colección de arte. Entre las obras robadas había cerca de 200 obras del propio Blatas, así como dibujos de Pisarro, Toulouse-Lautrec o Boudin. La policía descubrió que algunas de aquellas obras ya habían sido subastadas, lo que les permitió seguir su pista hasta el ladrón; resultó ser un hombre que había alquilado un trastero en el mismo almacén. Sin embargo, solo se recuperó un puñado de las obras desaparecidas; de las otras, como el
Autorretrato, no se ha vuelto a saber.
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| Rosas en un jarrón (Pierre-Auguste Renoir, 1905) |
La noche del 12 de noviembre de 1972 se produjo un robo en el Museo Albert André de la localidad francesa de Bagnols-sur-Cèze, un museo que pese a su modesto tamaño posee una importante colección de arte de finales del siglo XIX y principios del XX. Esa noche personas desconocidas se colaron en el ático del ayuntamiento (el Museo ocupa varias habitaciones de uno de los pisos del edificio) y se llevaron quince cuadros y una litografía de artistas tan destacados como Renoir, Cézanne, Matisse, Monet, Pisarro o Boudin. Como en muchos otros casos, nunca se descubrió la identidad de los ladrones ni el paradero de las obras.
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| Paisaje con cabañas (Rembrandt, 1654) y Leona y león en su guarida (Eugène Delacroix, 1856) |
Otro robo masivo de arte sucedido en 1972 tuvo lugar en el Montreal Museum of Fine Arts de la ciudad canadiense de Montreal. La noche del 4 de septiembre de ese año tres hombres armados se colaron en el museo a través de una claraboya y, tras atar y amordazar a los tres guardias, se llevaron 18 cuadros de pequeño tamaño y 38 objetos, fundamentalmente joyas (incluido un reloj de oro del siglo XVIII) y estatuillas. Entre los cuadros había obras de Rembrandt, Delacroix, Rubens, Jan Brueghel el Viejo y Millet. De todo el botín solo se recuperó una de las obras de Brueghel, devuelta por los ladrones mientras negociaban el pago de un rescate que nunca llegó a producirse.
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| Dos chicos riendo con una jarra de cerveza (Frans Hals, 1626) |
Curiosa la historia de este cuadro del pintor flamenco Frans Hals, que ha sido robado no una ni dos sino tres veces del mismo museo, el Museo Hofje van Mevrouw van Aerden de la localidad holandesa de Leerdam. La primera, en 1988; se recuperó tres años después, tras el pago de un rescate a los ladrones. La segunda, en abril de 2011; se recuperó en octubre de ese mismo año. La tercera tuvo lugar en 2020, con el museo cerrado debido a las restricciones causadas por la epidemia del COVID-19. La madrugada del 26 de agosto de ese año dos hombres forzaron la puerta trasera del museo y se dieron a la fuga con el cuadro en una moto antes de que llegara la policía. En abril de 2021 se arrestó a un sospechoso, cuyo ADN coincidía con el hallado en la escena del crimen, y también con el hallado en el lugar del robo de una pintura de Vincent van Gogh robado en Laren unos meses antes. Pese a que el sospechoso negó toda relación con los robos, fue declarado culpable y condenado a ocho años de cárcel. El cuadro de Van Gogh se recuperó en 2023; no así el de Hals (al que se le atribuye un valor de unos 15 millones de euros), que permanece en paradero desconocido.
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| Caballero (Autorretrato) (Frans van Mieris el Viejo, 1657) |
Este autorretrato de pequeño tamaño (20 x 16 centímetros) obra de uno de los más reputados retratistas de la Edad de Oro de la pintura holandesa y valorado en un millón de dólares fue sustraído de la Galería de Arte de Nueva Gales del Sur (Sydney, Australia) el 10 de junio de 2007. Todo indica que fue un robo cuidadosamente planeado: la pintura fue robada de una sala secundaria en la que no había cámaras, guardias ni alarmas, y estaba montada en la pared con tornillos especiales de seguridad. El autor del robo no solo necesitó preparación y herramientas especiales para hacerse con el cuadro, sino que tuvo que esperar a que la sala estuviera vacía y trabajar rápido para evitar ser sorprendido por alguno de los miles de visitantes que cada día visitan la Galería.
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| Hombre con pipa (Retrato de un fumador americano) (Jean Metzinger, 1911-12) |
Este cuadro del pintor cubista francés Jean Metzinger pertenecía a la Universidad de Lawrence (Apleton, Wisconsin), quien lo había prestado para diversas exposiciones. Fue durante uno de esos préstamos que desapareció el cuadro, en un momento indeterminado entre el 27 de julio y el 2 de agosto de 1998, mientras era transportado a su destino.
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| Seine in Paris (Pont de Grenelle) (Paul Signac, 1903) |
Adalbert Parlagi era un acaudalado empresario que había nacido en Budapest pero vivía desde muy joven en Viena. Parlagi y su esposa Hilda, de origen judío pero convertidos al protestantismo, vieron como tras la anexión de Austria las leyes raciales nazis les seguían considerando judíos, así que en marzo de 1938 huyeron de Austria en automóvil con sus hijos Hedwig y Franz, para instalarse finalmente en Londres. Habían dejado atrás muchas de sus posesiones más valiosas, incluidas alfombras, porcelanas y una importante colección de arte, guardadas en una empresa de almacenaje y transporte, con instrucciones para que les fueran enviadas en cuanto fuera posible, o fueran guardadas hasta que la familia regresara a Viena. En 1946 Parlagi escribió a la compañía para interesarse por sus pertenencias, y le contestaron que no quedaba nada: todo había sido incautado por la Gestapo en 1941 y subastado públicamente en el Dorotheum, una de las casas de subastas más antiguas de Europa. Los dueños de la compañía ignoraban quién había comprado sus obras de arte. Sin embargo, era
vox populi que dos de las obras más significativas,
Seine in Paris (Pont de Grenelle) y una obra de Claude Monet llamada
Bord de mer, habían sido adquiridas por el tratante de arte alemán Adolf Weinmüller, un entusiasta nazi que había jugado un importante papel en la incautación de obras de arte de tratantes y galeristas de origen judío, obteniendo grandes beneficios al comprar a bajo precio algunas de aquellas obras incautadas. La obra de Monet no fue recuperada hasta 2023, cuando el FBI la localizó en una galería de arte de Houston, y fue entregada a los herederos de los Parlagi. En cuanto a la obra de Signac no se ha vuelto a saber nada, pero algunos especulan con que pueda estar en alguna galería o colección privada con un nombre distinto y por ello haya podido pasar inadvertida.
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| Le chemin de Sèvres. Vue sur Paris (Jean-Baptiste Camille Corot, c. 1850) |
Este cuadro, valorado en la actualidad en dos millones y medio de dólares, fue robado del Museo del Louvre el 3 de mayo de 1998. Alguien sin identificar lo sacó de su marco retirando cuidadosamente las clavijas que lo sostenían. En cuanto se lo echó en falta se cerró el Museo y se llevó a cabo una exhaustiva búsqueda. La policía registró a cientos de visitantes que en aquel momento se encontraban en el interior del museo, y buscó huellas dactilares en el marco y en el cristal de la pintura, sin éxito. Desde entonces no se sabe nada del cuadro. Hasta el robo del domingo pasado, era el último objeto que había sido robado del Louvre.
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