Kingo Nonaka (1889-1977) |
Kingo Nonaka nació en 1889 en la prefectura de Fukuoka, al norte de la isla japonesa de Kyūshū. Trabajó como agricultor y pescador de perlas hasta que con 17 años emigró a México acompañando a su hermano mayor y a su tío. Su hermano, sin embargo, enfermó durante el viaje y tuvo que ser desembarcado en Hawai. Kingo y su tío se establecieron en Salina Cruz (Oaxaca), donde encontraron trabajo en una plantación de café. Lamentablemente, su tío murió de malaria, y como el trabajo en la plantación era agotador, Kingo decidió buscar nuevos horizontes y viajar a Estados Unidos, aunque fue incapaz de cruzar la frontera en Ciudad Juárez.
En Ciudad Juárez fue acogido por una familia local, los Cardón, quienes incluso lograron que se bautizara, adoptando el nombre de José Genaro Kingo Nonaka. En un hospital local estudió enfermería y consiguió una licencia para trabajar como enfermero. El 6 de marzo de 1911 se encontraba de vacaciones visitando a un compatriota llamado Ricardo Nakamura cuando se produjo la batalla de Casas Grandes, en la que las tropas rebeldes que se habían levantado contra el dictador Porfirio Díaz a las órdenes del futuro presidente Francisco Madero atacaron a la guarnición federal de la localidad. Durante el enfrentamiento Madero resultó herido en una mano y sus hombres buscaron atención médica para él, encontrando a Kingo, quien curó sus heridas. A Madero le cayó simpático y lo reclutó para su ejército.
Francisco Madero (1873-1913), con la herida recibida en Casas Grandes |
Kingo permaneció a sus órdenes hasta que en 1913, ya convertido en presidente, Madero fue derrocado y asesinado en un golpe de estado a manos de Victoriano Huerta. Después de eso se unió a las fuerzas de otro de los grandes líderes revolucionarios, Pancho Villa, el Centauro del Norte, con el que alcanzó el rango de capitán en el Batallón de Sanidad de la División del Norte, donde era apodado "el samurai". En total, participó en 14 operaciones militares durante la Revolución, 2 a las órdenes de Madero y 12 a las de Villa, y en octubre de 1915 colaboró, gracias a sus habilidades como buzo, en el rescate del cuerpo del general revolucionario Rodolfo Fierro, ahogado en la laguna de Casas Grandes.
Kingo Nonata, señalado con un círculo rojo, conduce una carreta. En primer término, Pancho Villa. |
En 1915 dejó el ejército revolucionario. Se casó con una enfermera llamada Petra García Ortega, con la que tendría cinco hijos (José, Virginia, María, Uriel y Genaro) y se instaló en Ciudad Juárez, de cuyo Hospital Civil llegó a ser jefe de Enfermería. En 1919 dejó el Hospital y empezó a dedicarse a la fotografía. En 1921 se instaló con su familia en Tijuana, donde abriría dos estudios fotográficos (Fotografía La Moderna y Fotografía Nonaka), además de trabajar para el cuerpo de policía de la ciudad. En 1924 adquirió la nacionalidad mexicana.
Con el tiempo, Kingo Nonaka se convertiría en cronista no oficial de Tijuana, fotografiando numerosos eventos sociales, deportivos y culturales, y retratando año tras año el crecimiento de la ciudad. Años más tarde donaría más de 300 negativos tomados en las décadas de 1920, 30 y 40 al Archivo Histórico de Tijuana.
Kingo Nonaka y su familia, durante la Navidad de 1940 |
En 1942, tras el ataque a Pearl Harbor y de que México declarara la guerra a Japón, el gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho clausuró todas las asociaciones japonesas existentes en el país y obligó a todos los ciudadanos de origen japonés a instalarse en Guadalajara o en Ciudad de México, para poder ser vigilados por el ejército. La mayoría eligió Ciudad de México, donde ya existía una colonia de inmigrantes japoneses, y también Kingo Nonaka, que se mudó con su familia. Este confinamiento no fue demasiado severo con los japoneses; aunque sometidos a ciertas restricciones (se les prohibía reunirse en un número mayor de 10 personas o viajar de noche), pudieron seguir trabajando, fundar una escuela en lengua japonesa para sus hijos e incluso una asociación de asistencia (el Comité Japonés de Ayuda Mutua) para ayudar a los recién llegados.
Después de la guerra, Kingo Nonata siguió viviendo en Ciudad de México, donde fue uno de los fundadores del Instituto Nacional de Cardiología. También residió durante un tiempo en Monterrey, y murió en 1977, a los 88 años de edad. Sus restos descansan en el cementerio de Panteón Jardín, en la localidad de San Ángel, famoso porque en él se encuentran las tumbas de numerosas celebridades, especialmente del mundo del espectáculo, como los actores Arturo de Córdova y Jorge Negrete.
Kingo Nonaka fue reconocido en 1963 como veterano de la Revolución por el gobierno de Adolfo López Mateos. En septiembre de 1967 fue condecorado por sus servicios por el Secretario de Defensa Marcelino García Barragán, y fue homenajeado de nuevo en 1972 por el presidente Luis Echeverría Álvarez. En 2014 Genaro, el único de sus hijos que quedaba con vida, publicó el libro Kingo Nonaka. Andanzas revolucionarias, en el que recopilaba las aventuras de su padre durante su etapa en la Revolución.
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