viernes, 18 de febrero de 2011
Animales extinguidos que podrían no estarlo (y ojalá no lo estén) I
Tilacino (Thylacinus cynocephalus)
El tilacino o lobo marsupial, este hermoso y peculiar depredador nativo de Oceanía, último representante del género Thylacinus, se considera extinguido en Australia desde antes de la llegada de los europeos, pero todavía sobrevivía en la isla de Tasmania. Los colonos, temiendo que fueran una amenaza para sus rebaños de ovejas, llevaron a cabo una auténtica campaña de exterminio, en la que diversas empresas e incluso el Gobierno australiano llegaron a ofrecer recompensas por cada ejemplar abatido. Cuando se empezaron a tomar medidas para su protección, ya en los años veinte del siglo pasado, ya era tarde. El último ejemplar salvaje conocido fué abatido en 1930, y el último ejemplar murió en cautividad en el zoológico de Hobart en 1936. Desde 1986 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo considera oficialmente extinguido.
Sin embargo, desde 1936 se han notificado centenares de casos de avistamientos sin confirmar de tilacinos en Tasmania, Australia e incluso en la isla de Nueva Guinea, además de huellas, restos de presas, fotografías e incluso grabaciones de sonido. Como ya he dicho, nunca se ha llegado a capturar uno vivo o a encontrar una prueba definitiva, pero hay que recordar el inmenso tamaño de Australia, de 7'5 millones de km2 (Tasmania tiene casi 70000) con apenas 21 millones de habitantes, concentrados además en las ciudades costeras. Hay espacio suficiente para que una población de tilacinos haya sobrevivido sin entrar en contacto con el hombre. Si es así, esperemos por su bien que se queden ocultos.
También se llevó a cabo un proyecto para "resucitar" al tilacino clonándolo a partir de ejemplares conservados en museos y otras instituciones. Un proyecto muy criticado desde que se hizo público, y que no ha dado fruto alguno.
Delfín del Yang Tze (Lipotes vexillifer)
Conocido como baiji por los chinos, se trata posiblemente de la especie más emblemática de la fauna china, después del omnipresente oso panda. Tradicionalmente ha gozado de gran aprecio por parte del pueblo chino, que lo consideraba una divinidad del río y consideraba augurio de buena suerte su avistamiento. Nada de esto le valió para sobrevivir. Su hábitat único eran las aguas del Yang Tze, el río más largo de Asia y el tercero del mundo. Millones de personas viven en sus orillas, vertiendo sus residuos a sus aguas (igual que miles de empresas), lo que han convertido al río en uno de los más contaminados del mundo, afectando gravemente al sensible baiji. También la sobrepesca contribuyó a su decadencia. El golpe de gracia se lo han dado las numerosas obras hidrográficas en el curso del río, la más conocida de las cuales es la colosal Presa de las Tres Gargantas. Pese a ser declarado en peligro de extinción en 1979 (se estimaba que quedaban unos 300 ejemplares) no se dio paso alguno para su conservación hasta que fué demasiado tarde. En 2007 (no se informaba de ningún avistamiento desde 2004) se llevó a cabo un ambicioso proyecto de exploración en el cual decenas de investigadores recorrieron el río a lo largo de seis semanas, siendo incapaces de encontrar ni un sólo ejemplar, con lo que fué declarado oficialmente extinto. Aunque en 2008 se informó de que había sido visto un ejemplar y es posible de que subsista algún individuo más en la inmensidad del río, no hay apenas posibilidad de que permanezca una población viable, con lo que la especie está extinta en la práctica.
Tigre de Java (Panthera tigris sondaica)
De las ocho subespecies reconocidas del tigre, tres están consideradas extinguidas: el tigre de Bali, el del Caspio y el de Java, que fué la última en tener tal consideración. Habitaba únicamente en la isla indonesia de Java, era algo menor que el tigre de Bengala y tenía un pelaje más oscuro y con rayas más finas. Como otros tigres, fué cazado intensivamente hasta el colapso de sus poblaciones. En los años cincuenta se calculaba que quedaban apenas 20 o 25 en toda la isla. Su último reducto fué la región montañosa de Mehu-Betiri, la más inaccesible de la isla, donde en 1972 se avistó el último ejemplar y en 1979 se hallaron huellas que parecían corresponder a tres individuos diferentes. Se ha informado de posteriores avistamientos, que sin embargo podrían ser erróneos y corresponder en realidad a leopardos.
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