Charles Bonnet (1720-1793) |
Se conoce como Síndrome de Charles Bonnet (SCB) a una afección visual y neurológica que afecta a personas con pérdida de visión parcial o aguda, que les lleva a padecer alucinaciones visuales complejas. Suele afectar a personas de edad avanzada, con una incidencia levemente superior entre las mujeres. Las personas que lo sufren no presentan ningún deterioro cognitivo; conservan sus facultades mentales intactas, por lo que son plenamente conscientes de que lo que están viendo no es real. Sin embargo, todos tienen en común un deterioro significativo de la agudeza visual a causa de enfermedades tales como el glaucoma, la degeneración macular o las cataratas.
Recibe este nombre por el naturalista y filósofo suizo Charles Bonnet (1720-1793) quien describió en 1760 el primer caso conocido de este síndrome: el de su abuelo nonagenario, Charles Lullin, quien, tras perder la mayor parte de su visión a causa de las cataratas, comenzó a tener alucinaciones sobre personas, animales e incluso edificios que no existían en la realidad. Fue en 1969 cuando el neurólogo suizo Georges de Morsier acuñó el término "Síndrome de Charles Bonnet" para referirse a este desorden.
Aunque no hay una causa establecida de manera definitiva, la teoría más barajada es la de la desaferentación o interrupción de impulsos aferentes: la corteza visual del cerebro forma imágenes a partir de los impulsos nerviosos que recibe de la retina. Cuando estos impulsos disminuyen a causa de la pérdida de visión, el cerebro es incapaz de adaptarse y rellena esos huecos creando imágenes que no se corresponden con la realidad. En ocasiones se lo compara con el llamado Síndrome del Miembro Fantasma, que lleva a personas que han perdido un miembro a sentir dolor en ese miembro ausente debido a la actividad anómala del cerebro.
Estas alucinaciones son de lo más variado, pudiendo ser simples o complejas, desde formas geométricas o destellos de luz hasta personas u objetos de lo más variado y muy definidos. Pueden ser en color o en blanco y negro, y durar desde unos segundos hasta varias horas. Eso si, las alucinaciones son siempre exclusivamente visuales, sin afectar al resto de los sentidos. No hay una prueba diagnóstica específica para el síndrome de Charles Bonnet; generalmente se llega a él tras descartar otras posibles causas como la psicosis, la demencia o el delírium. También se han descrito en ocasiones niveles bajos de acetilcolina como un indicador de las alucinaciones ligadas a este síndrome.
No existe un tratamiento que elimine estos episodios, pero los que los sufren si pueden aprender a controlar esta afección, y en general los que la padecen suelen sentirse aliviados tras la diagnosis, ya que muchos temen padecer una enfermedad mental. Algunos pacientes son capaces de detener las alucinaciones cerrando los ojos o moviéndolos con rapidez. Es también muy característico que las alucinaciones sean percibidas de manera más nítida que las imágenes reales, ya que se forman directamente en el cerebro, y no a partir de un estímulo visual empobrecido como las reales.
No hay cifras claras acerca de la incidencia del SCB. Algunos estudios la cifran entorno al 3% de los adultos de más de 65 años con pérdida visual severa, mientras que otros la elevan por encima del 10%. Generalmente se cree que es una dolencia infradiagnosticada porque muchos de los que la padecen no comentan sus síntomas ni buscan ayuda, temerosos de ser calificados de enfermos mentales.
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