Verba volant, scripta manent

domingo, 28 de septiembre de 2025

Fotografías históricas (XXIII)

 

Nestori Lindström (11 años) se escapó de su casa para ayudar al ejército finlandés a luchar contra los soviéticos en la Guerra de Invierno, aunque sería luego enviado de vuelta a casa. Kiestinki, diciembre de 1941.



Humphrey Bogart y Paul Henreid juegan al ajedrez bajo la atenta mirada de Claude Rains durante el rodaje de Casablanca (1942).


La antigua Biblioteca Pública de Cincinnati, demolida en 1955 (c. 1900).


En agosto de 1939 el fotógrafo Charles Peterson fotografió para la revista LIFE una jam session organizada por el guitarrista Eddie Condon y el promotor Ernie Anderson (aunque el reportaje no llegó a publicarse) a la que asistieron figuras legendarias del swing y el jazz. De izquierda a derecha, Sister Rosetta Tharpe, Duke Ellington a la guitarra, Rex Stewart, Cab Calloway al piano, Max Kaminsky e Ivie Anderson. Otros participantes en el evento fueron Billie Hollyday, Hot Lips Page, Chu Berry o Cozy Cole.


Dos soldados alemanes encienden sus cigarrillos con un lanzallamas Wechselapparat (1917).


Guerrero beduino (Península Arábiga, 1906).



Un bombero alemán hace una demostración con el llamado casco König, dotado de un sistema de respiración autónoma y diseñado para proteger a los bomberos del calor y de las llamas creando una cortina de agua (Alemania, c. 1930).



Pintando la Torre Eiffel (Paris, 1932).



Harold Whittles (de cinco años de edad y sordo de nacimiento) escucha por primera vez gracias a un audífono electrónico (1974).



Un perro del ejército norteamericano herido en combate recibe tratamiento médico (Península de Orote, isla de Guam, 1944).


Dos damas aprovechan una copiosa nevada para hacer un muñeco de nieve (Pangbourne, Inglaterra, 1892).


Varias mujeres son arrestadas por llevar trajes de baño demasiado "indecentes" (Chicago, c. 1920).


El escritor Mark Twain prueba una bombilla mientras visita el laboratorio del físico Nikola Tesla (1894).


Clive Birtles y su bulldog Wowser durante un viaje en el que, acompañados por el hermano de Clive, Francis, recorrieron más de 2500 kilómetros en automóvil por la costa australiana, desde Melbourne hasta el Golfo de Carpentaria (1912).


Niños trabajando en un telar en Macon (Georgia), 19 de enero de 1909.


Traje de buzo para el trabajo a grandes profundidades (c. 1920).


Marilyn Monroe y Sammy Davis Jr. (1953).

domingo, 21 de septiembre de 2025

La estatua que fue acusada de asesinato

"Púgil en reposo", estatua de bronce de fecha y autor desconocidos, encontrada en 1885 en una excavación en las Termas de Constantino (Roma). Algunas teorías especulan con que pudiera tratarse de una representación de Teágenes

Teágenes de Tasos fue sin duda uno de los deportistas más famosos de la Grecia clásica. Hijo de Timóstenes, sacerdote de Heracles Tasio, desde muy niño demostró poseer una fuerza física extraordinaria; cuentan que cuando tenía unos nueve años se llevó del ágora de la ciudad una pesada estatua de bronce de un dios, cargándola en sus espaldas hasta su casa, y luego la devolvió a su lugar de la misma manera. 

Ya de adulto Teágenes obtuvo numerosísimas victorias en distintas competiciones atléticas, destacando sobremanera en el pugilato (boxeo) y el pancracio (un tipo de lucha similar a las MMA actuales). Fue campeón en la competición olímpica de pugilato en el 480 a. C., derrotando a otro legendario luchador como Eutimo de Locros. En la misma edición venció en pancracio, pero los jueces se negaron a reconocer su victoria, acusándolo de haber maltratado a Eutimo en su combate, nombrando vencedor a su rival, Dromeo de Mantinea. Fue tres veces campeón de boxeo en los Juegos Ístmicos, nueve en los Nemeos, y diez (nueve en boxeo y una en pancracio) en los Juegos Píticos. También, para demostrar que su talento iba más allá de la lucha, participó en diversas competiciones atléticas, llegando a vencer las competiciones de dólico (una carrera de unos cinco kilómetros) celebradas en Ftía (patria de Aquiles) y Argos. Era igualmente célebre su descomunal apetito; Ateneo de Náucratis, un gramático del siglo II d. C., afirma que llegó a devorar un buey entero él solo.

Como era de esperar, los habitantes de Tasos estaban orgullosos de tener a un campeón tan legendario (se dice que a lo largo de su carrera deportiva llegó a acumular 1400 victorias en las distintas disciplinas en las que participó) como convecino. Como homenaje, erigieron una estatua de bronce suya en el ágora de la ciudad, obra del gran escultor Glaucias de Egina. Y comenzaron a murmurar que en realidad Teágenes no era hijo de Timóstentes, sino que había sido engendrado por el mismísimo Heracles. Precisamente esta escultura iba a ser protagonista de una curiosa historia que ha llegado a nosotros a través del historiador griego Pausanias.

Ruinas de Tasos

Cuenta Pausanias (110-180) en su obra Descripción de Grecia que, tras la muerte de Teágenes, un viejo rival suyo, que envidiaba sus victorias y nunca había sido capaz de derrotarlo, acudía al ágora por las noches y golpeaba la estatua como si se tratara del auténtico Teágenes. Hasta que en una de estas ocasiones la estatua, tras recibir numerosos golpes, cayó de su pedestal sobre él, matándolo. La historia podía haber quedado ahí pero los hijos del muerto acudieron a la justicia exigiendo que la estatua fuera juzgada por asesinato. Por aquel entonces Tasos se regía por las leyes recopiladas por el legislador ateniense Dracón, que establecían que los objetos inanimados que causaran la muerte de un hombre fueran desterrados. Y así ocurrió en Tasos; la estatua fue declarada culpable y condenada a ser arrojada al mar, y de esa manera se hizo.

Sucedió que no mucho tiempo después Tasos se enfrentó a un periodo de escasez. Las cosechas se malograban, los árboles no daban fruto. La amenaza de la hambruna se cernía sobre los tasios, así que estos decidieron enviar una embajada a Delfos, para consultar al célebre oráculo del Templo de Apolo el motivo de tal infortunio. La Pitia o sacerdotisa de Apolo encargada de las profecías les aconsejó llamar de vuelta a Tasos a todos aquellos que, por distintos motivos, habían sido enviados al exilio. Así lo hicieron, pero la escasez persistió, así que enviaron una nueva embajada. Y cuando estos le dijeron a la Pitia que habían cumplido con sus instrucciones, ella les replicó: "Pero habéis olvidado a vuestro ilustre Teágenes, a quién tan injustamente habéis tratado". Hasta entonces, a nadie en Tasos se le había ocurrido considerar a la estatua como un exiliado más.

El problema era que la estatua seguía en el fondo del mar y nadie tenía ni idea de como rescatarla de allí. Al final quienes solucionaron la papeleta fueron unos pescadores que, faenando por la zona, notaron que sus redes se habían enganchado en el fondo, y al tirar de ellas para recuperarlas descubrieron que habían enganchado la estatua de Teágenes. Rápidamente la llevaron a tierra, donde los habitantes de Tasos la repusieron en su lugar original, colmándola de ofrendas como si se tratara de la imagen de un dios. Y lo cierto es que funcionó, porque muy pronto la tierra volvió a ser fértil y la amenaza del hambre desapareció.

Restos del Filipeo, un monumento erigido en el Altis por el rey Filipo II de Macedonia tras derrotar a los griegos en Queronea (338 a. C.)

Curiosamente, aquel fue el inicio de un culto a la figura de Teágenes, que tuvo una notable duración, ya que Pausanias, que vivió seis siglos después de Teágenes, afirma que en su época todavía había numerosas imágenes del atleta, tanto entre los griegos como entre los bárbaros, que eran honradas con ofrendas y de las que se decía que sanaban enfermedades.

La estatua original de Teágenes sería trasladada siglos más tarde al Altis, el bosque sagrado, consagrado a Zeus, que existía a los pies del Monte Cronio, cerca de la ciudad de Olimpia. En aquel lugar se habían ido construyendo a lo largo de los siglos varios templos consagrados a distintos dioses y héroes. A partir de ahí no se vuelve a saber nada de la estatua, que no ha llegado hasta nuestros días. Saqueada en alguna de las muchas invasiones que tuvo que soportar Grecia, o bien fundida por algún aldeano codicioso, sufrió el mismo destino incierto que muchas otras obras de arte célebres de la antigüedad. Lo que si se ha hallado es el pedestal original de la estatua mientras estuvo en Tasos; se halló durante la excavación del ágora de la ciudad y lleva grabada una lista de las victorias más importantes del luchador.

domingo, 14 de septiembre de 2025

George y Willie Muse, los Embajadores de Marte

William "Willie" Muse (1893-2001) y George Muse (1890-1971)


Los hermanos George y Willie Muse, nietos de esclavos, nacieron a finales del siglo XIX (George en 1890, Willie en 1893) en el seno de una humilde familia afroamericana de trabajadores del campo de un pequeño enclave rural de Virginia llamado Truevine, en el Condado de Franklin. Sus primeros años fueron similares a los de muchos otros niños afroamericanos de la época; no asistieron a la escuela y tuvieron que ponerse a trabajar desde muy pequeños en los campos de tabaco. Sin embargo, George y Willie tenían una peculiaridad que los distinguía de los demás y los hacía únicos: eran albinos; carecían de pigmentación en piel, pelo y ojos. Y esa particularidad sería la causante de muchas de sus desdichas.

Un buen día de 1899 el camino de los hermanos Muse se cruzó con el de James Herman "Candy" Shelton, un sujeto con pocos escrúpulos que trabajaba como "cazatalentos" para los espectáculos circenses (que eran en parte circo, en parte feria y en parte exhibición de fenómenos y rarezas) que tan populares eran en la época (y lo seguirían siendo hasta bien entrado en siglo XX). Shelton se encargaba de buscar personas que se salieran de lo común, que pudieran servir como atracciones en aquellos espectáculos ambulantes. Una buena atracción (como podían ser los hermanos siameses Chang y Eng, o los Hombres Salvajes de Borneo, dos hermanos con enanismo que en realidad habían nacido en Ohio) podía atraer a muchos curiosos y resultaba muy rentable para los circos. Y cuando Sheldon pasó por Truevine y vio a los hermanos Muse, supo inmediatamente que había encontrado una mina de oro.

Willie y George Muse con el empresario circense Alpheus George Barnes, dueño del Al. G. Barnes Circus

La versión más extendida de cómo Sheldon puso sus garras sobre los Muse dice que se acercó a ellos un día que estaban solos trabajando en el campo y les dijo que sus padres habían muerto y que debían acompañarlo. Los hermanos (George tenía nueve años y Willie seis), asustados, accedieron a irse con él. Y durante las siguientes tres décadas, los Muse fueron exhibidos como fenómenos a lo largo y ancho de Estados Unidos y Canadá, siempre acompañados por Shelton como "mánager", pasando por distintos circos. Y durante todo este tiempo, sin recibir ni un centavo; cama, ropa y comida era todo su salario, mientras que el dinero que ganaban iba a parar íntegramente a los bolsillos de Shelton.

El espectáculo de los hermanos Muse era verdaderamente llamativo. Otros circos solían exhibir a personas de raza negra como salvajes de exótica procedencia; pero el singular aspecto de los Muse los hacía únicos. Para aumentar su exotismo, se dejaron crecer el pelo, que luego se recogían formando rastas. Su número también iba cambiando; mientras estuvieron en el Circo Barnes fueron "Iko y Eko, los caníbales ecuatorianos con cabeza de oveja", "Los Hombres Mono" y "Los Ministros de Dahomey". En 1924 pasaron al célebre Circo de los Ringling Brothers, donde primero fueron presentados como los "eslabones perdidos" entre el hombre y el mono, y a los que John Ringling afirmaba haber encontrado flotando a la deriva frente a las costas de Madagascar; y luego pasaron a ser la que posiblemente fue la más popular de sus identidades, "Los Embajadores de Marte". Proclamando haber sido hallados en un cráter del desierto de Mojave, vestidos con smoking y tocando la guitarra y la mandolina, hacían las delicias del público que hacía cola para pagar una entrada para verlos o para fotografiarse con ellos.

Y así habría seguido de no ser por una casualidad del destino: en octubre de 1927 el circo de los Ringling Brothers paró en su gira continua en la ciudad de Roanoke (Virginia), muy cerca de su Truevine natal, donde como era habitual la función de los Muse fue uno de los mayores atractivos del espectáculo. Sin embargo, cuando los dos hermanos salieron a actuar, vieron que en las primera filas, entre un público mayoritariamente blanco, había una mujer negra, que se abría paso resueltamente entre la multitud, y reconocieron de inmediato a su madre Harriet. Harriet nunca había perdido la esperanza ni había dejado de buscarlos (su padre, Cabell, era harina de otro costal; no era lo que se dice un ejemplo de hombre íntegro y familiar, y moriría años más tarde asesinado por un marido furioso que lo había encontrado en la cama con su mujer). Los dos hermanos, conmovidos, se lanzaron a abrazarse con la madre a la que creían muerta.

Los hermanos Muse con sus padres, Cabell y Harriet (1927)

Harriet era sin duda una mujer excepcional. Por aquel entonces trabajaba en Roanoke como criada y lavandera. Había oído anunciar la llegada de los "Embajadores de Marte" y había sabido de inmediato que se trataba de George y Willie. Tres días después de aquel primer encuentro Harriet se presentó en el circo acompañada de la Policía local y exigió la entrega de sus hijos. Y a continuación denunció al circo ante las autoridades, acusándolos de tener a sus hijos secuestrados y de hacerlos trabajar sin sueldo, reclamándoles una compensación de 100000 dólares por las pagas debidas y por los daños causados. Al final, el circo y los Muse llegaron a un acuerdo; el circo aceptaba pagarles una indemnización (una cantidad bastante menor a la reclamada) y despedir a Shelton de manera fulminante.

Los Muse pasaron unos meses con su familia, y en invierno de 1928 decidieron volver al mundo del espectáculo. El circo de los Ringling Brothers seguía interesado en contar con ellos, conscientes de su enorme popularidad entre el público, y los hermanos aceptaron su oferta. Pero esta vez, gracias a Harriet, que pese a ser analfabeta sabía muy bien lo que hacía, iba a ser diferente. Esta vez los hermanos tenían un contrato legal, firmado y revisado por un abogado; tenían un sueldo establecido (una parte del cual sería enviado a sus padres, para que pudieran guardarlo a buen recaudo); y los dueños del circo no solo les comunicarían regularmente a sus padres el paradero y el estado de los dos hermanos, sino que aceptaban contratar a otro de sus hermanos, Tom, como peón, para que pudiera estar cerca de George y Willie si lo necesitaban.

Su brillante carrera se prolongó durante otras tres décadas, con un gran éxito. Llegaron a actuar en el Madison Square Garden ante más de 10000 personas, e incluso hicieron una gira por Gran Bretaña con el circo Mills, aunque sin demasiado éxito; la sensibilidad británica no era la misma que la estadounidense, y aquellos espectáculos que para los yanquis eran algo totalmente normal, para los británicos eran algo de muy mal gusto. 

Finalmente, en 1961, formando parte del Clyde Beatty Circus, decidieron retirarse. Ya eran ancianos, y además los tiempos habían cambiado, y los circos ambulantes tenían cada vez menos espectadores. Su madre Harriet había usado parte del dinero de sus ganancias para comprar unos terrenos en Franklin, con la esperanza de que cuando se retiraran se construyeran una casa allí, cerca de su familia. Desgraciadamente, ella no llegó a verlo; falleció en 1942, a los 64 años. George y Willie se compraron una casa en Roanoke (algo poco común en una época en la que menos del 40% de afroamericanos era propietario de la casa en la que vivía), donde pasaron el resto de sus vidas, cuidados por las mujeres de su familia. Ninguno de ellos se casó o tuvo hijos, aunque si tuvieron varios noviazgos.

George Muse murió en 1971, a los 80 años de edad, debido a un fallo cardíaco. Muchos creyeron que su hermano Willie no tardaría en seguirle, dado el estrecho vínculo que ambos siempre habían tenido. Sin embargo, Willie sobrevivió hasta 2001, muriendo con 108 años cumplidos, rodeado de su familia y amigos. Según sus allegados, siguió tocando la mandolina (algo que le encantaba) hasta casi sus últimos días, tenía una foto de su madre en un marco de plata a los pies de su cama y no guardaba rencor hacia nadie, con una única excepción: Candy Shelton, a quien se refería despectivamente como "escoria de la tierra" y por el que profesó un rotundo odio hasta el final. 

"Foto de familia" de los "fenómenos" del circo de los Ringling Brothers (1924)

George y Willie Muse están enterrados juntos en el Williams Memorial Park de Roanoke, donde también descansan otros miembros de su familia como su madre Harriet, su hermana Annie y sus sobrinas Dorothy y Martha.

domingo, 7 de septiembre de 2025

¿Sabías que...

- ... en una ocasión Axl Rose, cantante del grupo Guns N' Roses, pegó un puñetazo a David Bowie en la cara porque creyó que estaba flirteando con su novia?

- ... Stephen King llegó a tirar a la basura el manuscrito de su primera novela, Carrie, después de que fuera rechazada por más de 30 editoriales? Por suerte para él, su esposa lo rescató y le animó a seguir intentando publicarlo. Cuando finalmente se publicó vendió un millón de copias en su primer año.

- ... el célebre gangster John Dillinger se escapó en una ocasión de la cárcel amenazando a los guardias con una pistola falsa que había fabricado tallando una patata?

- ... en 1989 un comerciante de vinos llamado Bill Sokolin rompió accidentalmente una botella de vino Chateau Margaux de 1787 que había pertenecido al político norteamericano Thomas Jefferson, valorada en medio millón de dólares?

- ... Bob Dylan vendió a su mánager Albert Grossman un cuadro de Andy Warhol valorado en 750000 dólares a cambio de un sofá?

- ... el rayo más largo jamás registrado tuvo lugar durante una tormenta en octubre de 2017, y recorrió un total de 829 kilómetros entre los estados de Texas y Kansas?

-... el guitarrista de Queen Brian May fue profesor de matemáticas de Marianne Elliot-Said, quien años más tarde se haría popular como cantante del grupo punk X-Ray Spex con el apodo de Poly Styrene?

-... el sonido del disco Back in black de AC/DC es tan bueno que muchos estudios de grabación de todo el mundo lo usan para probar la acústica de sus instalaciones? El difunto Lemmy Killminster, líder del grupo Motörhead, que era un gran fan del disco, también lo utilizaba para probar sus equipos de sonido antes de sus conciertos.

-... una vez terminado su mandato presidencial, George Washington, primer presidente de los Estados Unidos, fundó una destilería? En 1799 la destilería de Washington era la mayor del país, y producía 11000 galones (más de 41000 litros) de whisky al año.

... en la Antigua Grecia se creía que cuando los pelirrojos morían tenían muchas posibilidades de convertirse en un brucolaco (en griego, Βρυκόλακας, vrykolakas), una criatura sobrenatural a mitad de camino entre un fantasma y un vampiro?

... las mujeres suizas no tuvieron derecho al voto hasta 1971?

... la ciudad con mayor tasa de uso del transporte público es Hong Kong, donde hasta el 80% de los desplazamientos diarios se realizan de esa manera?


lunes, 1 de septiembre de 2025

Ishi, el último de los yahi

Ishi (1861?-1916)

El 29 de agosto de 1911 algunos habitantes de la ciudad californiana de Oroville, en el condado de Butte, se sorprendieron al descubrir a un extraño personaje rondando las instalaciones de un matadero en las afueras de la ciudad. Se trataba de un nativo americano, vestido con ropas tradicionales, que parecía un tanto desorientado y que aparentemente no hablaba inglés. Ante las dificultades para entenderse con él el sheriff local decidió esposarlo y llevárselo a su oficina, mas que nada por su propia seguridad. No tenían ni idea de que aquel hombre, que acabaría siendo conocido como Ishi, era el último miembro de la tribu de los yahi.

La tribu yana fue una tribu nativa americana que durante siglos había vivido en el norte de la actual California, en la cuenca superior del río Sacramento, en una región de unos 6000 kilómetros cuadrados limitada por los ríos Pit y Feather. Estaba formada por cuatro subgrupos: los yanas del norte, los yanas del sur, los yanas del centro y los yahi, que vivían en la región suroeste del territorio yana, en las estribaciones del Pico Lassen. Cada grupo hablaba una variedad propia del idioma yana, y entre sus peculiaridades estaba que (salvo en el caso de los yahi) hombres y mujeres hablaban variedades propias de cada sexo, con una especie de "versión común" para hablar entre ellos. Aunque se sospecha que habían mantenido algún encuentro previo con los españoles, los yana se las habían arreglado para mantenerse aislados de los colonos de origen europeo hasta bien entrado el siglo XIX. En cuanto a los yahi, se mostraban especialmente retraídos y procuraban mantenerse lo más apartados posible de sus vecinos. Por lo que se sabe de ellos, formaban pequeños grupos sin una autoridad central que vivían de la caza, la pesca y la recolección. Se calcula que a principios del siglo XIX los yana sumarían en total unos 3000 individuos, de los que 400 serían yahis.

El hallazgo de Ishi en la portada del San Francisco Call (31 de agosto de 1911)

Sin embargo, a mediados del siglo XIX la situación de los yana dio un giro a peor. Primero fue la fiebre del oro, que atrajo a miles de aventureros a California. Los yahi fueron los que más sufrieron esta primera oleada, ya que sus territorios eran los más cercanos a los yacimientos de oro. Los enfrentamientos con los mineros, en los que los yahi, que no tenían armas de fuego, solían llevar las de perder, empezaron a ser frecuentes. Y a los aventureros les siguió una nueva oleada, la de los colonos que buscaban tierras para asentarse y no les importaba expulsar de ellas a los indios a la fuerza. En los años siguientes se produjeron una serie de enfrentamientos conocidos genéricamente como las Guerras Indias de California, y que más que auténticas guerras consistieron en matanzas de indios, destrucción de poblados y captura de mujeres y niños para ser vendidos como esclavos, lo que a la postre supuso la desaparición de la mayor parte de los nativos americanos de California.

Yanas y yahis no fueron una excepción. Los yahi sufrieron matanzas como la de Mill Creek (1865, 40 yahis muertos), Silva (1865, 40 yahis muertos), Three Knolls (1866, 40 yahis muertos, incluido el padre de Ishi), Camp Seco (1867, 45 yahis muertos) o la Cueva de Kingsley (1871, 40 yahis muertos). En apenas dos décadas el número de yanas se había reducido a apenas unas decenas, de los que menos de 30 eran yahis, incluidos Ishi (nacido en torno a 1861) y su familia. Estos, decididos a mantener su libertad, se internaron en la Sierra Nevada y pasaron las siguientes décadas ocultándose en sus regiones más agrestes y apartadas, procurando permanecer lo más lejos posible de los hombres blancos. Pero con un número tan exiguo el grupo estaba condenado a desaparecer, y en las siguientes décadas aquellos últimos yahis fueron muriendo uno a uno.

En 1908 un grupo de exploradores que trabajaba para una empresa hidroeléctrica dio por casualidad con el campamento donde vivían los últimos de aquellos yahis: se trataba de Ishi, su madre, su tío y otra mujer de su familia, que según algunas fuentes podría haber sido su esposa. Los indios corrieron a esconderse; aquellos exploradores no les persiguieron, se limitaron a saquear su campamento, robándoles pieles, armas y herramientas. Tres años más tarde, Ishi era el único superviviente del grupo. Según explicaría, su madre y su tío se habían ahogado intentando cruzar un río, y la otra mujer había muerto de enfermedad. Había intentado sobrevivir solo pero, después de que un incendio forestal hubiese asolado la zona donde se escondía y le hubiese dejado sin apenas alimento, exhausto y hambriento había decidido acercarse hasta donde vivían los hombres blancos en busca de comida.

Alfred L. Kroeber e Ishi (1911)

La noticia del "indio salvaje" aparecido en California saltó enseguida a los periódicos. Lo cierto es que no iban desencaminados; hoy en día se sigue considerando a Ishi el último nativo americano en entrar en contacto con los americanos de origen europeo. Entre los que leyeron con interés la noticia estaban los miembros del departamento de Antropología de la Universidad de California, en Berkeley, varios de cuyos profesores se trasladaron de inmediato a Oroville para hacerse cargo de Ishi, el cual aceptó irse con ellos. Los profesores de Berkeley lo llevaron a San Francisco y lo alojaron en el Museo Phoebe A. Hearst, en San Francisco, dependiente de la Universidad, donde le dieron alojamiento y un trabajo como conserje. En los años que vivió allí, Ishi mantuvo numerosas entrevistas con los antropólogos Albert L. Kroeber (director del Museo) y Thomas T. Waterman, que veían en él la oportunidad única de recopilar información sobre la cultura yahi, que se consideraba extinta. Y aunque había mucho que se había perdido, porque Ishi no había tenido ocasión de aprenderlo, si les proporcionó extensa información acerca de las tradiciones yahi, su estructura social y familiar, sus ceremonias y prácticas religiosas, y sobre los objetos que fabricaban y las técnicas que utilizaban.

Hay que decir que Ishi no era el auténtico nombre de aquel indio. "Ishi" es una palabra yana que significa "hombre" y fue el nombre que le puso Kroeber. Entre los yahi era tabú pronunciar el propio nombre, y debía de ser otro miembro de la tribu el que lo presentara formalmente. Cuando le preguntaban su verdadero nombre, Ishi respondía "No tengo ninguno, porque ya no queda nadie para nombrarme", queriendo decir que ya no había ningún otro yahi que pronunciara su nombre en su lugar.

Habiendo pasado la mayor parte de su vida alejado de la civilización, Ishi apenas tenía inmunidad contra las enfermedades corrientes, lo que provocaba que enfermera con frecuencia. El que lo trataba habitualmente cuando esto ocurría era Saxton Pope, médico y profesor en la Universidad, que acabaría siendo un íntimo amigo de Ishi. Pope también era un entusiasta del la caza con arco (años más tarde escribiría un libro, Caza con arco y flecha, que se sigue imprimiendo hoy en día y es una lectura básica para los cazadores que utilizan el arco), y aprendió de Ishi cómo fabricar y utilizar el arco corto de los yahi y sus flechas. 

Ishi murió de tuberculosis el 25 de marzo de 1916. Se dice que sus últimas palabras, dirigidas a Pope, fueron "Tú te quedas. Yo me voy". En aquel momento Kroeber se hallaba de viaje en Nueva York y telegrafió a Pope para que no le realizara la autopsia, ya que las tradiciones yahi decían que el cuerpo debía permanecer intacto. Sin embargo Pope la llevó a cabo igualmente, citando los protocolos hospitalarios, y extrayendo el cerebro de Ishi, que luego envió al Instituto Smithsoniano para su estudio. Los restos de Ishi fueron luego cremados, en la creencia (errónea) de que esa era la tradición entre los yahi. Sus cenizas fueron enterradas en el cementerio Mount Olivet, en Colma, cerca de San Francisco.

En la década de 1990 un estudioso de Berkeley llamado Steven Shackley expuso la teoría de que Ishi no era realmente un yahi de pura raza, sino que podía haber sido descendiente de un matrimonio mixto. Según esta hipótesis, algunas características físicas de Ishi parecían más próximas a otras tribus como los wintu. Además, las puntas de flecha que Ishi fabricaba no eran como las que se hallaron posteriormente en yacimientos yahi, sino que se parecían más a las que fabricaban tribus como los wintu o los nomlaki. Así mismo, Ishi usaba una herramienta que llamaba "el palo de Ishi" para desgajar lascas de piedra de otras mayores. Esta técnica también es habitual entre los wintu y los nomlaki. Shackley sugería que Ishi había tenido ancestros de ambas tribus, y que se había criado con miembros de las dos, habiendo aprendido esas técnicas de algún pariente wintu.

El cerebro de Ishi permaneció en el Smithsonian hasta el año 2000, en el que fue devuelto a los indios de Redding Rancheria, una reserva india en el norte de California donde viven los últimos descendientes de varias tribus nativas de California como los wintu, los achowami y también los últimos yanas (en torno a un centenar de individuos, entre los yanas puros y los mestizos). También se les devolvieron las cenizas de Ishi, que los indios de la reserva pretendían enterrar en un lugar secreto.

El caso de Ishi se popularizó a raiz de la publicación en 1961 del libro Ishi in two worlds (Ishi en dos mundos), escrito por Theodora Kroeber, antropóloga y viuda de Albert Kroeber, que utilizó las notas de su marido para reconstruir la historia de Ishi, al que no había llegado a conocer en persona.