Verba volant, scripta manent

miércoles, 6 de julio de 2011

Los disturbios del Stonewall Inn


Reciente como está todavía la celebración del Día del Orgullo Gay, como se ha recordado en varios medios, esta celebración se estableció el 28 de junio para conmemorar los disturbios ocurridos el 28 de junio de 1969 en el pub neoyorquino Stonewall Inn, que sirvieron de catalizador al movimiento de reivindicación de derechos del colectivo LGBT.
El Stonewall Inn es un pub, que todavía existe (está declarado Lugar Histórico desde 1999), situado en el 53 de Christopher Street, en el bohemio barrio de Greenwich Village. A finales de los 60 era un pub de ambiente gay (propiedad, curiosamente, de la familia mafiosa de los Genovese), lo que le valía sufrir alguna redada de vez en cuando, como casi todos los locales de ambiente. En esas redadas, generalmente, se identificaba a los presentes, se decomisaba el alcohol y se arrestaban a los empleados y a algunos de los clientes.
El sábado 28 de junio de 1969, a la 1:20 de la mañana, varios agentes entraron en el Stonewall y ordenaron a los aproximadamente 200 clientes que había en él que se identificasen. La rutina era que los que vestían de mujer fueran sometidos a un reconocimiento para comprobar su sexo, pero en esta ocasión se negaron, y los demás clientes les imitaron negándose a identificarse. Al final, la policía decidió arrestar a varios clientes, además de a los empleados, y echar a la calle al resto. Pero éstos no se fueron, como era lo habitual; se quedaron en el exterior del bar, en un número superior a 100 personas, viendo cómo la policía sacaba a los detenidos. Poco a poco, el número de personas allí congregados fué aumentando; vecinos del barrio, curiosos, homosexuales y heterosexuales, protestando por la actuación de las autoridades. El ambiente se fué caldeando poco a poco, sin que la policía pudiera disolver la concentración. Según varios testigos, el desencadenante de los disturbios fué la agresión de un policía a una mujer que trataba de resistirse al arresto. Ese hecho hizo explotar la frustración de la multitud en un arranque de ira que les llevó a atacar a los agentes obligándolos a refugiarse dentro del bar, que sufrió el lanzamiento de piedras y otros objetos por parte de los manifestantes, hasta que llegaron refuerzos. Los antidisturbios liberaron a los agentes recluídos e intentaron disolver a los que protestaban, pero estos se enfrentaron a ellos. Las escaramuzas y peleas continuaron hasta pasadas las cuatro de la mañana. Al final, las protestas se saldaron con trece detenidos, varios heridos y el Stonewall prácticamente destrozado.
La noticia corrió por toda la ciudad. El sábado por la tarde, miles de personas ocupaban las calles. De nuevo se repitieron los enfrentamientos hasta altas horas de la mañana. Los días siguientes se repitieron, hasta que poco a poco la situación se fué calmando.
Estos sucesos dieron un empuje decisivo al movimiento pro derechos de los homosexuales. Por primera vez, la comunidad gay se movilizó abiertamente para reclamar un trato justo. Se fundaron asociaciones como el Gay Liberation Front o la Gay Activists Alliance. Por todo el país (y más tarde en Canadá, Europa y Australia) surgieron nuevos grupos que luchaban por el reconocimiento de sus derechos. Y el 28 de junio de 1970, al cumplirse el primer aniversario de los sucesos del Stonewall, se celebró la primera marcha del orgullo gay, que recorrió medio centenar de manzanas hasta Central Park.

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