Leonard Peltier |
Hay un hombre que lleva casi cuarenta años en la cárcel por un crimen que seguramente no cometió. Ese hombre fue condenado en un juicio plagado de irregularidades, con testimonios manipulados y pruebas ocultadas a su defensa. Un preso declarado "prisionero político" por organizaciones como Amnistía Internacional, y cuya libertad han solicitado entre otros Nelson Mandela, Desmond Tutu, el Dalai Lama, Rigoberta Menchú, el EZLN, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Parlamento Europeo o los parlamentos nacionales de Bélgica e Italia. Ese hombre no está prisionero bajo la bota de ninguna dictadura, ni en un país del tercer mundo. Ese hombre se llama Leonard Peltier y lleva encarcelado en los Estados Unidos desde 1976.
Leonard Peltier nació el 12 de septiembre de 1944 en Grand Forks (Dakota del Norte), en una familia de ascendencia lakota y chippewa. Criado en varias reservas indias, en 1965 se instaló en Seattle, donde a fuerza de mucho trabajo consiguió convertirse en propietario de un taller de pintado de coches. A la vez, desde muy joven, Peltier se involucró en diversos movimientos y organizaciones de defensa de los derechos de los nativos americanos, hasta acabar ingresando en el American Indian Movement (AIM), una organización de defensa de los indios acusada a menudo por las autoridades de comportamientos violentos, del que acabó siendo un destacado dirigente. El AIM fue, además, espiado durante años en el marco del COINTELPRO, un programa de vigilancia de organizaciones subversivas creado por el FBI en los años 50 para mantener controladas las actividades del Partido Comunista, pero que luego se aplicó a otras organizaciones reivindicativas de muy diversas ideologías.
A principios de los años 70, en la reserva india de Pine Ridge (Dakota del Sur) reinaba un clima de miedo y violencia. El trasfondo de los problemas eran los ricos yacimientos de uranio y carbón descubiertos en la reserva, cuyos beneficios no revertían en sus habitantes, sino que iban a parar a los bolsillos de unos pocos dirigentes y contratistas, mientras las autoridades hacían la vista gorda. El presidente del consejo tribal de la reserva, Richard Wilson, era un hombre turbio y corrupto, que había formado un cuerpo de vigilantes llamados Guardians Of the Oglala Nation (GOON), que en la práctica funcionaban como el ejército privado de Wilson y se encargaban de acallar a los opositores con amenazas y violencia. Diversas fuentes cifran en 60 los opositores de Wilson muertos a manos de sus hombres por aquellos años, ante la pasividad del FBI y del BIA (Bureau of Indian Affairs), que según las denuncias del AIM suministraban información e incluso armas a los GOON. La situación acabó desembocando en el llamado Incidente de Wounded Knee: el 27 de febrero de 1973 un grupo de unos 200 indios (muchos de ellos miembros y simpatizantes del AIM) se atrincheraron en el pueblo de Wounded Knee (famoso por haber sido escenario de una brutal masacre de indios a manos de la caballería en 1890) para pedir la renuncia de Wilson, la disolución de los GOON y el cese de los crímenes. El asedio por parte de agentes del FBI y de los US Marshalls duró 71 días, en los que hubo numerosos intercambios de disparos (con el resultado de dos indios y un marshall muertos), hasta que a principios de mayo los indios decidieron terminar con la ocupación. Un activista de los derechos civiles llamado Ray Robinson desapareció durante el asedio; se cree que fue asesinado, pero su cadáver nunca se encontró.
Bandera del AIM |
El 26 de junio de 1975, dos agentes del FBI, Jack R. Coler y Ronald A. Williams, entraron en la reserva en busca de Jimmy Eagle, un joven indio al que acusaban del robo de un par de botas de vaquero. Iban en sendos coches sin distintivos y se adentraron en los terrenos del Jumping Bull Ranch (propiedad privada) sin pedir permiso ni identificarse como agentes de la ley. Poco antes del mediodía, los agentes informaban por radio que estaban siguiendo a una camioneta roja que les parecía "sospechosa".
Nadie sabe muy bien qué pasó a continuación ni quién disparó el primer tiro. Pero apenas unos minutos después Williams solicitaba ayuda por radio, ya que se había iniciado un tiroteo entre los agentes y los ocupantes de la furgoneta; tiroteo al que, al parecer, se unieron varios de los presentes en el rancho, que ignoraban que eran agentes y creían que se trataba de un nuevo ataque de los GOON. Los refuerzos no tardaron mucho en llegar, pero cuando lo hicieron, Cole y Williams ya habían muerto. Más de 150 agentes del FBI y del BIA y vigilantes iniciaron una batida por el rancho, obligando a huir a los allí presentes (hombres, mujeres y niños), salvo un miembro del AIM llamado Joseph Stuntz, que murió de un disparo en la cabeza obra de un francotirador.
De inmediato el FBI, sin ni siquiera comenzar la investigación, cursó una orden de búsqueda de cuatro sospechosos: tres destacados líderes del AIM (Peltier, Robert Robideau y Darrell Butler) y Jimmy Eagle, aunque los cargos contra éste último fueron retirados al demostrarse que ni siquiera estaba en la reserva durante el tiroteo. Por su parte, por la muerte de Stuntz no se presentó cargo alguno y ni siquiera fue investigada.
El automóvil del agente Williams, acribillado a balazos |
Butler y Robideau fueron sometidos a juicio antes que Peltier. Un tribunal federal en Cedar Rapids (Iowa) los declaró no culpables, estimando que su actuación había sido de legítima defensa, justificada por el clima de violencia que reinaba en la reserva.
Peltier no tuvo tanta suerte. Ante la necesidad de conseguir una condena, su juicio se convirtió en una encerrona. El proceso se inició en Fargo (Dakota del Norte) en marzo de 1977, en un tribunal presidido por Paul Benson, un juez marcadamente conservador que no permitió casi ninguna referencia a la situación de la reserva. Al parecer, Benson no era el juez originalmente designado para el caso, sino que sustituyó al primer elegido sin que se diera ningún tipo de explicación. Además, el jurado, formado por diez mujeres y dos hombres, todos blancos, era trasladado al tribunal en un autobús blindado custodiado por agentes del SWAT, pese a que no tuvo lugar ningún incidente durante la celebración del juicio, algo que sin duda les predispuso a considerar a Peltier alguien peligroso.
Las irregularidades del juicio de Leonard Peltier fueron muchas y notorias.
- La extradición desde Canadá había sido lograda gracias al testimonio de Myrtle Poor Bear, una mujer que afirmaba ser la novia de Peltier y señalaba a éste como autor de las muertes de los agentes. Sin embargo, Peltier ni siquiera la conocía y Myrtle acabó por retractarse de su confesión alegando que había sido obtenida bajo amenazas de los agentes del FBI. Aún así, el juez no le permitió testificar ante el tribunal alegando que era "mentalmente inestable".
- El informe del FBI indicaba que en el tiroteo habían participado hasta 40 personas. No obstante, sólo se presentaron cargos contra Peltier, Robideau y Butler.
- Un agente del FBI cambió su declaración con respecto juicio de Butler y Robideau, en que había declarado que los agentes muertos seguían una camioneta roja (que no podía ser relacionada con Peltier). En este juicio afirmó que el vehículo al que seguían era una furgoneta roja y blanca, que encajaba con la descripción de un vehículo que Peltier conducía ocasionalmente.
- Tres adolescentes de la reserva testificaron contra Peltier; más tarde se retractarían afirmando haber sido amenazados y presionados por el FBI. En todo caso, ninguno de sus testimonios identificaba a Peltier como el ejecutor de los agentes.
- El rifle AR-15 incautado a Robideau fue señalado como posible arma del crimen, ya que en el lugar del tiroteo apareció un casquillo del mismo calibre. El FBI atribuyó la propiedad del rifle a Peltier, afirmando que los daños sufridos por el arma impedían un estudio balístico de la huella del percutor en el casquillo. Sin embargo, ese estudio si se llevó a cabo, y descartaba que el cartucho hubiese sido disparado con aquel rifle. No obstante, ese estudio jamás fue presentado en el juicio, y sólo se hizo público en 2004, gracias a la Ley de Libertad de Información. Además, varios de los presentes en el tiroteo portaban rifles del mismo modelo, pero ninguno llegó a ser examinado por los investigadores.
- El fiscal afirmó que el AR-15 era el único rifle de ese modelo que había registrado en el área, algo que la defensa de Peltier demostró que no era cierto.
- Tampoco se hizo un estudio balístico de las balas que mataron a los agentes. Ni siquiera se identificó de manera definitiva el modelo del arma de la que procedían. Varios modelos diferentes de rifles pudieron haber sido empleados.
- La Fiscalía afirmó haber proporcionado a la defensa toda la documentación referente al caso. No obstante, años más tarde se supo que esto no era cierto y que miles de páginas de la investigación del FBI habían sido ocultadas. También se supo que el FBI tenía a informadores dentro del equipo de la defensa de Peltier, que les permitían saber sus estrategias y los datos de que disponían.
- A diferencia de otros juicios, en el caso de Peltier no se permitió que la defensa expusiera al jurado otros casos en los que el FBI había manipulado pruebas y coaccionado a testigos.
El 19 de abril de 1977, tras once horas de deliberación, el jurado declaró a Peltier culpable del doble asesinato, siendo condenado a dos penas de cadena perpetua. De inmediato Peltier apeló la sentencia. Sorprendentemente, en la apelación, celebrada en 1980, la Fiscalía presentó una versión de los hechos diferente. Si en el juicio habían defendido que Peltier había sido el autor material de las muertes de los agentes fuera de toda duda, en la apelación el acusador afirmó que en el tiroteo había habido múltiples tiradores y que era prácticamente imposible saber quién había matado a los agentes, pero que Peltier había sido indudablemente uno de los participantes y debía seguir en prisión. La apelación fue rechazada (pese a que la propia Corte admitió que en el expediente del caso había numerosos indicios de conductas indebidas por parte del FBI), al igual que se rechazaron las peticiones de un nuevo juicio y de que le fuera concedida la libertad condicional.
En el año 2000, el presidente Bill Clinton consideró seriamente la posibilidad de conceder un perdón presidencial a Peltier. Más de 500 agentes del FBI y sus familias se manifestaron entonces frente a la Casa Blanca para mostrar su disconformidad, y finalmente Clinton desestimó la idea. También George W. Bush rechazó indultar a Peltier.
En el año 1992 el director Michael Apted rodó Incident at Oglala: The Leonard Peltier history, un documental producido y narrado por Robert Redford, que reconstruye los sucesos de Pine Ridge y el juicio a Peltier. El filme, debido al veto de las distribuidoras, no llegó a ser estrenado comercialmente ni en EEUU ni en Europa. Ese mismo año, el propio Apted rodó Corazón Trueno (Thunderheart), un thriller inspirado en esos hechos.
Desde que está en prisión Leonard Peltier se ha convertido en un símbolo para los que defienden los derechos de los nativos americanos. Ha recibido múltiples apoyos de personalidades de todo el mundo y premios, como el Mario Benedetti de Derechos Humanos en 2011. También se presentó como candidato a la presidencia de EEUU en 2004 por el Partido de la Paz y la Libertad (aunque en la mayoría de los estados los presos no tienen derecho al voto, ninguna ley les impide ser candidatos a cargos públicos, incluido el de presidente). Su principal afición entre rejas es la pintura, y las ganancias que obtiene con la venta de sus cuadros se usan para programas de ayuda a los nativos americanos.
Manifestación en apoyo de la liberación de Peltier |
El largo tiempo en prisión le ha pasado factura. Sufre de diabetes, hipertensión y está prácticamente ciego de un ojo. En 2011 recibió una paliza a manos de otros presos en la cárcel de Canaan (Pennsylvania), tras lo cual fue trasladado al penal de Lewisburg. Actualmente, está recluido en la prisión federal de Coleman (Florida).
No hay comentarios:
Publicar un comentario