Cómo se libró Constanza de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial

Constanza / Kreuzlingen

La ciudad de Constanza (en alemán Konstanz) se encuentra en el estado alemán de Baden-Wurtemberg, en la orilla sur del lago de Constanza, el más grande de Alemania. Fundada por los romanos en el siglo III, gozó de cierta importancia comercial, religiosa y política en la Edad Media, y es la única ciudad de Alemania donde se ha nombrado un Papa (Martín V, elegido en 1417 durante el llamado Concilio de Constanza que puso fin al Cisma de Occidente).

Como el resto de Alemania, Constanza tuvo que sufrir las consecuencias del regimen nazi y la Segunda Guerra Mundial. Su sinagoga, construida en 1883, fue incendiada la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 por miembros de las SS, y la población judía local, así como otros que habían llegado a Constanza huyendo desde Polonia (en total, alrededor de un millar de personas), fue deportada masivamente a campos de exterminio como el de Dachau. Los últimos 108 judíos de Constanza, aquellos que no habían logrado o no habían querido huir a Suiza, entre ellos familias enteras, fueron deportados al campo de concentración de Gurs (Francia) el 20 de octubre de 1940. La mayoría de ellos moriría más tarde en Sobibor o en Auschwitz.

Pero sin embargo, a diferencia de otras ciudades alemanas, Constanza no sufrió los bombardeos de la aviación aliada. Y no es que en ella no hubiera objetivos militares. Diversas empresas de la ciudad producían material de guerra para el ejército alemán. Así, la compañía Funkstrahl fabricaba componentes para los sónares de los submarinos de la Kriegsmarine; la Schwarzwald Flugzeugbau GmbH diseñaba y fabricaba torpedos para los aviones torpederos alemanes; y la aeronáutica Dornier había trasladado a la ciudad parte de su producción desde Friedrichshafen, ciudad sometida a frecuentes ataques aéreos. ¿Cuál fue la estrategia de Constanza para evitar  los bombardeos? Sencillamente, fingir ser parte de Suiza.

Hay que explicar la peculiar situación de Constanza. La ciudad se halla situada junto a la frontera suiza. Al otro lado de la frontera se halla la localidad suiza de Kreuzlingen, pero esta separación es solo política y no física; ambas localidades forman un único casco urbano. Mientras otras ciudades alemanas apagaban sus luces de noche para que los bombarderos aliados no tuvieran referencias, en Constanza las dejaban encendidas, igual que las de Kreuzlingen, sabiendo que desde las alturas les sería imposible diferenciar entre la zona alemana y la suiza, y no se atreverían a lanzar un ataque por miedo a alcanzar a un territorio neutral.

De esta ingeniosa manera, Constanza consiguió ser una de las pocas ciudades alemanas que se libró de los bombardeos. En la actualidad, el conjunto de Constanza y Kreuzlingen tiene unos 100000 habitantes que viven principalmente del turismo, atraído por su clima benigno y su casco histórico con numerosos edificios medievales (incluida la Catedral de Nuestra Señora, cuya parte más antigua data del siglo XI, y las torres de Pulverturm y Rheintorturm); de la vinicultura; y de su importante Universidad que atrae a miles de estudiantes, tanto alemanes coom extranjeros, todos los años.