Varios templos de la ciudad japonesa de Kyoto tienen en sus techos tablas de madera manchadas de sangre, que reciben el nombre de chitenjo. Las tablas procedían del antiguo Castillo Fushimi, en el que, en el año 1600, un samurai llamado Torii Mototada, que servía a las órdenes del poderoso Tokugawa Ieyasu, resistió durante once días, al mando de unos pocos cientos de hombres, el asedio por parte de un ejército de más de 40000 soldados mandado por Ishida Mitsunari, enemigo de su señor. Mototada y sus hombres murieron durante el asedio; los que no cayeron en combate prefirieron suicidarse antes que rendirse, y en reconocimiento a su valor cuando el castillo fue desmantelado en 1632 las tablas manchadas con su sangre se instalaron en diversos templos y castillos del área de Kyoto.
domingo, 4 de mayo de 2025
Curiosidades (con fotografías)
Varios templos de la ciudad japonesa de Kyoto tienen en sus techos tablas de madera manchadas de sangre, que reciben el nombre de chitenjo. Las tablas procedían del antiguo Castillo Fushimi, en el que, en el año 1600, un samurai llamado Torii Mototada, que servía a las órdenes del poderoso Tokugawa Ieyasu, resistió durante once días, al mando de unos pocos cientos de hombres, el asedio por parte de un ejército de más de 40000 soldados mandado por Ishida Mitsunari, enemigo de su señor. Mototada y sus hombres murieron durante el asedio; los que no cayeron en combate prefirieron suicidarse antes que rendirse, y en reconocimiento a su valor cuando el castillo fue desmantelado en 1632 las tablas manchadas con su sangre se instalaron en diversos templos y castillos del área de Kyoto.
sábado, 8 de julio de 2023
Pequeñas historias (XXXIII)
Moby Dick, la inmortal novela de Herman Melville, se publicó originalmente con el título mucho más corriente de The Whale (La ballena). Después de que la primera edición tuviera unas ventas más bien escasas, sus editores sugirieron a Melville que introdujera algunos cambios; entre ellos, un nuevo título más atractivo. El escritor decidió entonces darle un nombre a la ballena protagonista, y eligió el de Moby Dick mezclando, por un lado, el de Mocha Dick, un famoso cachalote albino que durante décadas había provocado el terror entre los balleneros del Pacífico Sur; y por otro, el de su amigo Richard Tobias "Toby" Greene, antiguo compañero de tripulación a bordo del ballenero Acushnet.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
domingo, 1 de agosto de 2021
Pequeñas historias (XXV)
Cuentan que en cierta ocasión Genghis Khan, mientras cazaba en las cercanías de la montaña de Burkhan Khaldun, no lejos de donde había nacido, quedó tan impresionado por la belleza del paisaje que declaró aquel área (de unos 240 km2) como sagrada, prohibiendo la entrada en ella a nadie que no fuera de su familia, y encargando a los darkhad, un clan de guerreros de élite, su custodia para que nadie incumpliera esa orden, bajo pena de muerte. Los darkhad y sus descendientes cumplieron su misión y custodiaron el lugar (que sería conocido como Ikh Khorig o Gran Tabú, y donde según algunos estaría la tumba del propio Genghis Khan y de muchos de sus sucesores) durante casi 700 años, desde la muerte de Genghis Khan en 1227 hasta que en 1924 las autoridades de la recién creada República Popular de Mongolia decretaron la región como "Área altamente restringida", prohibiendo el acceso no solo a ella sino a las áreas circundantes, por miedo a que la memoria histórica de las hazañas del Khan incitara al nacionalismo mongol.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
domingo, 2 de febrero de 2020
La Operación Vegetarian
![]() |
Bacillus anthracis |
En marzo de 1916, poco después de que en plena Primera Guerra Mundial los alemanes emplearan por primera vez cloro gaseoso como arma, el gobierno británico creó cerca de la localidad de Porton (a unos 120 kilómetros al suroeste de Londres) el complejo de Porton Down: unas instalaciones científicas de alto secreto destinadas a la investigación con armas químicas. La investigación continuó después del final de la guerra, y en 1940, ya iniciada la Segunda Guerra Mundial, se creó una nueva sección, denominada Departamento de Biología de Porton (BDP), dedicada a la investigación con armas biológicas como el ántrax o la toxina botulínica, y dirigida por el microbiólogo Paul Fildes. Fue precisamente este departamento el que, poco después de su creación, recibió un encargo urgente y de alto secreto procedente del primer ministro Winston Churchill: desarrollar un método para emplear el ántrax como arma contra Alemania.
El Bacillus anthracis (del griego anthrakis, "carbón") es una bacteria Gram positiva responsable de la enfermedad del carbunco, caracterizada por la aparición de manchas negras en la piel. Dependiendo de la vía de infección, se habla de carbunco cutáneo (con una mortalidad del 20% si no es tratada), digestivo (60%) o pulmonar (95%). La viabilidad de emplear esta enfermedad como arma biológica era la idea que Churchill encargó al BDP.
Los científicos de Porton Down desarrollaron un plan al que se denominó Operación Vegetarian (Vegetariano): pretendían contaminar con ántrax una amplia zona de pastos en el norte de Alemania, donde se alimentaban los principales rebaños de ganado del país. Los efectos habrían sido devastadores: millones de animales habrían enfermado, provocando una grave crisis alimentaria en el país; además, según creían los británicos, muchos alemanes, temerosos de la enfermedad, habrían dejado de consumir carne (de ahí el nombre de "Operación Vegetariano"), agravando los efectos de la escasez. Un número indeterminado de personas, mayoritariamente civiles, también enfermarían al entrar en contacto con las esporas de ántrax o con los animales enfermos, causando cientos o miles de muertes. Además, dado que las esporas de ántrax pueden sobrevivir hasta un siglo en el suelo, las zonas contaminadas quedarían inhabitables durante décadas.
Como vía de dispersión de la enfermedad, los biólogos del BDP imaginaron un ingenioso sistema: inocular el ántrax en el interior de pequeños "pastelitos" hechos de semilla de lino, un complemento alimenticio habitual para el ganado. Una empresa londinense especializada en fabricar jaboncitos de tocador fue contratada para cortar el material en porciones individuales de unos dos centímetros de diámetro y poco más de veinte gramos de peso. Un grupo de mujeres, trabajadoras de una fábrica de jabón, fueron contratadas y llevadas a las instalaciones de Porton Down para inyectar las esporas en cada uno de los pastelitos. Dichas esporas fueron suministradas por el Ministerio de Agricultura, en uno de cuyos laboratorios fueron cultivadas.
![]() |
Instalaciones de Porton Down |
En la primavera de 1944 los científicos de Porton Down tenían ya preparadas cinco millones de unidades de los pastelitos contaminados. Todo estaba dispuesto para cuando se diera la luz verde para la operación. Habían previsto utilizar una docena de bombarderos de la RAF especialmente preparados para la misión, cada uno de los cuales lanzaría unos 4000 pasteles en rondas de 400 unidades cada dos minutos, en unos 20 minutos que duraría cada bombardeo. Con esto suponían que sería más que suficiente para contaminar la mayor parte de los pastos del norte de Alemania, y aún tendrían en reserva material más que suficiente para posteriores ataques a otras zonas ganaderas.
Churchill era plenamente consciente de las gravísimas consecuencias que tendría un ataque de este tipo. Por eso marcó una línea roja muy clara: la Operación Vegetarian no se llevaría a término a menos que los alemanes atacaran primero a los ingleses con armas químicas o biológicas. Finalmente, esta operación nunca se acabó de culminar. Por un lado, porque el ataque previo de los alemanes nunca se produjo. Por otro, porque para cuando todos los preparativos de la operación estuvieron listos, el curso de la guerra ya había cambiado. La derrota alemana en el frente oriental y la entrada de los Estados Unidos en la guerra hicieron que la derrota de Alemania fuera solo una cuestión de tiempo y alejaron la necesidad de tomar una medida tan drástica. Los cinco millones de pasteles envenenados fueron incinerados en Porton Down poco después del final de la guerra.
Quedaba pendiente, sin embargo, el asunto de la isla de Gruinard, todavía contaminada con ántrax. La intención del gobierno británico era descontaminarla para luego devolverla a sus antiguos propietarios, pero resultó bastante más complicado de lo que esperaban. Los intentos de limpieza fracasaron, y los británicos acabaron por decidir que la descontaminación completa de la isla sería demasiada cara y compleja de acometer, así que se limitaron a expropiar la isla, con el compromiso de devolverla a sus dueños o a sus herederos cuando volviera a ser "apta para ser habitada por personas y animales", y declararon el lugar en cuarentena, prohibiendo el acceso a quien no estuviera autorizado. Durante más de treinta años, salvo los científicos de Porton Down, que acudían cada cierto tiempo a tomar muestras de suelo que confirmaban que la contaminación por ántrax continuaba, nadie pudo visitar la isla de Gruinard.
Así hasta que a principios de la década de 1980 hizo su aparición un grupo que se hacía llamar Dark Harvest Commando of the Scottish Citizen Army (algo así como "Comando Cosecha Oscura del Ejército Ciudadano Escocés"). Este grupo, cuyos miembros no llegaron a ser identificados, comenzó una activa campaña para que el gobierno británico eliminara de una vez el ántrax de la isla. La campaña empezó con una serie de comunicados enviados a distintos medios de comunicación, pero, en vista del escaso éxito, el grupo decidió tomar medidas más contundentes, y anunció que varios de sus miembros habían accedido a la isla con la ayuda de habitantes de la zona, y habían retirado varias decenas de kilos de tierra contaminada. Un contenedor con parte de esta tierra fue hallado poco después cerca de las instalaciones de Porton Down, y otro contenedor similar apareció abandonado en la ciudad de Blackpool, donde el Partido Conservador, entonces en el poder, celebraba una convención. Ante el revuelo que se formó, el gobierno finalmente decidió solventar el problema de una vez por todas; en 1986 se retiraron varias toneladas de tierra de las zonas más contaminadas y posteriormente 280 toneladas de formaldehído diluído en agua marina fueron esparcidas por la isla. Después de que un rebaño de ovejas llevado a la isla no mostrara signos de enfermedad tras varios meses, y de que los nuevos análisis no hallaran rastro de las esporas, la isla fue declarada oficialmente segura en 1990, y posteriormente retornó a manos de sus antiguos propietarios por un precio simbólico de 500 libras. De todas formas, el Ministerio de Defensa británico aún dispone de un fondo de emergencia para compensar económicamente a posibles víctimas de ántrax que pudieran contagiarse en la isla.
miércoles, 23 de marzo de 2016
Pequeñas historias (VI)
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Durante el avance de las tropas aliadas por Europa en la Segunda Guerra Mundial, el estado mayor del ejército norteamericano ordenó al general George S. Patton que no atacara la ciudad alemana de Trier, ya que sus expertos estimaban que serían necesarias al menos cuatro divisiones de infantería para conquistarla. Cuando Patton recibió el mensaje, ya había tomado la ciudad. Su respuesta fue: "He tomado Trier con dos divisiones. ¿Quieren que se la devuelva a los alemanes?"
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Aunque algo oscurecido por la fama de su primo Charles Darwin, sir Francis Galton fue una de las mentes más brillantes y polifacéticas del Reino Unido en el siglo XIX. Sus aportaciones se reparten en disciplinas tan dispares como la psicología (fue uno de los padres de la psicología diferencial), la meteorología (identificó el efecto de la presión atmosférica sobre los cambios climáticos y creó los primeros mapas de isobaras), la genética (postuló la Ley de Galton para la herencia ancestral), las matemáticas (introdujo el concepto de correlación entre dos variables y el uso de la línea de regresión), la biométrica (incluyendo el estudio de las huellas dactilares) o la geografía (viajó por Europa y África y escribió detallados libros sobre sus exploraciones). También fue uno de los impulsores de la eugenesia y el primero en enunciar la dualidad entre conductas innatas y aprendizaje. Hoy en día se calcula que su CI era de al menos 200.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando la sífilis empezó a ser una enfermedad conocida, ingleses y alemanes la llamaron "el mal francés"; los franceses la llamaron "mal español"; los rusos, "mal polaco"; los polacos, "mal turco"; los turcos, "mal cristiano"; y los japoneses, "mal chino".
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En 2008 un grupo de investigadores creó la web Foldit para que, mediante juegos de puzzles, los visitantes colaboraran para ayudar a resolver problemas relativos a la estructura tridimensional de proteínas. En 2011, los jugadores desentrañaron la estructura de una enzima relacionada con una enfermedad similar al SIDA que afecta a simios. Los investigadores llevaban 13 años tratando de resolver ese problema, sin éxito; los jugadores lo solventaron en apenas tres semanas.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Un marinero de la Marina británica que quiera dejarse barba necesita solicitar un "permiso oficial para dejar de afeitarse". Si se lo conceden, tiene que someterse a un periodo de prueba de dos semanas, tras el cual debe presentarse al Maestro de Armas, que es quien decide si la barba tiene un aspecto lo suficientemente respetable como para darle al marinero el permiso definitivo para dejársela crecer.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En 1980, el Institute for Historical Review, una sociedad que niega el Holocausto, ofreció 50000 $ a quien proporcionara pruebas de que los judíos fueron exterminados en las cámaras de gas. Mel Mermelstein, un superviviente de Auschwitz que había perdido a la mayor parte de su familia en el campo, ofreció su propio testimonio bajo juramento, pero el IHR se negó a pagar. Mermestein llevó el caso a los tribunales y el juez condenó al IHR a pagarle 90000 $ y a presentar una disculpa pública al señor Mermestein y a todos los supervivientes de Auschwitz, concluyendo que la muerte de judíos en las cámaras de gas no era un tema sujeto a discusión sino que era "sencillamente, un hecho probado".
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El 7 de noviembre de 1907, un joven maquinista ferroviario de 25 años llamado Jesús García Corona salvó del desastre al pueblo mexicano de Nacozari conduciendo lejos de él un tren incendiado cargado de dinamita. La explosión resultante mató a 13 personas, incluido al propio Jesús, pero muchas más habrían muerto si el tren hubiera estallado más cerca del pueblo.
miércoles, 7 de octubre de 2015
El estudio de Guatemala
![]() |
El doctor John C. Cutler (1915-2003), durante su época en Tuskegee |
En el año 1946, un grupo de médicos norteamericanos del Servicio de Salud Pública de los EEUU (PHS) y de su homólogo militar, el PHSCC llegaban a Guatemala en el marco de un acuerdo de colaboración entre el gobierno norteamericano de Harry S. Truman y el guatemalteco, presidido por Juan José Arévalo. Financiados con una beca del Instituto Nacional de Salud (NHI), el objetivo de aquellos doctores era investigar el efecto de los antibióticos como la penicilina en el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual (de las que los soldados retornados de la Segunda Guerra Mundial habían llevado un surtido muestrario al volver a sus casas). Sin embargo, su actuación durante los dos años que duró el estudio resultó tan execrable que esta investigación se halla con todo derecho entre las páginas más negras de la historia reciente de la medicina.
Al frente de la investigación estaba John Charles Cutler, un joven médico del PHS especializado en enfermedades venéreas. Cutler contaba con el apoyo del gobierno guatemalteco, que dio al grupo todas las facilidades posibles. Sin el más mínimo escrúpulo, violando el juramento hipocrático y los más básicos principios morales, Cutler y los suyos comenzaron a infectar con sífilis, gonorrea y chancroide a centenares de guatemaltecos que nunca fueron informados de ello. La mayoría de ellos, presos y enfermos mentales recluidos en instituciones, pero también soldados, vagabundos e incluso niños huérfanos (algunos de apenas ocho o nueve años) de los orfanatos de la capital. Luego, se les mantenía en observación y se estudiaba el avance de la enfermedad y la reacción al serles administrados los antibióticos. Algunos no recibían tratamiento para poder ver cómo evolucionaban sus dolencias.
![]() |
Treponema pallidum, el microorganismo responsable de la sífilis |
En un principio, los estadounidenses recurrieron a prostitutas infectadas como medio de contagiar a los sujetos del experimento. Como quiera que este sistema no tenía un porcentaje demasiado alto de éxito, pasaron a inyectar directamente fluidos de pacientes enfermos a otros sanos. No se acaba ahí la lista de atrocidades cometidas; una paciente en estado terminal fue infectada de gonorrea en ambos ojos y al menos tres pacientes recibieron inyecciones de bacterias de la sífilis directamente en el tejido cerebral. Huelga decir que ninguno de aquellos sujetos sabía a qué estaba siendo expuesto; a la mayoría les hacían firmar un consentimiento escrito en inglés, aun cuando eran analfabetos o no entendían dicho idioma.
La investigación se prolongó durante dos años, hasta 1948, en que fue suspendida, debido al elevado coste de la penicilina y a las objeciones de algunos de los médicos participantes, incómodos con la metodología empleada, aunque las pruebas de laboratorio y el seguimiento a los pacientes continuó hasta los años 50. No hay una lista oficial de víctimas pero se estima que fueron en torno a 1500 las personas deliberadamente infectadas, de las cuales al menos 83 murieron durante el transcurso del estudio y otras muchas arrastraron secuelas de por vida.
Cutler jamás se arrepintió de lo que había hecho, ni consideró moralmente reprochable lo sucedido en Guatemala. Al contrario, él y algunos de sus colaboradores estaban convencidos de que llevaban a cabo un experimento valioso para la ciencia. Los resultados del estudio nunca fueron publicados y se procuró mantener el secreto sobre lo allí sucedido. No fue la única vez que Cutler se vio envuelto en investigaciones cuestionables con humanos: tras su estancia en Guatemala, estuvo trabajando en un proyecto de parecidas características mucho más conocido: el tristemente célebre experimento Tuskegee, en el que, entre 1932 y 1972, varios centenares de afroamericanos de baja extracción social y enfermos de sífilis fueron deliberadamente dejados sin tratamiento alguno para estudiar el avance de la enfermedad. Y en el año 54, probó una vacuna experimental contra la sífilis utilizando a presos de la cárcel de Sing Sing como conejillos de indias, exponiéndolos luego a la bacteria (aunque en este caso, los que enfermaron si fueron tratados con penicilina). A pesar de todo esto, tuvo una carrera larga y cosechó numerosos reconocimientos y fue nombrado profesor de la Universidad de Pittsburgh en 1966. Antes de su muerte, en 2003, donó a los archivos de la universidad todas las notas de sus investigaciones, incluidas las del experimento de Guatemala. Allí las encontró en 2001 una investigadora llamada Susan Reverby, quien las sacaría más tarde a la luz. El escándalo fue mayúsculo y, en 2010, el presidente Barack Obama ordenó que la Comisión Presidencial para Asuntos de Bioética revisara el caso, llegando a la conclusión de que Cutler y los demás violaron a sabiendas los principios éticos más básicos. El presidente Obama en persona llamó al presidente de Guatemala Álvaro Colón para mostrarle su pesar por lo sucedido, y el gobierno norteamericano se disculpó públicamente por aquellos "abominables y gravísimos" hechos. Además, la secretaría de Estado presentó una excusa oficial al pueblo guatemalteco.
lunes, 6 de abril de 2015
Darlo todo por la ciencia (II)
![]() |
Jesse William Lazear (1866-1900) y Clara Louise Maass (1876-1901) |
Werner Forssmann
![]() |
La radiografía original del experimento de Forssmann |
William Randolph Lovelace II
![]() |
Lovelace, con traje de vuelo |
John Paul Stapp
![]() |
El coronel Stapp durante su récord |
Alexander Shulgin
![]() |
Alexander Shulgin |
Barry Marshall
![]() |
Helicobacter pylori |
domingo, 13 de enero de 2013
El descubrimiento del VIH: Montagnier vs. Gallo
El 5 de junio de 1981 la revista Morbidity and Mortality Weekly Report describió en un artículo un extraño caso epidemiológico. Cinco jóvenes varones homosexuales aparentemente sanos habían enfermado de neumonía provocada por el Pneumocystis carinii (hoy rebautizado P. jirovecii), un hongo que afecta a personas enfermas o con el sistema inmunológico deprimido. El Centro de Control de Enfermedades (CDC) no tardó en detectar un anómalo aumento de casos de ésta y otras enfermedades oportunistas, como el sarcoma de Kaposi (un tipo de cáncer de piel). Las personas que las sufrían, pese a parecer sanas, tenían gravemente afectadas sus defensas: un agente desconocido había atacado específicamente a los linfocitos T CD4, esenciales para la respuesta inmune. A la nueva enfermedad se la denominó Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
En cuanto a quién era el responsable, la epidemiología parecía descartar una toxina. Como la mayoría de los enfermos eran homosexuales, se pensó que se trataba de una enfermedad de transmisión sexual. Los cultivos descartaron que se tratase de una bacteria o un hongo, por lo que sólo quedaba una posibilidad: un virus. Y laboratorios de todo el mundo se lanzaron en su busca, tratando de ser los primeros en aislar e identificar el escurridizo virus. Entre ellos, el parisino Instituto Pasteur, donde el reputado virólogo Luc Montagnier dirigía un equipo que investigaba la relación entre los retrovirus y el cáncer. Y fué una de las colaboradoras de Montagnier, Françoise Barré-Sinoussi, la que logró aislar el virus en la muestra procedente de un ganglio linfático de un joven llamado Frédéric Brugiere, del que se sospechaba tenía la misteriosa enfermedad (moriría de sida en 1988). Eso fué en febrero de 1983. Al nuevo virus se le denominó Virus Asociado a Linfoadenopatía (LAV) y el descubrimiento se publicó en mayo en la revista Science, dejando claro que el equipo de Montagnier lo consideraba sospechoso de ser el responsable del sida, pero todavía sin confirmarlo.
A todo esto, los franceses quisieron buscar ayuda para confirmar sus sospechas. Y enviaron muestras de su virus al norteamericano Robert Gallo, del Instituto Nacional del Cancer. No fué decisión extraña: Gallo era en aquel momento el mayor experto mundial en retrovirus y el descubridor del HTLV, el primer retrovirus humano conocido. Mientras, los franceses secuenciaban el genoma del virus.
Y en abril de 1984 salta la sorpresa: se anuncia oficialmente (con discurso de Margaret Heckler, secretaria de sanidad norteamericana, incluído) que el equipo de Gallo ha identificado el virus causante del sida, al que han denominado HTLV-III. Gallo publica sus conclusiones en cuatro artículos publicados en Science y patenta un test de detección en sangre del virus. Inmediatamente, los sorprendidos franceses reclaman la paternidad del hallazgo y solicitan una investigación. No sólo estaba en juego el prestigio del descubrimiento, sino también una importante cantidad de dinero, procedente de las patentes de las pruebas diagnósticas.
La primera reacción de Gallo fué negarlo todo. Pero pocos meses después un investigador británico demostraba que las muestras de ambos equipos eran virtualmente idénticas; no sólo eran el mismo virus, se podía decir que eran la misma muestra. Gallo se excusó entonces con la teoría de una "contaminación": un error en la manipulación de las muestras había causado que el virus enviado por Montagnier acabase infectando sus cultivos. Una posibilidad recibida con notorio escepticismo en la comunidad científica.
La discusión sobre el descubrimiento acabó por trascender lo estrictamente científico y llegando al ámbito político. Finalmente, tras una reunión el 31 de marzo de 1987, los presidentes norteamericano y francés, Ronald Reagan y Jacques Chirac, anunciaban "oficialmente" que el mérito del descubrimiento sería compartido por ambos equipos. Claro que el mundo científico ya había tomado su decisión hacía tiempo, decantándose a favor de Montagnier. Gallo vió seriamente afectada su reputación, aunque es cierto que tuvo un papel importante a la hora de confirmar que el VIH era el causante del sida. Incluso llegó a escribir varios artículos en colaboración con Montagnier.
En 2008, Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi recibían el premio Nobel de Medicina, ex-aequo con el virólogo alemán Harald zur Hausen (el primero en descubrir que determinados tipos de cáncer están causados por virus). Ni una sola referencia directa a Gallo en el comunicado oficial de la Fundación Nobel; sólo una referencia general a otros grupos de investigadores que contribuyeron a la demostración definitiva de que el virus del VIH es es causante del sida.