Verba volant, scripta manent

viernes, 2 de abril de 2021

Tres amigos, un cobertizo y un montón de rifles



A principios de la década de 1980 el ejército británico convocó un concurso para sustituir los fusiles de francotirador que utilizaban sus tropas, que eran modificaciones de los vetustos fusiles de cerrojo Lee-Enfield, algunos de los cuales databan de los años 50. De entre los numerosos modelos presentados al concurso, el finalmente elegido fue el L96A1 presentado por la empresa Accuracy International, que venció por un amplio margen a su rival más cercano, el Parker Hale M85. Se trataba de un arma novedosa, construida con un chasis de aluminio al que van acoplados el resto de elementos. En las pruebas demostró una precisión extraordinaria y una resistencia igualmente destacable; el fusil mantenía su precisión incluso con el cañón helado, caliente o sucio.

Lo que el ejército británico no sabía era que detrás de aquel ostentoso nombre de Accuracy International había una pequeña empresa fundada en Portsmouth un par de años antes por tres amigos aficionados al tiro al blanco (uno de ellos había sido incluso medalla de oro en las Olimpiadas) y que construía sus rifles de manera artesanal en un taller instalado en un cobertizo propiedad de uno de ellos. En realidad, como ellos mismos admitirían tiempo después, jamás habían pensado que tenían verdaderas opciones de que su fusil fuera el vencedor. Entraba dentro de sus planes convertirse en proveedores del ejército, pero no tan pronto. Se habían presentado al concurso sencillamente buscando mejorar el diseño, gracias a la información obtenida tras la eliminación de su fusil; así podrían saber sus debilidades y mejorarlas. Su victoria les había pillado totalmente por sorpresa.

Obviamente, no estaban preparados para producir fusiles en un número tan elevado como el que iba a necesitar el ejército, así que de inmediato se pusieron manos a la obra en busca de nuevas instalaciones, maquinaria y personal para comenzar la producción a gran escala. Y en esas estaban cuando les llegó una noticia inquietante: el ejército iba a enviar a un par de oficiales para efectuar una inspección formal de sus instalaciones. Temieron, con razón, que si el ejército se enteraba de las dimensiones reales de su empresa, les rescindieran el contrato. Así que tuvieron que improvisar sobre la marcha.

Accuracy International Arctic Warfare 

Alquilaron un taller completamente equipado y colocaron en él todos los fusiles que tenían, tanto los terminados como los que estaban en distintas fases de fabricación, para dar la impresión de una factoría a plena producción. Cuando los representantes del ejército llegaron y quisieron saber donde estaban el resto de los trabajadores, les dijeron sencillamente que "habían salido a comer". Los tres miembros de AI (los únicos trabajadores que tenía la empresa en plantilla por aquel entonces) les mostraron a los militares el taller y sus armas, los distintos modelos en los que estaban trabajando, dejándolos gratamente impresionados. Cuando finalizó la visita y estaban a punto de irse, les preguntaron a los inspectores si la visita había sido de su agrado. Oh, si, por supuesto, les respondieron. En realidad esta inspección es más una formalidad que otra cosa. Ya sabéis, para confirmar que sois una empresa solvente y no tres tipos en un cobertizo.

En la actualidad, Accuracy International es una de las empresas punteras en la fabricación de armas de precisión. De su fusil Accuracy International PM (Precisión Marksman), más tarde renombrado como Accuracy International AW (Artic Warfare) a raíz de la fabricación de una versión para el ejército sueco adaptada para el combate a bajas temperaturas, se han vendido miles de unidades y sigue siendo utilizado, en sus distintas versiones, por ejércitos y cuerpos de seguridad de todo el mundo. También existen versiones "civiles" concebidas para la caza.

Uno de los fusiles de AI, un L115A3 (una versión mejorada del AIAW adaptada para utilizar munición .338 Lapua Magnum) ostenta en la actualidad el record mundial de distancia para un enemigo abatido por un francotirador: 2475 metros, conseguida en Afganistán por el teniente británico Craig Harrison del Regimiento Blues and Royals que abatió a dos talibanes a esa distancia en noviembre de 2009.

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