Verba volant, scripta manent

sábado, 27 de marzo de 2010

El aluminio y las coincidencias

El principal proceso para la obtención industrial de aluminio es el llamado proceso Hall-Héroult, sometiendo la alúmina (Al2O3) a una reacción electrolítica que da como resultado el aluminio metálico y CO2. Recibe este nombre en homenaje a sus descubridores, los químicos Charles Martin Hall y Paul Louis Toussaint Héroult, quienes lo patentaron en 1886, logrando así convertir al aluminio, que hasta entonces era poco más que una curiosidad científica (su precio era similar al de la plata), en un material de uso muy común. Lo curioso del caso es que Hall, norteamericano, y Héroult, francés, no se conocían personalmente ni tenían noticia alguna de la investigación del otro, pero desarrollaron el mismo proceso de manera independiente y lo patentaron con apenas un par de semanas de diferencia. No terminan ahí las coincidencias. Ambos habían nacido en 1863, se hicieron ricos con sus descubrimientos (Hall fué cofundador de lo que hoy es Alcoa) y murieron en 1914. Aunque en poco más se parecían: Hall era un trabajador concienzudo y escrupuloso, que siguió investigando toda su vida y murió soltero y sin hijos. Por el contrario, Héroult era conocido por su fama de vividor y mujeriego, por su afición a la vida mundana, al juego y a los viajes.



En las fotografías, Paul Héroult y Charles Martin Hall.

viernes, 19 de marzo de 2010

Los dos pulgares del oso panda

¿Sabíais que los osos panda gigantes y los osos panda rojos tienen seis dedos? Tienen un segundo pulgar, opuesto al común, que les resulta de gran utilidad a la hora de manejar las largas cañas de bambú cuyas hojas son su alimento primordial. En realidad, este segundo pulgar no es un auténtico dedo, sino una prolongación de uno de los huesos de la muñeca, el sesamoideo radial. Una peculiaridad que al parecer los pandas ya presentaban cuando aún eran carnívoros, pero que les resultó de gran utilidad cuando se pasaron a la dieta vegetariana. Como decía un profesor mío, la evolución no actúa como un ingeniero sino más bien como un chapuzas común: no crea "de novo" una estructura, sino que adapta las ya existentes dándoles un nuevo uso. O, en palabras de Stephen Jay Gould, “las imperfecciones son las principales pruebas de que la evolución ha tenido lugar, puesto que los diseños óptimos borran todos los postes de señales de la historia”.

sábado, 13 de marzo de 2010

La Tierra es plana, ¡y yo sin enterarme! (Manda coj...)


Pues si, niños y niñas. Resulta que hay por ahí una autodenominada Flat Eart Society cuyos miembros, a estas alturas del siglo XXI, defienden la peregrina idea de que la Tierra es plana. Cuando me encontré su web lo primero que pensé es "no puede ser, es una página de coña, igual que aquella tan divertida y ya desaparecida, CatsAreFromMars, que defendía que los gatos eran en realidad alienígenas infiltrados para conquistarnos desde dentro". Pero no, estos tipos hablan totalmente en serio. Según ellos, la Tierra es un inmenso disco en cuyo centro está el Polo Norte y rodeado por la Antártida, que vendría a ser un círculo de montañas de hielo (pa que el agua no se escurra por los bordes). Por eso, los viajes de circunavegación no son tales, sino que son viajes muuuuuuy largos alrededor del disco. Oh, se me olvidaba: la gravedad tampoco existe; es que el disco está en movimiento contínuo hacia arriba; por eso cuando damos un salto no es que volvamos a caer, sino que el disco nos "alcanza". Y las fotografías de la Tierra tomadas desde el espacio son engaños tramados por los gobiernos con algún oscuro propósito. Y no os perdáis su maravilloso lema: "Desprogramando a las masas desde 1547".
Lo curioso es que los miembros de este grupo son gente "normal". No niegan la evolución, ni creen que los alienígenas construyeran las pirámides; simplemente tienen esta rareza. Como decía el torero, "hay gente pa tó".

miércoles, 3 de marzo de 2010

El explosivo que nació en una cocina


Allá por mediados del siglo XIX, la Universidad de Basilea (Suiza) tenía unos horarios muy estrictos, que incluían el cierre absoluto a la hora del almuerzo, durante el que aulas y laboratorios permanecían rigurosamente cerrados. Eso suponía un inconveniente para algunos profesores, como el químico alemán Christian Schönbein, que se veían obligados a interrumpir sus experimentos. Así que Schönbein decidió continuar dichos experimentos en su casa mientras la universidad permanecía cerrada. Un día, estaba en la cocina de su casa calentando una mezcla de dos disoluciones de ácido sulfúrico y nítrico, cuando accidentalmente derramó una parte. Para limpiarlo utilizó lo primero que encontró a mano: un delantal de algodón de su esposa. Una vez terminó de limpiar, lo puso a secar sobre una estufa. Imaginaos su sorpresa cuando al poco tiempo escuchó un potente estampido y vió que el delantal se había, literalmente, desintegrado. Sin pretenderlo, Schönbein había descubierto la nitrocelulosa o algodón pólvora, el primero de una nueva familia de potentes explosivos. Schönbein llamó a su descubrimiento "pólvora sin humo" y trató de producirla para su uso militar, pero era demasiado inestable. No fué hasta 1891 que dos químicos, Dewar y Abel, lograron un compuesto de nitrocelulosa lo suficientemente estable; es lo que hoy conocemos como cordita. Así que, como suele decir mi madre, cuidadito con lo que hacéis en la cocina.