Verba volant, scripta manent

viernes, 26 de julio de 2013

martes, 23 de julio de 2013

Francotiradores (XV): Otros

- El 7 de octubre de 1777, en plena Guerra de la Independencia norteamericana, durante la batalla de Bemis Heights, el general británico Simon Fraser fué abatido por un tirador llamado Timothy Murphy, un granjero de Pennsylvania que formaba parte de los llamados "Morgan's Kentucky Riflemen", un pelotón de francotiradores bajo las órdenes del comandante Daniel Morgan que utilizaban los llamados Pennsylvania (o Kentucky) Long Rifles, así llamados por su larguísimo cañón (algunos de estos rifles llegaban a medir 1'5 metros de largo). Murphy efectuó su disparo desde la copa de un árbol a unos 400 metros de distancia de Fraser. El disparo le valió a Murphy el apodo de "Sure Shot Tim".

- El 3 de enero de 1809, las tropas francesas bajo el mando del mariscal Soult atacaron a las tropas inglesas en retirada, mandadas por el general Moore, a la altura de Cacabelos (León). Durante la batalla, un soldado irlandés llamado Thomas Plunkett, miembro del 95º Regimiento de Fusileros, acabó con el general francés Auguste François-Marie de Colbert-Chabanais, de un certero disparo en la frente a más de 600 metros, con un rifle Baker. Un disparo excepcional para los fusiles de principios del XIX, muy poco precisos. De hecho, a los soldados británicos se les enseñaba a disparar sus mosquetes Land Pattern (apodados Brown Bess) contra blancos situados a unos 50 metros, que era la distancia a la que se consideraba que podían ser precisos. Plunkett, para demostrar que no había sido un tiro de suerte, abatió a continuación a un corneta francés, situado a la misma distancia.

- El 9 de mayo de 1864, durante la batalla de Spotsylvania, un francotirador del ejército confederado apellidado Grace (sargento del 4º Regimiento de Infantería de Georgia) acabó con la vida del general unionista John Sedgwick a más de 900 metros de distancia, usando un rifle Withworth británico.

- Durante la campaña de Red River (10-22 de mayo de 1864), el capitán John T. Metcalf abatió a un oficial confederado a una distancia de aproximadamente una milla (1609 metros) en Louisiana.

- William "Billy" Dixon (1850-1913), cazador de búfalos y explorador del ejército norteamericano, abatió a un indio comanche durante un ataque al asentamiento de Adobe Walls el 27 de junio de 1874, a una distancia de 1400 metros, con un rifle Sharp "Big Fifty", un disparo increíble dada la precisión de las armas de la época (aunque el mismo admitió tiempo después que había sido un disparo afortunado).

- El llamado BSAS (Bailey's South African Snapshooters) fue la única unidad específica de francotiradores que participó en la Primera Guerra Mundial. La formaban 24 tiradores (de los que seis morirían en combate) reclutados y entrenados a instancias del millonario sudafricano Sir Abraham "Abe" Bailey, quien también financió los gastos de la unidad. Se les atribuyen en torno a 3000 alemanes muertos, de ellos, más de un centenar al subteniente Neville Methven, galardonado con la Military Cross.

- El 2 de marzo de 2002, el cabo canadiense Robert "Rob" Furlong, del 3º Batallón del Regimiento Canadiense de Infantería Ligera Princesa Patricia, destinado en Afganistán, que tomaba parte en la llamada Operación Anaconda en el valle de Shah-i-Kot, abatió con su rifle MacMillan TAC-50 a un combatiente talibán a una distancia de 2430 metros, batiendo el record (2286 m.) que conservaba el norteamericano Carlos Hathcock desde 1967.

- En noviembre de 2009, el cabo británico Craig Harrison, del regimiento de caballería Blues and Royals (Guardia Real de Caballería y 1º de Dragones) abatió a dos talibanes que manejaban una ametralladora al sur de Musa Qala (Afganistán), a una distancia de 2475 metros, estableciendo un nuevo record de distancia que se mantiene todavía.

domingo, 21 de julio de 2013

Francotiradores (XIV): Chris Kyle, "el diablo de Ramadi"


Christopher Scott Kyle (8/4/74-2/2/13) nació en Odessa (Texas), en el seno de una de esas familias ultrarreligiosas y apasionadas por las armas tan típicas del rural norteamericano. Tuvo su primer rifle a los ocho años y solía salir a cazar en compañía de su padre.
Tras terminar el instituto, Kyle trató de convertirse en un profesional del rodeo; pero un accidente en el que se destrozó un brazo puso fin a su carrera. Quiso entonces entrar en el ejército; solicitó su ingreso en los marines en 1998, con el objetivo de intentar luego pasar a los SEAL, el cuerpo de operaciones especiales. Pero, debido a las secuelas de la herida de su brazo, no fue admitido. Sin embargo, no se dio por vencido y, tras insistir, logró que lo aceptaran. En 1999, accedió a los SEAL recibiendo entrenamiento específico como tirador a larga distancia y pasó a formar parte del Equipo 3 de los SEAL, en la compañía Charlie, como francotirador.
Fue enviado a Irak nada más comenzar la guerra, en 2003. Sirvió en ella durante cuatro reemplazos, durante los cuales se le atribuyen oficialmente las muertes de 150 enemigos (de manera extraoficial, se habla de hasta 255). Superaba así el record de 109 bajas que hasta entonces tenía Adelbert Waldron desde 1969. Su blanco más difícil: abatir a un insurgente armado con un lanzagranadas RPG a más de 2100 metros de distancia. Su eficacia le valió el apodo entre la resistencia irakí de Shaitan Ar-Ramadi, "el diablo de Ramadi". Llegaron a ofrecer una recompensa de 20000 $ a quien lo matase, que iría subiendo hasta los 80000 $. Fue herido de bala en dos ocasiones, y en otras seis, el vehículo en el que iba resultó afectado por la explosión de trampas explosivas. Sus acciones le valieron dos Estrellas de Plata, cinco Estrellas de Bronce, dos Achievement Medal de los marines y una Commendation Medal.
A lo largo de su servicio, Kyle utilizó diversos modelos de rifle para sus operaciones: un McMillan TAC-338, un MK-12 o una Carabina M4, empleando munición especial para larga distancia, como la .338 Lapua-Magnum o la .300 Winchester Magnum.
En 2009, Chris Kyle dejó la Marina con honores, para poder dedicar más tiempo a su esposa Taya y sus dos hijos. Tras instalarse en Midlothian (Texas), se dedicó a numerosas actividades. Fundó una compañía de seguridad privada, Craft International, dedicada a proporcionar entrenamiento especializado a soldados y miembros de las fuerzas de seguridad. También colaboró con la ong FITCO Cares Foundation, dedicada a proporcionar ayuda a veteranos de guerra sin recursos con discapacidad o trastorno de estrés postraumático. Incluso participó en un reality-show de la cadena NBC llamado Stars Earn Stripes, en el que diversas celebridades se someten a entrenamientos de combate de la mano de instructores veteranos. En 2012 publicó un libro autobiográfico, American Sniper, que resultó un gran éxito de ventas.
Irónicamente, Kyle, que había sobrevivido a tantos combates y situaciones peligrosas en Irak, murió asesinado muy cerca de su casa, el 2 de febrero de 2013. Estaba con su amigo Chad Littlefield en un campo de tiro en el condado de Erath cuando fueron asesinados a tiros por Eddie Ray Routh, un ex-marine que fue arrestado poco después. Sus motivos no están claros, pero se cree que Kyle y Littlefield habían acudido al campo para tratar de ayudar a Routh a superar el estrés postraumático que padecía desde su vuelta del frente.
El entierro de Kyle fue multitudinario. Tras un servicio religioso en su memoria celebrado en el estadio de los Dallas Cowboys en Arlington, su cuerpo fue trasladado desde Midlothian al cementerio estatal de Austin, en un desfile funerario acompañado de miles de personas, durante más de 300 kilómetros.

viernes, 19 de julio de 2013

Francotiradores (XIII): Adelbert Waldron



Adelbert F. "Bert" Waldron III nació en Syracuse (Nueva York) el 14 de marzo de 1933. Sus padres se divorciaron cuando era un niño y el pequeño Bert empezó a pasar mucho tiempo cazando en soledad en el bosque. Se alistó en la Marina de los Estados Unidos en 1953, con apenas veinte años. Tras doce años de servicio, se licenció con honores en 1965, con el rango de Gunner's Mate G2 (más o menos, marinero especialista en armamento). Pero, en lo más crudo de la guerra de Vietnam, su patriotismo le llevó a volver a alistarse, en esta ocasión en el Ejército, con el rango de sargento, en mayo de 1968. Llegó a Vietnam el 4 de noviembre y, adscrito a la Compañía B del 3º Batallón del 60º Regimiento de Infantería (apodado como Scouts Out! o Go Devils) de la 9ª División de Infantería, se presentó pronto como voluntario para recibir formación como francotirador a las órdenes del Mayor Willis L. Powell.
La 9ª llevó a cabo buena parte de sus servicios en una de las zonas más peligrosas de Vietnam, el delta del Mekong, infestado de guerrilleros. A diferencia de otros francotiradores famosos, Waldron no utilizó un rifle de cerrojo y prefirió utilizar un fusil semiautomático. En su caso, un M21 SWS (Sniper Weapon System), una evolución del M14 adaptado como arma de precisión, que se convirtió en el arma oficial de los francotiradores del Ejército hasta 1988, en que fue sustituído por el M24 SWS (aunque se sigue empleando). Con ese arma, Waldron acreditó 109 enemigos abatidos durante su período de servicio, que terminó a mediados de 1969, con el rango de sargento mayor. Su mayor hazaña fue abatir, desde una lancha de patrulla LCM-6 (llamadas Tango) que surcaba el Mekong, a un francotirador norvietnamita oculto en la copa de un árbol a más de 900 metros de distancia.
Al terminar su servicio, Waldron había sido condecorado con dos Cruces de Servicio Distinguido, por dos acciones separadas ocurridas en 1969 (algo que han logrado muy pocos soldados, y más en tan corto espacio de tiempo). La primera, por su actuación entre el 16 de enero y el 4 de febrero, fechas en las que llevó a cabo catorce misiones como francotirador. El 19 de enero contribuyó a repeler el ataque de un grupo de norvietnamitas a su unidad, mientras ésta se replegaba, arriesgándose a ser alcanzado. La noche del 22 se enfrentó a un escuadrón de guerrilleros que preparaba un ataque nocturno, matando a 11 de ellos y obligándolos a retirarse (por esa acción recibió también la Estrella de Plata). El 30 de enero, en plena noche, abatió a ocho soldados de un pelotón de Vietcong con sólo ocho disparos. Y la noche del 3 de febrero, ayudó a rechazar un nuevo ataque norvietnamita. Su segunda Cruz la recibió por su actuación entre el 5 de febrero y el 29 de marzo (dieciocho misiones). El 14 de febrero, durante una patrulla nocturna, frustró un ataque del Vietcong a su unidad. El 26, cerca de Phu Tuc, acabó con un comando que trataba de lanzar un cohete contra una lancha norteamericana. Y el ocho de marzo, en Luong Long Noi, en condiciones extremas, abatió a varios guerrilleros de una columna que atacaba a su compañía. Recibió además la Estrella de Plata, tres Estrellas de Bronce y una Presidential Unit Citation (una condecoración que reconoce el heroísmo extremo en combate).
Su nombre en código era "Daniel Boone" y los mandos norvietnamitas llegaron a ofrecer una recompensa de 50000 $ por su cabeza. Por ello, el ejército norteamericano prefirió enviar a Waldron a casa, tras sólo ocho meses de servicio, el 21 de julio de 1969.
Waldron, tras un breve período como instructor en la escuela de francotiradores del Ejército en Fort Benning (Georgia), se licenció con honores en marzo de 1970. A partir de ese momento, su vida se vuelve un tanto oscura e inestable. Trabajó para una empresa armamentística llamada Military Armament Corporation (MAC), que quebró en 1975, y se cree que trabajó como mercenario en distintos países. Se casó en tres ocasiones y desempeñó trabajos de baja cualificación, yendo de un lugar a otro. Nunca se acabó de adaptar completamente a la vida civil.
Murió el 18 de octubre de 1995 en el más absoluto anonimato, pese a que ya había sido reconocido como el francotirador norteamericano más efectivo de Vietnam (y hasta 2011, el francotirador con más enemigos abatidos de la historia de EEUU). Sin embargo, no quiso conceder entrevistas ni publicar un libro sobre su experiencia; se mantuvo discretamente en un segundo plano.

Thanks to KRJ for his invaluable help.

miércoles, 17 de julio de 2013

Francotiradores (XII): Chuck Mawhinney


Si bien Carlos Hathcock se convirtió en el francotirador norteamericano más famoso de la guerra del Vietnam, no fue el que más blancos acreditó, ni siquiera entre los tiradores de los marines. Entre estos, el record le corresponde a Chuck Mawhinney.
Charles Benjamin "Chuck" Mawhinney nació en Lakeview (Oregón) en 1949. Hijo de un veterano de los marines que luchó en la Segunda Guerra Mundial y cazador desde su infancia, se graduó en el instituto en junio de 1967, y se alistó en los marines en octubre de ese mismo año... cuando terminó la temporada de caza de ciervos.
En abril de 1968 fue enviado a Vietnam, donde permanecería 16 meses. Primero, tres meses en el 1º Batallón del 5º Regimiento de marines; luego, sería reasignado al pelotón de francotiradores del mismo regimiento.
Allí se mostró como un excelente tirador, con actuaciones destacadas como cuando, el 14 de febrero de 1969, abatió a 16 soldados norvietnamitas de un pelotón que cruzaba un arroyo con su rifle M14 (usó primero un M40, pero lo sustituyó pasado un tiempo). También adiestró a varios francotiradores noveles. Pero, con el paso del tiempo, fue mostrándose más y más crítico con la actuación del ejército norteamericano y los motivos de la guerra. Incluso tuvo algunas discusiones con sus superiores, como cuando su jefe de pelotón colocó un tablero para que cada francotirador anotara sus blancos. Mawhinney y varios compañeros protestaron porque esa "competición" incitaba a los francotiradores novatos a correr riesgos innecesarios, hasta que el polémico cartel fue retirado.
Finalmente, la tensión de la lucha fue demasiado para su salud emocional y le diagnosticaron "fatiga de combate" (neurosis que provoca estrés y rechazo al combate). Enviado de vuelta a EEUU, sirvió unos meses como instructor de francotiradores en Camp Pendleton, pero en 1970 dejó los marines y volvió a Oregon. Se casó y consiguió trabajo en el Servicio Forestal, primero como miembro de una cuadrilla de mantenimiento de carreteras y luego como administrativo del parque móvil, hasta su retiro en 1998, sin hablarle a nadie, ni siquiera a su esposa Robin ni a sus tres hijos, de su pasado en Vietnam.
Durante años, se consideró a Carlos Hathcock como el francotirador más efectivo de Vietnam, con sus 93 blancos. Sin embargo, tras la publicación en 1991 del libro Dear Mom: A Sniper's Vietnam, escrito por Joseph T. Ward, ex-marine y francotirador, una revisión minuciosa de los archivos militares puso en primer lugar al sargento de infantería Adelbert Waldron (109 bajas), seguido de Mawhinney (103 bajas confirmadas y 216 posibles), tercero al también marine Eric R. England (98) y relegando a Hathcock al cuarto lugar. Mawhinney sigue conservando hoy en día el record de enemigos abatidos por un francotirador del cuerpo de marines.
Esta revelación dio cierta popularidad a Mawhinney, quien desde su retiro ha pronunciado conferencias y asistido a numerosas competiciones de tiro. Uno de sus rifles está expuesto en el Museo Nacional del Cuerpo de Marines, en Virginia, en la sección dedicada a Vietnam.

lunes, 15 de julio de 2013

Francotiradores (XI): Carlos Norman "Gunny" Hathcock II



Cuando el ejército norteamericano se metió en el tremendo berenjenal que fue la guerra de Vietnam no tardó en darse cuenta de una seria desventaja: las unidades allí desplazadas carecían de francotiradores especializados, no tenían ni siquiera fusiles adecuados para tales fines. Por su parte, los vietcong, entrenados por los soviéticos, sí disponían de muchos tiradores especializados, armados con vetustos pero efectivos fusiles Mosin-Nagant y Máuser Kar 98k de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, el ejército recurrió a la Infantería de Marina, los célebres marines, quienes sí disponían entre sus filas de soldados entrenados en el disparo a larga distancia. Así que los encuadraron en unidades especiales de francotiradores y los armaron. Curiosamente, primero emplearon fusiles de caza Winchester M70 del calibre 30, a los que dotaban con miras Unertl de 8 aumentos procedentes de los excedentes de la Segunda Guerra Mundial; pero como eran muy caros, los sustituyeron por Remington 700 M40 de 7'62 mm, menos potentes pero muy precisos y más baratos. El mas famoso de aquellos francotiradores fue Carlos Hathcock.
Carlos Norman Hathcock II nació el 20 de mayo del 42 en Geyer Springs (Arkansas), y era hijo de un trabajador del ferrocarril que había combatido en la Segunda Guerra Mundial. Sus padres se divorciaron cuando era un niño y fue criado por su abuela. Desde muy niño sintió fascinación por las armas, comenzando a cazar con apenas diez años. A los quince dejó los estudios para trabajar como albañil, y a los diecisiete se alistó en los marines (siendo menor, necesitó del permiso de su madre). Durante su período de entrenamiento en Camp Pendleton (California) sus superiores advirtieron su excelente puntería y le recomendaron para convertirse en francotirador. Tras terminar su entrenamiento fue destinado primero a Hawái y luego a Cherry Point (Carolina del Norte). En ambos destinos ganó varias pruebas de tiro, dejando claro que se trataba de uno de los mejores tiradores del ejército. Y en 1965 fue enviado a Vietnam.
Primero sirvió como Policía Militar. Luego, ya en 1966, se le asignó al 4º Regimiento de Marines, desplegado en la llamada "Zona Táctica del Cuerpo I", una extensa zona con casi tres millones de habitantes, con capital en Da Nang y con una importante actividad guerrillera.
Su primera misión fue tomar parte en la "limpieza" de los arrozales de Due Pho, una misión que se prolongaría hasta febrero de 1967. En ella, Hathcock dejó de lado su M70 para utilizar nada menos que una ametralladora Browning M2 del calibre 50, modificada para hacer disparos de uno en uno y con una mira Unertl. Con tan formidable arma y disparando desde posiciones elevadas, Hathcock era capar de conseguir blancos a distancias inéditas hasta la fecha; incluído un guerrillero del Vietcong que trataba de eludir el cerco de las tropas norteamericanas al que abatió desde una distancia de 2500 yardas (unos 2286 m.). Un record absoluto que no sería superado hasta el 2002. El éxito fue tal que supuso la inspiración para el diseño de nuevos fusiles de francotirador con munición del calibre 50.
Tras Due Pho, Hathcock tuvo que devolver la M2 y volver al M70. Semanas más tarde, en el Valle del Elefante, al noroeste de Da Nang, Hathcock y su compañero John Burke lograron poner en fuga a una columna de más de 150 guerrilleros enemigos, matando a sus oficiales y a varios soldados. Durante cinco días mas, Hathcock y Burke continuaron acosando a los enemigos en fuga, abatiéndolos sin piedad y rechazando sus ataques, hasta que, sin agua ni comida y acosados por los supervivientes de la columna, se vieron obligados a pedir fuego de cobertura a la artillería. Se estima que entre los dos abatieron a no menos de 60 vietnamitas, y los que sobrevivieron al bombardeo serían luego capturados.
La hazaña del Valle del Elefante hizo famoso a Hathcock, no sólo entre sus compañeros, sino también entre sus enemigos, que le llamaban Long Trang (Pluma Blanca), ya que Hathcock siempre llevaba una pluma blanca en el sombrero. Los mandos norvietnamitas enviaron francotiradores para acabar con él, e incluso ofrecieron una recompensa de 30000 $ a quien lo matase.
Su siguiente hazaña fue la caza de una francotiradora y oficial de inteligencia del Vietcong apodada "Apache" por su ferocidad con los prisioneros norteamericanos, a los que torturaba personalmente. Después de ser responsable de la muerte de varias docenas de soldados norteamericanos, los altos mandos enviaron en su busca a sus cinco mejores francotiradores: Hathcock, Burke, James Wilson, Donald Reinke y Charles Roberts, bajo el mando del adiestrador jefe de los francotiradores de los marines, el capitán Jim Land. Divididos en equipos de dos hombres, peinaron la zona donde solía actuar, hasta que Hathcock y Land la encontraron. Ordenaron un ataque aéreo en la zona, pero la Apache logró huir y finalmente fue Hathcock quien la abatió.
Hathcock participó más tarde en varias ofensivas, cubriendo el avance de sus compañeros; pero estas acciones le aburrían y sus superiores se veían obligados a tenerlo vigilado porque a veces se iba de "caza" por su cuenta. Su siguiente misión "especial" fue la de acabar con un consejero francés que asesoraba al Vietcong; Hathcock llegó a la zona en helicóptero, se internó en la selva, abatió a su objetivo efectuando un solo disparo y regresó tranquilamente a su base.
La leyenda de Long Trang se extendió tanto entre los norvietnamitas, que sus guerrilleros empezaron a evitar las zonas donde Hathcock solía actuar. Sus superiores decidieron mantenerlo lejos de los combates durante un tiempo, para evitar que fuera abatido, lo que habría supuesto un gran triunfo para los "charlies". Hasta que poco después, un francotirador norvietnamita comenzó a rondar el campamento de Hathcock, en la Colina 55, abatiendo a varios marines. El servicio de inteligencia no tardó en descubrir que se trataba de uno de los mejores francotiradores del ejército norvietnamita, un experto en combate en la jungla capaz de resistir semanas sin víveres y que era conocido como Cobra o Phantom Slayer. Hathcock y Burke recibieron permiso para salir en su búsqueda. Tras descubrir su situación, el norvietnamita disparó sobre los americanos, alcanzando a Burke, que milagrosamente salió ileso al impactar el disparo en su cantimplora. Mientras los dos norteamericanos buscaban la nueva posición de su enemigo, Hathcock vió un fugaz destello entre la espesura. En fracciones de segundo, levantó su fusil y disparó. La bala atravesó limpiamente el visor del francotirador norvietnamita y le atravesó la cabeza, matándolo en el acto. El propio Hathcock reconoció que, para lograr ese disparo, Phantom Slayer tenía que estar en ese mismo instante apuntándole directamente a él. Hathcock se había adelantado por cuestión de décimas de segundo.
Su última misión importante fue la eliminación de un general norvietnamita en una región cercana a la frontera. Hathcock fue trasladado a la zona en helicóptero y luego se movió por la jungla durante cuatro días y tres noches, casi sin dormir, llegando a sufrir la mordedura de una víbora, hasta tener a su objetivo en el punto de mira y abatirlo, como era habitual, de un sólo disparo.
Poco después, Hatchcock fue enviado de vuelta a casa a comienzos de 1968. Pero añoraba la acción, así que en 1969 solicitó ser enviado de vuelta a Vietnam, y le fue concedido el mando de un pelotón de francotiradores. Sin embargo, no llegaría a entrar en combate: en septiembre de ese año, el vehículo anfibio LVT-5 que lo transportaba pisó una mina antitanque en la llamada Ruta 1, camino de Khe Shanh. Hathcock logró sacar del vehículo a siete marines heridos antes de quedar gravemente afectado por las llamas, con quemaduras en el 46% de su cuerpo. Tuvo que ser evacuado, primero al buque-hospital USS Repose, luego a un hospital de Tokyo y, finalmente, al centro de quemados del Hospital Militar Brooke, en San Antonio (Texas). Por su acción, recibió la Estrella de Plata y el Corazón Púrpura. Tras una larga convalecencia, fue nombrado instructor de francotiradores en la escuela de los marines en Quantico (Virginia). Oficialmente, se le atribuyen 93 enemigos abatidos. Sin embargo, la cifra real seguramente es muy superior y puede rondar los 200, ya que en el ejército norteamericano son muy estrictos a la hora de reconocer las bajas de sus francotiradores y normalmente hace falta un testigo (aparte del observador). Además, muchos de sus blancos fueron eliminados más allá de sus líneas, con lo que no se podía verificar su muerte.
En 1975 le fue diagnosticada esclerosis múltiple. En 1979, cuando apenas le faltaban 55 días para cumplir los 20 años de servicio, fue licenciado por motivos de salud. Para Hathcock, cuya vida giraba en torno al ejército, supuso prácticamente una traición y cayó en una profunda depresión que lo llevó al alcoholismo, y casi destruye su matrimonio con Jo Winstead, con quien llevaba casado desde el 62. Finalmente logró superarlo y se convirtió en entrenador de los francotiradores de los SWAT de la policía de Virginia Beach desde 1984 hasta su muerte en 1999, de forma totalmente gratuita.
Tuvo un hijo, Carlos Norman Hathcock III, que siguiendo la tradición familiar se alistó en los marines y se hizo francotirador.

sábado, 13 de julio de 2013

Francotiradores (X): Zhang Taofang


Después de la Segunda Guerra Mundial, la península de Corea, que llevaba bajo gobierno japonés desde 1910, había quedado dividida en dos países: en el Norte, la República Popular Democrática de Corea (popular y democrática, ¿quién dijo que los comunistas no tenían sentido del humor?), gobernada por un régimen comunista apoyado por China y la URSS; y en el Sur, la República de Corea, con un gobierno militar prooccidental apoyado por EEUU. La difícil convivencia entre ambos gobiernos saltó por los aires cuando, el 25 de junio de 1950, el ejército norcoreano cruzó la frontera, derrotando al ejército del Sur y ocupando buena parte de su territorio, llegando a tomar Seul (con la ayuda de un gran contingente de tropas chinas) en enero de 1951. La respuesta de los EEUU fue inmediata: convocó al Consejo de Seguridad de la ONU, que aprobó (gracias a la ausencia del delegado soviético) una resolución que autorizaba el despliegue de una fuerza internacional que repeliera la agresión norcoreana. Dicha fuerza estaba compuesta fundamentalmente por norteamericanos, aunque también hubo importantes aportes británicos, canadienses, turcos y australianos, amen de otros pequeños destacamentos provenientes de países como Francia, Grecia, Nueva Zelanda, Etiopía e incluso, un testimonial grupo de 44 luxemburgueses).
En las tropas chinas, formando parte del 214º Regimiento, servía un joven de apenas veinte años llamado Zhang Taofang. A principios de 1953, sus superiores seleccionaron a un grupo de soldados para actuar como francotiradores en  una misión peligrosa. Zhang fue uno de ellos y, armado con un viejo fusil soviético Mosin-Nagant sin mira telescópica, se apostó en una zona conocida como Sanggamnyŏng (Triangle Hill para los norteamericanos), un paso de montaña de gran importancia estratégica donde ya se habían vivido durísimos enfrentamientos entre ambos ejércitos.
Durante los 32 días que duró la misión de Zhang, éste acreditó haber abatido a 214 soldados de las fuerzas de la ONU, la mayor parte norteamericanos, con sólo 442 disparos. Aunque un número tan elevado de bajas en tan poco tiempo suscita muchas dudas de si las cifras están exageradas por la propaganda o si se refieren a todos los aciertos, sin distinguir entre muertos y heridos. De ser verídicas, convierten a Zhang en el francotirador más efectivo de la Guerra de Corea.
Zhang fue galardonado con la Medalla del Héroe de 2ª Clase. Murió en 2007, a los 76 años.

jueves, 11 de julio de 2013

Francotiradores (IX): El sargento York



Alvin Cullum York, más conocido como el sargento York, nació el 13 de diciembre de 1887 en Pall Mall (Tennessee), tercero de los once hijos de un humilde matrimonio de granjeros, cuyo padre, William Uriah York, trabajaba también como herrero. Los hermanos York apenas asistieron a la escuela, ya que desde muy niños tuvieron que trabajar para ayudar a mantener a la familia. Cuando su padre murió en 1911, Alvin (cuyos dos hermanos mayores se habían casado e independizado ya) se convirtió en el cabeza de familia. Trabajó muy duro, como obrero del ferrocarril y leñador, para mantener a su madre y hermanos, y tenía fama de ser un buen trabajador, serio, esforzado y cumplidor. Pero también era un bebedor habitual que frecuentaba los bares y se metía en peleas continuamente, para disgusto de su madre, miembro de una secta cristiana escindida de los metodistas, de carácter profundamente pacifista.
A finales de 1914, la personalidad y las costumbres de Alvin cambiaron drásticamente tras la muerte de uno de sus mejores amigos en una de las peleas de bar a las que era tan aficionado. Después de esto, Alvin dejó la bebida y empezó a frecuentar la iglesia y se convirtió en un feligrés devoto. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial y en junio 1917 fue llamado a filas, trató, sin éxito de ser declarado objetor de conciencia por motivos religiosos.
York fue destinado al 328º Regimiento de Infantería, y enviado durante su período de adiestramiento a Camp Gordon (Georgia). Allí mantuvo largas conversaciones con sus superiores, el capitán Danforth (comandante de su compañía) y el mayor Buxton (comandante de su batallón), tratando hacerles ver que él era un cristiano profundamente creyente y no quería verse obligado a pelear. Sus superiores lograron convencerlo citándole pasajes de la Biblia que justifican la lucha: Y el que nada tenga, que venda su manto y compre una espada (Lucas 22:36); Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían (Juan 18:36); Dad al César lo que es del César (Mateo 22:21); Ahora bien, si el centinela ve que se acerca el enemigo y no toca la trompeta para prevenir al pueblo, y viene la espada y mata a alguien, esa persona perecerá por su maldad, pero al centinela yo le pediré cuentas de esa muerte (Ezequiel 33:6).
York y su unidad fueron enviados a Francia, donde desembarcaron el 21 de mayo de 1918. Posteriormente, tomaron parte en la batalla de Saint-Mihiel (12-15 de septiembre).
La acción que daría fama y reconocimiento a York tuvo lugar el 8 de octubre de 1918 al norte de la localidad francesa de Chatel-Chéhéry. Allí, la compañía de York, que avanzaba siguiendo la vía férrea de Deauville, se vió sorprendida por el fuego graneado de un nido de ametralladoras situado en una elevación, en posición ventajosa, causándoles numerosas bajas. Un grupo de cuatro suboficiales (un sargento y tres cabos, entre ellos York, recién ascendido) y trece soldados fue enviado con la misión de rodear las posiciones alemanas y acabar con las ametralladoras. Así lo hicieron, cogiendo por sorpresa a un pelotón de alemanes que preparaba un ataque contra sus posiciones, a los que hicieron prisioneros. Pero casi de inmediato, el fuego de las ametralladoras los alcanzó, matando a seis de ellos e hiriendo de gravedad a otros tres. York quedó como el único oficial en pie; ordenó a los soldados que custodiaran a los prisioneros y a los heridos y, completamente solo, se abrió paso hasta la retaguardia de la posición alemana y, desde allí, abrió fuego contra los artilleros alemanes y los soldados que custodiaban el emplazamiento con su rifle M1917 Enfield, abatiéndolos uno tras otro. El momento más crítico para York fue cuando, habiendo descargado su rifle, seis soldados alemanes cargaron contra él con sus bayonetas. York tuvo que echar mano de su Colt 45 modelo 1911 y acabó con los seis. Finalmente, tras sufrir numerosas bajas, el oficial al mando del destacamento alemán, el teniente Paul Jürgen Vollmer, ofreció su rendición a York, que la aceptó. Fue una cierta decepción para Vollmer, quien había imaginado que se enfrentaba a algún veterano soldado británico y se encontró a un joven granjero de Tennessee sin apenas experiencia militar.
Poco después, York y sus hombres volvían con los suyos, llevando con ellos 132 prisioneros alemanes (128 soldados y 4 oficiales). Al día siguiente, cuando los americanos ocuparon la posición alemana, hallaron en ella a veintiocho alemanes muertos (los mismos que disparos había efectuado York) y treinta y cinco ametralladoras abandonadas.
Su hazaña le valió a York el ascenso inmediato a sargento y un torrente de condecoraciones: la Medalla de Honor y la Cruz de Servicios Distinguidos norteamericanas, la Croix de Guerre y la Legión de Honor francesas, la Croce di Guerra italiana, incluso la Medalla de Guerra de Montenegro.
Acabó la guerra con casi cincuenta distinciones. Como diría en 1919 al general Lindsey "Un poder mayor que el del hombre me guiaba y vigilaba y me decía qué hacer".
Curiosamente, la hazaña de York tuvo muy poca repercusión en EEUU. No fue hasta el 26 de abril de 1919, cuando un ex-corresponsal de guerra llamado George Patullo publicó un artículo en la revista semanal Saturday Evening Post, que York se convirtió en un auténtico héroe nacional. La Tennessee Society, una agrupación de nativos de Tennessee residentes en Nueva York, le tributó un gran homenaje, con un banquete en su honor y una visita al Capitolio en Washington.
Alvin York fue licenciado del ejército a principios de junio de 1919, en Fort Oglethorpe (Georgia). Apenas una semana después, el día 7, se casaba con su novia Gracie Loretta Williams.
A pesar de su popularidad, Alvin York no la utilizó para su propio beneficio. Rechazó aparecer en anuncios publicitarios o vender los derechos de su vida para el cine. Al contrario, apoyó numerosas causas benéficas y proyectos de servicio público, como la construcción de una carretera que mejorase las comunicaciones de su Tennessee natal, que se terminó a mediados de la década de los veinte y se llamó "Autopista Alvin C. York" (hoy, oficialmente, la Route 127). También creó una fundación con su nombre para facilitar el acceso a los estudios de los jóvenes de Tennessee sin recursos, así como un instituto de agricultura y una escuela laboral. Mientras, se ganaba la vida trabajando en su modesta granja. Aunque siempre creyó justificada la guerra, conforme pasaba el tiempo su opinión se fue volviendo más crítica y menos complaciente.
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, intentó alistarse de nuevo, pero con cincuenta y cuatro años, sobrepeso, artritis y diabetes no estaba en condiciones de volver al frente, así que el Ejército le asignó un puesto en el Departamento de Comunicaciones, con el rango de coronel, además de asistir a actos publicitarios y pronunciar discursos a las tropas.
Finalmente, se publicarían con su aprobación dos libros sobre su vida: uno se publicó en 1922, pero pecaba de tópico, superficial y populista; y otro en 1938, escrito por Tom Skeyhill, un australiano veterano de guerra como York, que se basó en el propio diario que el sargento había escrito desde que fue llamado a filas hasta que dejó el ejército. También se haría el filme sobre su hazaña: se tituló El sargento York (1941), dirigido por Howard Hawks y protagonizado por Gary Cooper. York recibió una importante cantidad de dinero en concepto de derechos, que invirtió en la construcción de un instituto internacional de estudios bíblicos y en varios proyectos educativos.
Alvin York murió el 2 de septiembre de 1964 en el Hospital de Veteranos de Nashville, tras sufrir una hemorragia cerebral. Tuvo seis hijos y dos hijas, todos bautizados con nombres de personajes famosos de la historia y la política norteamericana (excepto el primogénito, Alvin Cullun jr.). El benjamín, Thomas Jefferson York, policía en Tennessee, falleció en 1972 en un tiroteo.
 

martes, 9 de julio de 2013

Francotiradores (VIII): Billy Sing


William Edward "Billy" Sing nació en Clermont, en Queensland (Australia), el 2 de marzo de 1886. Su condición de mestizo (su padre, John Sing, era un conductor de ganado nacido en China, y su madre, Mary Ann Pugh, una enfermera inglesa) le trajo a él y a sus hermanas, Elizabeth y Beatrice, no pocos problemas. Se crió en una granja y desde muy joven trabajó transportando madera, conduciendo ganado y cortando caña de azúcar. Al tiempo, se hizo popular por su excelente puntería, que demostró tanto cazando canguros como en concursos de tiro.
Sing se alistó en la Fuerza Imperial Australiana el 24 de octubre de 1914, en el 5º Regimiento de Caballería Ligera, gracias a que el oficial de reclutamiento obvió que Sing era medio chino, ya que por entonces sólo se aceptaba en el ejército australiano a los de ascendencia europea.
Su regimiento fue embarcado en diciembre en el transporte HMS Persic rumbo a Egipto, adonde llegó en febrero de 1915, quedando englobado en la ANZAC (Australian and New Zealand Army Corps) Mounted División. Inicialmente, quedaron estacionados en Egipto, mientras la infantería combatía en la tristemente famosa Campaña de Gallipolli. Los mandos pensaban que la caballería sería de poca utilidad contra los turcos; pero las enormes bajas que sufrió la infantería les obligaron a utilizarlos como refuerzos de emergencia.
En Turquía tuvo Billy Sing su bautismo de fuego. Tras un tiempo acompañando a los soldados de Infantería para ganar experiencia en combate, su regimiento fue reunido y destinado a una posición denominada Chatham's Post (en honor a un oficial británico de la caballería ligera). Sing solía apostarse en un lugar desde el que tenía una buena vista de las trincheras turcas (tan cerca, que la artillería enemiga no suponía un problema para él), armado con su rifle, un Lee-Enfield de calibre .303 de reglamento. Rara vez fallaba un disparo, pero no disparaba contra los que iban a rescatar a sus víctimas.
La efectividad de Sing hizo que los turcos enviaran a uno de sus mejores tiradores, apodado "Abdul el Terrible" para acabar con él. No obstante, el australiano fue capaz de matarle, salvándose luego por los pelos de un bombardeo contra su posición.
En agosto de 1915, Sing resultó herido en las manos y la cara por un disparo turco que atravesó la mira de su rifle, pero volvió al combate unas semanas más tarde. No tuvo tanta suerte Tom Sheehan, un soldado que le acompañaba sirviéndole de observador, que resultó gravemente herido y tuvo que ser evacuado y enviado de vuelta a Australia.
En septiembre de 1915, Sing ya acreditaba 119 enemigos abatidos, según un informe del general de su brigada, Granville Ryrie. Sus camaradas habían empezado a llamarle "El Asesino". Aunque en el registro oficial de su regimiento se le atribuyen 150 blancos, el 23 de octubre el general Birdwood, comandante de las tropas del ANZAC (que había compartido una jornada con Sing como observador) le felicitó oficialmente por sus 201 bajas, y algunos historiadores elevan el número de muertes hasta los 300 (la diferencia, como siempre, está entre las bajas atribuídas y las reconocidas oficialmente, que suelen requerir testigos).
En noviembre de 1915 Billy Sing, aquejado de mialgia, fue evacuado a Egipto a bordo del buque-hospital HMHS Gloucester Castle, donde fue hospitalizado enfermo de paperas. No se reincorporó a su regimiento hasta marzo de 1916. El 10 de marzo de 1916 le había sido concedida la Medalla de Conducta Distinguida.
A finales de junio, Sing fue trasladado al 31º Batallón de Infantería, que partiría rumbo a Inglaterra al mes siguiente. Tras un breve período de entrenamiento, entro en combate en territorio francés en enero del 17. En Europa, Billy fue herido en varias ocasiones y sufrió graves daños en los pulmones por respirar gases tóxicos. En marzo fue herido de gravedad en una pierna y tuvo que ser hospitalizado en Inglaterra. En mayo, durante su convalecencia, conoció en Escocia a una camarera llamada Elizabeth Stewart, con la que se casaría el 29 de junio. Volvió al frente en agosto y tomó parte en la batalla de Polygon Wood (del 26 de septiembre al 3 de octubre) dirigiendo un pelotón de contra-francotiradores (no hay constancia de que ejerciera como tirador durante su estancia en Europa). Por esta acción, recibió la Cruz de Guerra belga (la Oorlogskruis) y una recomendación para la Military Medal (que no llegó a recibir). En noviembre fue hospitalizado por los problemas que le causaba su herida de la pierna, y en febrero del 18, por una herida de bala en la espalda. Estas heridas y sus problemas pulmonares pusieron fin de manera prematura a su carrera militar.
Evacuado a Australia, fue declarado no apto por causas médicas y licenciado en noviembre de 1918. De vuelta a Queensland, trató de ganarse la vida como criador de ovejas, primero, y más tarde como buscador de oro. Su esposa nunca se adaptó a su nuevo país y el matrimonio se rompió poco después de su regreso.
Sus últimos años los vivió prácticamente en la pobreza. No tuvo suerte en el trabajo, lastrado siempre por las secuelas físicas de sus heridas de guerra. En 1942 se trasladó a Brisbane, donde trabajó de obrero. Murió el 19 de mayo de 1943, en la habitación de una pensión, totalmente solo, a causa de la rotura de la aorta. Toda su fortuna se reducía a cinco chelines en efectivo y una pequeña cabaña en una concesión minera. Fue enterrado en el Cementerio Militar de Lutwyche (Brisbane).

domingo, 7 de julio de 2013

Francotiradores (VII): Francis Pegahmagabow



Francis Pegahmagabow nació el 23 de marzo de 1891 en la reserva canadiense de Shawanaga (Ontario). Indio de la tribu de los ojibwa, se crió en la reserva de Parry Island, de donde era natal su padre. Quedó huérfano muy joven y su custodia la asumió la comunidad de Shawanaga. Trabajó durante su juventud como bombero marino para el Departamento de Marina y Pesca, en los Grandes Lagos.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Francis tenía 23 años y se alistó inmediatamente en el Ejército canadiense, siendo uno de los primeros nativos americanos en hacerlo. Fue asignado al 23º Regimiento de Infantería, los Northern Pioneers, que en febrero de 1915 formaría parte de la 1ª División de Infantería, la primera unidad canadiense enviada a combatir a Europa.
Tuvo su bautismo de fuego durante la Segunda Batalla de Ypres (21 de abril-25 de mayo), donde las tropas aliadas sufrieron por primera vez el uso de cloro gaseoso por parte de los alemanes. Allí, Francis empezó a ganarse una reputación de excelente tirador y explorador. Posteriormente, participó en la batalla del Somme (1 de julio al 18 de noviembre de 1916), donde fue herido en la pierna izquierda. Evacuado a la retaguardia, volvió con su regimiento sin estar totalmente repuesto. Por su actuación en ambas batallas, en las que no sólo combatió con bravura sino que se arriesgó como mensajero llevando comunicaciones entre distintos cuerpos del ejército, su superior, el teniente coronel Frank Albert Creighton solicitó para él la Medalla de Conducta Distinguida, la segunda máxima condecoración individual del ejército británico; pero sólo le fue concedida la condecoración de categoría inmediatamente inferior, la Medalla Militar (Military Medal).
Peggy, como le llamaban amistosamente sus compañeros, utilizaba sus habilidades como explorador para moverse con soltura por tierra de nadie y entre las trincheras, sobre todo de noche. Durante la Segunda Batalla de Passchendale (26 de octubre al 10 de noviembre de 1916) Francis, ya ascendido a cabo, volvió a distinguirse en combate. Mientras su batallón asaltaba Passchendale, Peggy actuaba como enlace, manteniendo la coordinación entre las tropas del flanco canadiense; y más tarde, guió a las tropas de refuerzo hasta las posiciones de los suyos. Su valerosa actuación le valió una segunda MM (simbolizada en una barra o distintivo que se añadió a la ya concedida en el Somme).
En agosto de 1918, las tropas aliadas lanzaron su ofensiva final contra Alemania y Austria, la llamada "Ofensiva de los Cien Días", en la que las tropas canadienses también jugaron su papel en una serie de ataques en el frente oriental llamados "Los Cien Días de Canadá". Durante la batalla de Scarpe (26-30 de agosto) el cabo Pegahmagabow de nuevo dio muestras de su extraordinario valor; cuando su compañía quedó atrapada sin apenas municiones y a punto de ser rodeada por las tropas alemanas, Francis salió a descubierto desafiando el fuego enemigo y logró volver con municiones para resistir y mantener la posición. Le concedieron una segunda barra para su Medalla; sólo 38 soldados canadienses lograron tres MM en toda la guerra, y Pegahmagabow fue también el soldado indio más condecorado en la historia del ejército canadiense.
Francis Pegahmagabow abatió como francotirador a 378 soldados enemigos; y ello a pesar de que utilizaba un fusil canadiense Ross modelo Mark III, un arma muy criticada por sus numerosos defecto de diseño: se atascaba cuando estaba sucia, los tornillos del cerrojo tendían a deformarse, la bayoneta se caía cuando se disparaba, la recámara a veces no cerraba bien provocando que la explosión del cartucho hiriera al tirador... De hecho, a lo largo de la guerra, las tropas canadienses lo fueron sustituyendo paulatinamente por el fusil británico Lee-Enfield, mucho más fiable. El Ross sólo tenía una ventaja: era bastante preciso a larga distancia, lo que lo hacía muy útil para los francotiradores (siempre que lo mantuvieran escrupulosamente limpio). Al cabo Pegahmagabow se le atribuye también la captura de otros 300 soldados.
Pegahmagabow sería herido de nuevo poco después. Tras el final de la guerra, fue dado de baja y volvió a Canadá. Allí se convirtió en un notorio activista de los derechos de las tribus indias, junto a otros veteranos de guerra indios como él, e ingresó en el Regimiento Algonquino, un cuerpo de la milicia de reserva. Fue jefe de la tribu de Parry Island entre 1921 y 1925, consejero entre 1933 y 36 y a partir de 1943, jefe del Gobierno Independiente Nativo. Su lucha por los derechos de los suyos le provocó no pocos encontronazos con las autoridades. Tuvo seis hijos y murió en Parry Island el 25 de agosto de 1952.
En 2005, el escritor canadiense John Boyden publicó Three day road, una novela inspirada en las vivencias durante la guerra de Pegahmagabow y de otro famoso soldado indio, John Shiwak (un inuit del Labrador). La opinión de Boyden es que Pegahmagabow habría merecido una condecoración de mayor categoría, como la Medalla de Servicios Distinguidos o la Cruz Victoria, pero que su condición de indio y la envidia de algunos de sus oficiales (que pusieron en duda sus logros) frustró dicho reconocimiento.

viernes, 5 de julio de 2013

Francotiradores (VI): Otros francotiradores de la II Guerra Mundial

Matthäus Hetzenauer
El austríaco Matthäus Hetzenauer (23/12/1924-3/10/2004) fue el francotirador con más bajas atribuídas durante la Segunda Guerra Mundial en el bando del Eje, con 345 enemigos abatidos. Alistado en 1943, recibió entrenamiento específico como francotirador entre marzo y julio del 44, en un campo de entrenamiento del Ejército en el Tirol austríaco. Posteriormente, con el grado de gefreiter (cabo) fue asignado al 144º Regimiento de Gebirgsjager (Fusileros de Montaña) de la 3ª División de Montaña (el mismo donde se encontraba otro legendario francotirador, Josep Allerberger), con la que se enfrentó a los soviéticos en Hungría, Eslovaquia y los montes Cárpatos, utilizando el fusil habitual de los francotiradores alemanes, el Máuser Kar 98k (también utilizó en ocasiones un Gewehr G-43, un fusil con propulsión a gas similar al SVT-40 soviético).
Fue herido el 6 de noviembre de 1944 durante un ataque de artillería, que le provocó daños en los oídos. Recibió numerosas condecoraciones, incluídas las Cruces de Hierro de 1º y 2º Clase, con la Cruz de Caballero, la Medalla al Valor y la Enseña de Francotirador de 1º Clase.
Capturado por los soviéticos en mayo del 45, pasó cinco años en un campo de prisioneros antes de ser liberado.

Josef 'Sepp' Allerberger
Sepp Allerberger tiene muchos puntos en común con Hetzenauer. Al igual que él, era austríaco, había nacido justo al día siguiente (24/12/1924) y sirvió en la misma compañía del 144º Regimiento de Infantería de Montaña, donde ambos se hicieron buenos amigos y participaron en numerosas misiones conjuntas.
Allerberg había comenzado su servicio en el ejército en el frente oriental en diciembre del 42, como operador de una ametralladora. Tras ser herido leve en Stávropol, Allerberger se hizo con un fusil Mosin-Nagant soviético capturado y comenzó a "practicar" por su cuenta, hasta acabar con 27 soldados enemigos. Enterados sus superiores, fue enviado al mismo campo de entrenamiento que Hetzenauer, tras lo cual fue asignado a su mismo regimiento y pasó a utilizar un Kar 98k (hasta el final de la guerra, probaría también con un G-43 y un subfusil MP40). También se hizo popular por utilizar un novedoso sistema de camuflaje, consistente en una especie de paraguas cubierto de vegetación, que se desplegaba con rapidez y bajo el que se ocultaba. Hacia el final de la guerra, en abril del 45, recibió la Cruz de hierro con la Cruz de Caballero. Finalizó la contienda con 257 bajas acreditadas y el rango de obergefreiter (cabo primero).
Después de la guerra, trabajó como carpintero, igual que su padre. En 2005 se publicaron sus memorias: Sniper on the Eastern Front: The Memoirs of Sepp Allerberger, Knight's Cross. Originariamente, Allerberger era reacio a dar su verdadero nombre, por lo que utilizó el pseudónimo Franz Karner. Murió el 2 de marzo de 2010.

Norman Janis
Aunque la mayor actividad de francotiradores en la Segunda Guerra Mundial se vivió en el frente europeo, en el frente asiático hubo también una importante participación de francotiradores. Los japoneses recurrieron a ellos con frecuencia y su acción llegó incluso a detener el avance aliado en algunas islas del Pacífico.
La 5307ª Unidad Compuesta (Provisional), más conocida como unidad Galahad o Merrill's Marauders (Los Merodeadores de Merrill), por su primer comandante, el general Frank Merrill, fue una unidad especial del ejército norteamericano especializada en incursiones relámpago tras las líneas enemigas en zonas de jungla. Formada en septiembre de 1943, estaba compuesta de voluntarios entrenados para el combate en zonas selváticas, además de veteranos de la guerra en las islas del Pacífico. Desde principios de 1944 hasta agosto de ese año, en que fueron integrados en el 475º Regimiento de Infantería, los Merodeadores llevaron a cabo varias incursiones englobadas en la Campaña de Birmania que les hicieron famosos entre las tropas aliadas.
En el 3º Batallón de los Merodeadores sirvió el soldado de primera clase Norman Janis, un nativo americano de la tribu sioux ogala. Janis no fue un francotirador al uso, pero si uno de los mejores tiradores de la unidad, además de un magnífico explorador. Pero además, Janis tenía una extraordinaria habilidad para descubrir a los francotiradores japoneses, y se ganó por ello la admiración y la estima de toda la unidad. Era muy común que los japoneses se escondieran en las copas de los árboles, ocultos entre las ramas. Janis distinguía hasta el más mínimo movimiento y se anticipaba al ataque, salvando numerosas vidas entre sus compañeros. En cierta ocasión, en la selva birmana, entre Hsamshingyang y Nhpum un francotirador japonés disparó sobre dos de los oficiales del batallón. Hizo un sólo disparo y nadie fue capaz de ver su posición... nadie salvo Janis, quien a 300 metros de distancia lo abatió en su escondite de un disparo en el corazón. En otra ocasión, durante una retirada precipitada cruzando un río, abatió a siete soldados japoneses armados con ametralladoras, con sólo ocho disparos.
Norman Janis utilizaba un fusil M1 Garand semiautomático al que llamaba "Betsy". Tras la guerra volvió a su reserva en Dakota del Sur, donde recibió numerosos homenajes y ocupó cargos de importancia en el gobierno de la reserva.

miércoles, 3 de julio de 2013

Francotiradores (V): Otros francotiradores soviéticos de la Segunda Guerra Mundial (II)

Semyon Danilovich Nomokonov, "el héroe de la pipa"
Este cazador de la taiga siberiana nacido en 1900 no aprendió a hablar ruso hasta los 35 años, en que empezó a trabajar de carpintero. Fue llamado a filas en agosto de 1941, pero al principio sólo le encargaron trabajos secundarios: cocinero, limpiador, enfermero... hasta que pudo demostrar su extraordinario manejo del fusil y fue destinado al 163º Regimiento de Fusileros. El 25 de octubre de ese año, acabó con un general alemán que pasaba revista a sus tropas. La hazaña le valió el reconocimiento de sus compañeros, que le llamaban "el héroe de la pipa", porque nunca se separaba de ella, llegando incluso a fumar mientras acechaba a sus objetivos. Tenía la costumbre de hacer una marca en su pipa cada vez que abatía a un enemigo, lo que, dado el elevado número de bajas conseguidas, le llevaba a cambiarla con bastante frecuencia.
Al alcanzar las 106 muertes, recibió la Orden de Lenin. En enero de 1943, cuando sobrepasaba las 200 bajas, resultó gravemente herido y tuvo que dejar el frente. Cuando se restableció, volvió al combate. Y cuando el régimen nazi se rindió, pidió ser trasladado al frente oriental para seguir combatiendo contra los japoneses. Acabó la guerra con 367 enemigos abatidos y el nombramiento de Héroe de la Unión Soviética. Volvió a su pueblo natal y se dedicó a la caza hasta su muerte, en 1967.

Ivan Mihailovich Sidorenko
Aunque a nivel propagandístico sea Vasili Záitsev el francotirador soviético más popular de la Segunda Guerra Mundial, probablemente sea Ivan Sidorenko el que jugó un papel más decisivo en esta rama del Ejército ruso, ya que a su labor como combatiente se suma la de instructor de otros francotiradores y también la de renovador de las estrategias y los materiales utilizados.
Sidorenko nació en el seno de una familia de campesinos acomodados en el pueblo de Chantsovo, el 12 de septiembre de 1919. Ingresó en la Escuela de Arte de Penza, pero en 1939 lo dejó para alistarse en el Ejército. Cuando se produjo la invasión alemana Iván y sus compañeros de la Escuela de Infantería de Simferopol (Crimea) fueron trasladados inmediatamente al frente para participar en la defensa de Moscú. Allí, como subteniente de una unidad de morteros, fue donde Sidorenko comenzó a interesarse por la labor de francotirador y empezó a salir "de caza" en su tiempo libre en busca de enemigos. Sus superiores, al conocer su habilidad, le asignaron a varios aprendices para que los adiestrara. Les enseñaba los rudimentos básicos y luego se los llevaba en sus misiones para que practicaran en condiciones reales.
Sidorenko introdujo nuevas estrategias y tácticas, probando nuevos tipos de camuflaje, organizando equipos de francotiradores, experimentando con nuevos tipos de miras y de munición (fue de los primeros en utilizar balas incendiarias, con las que logró destruir un tanque y tres blindados alemanes). Además, fue el autor de la frase que serviría de lema a los francotiradores soviéticos: Un disparo, un muerto.
Su cargo oficial era el de asistente del comandante del 1122º Regimiento de Fusileros, un ardid para eludir los intentos de los nazis por localizarle y eliminarle. Fue herido en varias ocasiones; la más grave, en Estonia en 1944. Tras una larga recuperación, ya no volvió al frente; sus superiores temían el efecto propagandístico que su muerte tendría para los alemanes, y le destinaron exclusivamente a ser instructor. Su número de bajas se sitúa en torno a las 500 y el de francotiradores que adiestró, en unos 250.
Tras la guerra, dejó el ejército y trabajó como capataz de una mina de carbón en los Urales. En 1974 se jubiló y se retiró a la república caucásica de Daguestán, donde permaneció hasta su muerte.

Fiódor Matvéyevich Okhlópkov
Nacido el 2 de marzo de 1908 en la aldea de Krest-Jaldzhái, en la república siberiana de Sajá (o Yakutia), en el seno de una familia de campesinos pobres. Sin apenas estudios, Fiódor Okhlopkov trabajó como operario de maquinaria agrícola y minero antes de unirse al ejército en septiembre de 1941, junto a su hermano, quien moriría en combate apenas dos días después de llegar al frente, abatido por un francotirador alemán. Okhlopkov empezó la guerra como artillero, luego estuvo en el 1243º Regimiento de Fusileros al frente de una compañía de ametralladoras, para finalmente convertirse en francotirador en octubre de 1942, enrolado en el 234º Regimiento. También ejerció como adiestrador de otros francotiradores.
Al final de la guerra, con el rango de sargento, contabilizaba 429 oficiales y soldados alemanes muertos (aunque él aseguraba haber eliminado a más de un millar). Fue herido hasta en doce ocasiones (la última, el 23 de junio de 1944 en el asalto a Vítebsk, casi le cuesta la vida) y participó en el Desfile de la Victoria que tuvo lugar en la Plaza Roja de Moscú el 24 de junio de 1945. Pero pese a sus innegables méritos no recibió distinción alguna, a diferencia de otros francotiradores con peor historial. Al parecer, el hecho de ser un yakuto (la principal etnia autóctona de Siberia) no sentaba bien entre los altos cargos del régimen comunista. Una injusticia que no se solventaría hasta 1965, en que fue distinguido con la Orden de Lenin y el nombramiento de Héroe de la Unión Soviética.
Tras la guerra, ejerció cargos políticos en el seno del Partido Comunista, y también diversos cargos en empresas estatales. Se retiró en 1960 y murió el 28 de mayo de 1968, siendo enterrado en su pueblo natal.

Vasilij Ivanovich Golosov
Este profesor, nacido en Tula en 1911, fue llamado a filas en 1941. En agosto del 42, participó con su unidad, la 25ª División de Fusileros de la Guardia, llamada "Chapayevskaya", en los combates para establecer una cabeza de puente en el río Don, al norte de la ciudad de Korotoyak. Fue entonces cuando sus superiores se fijaron en la excelente puntería del soldado Golosov y lo propusieron como francotirador.
En septiembre, el periódico Pravda ya lo mencionaba como uno de los mejores francotiradores del ejército. Ante su éxito, muchos soldados de su regimiento, el 81º, se ofrecieron voluntarios como francotiradores. Golosov fue nombrado su instructor. Los aspirantes afinaban su puntería en el campamento mientras Golosov los instruía sobre camuflaje, tácticas de emboscada, les insistía en que debían mantener la calma y no caer en las trampas del enemigo. No tardaría en ser nombrado comandante del pelotón de francotiradores. En total, 170 francotiradores, que sumaron 3500 bajas enemigas, fueron alumnos suyos.
El 16 de agosto de 1943, Vasilij Golosov cayó en un combate en el pueblo de Dolgenkoe, alcanzado en el pecho por metralla de la artillería alemana. Tenía el rango de teniente y 422 bajas confirmadas, entre ellas la extraordinaria cifra de 70 francotiradores alemanes muertos.
El 26 de octubre, a título póstumo, le fue concedida la distinción de "Héroe de la Unión Soviética".

lunes, 1 de julio de 2013

Francotiradores (IV): Otros francotiradores soviéticos de la Segunda Guerra Mundial (I)

Mihail Ilyich Surkov
Si hacemos caso a las estadísticas oficiales rusas, nos hallamos ante el francotirador con más enemigos abatidos de la historia, ya que se le atribuyen nada menos que 702 soldados alemanes muertos. El principal problema es que mucho historiadores ponen en duda los elevadísimos números de blancos abatidos por los rusos; la opinión general es que la propaganda soviética exageró las cifras a sabiendas para aumentar la moral de sus tropas y que en muchos casos a la hora de notificar los enemigos abatidos no se hacían distinciones entre muertos y heridos.
Poco es lo que se sabe de Surkov. Nació en 1921 en Bolshaya Salyr, un pueblo de la región de Krasnoyarsk Krai, en plena tundra siberiana, en el seno de una familia de cazadores y guías, con lo que aprendió desde niño a disparar y a manejar armas. Se alistó en el Ejército ruso en 1941 y fue enviado al frente, donde enseguida demostró su excelente puntería. Adscrito a la 4ª División de Fusileros del 12º Ejército, recibió la Orden de Lenin, la Orden de la Estrella Roja y la Medalla al Valor por su heroísmo, aunque no la distinción de "Héroe de la Unión Soviética", pese a haberla solicitado, y que si fue otorgada a otros francotiradores como Vasili Záitsev.
Apenas se sabe nada de él tras la guerra. Hay dos versiones sobre su final: que volvió a su pueblo, donde murió en 1953; o que dejó el ejército en 1966 y trabajó como electricista.


Vasilij Shalvovich Kvachantiradze
Otro de los francotiradores más eficaces del ejército soviético fué el georgiano Vasilij Kvachantiradze. Un granjero nacido en 1907 en la aldea de Gurianta, que se alistó en 1941 y que fue destinado al 259º Regimiento de Fusileros, al principio como observador, pero luego demostró su puntería y fué ascendido a francotirador. Se le atribuyen 534 bajas enemigas; pero sólo 215 muertes confirmadas (es posible que los 534 fueran los aciertos, sin distinguir entre muertos o heridos). Durante la ofensiva de Vítebsk (verano del 44), Kvachantiradze quedó aislado en el pueblo de Shumilino con parte de su batallón. Rodeado por tropas alemanas, su pericia como tirador mantuvo a raya al enemigo (se estima que pudo abatir, sólo en esa acción, a medio centenar de alemanes) hasta la llegada de tropas de refuerzo que rompieron el cerco.
Kvachantiradze se convirtió en el francotirador más condecorado del Ejército rojo: Héroe de la Unión Soviética, recibió dos veces la Orden de Lenin, la Orden de la Bandera Roja y la Orden de la Guerra Patria, además de la Orden de la Estrella Roja. Dejó el ejército en 1945 y volvió a su pueblo natal, donde fue presidente de una granja colectiva hasta su muerte, en 1950.

Nikolay Yakovlevich Ilyin
Este joven mecánico natural de la aldea de Chemukhin en 1922 se alistó, como muchos otros, en 1941, cuando la Unión Soviética fue invadida por el ejército nazi. En el 50º Regimiento de Fusileros  no tardó en convertirse en uno de los francotiradores mas efectivos durante la batalla de Stalingrado. Murió en combate, alcanzado por el fuego de ametralladora de los tanques alemanes que se batían en retirada, el 4 de agosto de 1943, con 494 muertes confirmadas en su historial y habiendo recibido la Orden de Lenin y la Orden de la Estrella Roja. Su fusil se conserva en el Museo de las Fuerzas Armadas de la URSS.

                                                Vladimir Nikolayevich Pchelintsev

Nacido el 30 de agosto de 1919, hijo de un comandante del ejército. Estudió Geofísica en el Instituto de Minería de Leningrado, a la vez que se convertía en un experto en tiro deportivo. Se presentó voluntario al Ejército en julio de 1941, y fue nombrado comandante del pelotón de reconocimiento del 5º Batallón de Reconocimiento de la 11ª Brigada de Fusileros. De agosto a noviembre de 1942 viajó por Gran Bretaña, EEUU y Canadá, acompañando a la famosa francotiradora Lyudmila Pavlichenko, buscando apoyos para abrir un segundo frente en Europa que aliviase la situación de los soviéticos. En enero de 1943, Pchelintsev alardeaba de haber matado ya a 152 alemanes con sólo 154 disparos. Recibió la Orden de Lenin, la de la Guerra Patria y la de la Estrella Roja. Terminó la guerra con 456 enemigos abatidos.
Después de la guerra continuó en el ejército y se graduó en 1952 en la Academia de Comunicaciones Militares de Leningrado. Pasó a la reserva en 1976 con el grado de coronel y falleció en 2001. Su fusil se encuentra en el Museo de Historia de Leningrado.


Vasiliy Timofeyevich Kurka
Un caso atípico, incluso en el difícil contexto de los combates en el frente ruso, es el de este muy precoz francotirador. Huérfano por culpa de la guerra, este joven ucraniano se unió al Ejército rojo en agosto de 1941, cerca de su aldea natal de Lyubomirka (Ucrania), con apenas 13 años. Al principio llevó a cabo trabajos de reconocimiento y espionaje, aprovechando que su corta edad no despertaba el recelo de los nazis. En una de sus misiones, Vasiliy y Stepan, un sargento que lo acompañaba, fueron apresados por soldados alemanes, pero Stepan convenció a sus captores de que había obligado a Vasiliy a acompañarlo y lo dejaron en libertad. Cumplió su misión y recibió por ello la Medalla al Valor.
Cuando cumplió quince años, Vasiliy empezó su aprendizaje como francotirador, bajo la tutela de Maxim Semyonovich Bryksin, un reconocido francotirador del 726º Regimiento de Fusileros (que acabaría la guerra con más de 300 víctimas). Tras un fructífero aprendizaje, Kurka abatió a su primer enemigo, un francotirador alemán al que engañó con un muñeco de paja que movía utilizando una cuerda. Cada día que pasaba, Kurka se iba convirtiendo en un tirador más certero. Durante la batalla de Radomyshl (6-15 de diciembre de 1943), abatió a dos docenas de soldados alemanes. Poco después recibiría la Orden de la Estrella Roja, por su heroico comportamiento durante la toma de una posición alemana, infiltrándose en solitario hasta su retaguardia, abatiendo a varios enemigos y acabando con un nido de ametralladoras. Y poco después, recibió la Orden de la Bandera Roja, por una acción similar en Dovbish.
Conforme avanzaba la guerra, Kurka y su regimiento avanzaban siguiendo la retirada de los alemanes, por Checoslovaquia y Polonia. Kurka perfeccionaba su técnica cada vez más. De día, era capaz de distinguir a los oficiales de los demás soldados por detalles como si llevaban prismáticos o no. Además, era capaz de abatir soldados enemigos por la noche guiándose sólo por el resplandor de sus cigarrillos.
Pero el logro más insólito de su carrera tuvo lugar en las cercanías de la ciudad polaca de Cisna, donde fue capaz de derribar un avión de reconocimiento Focke-Wulf Fw189 que volaba bajo, alcanzándolo en los motores.
Vassiliy Kurka murió a principios de 1945, durante la liberación de Checoslovaquia. Estaba en un puesto de observación, informando a la artillería rusa de la posición de los morteros enemigos, cuando fue alcanzado por fuego de mortero. Tenía 17 años y, aunque no hay registros fiables, se estima que acabó con la vida de no menos de 200 enemigos.