Sir Thomas Cullinan con el diamante Cullinan
El mayor diamante en bruto jamás hallado se encontró el 26 de enero de 1905 en la mina Premier, en Transvaal (Sudáfrica), hoy renombrada mina Cullinan. Al parecer, fué un capataz llamado Frederick Wells el que lo encontró durante una inspección rutinaria, pero al principio pensó que se trataba de un cristal sin valor, dado su enorme tamaño. Pesaba un total de 3106 quilates, aproximadamente unos 621 gramos. Se le llamó Cullinan en homenaje a sir Thomas Cullinan, propietario del yacimiento. Precisamente, en la caja fuerte de Cullinan estuvo guardado el diamante durante más de dos años; era tan grande que nadie se atrevía a comprarlo. Finalmente, en 1907, el gobierno de Pretoria lo compró por 150000 libras para ofrecérselo como regalo al rey Eduardo VII de Inglaterra por su 66º cumpleaños.
El rey encargó más tarde el tallado del diamante a la empresa Royal Asscher Diamond Company, de Ámsterdam, la más prestigiosa de la época. Los hermanos Asscher, sus propietarios, fueron llamados a Londres para examinarla, y se decidió que fuera trasladada a Ámsterdam. Se anunció públicamente que la piedra sería llevada a bordo de un destructor con grandes medidas de seguridad... pero en realidad fué uno de los hermanos Asscher, Abraham, el que la llevó tranquilamente en su bolsillo, viajando en transbordador y en tren como cualquier otro viajero. Joseph Asscher fué el encargado de tallar tan asombrosa gema. Después de estudiarla minuciosamente durante mas de seis meses, Asscher dividió el diamante en nueve grandes piedras y un centenar pequeñas. Todas tienen una talla perfecta y forman parte de las joyas de la Corona británica. Se nombran por orden según su peso: Cullinan I, II, III... Las dos piedras más grandes son el Cullinan I o Gran Estrella de África, de 520'2 quilates, engastada en el cetro real y que hasta 1986 fué el diamante tallado más grande del mundo; y el Cullinan II o Segunda Estrella de África, de 317'4 quilates, montado en la Corona Imperial junto a otra gema célebre, el famoso "Rubí del Príncipe Negro" (que, por cierto, no es un rubí auténtico, sino una espinela). Los Cullinan III (94'4 quilates) y IV (63'6) forman parte de la corona de la reina Mary, pero pueden usarse separadamente como broches. El Cullinan V (18'8) forma parte de la misma corona, tras haber estado engastado en un broche.
Y como colofón, hay indicios de que el Cullinan formaba parte de una piedra de mayor tamaño, ya que una de sus caras era irregular y estaba agrietada. Se lleva años especulando con la posibilidad de encontrar el fragmento que le falta, pero todavía no se ha hallado.
10 de febrero de 1908. Joseph Asscher, en presencia de sus hermanos y de representantes del gobierno británico, se dispone a dar el primer golpe al diamante Cullinan
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