jueves, 7 de agosto de 2014
El síndrome de Fregoli
El síndrome de Fregoli es un desorden mental que se agrupa dentro de los llamados Síndromes de Falsa Identificación Delirante, de los cuales el más conocido es el llamado síndrome de Capgras, que provoca que las personas que lo padecen desarrollen la idea delirante de que alguien de su círculo más íntimo (generalmente, uno o varios familiares próximos) han sido sustituidos por impostores con el mismo aspecto y sólo ellos son capaces de notar dicha sustitución.
Las personas que sufren el síndrome de Fregoli tienen la idea obsesiva de estar siendo perseguidos por alguien, real o ficticio, que posee la capacidad de cambiar de apariencia adoptando las identidades de personas cercanas. Su nombre se debe a Leopoldo Fregoli, un célebre actor y transformista italiano de finales del siglo XIX y principios del XX, que se hizo extremadamente popular por su habilidad para cambiar con rapidez de registro, de voz y de vestuario, de modo que llegaba a interpretar a un gran número de personajes diferentes en una misma obra de teatro. Los síntomas de esta patología, además de delirios y alucinaciones, pueden incluir problemas en la memoria visual, convulsiones e incluso ataques epilépticos.
Este tipo de trastornos se atribuyen a un error de comunicación entre el área del cerebro responsable de la percepción visual y la que se encarga del reconocimiento. Así, los pacientes ven con normalidad lo que les rodea, pero son incapaces de reconocerlo y acaban por creer que quienes los rodean no son quienes dicen ser. En casos graves, asociados a otras enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, pueden llegar a presentarse varios de estos síndromes a la vez.
Este síndrome se describió por primera vez en 1927, en un estudio publicado por los psiquiatras franceses P. Courbon y G. Fail en un artículo titulado Syndrome d'illusion de Frégoli et schizophrénie, en el que describían el caso de una mujer de 27 años que creía estar siendo perseguida a todas horas por dos actores a los que solía ver en el teatro, y que según ella adoptaban el aspecto de personas de su entorno.
Como desencadenantes de la enfermedad se apunta generalmente a daños cerebrales, especialmente en el lóbulo frontal derecho y en el área parietotemporal izquierda. Asimismo, lesiones en el lóbulo temporal derecho y en el giro fusiforme también pueden inducir la aparición de este tipo de síndromes. También se han descrito alucinaciones y delirios de este tipo en pacientes que han recibido un tratamiento prolongado con levodopa, un precursor de la dopamina que se usa en enfermedades como el Parkinson. En los electroencefalogramas de pacientes con Fregoli y trastornos afines se observa también una alteración en la onda P300, algo común en otras enfermedades mentales como la esquizofrenia, y que se cree es un indicio de daños en la materia gris del cerebro.
El síndrome de Fregoli tiende habitualmente a convertirse en crónico. Para su tratamiento se emplean antipsicóticos, a menudo acompañados de anticonvulsivos y antidepresivos.
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