Verba volant, scripta manent

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Dersu Uzala



Allá por 1969, cuatro de los directores de cine más famosos y respetados de Japón, Kon Ichikawa, Keisuke Kinoshita, Masaki Kobayashi y Akira Kurosawa, hacían real un plan largamente acariciado: fundar su propia productora, que se llamaría Yonki-no-Kai (El Club de los Cuatro Caballeros). Un viejo anhelo para librarse de la tiranía de los grandes estudios, que controlaban la producción cinematográfica japonesa. Estudios como Toho, Daiei, Nikkatsu o Shochiku, que imponían un férreo control a sus proyectos, modificando guiones, imponiendo actores, controlando presupuestos; coartando, sencillamente, la libertad creativa de los que pretendían llevar a cabo proyectos personales, para hacerlos más comerciales. Quien no aceptaba las normas, no trabajaba. Y contra esto se rebelaron los "cuatro caballeros" con su productora.
El honor de rodar la primera película de la Yonki-no-Kai le correspondió a Kurosawa. Escogió un viejo proyecto que llevaba tiempo tratando de llevar a la pantalla: Dodes'ka-den. Un filme atípico en la filmografía de Kurosawa, además de ser su primer filme en color. Una película triste y melancólica ambientada en un suburbio de una ciudad japonesa, cercano a un basurero, donde se cruzan distintos personajes tristes, extraños, cómicos en algún caso, y otros simplemente patéticos. Pese al prestigio de Kurosawa, Dodes'ka-den, estrenada en 1970, fué un estrepitoso fracaso de taquilla, y las deudas provocaron el hundimiento de la Yonki, que no pudo llevar adelante nuevos proyectos. El fracaso y el fin de su productora llevaron a Kurosawa a una profunda depresión. Considerándose acabado, vacío de todo talento, en diciembre de 1971 su asistenta lo encontró en su cuarto de baño tras haber intentado suicidarse cortándose las venas. La rápida intervención de los médicos salvó su vida, pero aunque se recuperó físicamente, siguió sin querer volver a dirigir... hasta que le llegó la oferta para dirigir Dersu Uzala.
El proyecto llegó desde un lugar inesperado: la Unión Soviética. Una película basada en el libro autobiográfico de Vladimir Arseniev, Dersu Uzala, la taiga del Ussuri. Arseniev, capitán del ejército zarista, había recibido la orden de cartografiar una extensa zona de la cuenca del río Ussuri, en la Siberia oriental, el confín más lejano del imperio ruso. Llevó a cabo tres expediciones entre 1902 y 1908, acompañado por soldados cosacos y cazadores nativos, y allí conoció a Dersu Uzala, un cazador nativo de la etnia hezhen, que había vivido toda su vida en la región. Arseniev quedó enormemente impresionado con la forma de ser del cazador, su sencillez y su generosidad, y la forma en la que vivía, totalmente integrado en la naturaleza, adaptándose a ella, en lugar de intentar cambiarla. Entre Arseniev y Dersu Uzala nació una gran amistad que se mantuvo hasta la muerte de Uzala, en 1908.
Kurosawa quedó fascinado por la historia y aceptó de inmediato la oferta. Mucha gente mostró su escepticismo: una producción enteramente soviética (tanto actores como técnicos), rodada en escenarios naturales (los mismos que recorrieron Arseniev y Uzala), teniendo al frente un director japonés. Sin embargo, Kurosawa se encontró a sus anchas durante el rodaje, pese a las duras condiciones climatológicas que hubo de soportar. Los rusos le concedieron libertad artística total y el director recuperó su genio y su vitalidad para servir una de sus obras maestras. Una conmovedora historia de amistad entre dos hombres totalmente opuestos como el oficial ruso y el cazador siberiano, además de una profunda reflexión sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, enmarcado todo por los impresionantes paisajes siberianos.
Dersu Uzala, estrenada en 1975, recibió elogios unánimes y una larga lista de premios, comenzando por el Gran Premio del Festival Internacional de Cine de Moscú y terminando por el Óscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa de 1975. Y Kurosawa, recuperada la ilusión, aún rodaría alguna de sus mejores obras como Kagemusha o Ran.

sábado, 24 de noviembre de 2012

La "calculating machine" de Ramón Verea


 
                La calculadora inventada por Ramón Verea

Si en alguna ocasión visitais la sede central de la empresa IBM en White Plains (Nueva York), sabed que allí se custodia la colección de aparatos tecnológicos iniciada por su fundador, Thomas J. Watson, en los años treinta. Entre sus numerosos fondos, hay un curioso objeto fabricado en hierro y acero amarillo, de unos 22 kilogramos de peso y de unas dimensiones de 35 x 30 x 20 centímetros. Se trata nada menos que la primera calculadora moderna, patentada el 10 de septiembre de 1878 en Nueva York, con el número de registro 207.918. Anteriormente, nombres ilustres de la ciencia y las matemáticas como Blaise Pascal y Wilhelm Leibnitz habían construído sus propios prototipos de calculadora, pero esta era mucho más sofisticada. Por primera vez una calculadora obtenía resultado de una multiplicación de manera directa, sin recurrir a la concatenación de sumas. Y este hito de la tecnología lo ideó un español llamado Ramón Verea.
Ramón Silvestre Verea García nació en la pequeña aldea de San Miguel de Curantes, cerca de A Estrada (Pontevedra) el 11 de diciembre de 1833. Como muchos otros jóvenes de origen humilde, cursa estudios en el seminario como único manera de acceder a la enseñanza superior. Estudia Filosofía y Letras un par de años en Santiago, pero deja la carrera y empieza a ganarse la vida como periodista y maestro. Librepensador utópico, republicano, socialista, anticlerical (publicaría en 1890 una recopilación de artículos titulada Contra el altar y el trono), precursor del feminismo, no es de extrañar que se sintiera incómodo en España y buscara en el extranjero mayores libertades. Su primer destino es Cuba, donde trabaja como maestro y escribe dos novelas (La cruz de piedra y Una mujer con dos maridos) y, por primera vez, da muestras de su genio inventivo construyendo una plegadora de periódicos. En 1865 se traslada a Nueva York, donde trabaja como periodista y cambista, y concibe la idea de su calculadora. En 1875 crea una "Agencia industrial para la compra de maquinaria y efectos de moderna invención", con sede en el 181 de Pearl Street, en Manhattan.
La calculadora de Verea utilizaba un sistema creado en 1872 por el norteamericano Edmund Dana Barbour que asignaba a cada operación un valor codificado en una tabla con un sistema parecido al Braille. Era capaz de multiplicar números de hasta nueve cifras en el multiplicador y quince en el producto, en apenas veinte segundos. Ese mismo año de 1878 obtiene en la Exposición Mundial de Inventos de Matanzas (Cuba) la medalla de oro por su invento. Una invención que recibió grandes elogios en periódicos como el New York Herald, el Le courrier des Etats-Units o la revista Scientific American.
Pero Ramón Verea nunca quiso sacar un beneficio económico de su invento. Nunca llegó a comercializarlo, ni continuó perfeccionándolo. ¿Qué le movió, pues, a construirlo? Parece ser que sólo se trató de un reto intelectual, un deseo de demostrar que era capaz de hacerlo y dejar claro que los españoles eran tan capaces de innovar como los americanos. Durante toda su vida denunció la escasa tradición industrial española y cómo, si no se invertía en investigación científica, España estaba condenada a depender de los productos importados. Pero su diseño sentó las bases de modelos posteriores: apenas catorce años después, el suizo Otto Steiger construiría y comercializaría, con gran éxito, la primera calculadora comercial moderna, conocida como La Millonaria, y que se basaba en buena parte en los diseños de Verea.
En cuanto al inventor, dejó los Estados Unidos poco después, descontento con la política colonialista del Gobierno norteamericano. Tras una breve estancia en Guatemala, se instaló en Argentina, donde continuó trabajando como periodista y fundó la revista quincenal El Progreso. Murió en Buenos Aires, solo y prácticamente arruinado, el 6 de febrero de 1899, y fué enterrado en una tumba sin nombre en el Cementerio del Oeste.
Busto de Ramón Verea en A Estrada (Pontevedra)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El Tour que ganó Walkowiak


Roger Walkowiak con el maillot amarillo del Tour de 1956

Hay victorias que marcan la carrera de un deportista. Generalmente para bien, pero no siempre. Hay ocasiones en las que una victoria puede traer sinsabores y resultar dolorosa para su protagonista.
Roger Walkowiak (Montluçon, Francia, 2/3/27) había soñado toda su vida con ser ciclista. Aficionado a las dos ruedas desde niño, trabajó durante años en una fábrica hasta que en 1951, con 24 años, le llegó la oportunidad de convertirse en ciclista profesional, en el equipo Riva Sport-Dunlop. Nunca fué una estrella, ni siquiera un corredor destacado. Toda su carrera fué lo que se llama un gregario, dedicado a trabajar para facilitar los éxitos de los líderes de equipo. En toda su trayectoria, con varios triunfos menores, hay sin embargo un hito más que destacado: la victoria en el Tour de Francia, la carrera ciclista por etapas más prestigiosa del mundo, en su edición de 1956.
El Tour de aquel año fué atípico desde su inicio. Partió con las ausencias de varios favoritos. Por ejemplo, el alemán Ferdinand Kübler y el italiano Gino Bartali, retirados el año anterior. O Fausto Coppi, también al borde del retiro. Louison Bobet, ganador de las tres ediciones anteriores, era baja por enfermedad. Jean Robic estaba convaleciente por haber sido atropellado durante el último entrenamiento previo al inicio de la carrera. Y Raphäel Géminiani participó mermado por las secuelas de una operación de menisco. La carrera se presentaba muy abierta, con varios aspirantes a la victoria: los franceses Gilbert Bauvin, André Derrigade y René Privat, el español Federico Martín Bahamontes, el belga Jan Adriaensens o el luxemburgués Charly Gaul. Por supuesto, nadie en su sano juicio habría mencionado en la lista de favoritos a Walkowiak, que formaba parte de la selección "Nord-Est-Centre" (por aquel entonces, los corredores participaban agrupados en selecciones regionales, no por equipos). Irónicamente, Montluçon está en el sudoeste del país; Walkowiak llegó al equipo porque era el único corredor disponible para cubrir la baja de Bauvin, que acababa de ser trasladado al equipo "oficial" francés.
La competición empezó de manera convencional, sin sorpresas. Tras una etapas de tanteo, en las que Derrigade parecía ser el rival con más opciones, llegó la sorpresa inesperada en la séptima etapa, de 244 km. entre Lorient y Angers. Parecía una etapa llana y sin problemas, pero se produjo una escapada inesperada que rompió en dos el pelotón. Treinta y un corredores, ninguno de los cuales era favorito, llegaron a la meta con una ventaja de más de 18 minutos sobre el resto de competidores. Ese día, Walkowiak se vistió por primera vez de amarillo.
Walkowiak retuvo el primer lugar de la clasificación general hasta la décima etapa (Burdeos-Bayona). Su propio director de equipo, Sauveur Ducazeaux, le había aconsejado guardar fuerzas para el resto de la carrera y no luchar para mantenerlo. Adriaensens alcanzó el primer lugar en la etapa 12ª, demostrando gran fortaleza. Parecía haberse convertido en el gran favorito, pero en la decimoquinta etapa el equipo belga en pleno amaneció enfermo. Oficialmente se atribuyó a una intoxicación alimentaria, aunque no faltó quien achacó la enfermedad a prácticas de dopaje incorrectas. Lo cierto es que Adriaensens, muy mermado, perdió el liderato en favor del holandés Woug Wagtmans.
A todo esto, Walkowiak había tratado de no alejarse demasiado de los primeros puestos; estaba quinto. En la 17ª etapa se produjo una nueva fuga; de los primeros clasificados, sólo Wagtmans y Walkowiak (que acabó el día como segundo) estaban en ella. La 18ª etapa (Turin-Grenoble) fue una dura etapa de montaña, ideal para que los especialistas recortaran tiempo con la cabeza. Tras un desarrollo complicado (el propio Bahamontes hizo amago de abandonar y tuvo que ser convencido por sus compañeros para continuar), una nueva sorpresa. Walkowiak, que no era un gran escalador, había terminado en los primeros puestos, sacándole más de ocho minutos a Wagtmans, quien pese a ser un escalador respetable, acabó la etapa agotado y lejos de los primeros. El humilde, el modesto Walkowiak, recuperaba el primer puesto.
Restaban cuatro etapas para el final. Walkowiak luchó como un león para conservar su privilegiada situación. El momento más difícil, la 20ª etapa, una contrarreloj en la que Bauvin le ganó mas de dos minutos, pero aún así Walkowiak permaneció líder con 1:25 de ventaja. La 22ª etapa, la última, con final en los Campos Elíseos de París, como es costumbre,  fue un momento glorioso para el líder, ya que además partió de su ciudad natal, Montluçon. Bauvin acabó segundo, a 1:25; Adriaensens tercero, a 3:44; y el gran Bahamontes, cuarto a más de diez minutos.
Increíblemente, esta victoria, en lugar de convertir a Walkowiak en un héroe, hizo todo lo contrario. Sus compañeros de carrera, envidiosos de que un desconocido les hubiera arrebatado la victoria, le ignoraron. La prensa lo ridiculizó, haciendo bromas sobre él y sobre cómo se había "encontrado" la victoria por casualidad, casi como si hubiera robado la victoria, sin darle validez a todo su esfuerzo. El gran público apenas le hizo caso (Jacques Goddet, director de la carrera, dijo que "los aplausos parecían una lamentación"), decepcionado por haber sido el ganador un desconocido y no uno de sus favoritos. Hasta el punto de que se acuñaron varias expresiones poco amables: "Tour a la Walkowiak", cuando se produce la victoria de un corredor no favorito por causa de una serie de circunstancias imprevistas; y "ganar a la Walkowiak", cuando un corredor vence en una carrera por etapas gracias a la renta obtenida en una sola escapada.
Walkowiak siguió como ciclista profesional hasta 1960, sin victorias reseñables, apenas un par de victorias en la Vuelta Ciclista a España, y participaciones más que discretas en el Tour. Tras retirarse, montó un bar, pero lo dejó al poco tiempo, harto de que sus clientes le preguntasen sobre el Tour de 1956 e hicieran bromas sobre él y sobre si su victoria era válida o no. Harto del ciclismo, volvió a su trabajo original en la fábrica de donde había salido para ser ciclista, apartándose durante años de todo lo que tuviese que ver con las dos ruedas. Víctima de una profunda depresión, no volvió a conceder una entrevista hasta finales de los años noventa, en la que llegó a decir "Ojalá nunca hubiera ganado aquel Tour".
Para la historia queda su gran (y muy merecido triunfo) en aquel Tour. Se convirtió en el segundo corredor que ganaba un Tour sin vencer en ninguna etapa, y en el único que ha logrado una victoria en la general pero ninguna victoria de etapa.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Los "Batallones de Amigos"



Al iniciarse la I Guerra Mundial, el ejército británico constaba de unos 710000 efectivos, incluídos los reservistas, de los cuales apenas 80000 eran soldados profesionales listos para el combate. Pocos, según la opinión de Lord Kitchener, recién nombrado Secretario de Guerra. En contra de la opinión de otros miembros del gabinete, Kitchener estaba convencido de que la guerra sería larga, costosa y con muchas bajas (como en efecto así fué). Y una de sus primeras medidas fué comenzar una campaña de reclutamiento masivo, pidiendo a los ingleses, cualquiera que fuera su oficio o condición social, que se alistaran.
Fué entonces cuando al general sir Henry S. Rawlinson se le ocurrió que los ingleses estarían más dispuestos a alistarse si lo hacían también sus familiares, sus amigos, sus compañeros de trabajo... Y para probarlo, hizo un llamamiento directo a los trabajadores de la Bolsa de Londres. La respuesta fué espectacular: en apenas una semana, más de 1600 se habían alistado en el 10º Regimiento de Fusileros Reales, que pasó a ser apodado "Stockbrokers' Battalion", el "Batallón de los Agentes de Bolsa".
Ese fué el primero de los llamados "Pals Battalions", "Batallones de Amigos", formados por grupos de conocidos, familiares, vecinos, incluso aficionados de clubes deportivos, que se alistaban juntos con la promesa de ser englobados en la misma unidad para así combatir juntos.
La idea fué inmediatamente adoptada por otros. El conde de Derby impulsó la idea en Liverpool; en apenas dos días logró 1500 voluntarios. Fué el propio Derby el primero en referirse a estos batallones como "Batallones de amigos": Este debe ser un batallón de amigos, un batallón en que los compañeros del mismo trabajo lucharán hombro con hombro por el honor de Gran Bretaña y la fama de Liverpool. Entusiasmado por el éxito, Kitchener extendió la campaña por todo el país. A finales de septiembre, más de cincuenta localidades habían formado batallones de este tipo; las ciudades más grandes, varios (en Manchester, por ejemplo, se habían formado quince batallones). Se calcula que, de los 2'5 millones de soldados alistados voluntariamente en 1914 y 1915, dos tercios formaban parte de este tipo de unidades.
Había todo tipo de personas en estos batallones. Muchos de ellos recibieron apodos según la procedencia de sus componentes: había batallones de artistas, de trabajadores del ferrocarril, de comerciantes, de exalumnos de la misma escuela... También de deportistas, como el 17º y 23º batallones del Regimiento de Middlesex, formados por jugadores de fútbol de la Premier League y aficionados que se habían alistado para luchar a su lado. O el 16º batallón del Regimiento de Lothian de los Royal Scots, en el que alistó la plantilla íntegra del club escocés Hearts of Midlothian, junto a sus técnicos, directivos y muchos aficionados (de los 16 miembros del equipo, nueve murieron en combate, tres de ellos en el primer día).
Lo que nadie había tenido en cuenta era el tipo de guerra a la que se enfrentaban. Nadie esperaba que el conflicto que se avecinaba fuera tan duradero y tan sumamente sangriento. La guerra en el continente fué de una crudeza inaudita. Kitchener había calculado que la guerra duraría al menos tres años y necesitarían al menos un millón de soldados; unos cálculos que sus colaboradores calificaban de exagerados pero que el tiempo demostró que se habían quedado lamentablemente cortos. En los tres primeros meses de guerra, los británicos sufrieron 90000 bajas; en el primer año, 375000. No era infrecuente que batallones enteros fueran diezmados en un corto espacio de tiempo, con lo que pueblos enteros perdían de golpe a buena parte de sus jóvenes. Un caso paradigmático: el 11º Batallón del Regimiento de East Lancashire, conocido como "Accrington Pals", por proceder sus integrantes de la pequeña ciudad de Accrington. El primer día de la ofensiva del Somme, el 1 de julio de 1916, se les ordenó tomar la localidad francesa de Serre. Fué un completo desastre: en menos de una hora, de los 700 hombres del batallón, 285 habían muerto y 350 habían quedado heridos. Una auténtica catástrofe para Accrington.
Lo cierto es que las graves pérdidas sufridas por este tipo de batallones acabaron dañando gravemente el prestigio del ejército. La negativa publicidad que estas tragedias reportaban al conflicto (pueblos, barrios, comunidades enteras que perdían súbitamente a muchos de sus miembros) provocó un descenso considerable de los alistamientos. En vista de que el conflicto se recrudecía y el número de altas en el ejército no era suficiente, a principios de 1916 el gobierno británico abandonó la política de alistamientos voluntarios e impuso el reclutamiento forzoso. Pero ya no se solicitaron más "Batallones de Amigos". Los soldados se agruparon en batallones independientemente de su origen. Una manera de "repartir" las bajas para que ningún estrato social o localidad sufriera pérdidas tan masivas.
Muchos de estos batallones de amigos, que habían sufrido bajas importantes, se fusionaron para formar nuevos batallones. Otros fueron relevados y enviados de vuelta a casa.

Monumento en memoria de los Accrington Pals en el Sheffield Memorial Park, en las cercanías de Serre (Francia)
Vídeo de la BBC sobre los Pals Battalions y, más concretametne, sobre los Accrington Pals.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Curiosidades deportivas

- Carl Lewis estuvo imbatido en pruebas de salto de longitud desde el 13 de agosto de 1981 hasta el 30 de agosto de 1991, ganando un total de 65 pruebas consecutivas. Edwin Moses dominó los 400 metros vallas desde el 26/8/1977 hasta el 4/6/1987, nueve años nueve meses y nueve días exactos, ganando 122 carreras consecutivas. Pero el record absoluto lo tiene la atleta rumana Iolanda Balas: entre 1956 y 1967 venció 150 competiciones consecutivas de salto de altura, incluídas dos citas olímpicas.
- Durante los Juegos Asiáticos de Nueva Dehli (1982) la selección de baloncesto de Irak venció a la de Yemen por un tanteo de 251 a 33.
- La deportista Roswitha Krause, de la antigua RDA, consiguió una medalla de plata como nadadora en las olimpiadas de México'68. Y logró dos medallas olímpicas más como integrante del equipo germano oriental femenino de balonmano: plata en Montreal'76 y bronce en Moscú'80.
- Originariamente, en los combates de judo no se hacían distinciones según el peso de los luchadores; los torneos se disputaban "todos contra todos".
- En 1350, el rey inglés Eduardo III prohibió la disputa de juegos de pelota en sus dominios, debido a los tumultos y peleas que se sucedían habitualmente entre los espectadores.
- En el Mundial de hockey sobre patines de Chile (1980) Suiza venció a la India por 56 a 0.
- El kayak tiene su origen en una embarcación de los inuits llamada "ka-i-ak", que significa "bote de hombres".
- La tenista Billie-Jean King tiene el record absoluto de triunfos en el torneo inglés de Wimbledon: 20 (6 individuales, 10 en dobles y 4 dobles mixtos).
- El británico John Pius Boland, doble medalla de oro en las olimpiadas de Atenas 1896 en tenis, tanto en categoría  individual como en dobles, estaba en Grecia visitando a un amigo cuando se disputaron los Juegos. Se enteró de la celebración cuando ya estaba allí y su amigo, miembro del comité organizador, logró inscribirlo en ambas pruebas.
- El norteamericano Robert Garrett, campeón olímpico en 1896 de lanzamiento de peso y de disco, no tenía previsto participar en el lanzamiento de disco. Decidió participar cuando llegó a Grecia y descubrió que el disco oficial pesaba dos kilos, y no 14, como el que utilizaba habitualmente.
- El pentathlón moderno (que incluye tiro, esgrima, hípica, natación y carrera) debe su origen a una historia popular nórdica: un oficial encargado de llevar un importante mensaje que parte a caballo hacia su destino; se enfrenta primero a un grupo de forajidos con su pistola, luego a un enemigo con su espada, al llegar a un caudaloso río se ve obligado a abandonar su caballo y cruzarlo a nado, para terminar recorriendo a pie el resto de su viaje.
- Uno de los primeros boxeadores que alcanzaron el estatus de leyenda fué Glaucos de Carystos, del que se cuentan numerosas victorias en los cuatro Juegos Panhelénicos: Olímpicos, Ístmicos, Píticos y Nemeos. Según las crónicas, medía alrededor de 2 metros y 15 centímetros, y vencía la mayor parte de sus combates de un solo golpe, asestado de arriba a abajo sobre la cabeza de sus rivales.
- La regata a remo más larga del mundo es la Ringvaart, que se celebra en la localidad holandesa de Delft, que enfrenta a embarcaciones de ocho remeros y tiene un recorrido de 100 kilómetros.
- Las protecciones en las orejas que llevan los jugadores de waterpolo se impusieron después de que en un partido uno de los participantes arrancara de un mordisco parte de la oreja de un rival.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Sabías que...

- ... cuando un oso polar se siente amenazado, su primera reacción es taparse la nariz? La nariz, negra, es la única parte de su cuerpo que se distingue con nitidez en un ambiente cubierto de nieve y de hielo; de este modo, se "invisibiliza" frente a un posible enemigo.
- ... una ley promulgada en 1324 por Eduardo II y todavía vigente declara de propiedad real a todos los delfines, ballenas y esturiones que se encuentren en aguas de Inglaterra?
- ... los pingüinos que hoy conocemos no son los pingüinos originales? El nombre genérico de "pingüinos" se aplicaba en Europa a las aves marinas del norte de Europa de la familia de las Alcidae, es decir, a aves como las alcas (género Alca) y los araos (género Uria). Cuando comenzaron a ser frecuentes los viajes al hemisferio sur y empezaron a encontrarse con las distintas especies de lo que hoy llamamos pingüinos (englobados en la familia Spheniscidae), aquellos navegantes, que no sabían muy bien lo que eran, les llamaron "pingüinos" porque se asemejaban a los pingüinos del norte de Europa (pese a no tener ningún tipo de parentesco). Su ocurrencia tuvo éxito y la popularidad que alcanzaron estas nuevas aves llevó a poco a poco se dejara de llamar pingüinos a las alcas y el nombre se aplicara exclusivamente a los "nuevos pingüinos".
- ... la unidad militar más antigua de Europa es la llamada "Compañía de Mar de Melilla"? Fue creada por orden de los Reyes Católicos en mayo de 1498, poco después de la conquista de Melilla. Formada originariamente por "cuarenta hombres de mar", aunque adscrita al Ejército de Tierra, su misión consiste en apoyar a la guarnición de la ciudad en todas las tareas marítimas que pudieran ser necesarias.
- ... el famoso edificio Empire State Building de Nueva York tiene un código postal propio: el 10118?
- ... en 2000, la revista Journal of Hydraulic Engeneering propuso un reto a sus lectores: mejorar el diseño del tornillo, cuya idea original se atribuye al inventor y matemático griego Arquímedes, en torno al 300 a.C.? Tras muchas propuestas, el dictamen de la revista fue categórico: el diseño original es el óptimo y, por lo tanto, inmejorable.
- ... el disco "Odelay", publicado en 1996 por el músico norteamericano Beck , se iba a titular originariamente "Órale", como homenaje a sus amigos mexicanos? Un técnico de sonido entendió mal el título y etiquetó una de las maquetas provisionales con el nombre de "Odelay"; Beck lo vio, le hizo gracia la confusión y decidió que el álbum pasase a llamarse de esa manera.
- ... en la Biblioteca Pública de Nueva York, los millones de libros, revistas y otras publicaciones que forman parte de sus fondos no están ordenados por temas ni por autores? Por motivos de espacio, los contenidos de la biblioteca se organizan... según su tamaño.
- ... durante sus primeras décadas, el famoso David de Miguel Ángel lucía una falda de hojas de bronce que cubría pudorosamente sus genitales? Los altos dignatarios religiosos que le habían hecho el encargo al escultor consideraban que, al estar expuesta en público, era mejor dejar ocultos sus "tesoros".
- ... entre los moluscos gasterópodos, como los caracoles, las especies que presentan una concha que gira hacia la derecha (dextrógira) son mucho más abundantes que aquellas en las que el giro de la concha es en el sentido inverso a las agujas del reloj (levógiro)?
- ... todas las personas con ojos azules descienden de un antepasado común, que vivió hace unos 6000 años en algún lugar del norte de Europa? Hasta entonces, todos los humanos tenían los ojos oscuros. ¿El responsable? Una mutación en un gen llamado HERC2.
- ... en un partido de fútbol disputado en 1992 entre el Chelsea y el Sheffield United, el centrocampista del Chelsea Vinnie Jones vió la tarjeta amarilla por una durísima entrada sobre un rival.... cuando sólo habían transcurrido tres segundos desde el inicio del partido?

domingo, 4 de noviembre de 2012

Los hermanos Borgstrom

Las tumbas de los cuatro hermanos Borgstrom en el Riverview Cemetery en Tremonton (Utah)

En mi anterior entrada hablé de los hermanos Niland, inspiradores de la película Salvar al soldado Ryan. De cómo tres de ellos habían muerto en combate (luego se supo que uno de ellos no estaba muerto, sino prisionero) y el cuarto había sido enviado de vuelta a los EEUU para que no sufriera la misma suerte de sus hermanos. La historia de la que hablo hoy es muy similar: la de los hermanos Borgstrom.
Alben y Gunda Borgstrom era un matrimonio de inmigrantes suecos que se había establecido en Thatcher, en el estado de Utah, a principios del siglo XX. Tuvieron diez hijos, de los cuales siete eran varones. Uno de ellos murió siendo niño, por una perforación del apéndice. Y cuando Estados Unidos entró en guerra, los cinco hermanos Borgstrom que tenían edad para alistarse lo hicieron. Eran Elmer (nacido en 1914), Clyde (1916), Boyd (1921) y los gemelos Rulon Jay y Rolon Day (nacidos en 1925). Destinados, como era de esperar, en distintos cuerpos y regimientos para evitar que murieran todos. Sólo que no sirvió de mucho; la mala suerte se cebó con esta familia.
El primero en caer fué Clyde. Enrolado en los Marines y destinado al Pacífico, se hallaba en la isla de Guadalcanal cuando el 15 de marzo de 1944 falleció en un desafortunado accidente: despejando una pista de aterrizaje, un árbol le cayó encima y le mató. El siguiente en morir fué Elmer. Destinado en Europa como médico militar, falleció en Italia el 22 de junio de 1944, alcanzado por un francotirador alemán cuando evacuaba a un soldado herido. El 8 de agosto Rolon, artillero en un avión de las Fuerzas Aéreas, recibía graves heridas en un bombardeo sobre territorio alemán, que le causaron la muerte. Apenas unas semanas después, el 26 de agosto, su hermano gemelo Rulon era declarado desaparecido tras un enfrentamiento con tropas alemanas cerca de LaDreff (Francia); su muerte se confirmó días después.
La muerte de los cuatro hermanos Borgstrom fué un auténtico mazazo, no sólo para su familia, sino para toda su comunidad. Incluso, tras la muerte de Rulon, el empleado de telégrafos de Thatcher no quiso entregar la notificación a la familia, la cuarta en menos de seis meses, para no volver a ver la misma expresión en la cara de la señora Borgstrom, y tuvo que ser el obispo mormón de la zona (los Borgstrom eran practicantes de dicha fe) quien le diese la noticia.
Tras perder a cuatro hijos, toda la familia Borgstrom se movilizó inmediatamente, apoyada por sus vecinos, amigos y por los congresistas electos del estado de Utah para que el quinto de los hermanos, Boyd, miembro de los Marines igual que su hermano Clyde, fuese liberado del servicio y devuelto a casa. El propio presidente Franklin D. Roosevelt intervino en su favor y envió a los Borgstrom una carta de condolencia en la que decía que la pérdida de los cuatro hermanos "aumenta nuestra determinación de llevar esta guera a un final rápido y exitoso". Finalmente, en octubre de 1944 Boyd era trasladado de vuelta a los EEUU y licenciado, mientras que el hermano menor, Elton, que todavía era menor de edad, quedaba exento del servicio militar.
Casos como el de los Borgstrom, los Sullivan o los Niland llevaron al Departamento de Defensa de los EEUU a establecer la Directiva 1315.15 o "Norma Especial de Separación para la Supervivencia", conocida comúnmente como la "Norma del Único Superviviente": cuando dos o más hermanos caen en combate y sólo queda un hermano, a éste se le prohíbe ingresar en el ejército (o, si ya es miembro, se le licencia). Dicha política entró en vigor en 1948 y, aunque no siempre se ha aplicado, sigue vigente. Así, en 2007 Jason Hubbard fué licenciado después de que sus hermanos Jared y Nathan cayeran en Iraq en 2004 y 2007, respectivamente. Y en 2011, Beau Wise fué retirado del servicio activo tras perder a sus dos hermanos, Ben y Jeremy, en Afganistán.
Los cadáveres de los cuatro hermanos Borgstrom no pudieron ser repatriados hasta varios años después de terminada la guerra. Los cuatro fueron enterrados juntos el 25 de junio de 1948, tras una multitudinaria ceremonia, en el cementerio Riverview, en Tremonton (Utah), durante la cual se les concedieron póstumamente tres Estrellas de Bronce, una medalla de las Fuerzas Aéreas y otra de Buena Conducta. Un campo de entrenamiento en Ogden (Utah) lleva su nombre.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Los hermanos Niland: la verdadera historia del soldado Ryan


En 1998, el director norteamericano Steven Spielberg estrenaba Saving Private Ryan (en España, Salvar al soldado Ryan), una de sus mejores películas de los últimos años, protagonizada, entre otros, por Tom Hanks, Matt Damon, Tom Sizemore o Edward Burns. Probablemente conocéis su argumento: en los momentos posteriores al desembarco de Normandía, un grupo de siete soldados norteamericanos, al mando del capitán Miller, reciben la misión de localizar al soldado John Francis Ryan, que había sido lanzado en paracaídas sobre territorio enemigo la víspera del ataque, y llevarlo sano y salvo a la retaguardia, ya que sus tres hermanos han muerto en combate y los mandos del ejército no desean que el cuarto hermano sufra la misma suerte. La película comienza con una de las más realistas y memorables reconstrucciones del desembarco de Normandía que jamás se han rodado. Y se basa en un caso real.
Los cuatro hermanos Niland eran naturales de Tonawanda, en el estado de Nueva York, y se alistaron cuando los EEUU entraron en guerra. El mayor, Edward, nacido en 1912, lo hizo en la Fuerza Aérea, donde alcanzó el rango de sargento. Los otros tres, Preston (1915), Robert (1919) y Frederick (1920) lo hicieron en Infantería. Como era habitual se los asignó a distintos regimientos; una medida habitual en el ejército norteamericano, especialmente desde que en noviembre de 1942, durante la batalla de Guadalcanal, los cinco hermanos Sullivan (a los que se cita expresamente en el filme de Spielberg) muriesen al ser torpedeado el buque en el que servían, el USS Juneau, por un submarino japonés.
Preston quedó asignado al 22º Regimiento de la 4ª División de Infantería, donde alcanzó el rango de teniente, mientras que Robert (apodado Bob) y Frederick (apodado Fritz) fueron a parar a los paracaidistas; Bob en el 505º Regimiento de la 82ª División Aerotransportada y Fritz en el 501º Regimiento de la 101ª División Aerotransportada, ambos con el rango de sargento.
En mayo de 1944, el bombardero B-25 en el que servía Edward fué derribado durante una misión sobre la selva birmana, y el sargento Niland fué declarado desaparecido en combate. Pero sus hermanos no fueron notificados de su muerte de inmediato; se hallaban en el sur de Inglaterra, preparándose para la definitiva invasión de Europa.
El 6 de junio de 1944 tiene lugar el desembarco de Normandía, en el que participan los tres hermanos Niland. Bob murió ese mismo 6 de junio, cerca del pueblo de Neuville-au-Plain, mientras cubría la retirada de su compañía frente a un ataque alemán. Preston murió al día siguiente, 7 de junio, en un enfrentamiento cerca de Utah, una de las playas donde había tenido lugar el desembarco.
Fritz, en medio de la vorágine y la confusión de los primeros momentos del desembarco, no supo de la suerte de sus hermanos hasta que, unos días después, se acercó al campamento de la 82ª División y supo no sólo que Bob había muerto, sino que también Preston y Edward había caído.
Cuando el capellán de su regimiento, el padre Sampson, supo que Fritz era el único de sus hermanos que seguía con vida, elevó una petición al alto mando para que lo enviaran de vuelta a los EEUU. Sin embargo, Fritz permaneció en Francia hasta finales de julio, cuando su regimiento fué relevado y enviado de vuelta a Inglaterra, a la base de Lamborne. A finales del verano, llegó la orden de que volviera a casa, algo a lo que en principio se negó, ya que quería seguir combatiendo para vengar a sus hermanos. Finalmente, fué enviado  de vuelta y cumplió el resto de su servicio como miembro de la Policía Militar en Nueva York.
Pero aún le aguardaba una sorpresa. Y es que Edward no había muerto. Al ser alcanzado su avión, logró saltar en paracaídas y fué capturado por los japoneses. Permaneció como prisionero de guerra un año, hasta que el campo de prisioneros en el que se encontraba fué liberado el 4 de mayo de 1945.