Verba volant, scripta manent

lunes, 25 de noviembre de 2013

Diez películas alucinantes y disparatadas (IX): Plan 9 From Outer Space (1956)


Estamos sin duda ante uno de los hitos del cine cutre. Una película calificada en muchas ocasiones como "la peor de la historia" y fiel reflejo de la trayectoria creativa de su director. Edward Davis Wood Jr., mas conocido como Ed Wood, siempre se creyó un genio incomprendido. A lo largo de su carrera, logró dirigir nueve filmes (además de algunos cortos y programas de televisión), todos de una ínfima calidad, con presupuestos mínimos y actores de tercera fila, y con un éxito absolutamente nulo. Empezó a ser conocido a partir de 1980, cuando un libro lo nombró "el peor director de todos los tiempos" y a esta película que hoy nos ocupa "la peor película de la historia". A partir de ese momento, su figura empezó a ser objeto de estudio, sus películas editadas en video e incluso Tim Burton dirigió una película sobre su vida (Ed Wood, 1994). Irónicamente, Wood no llegó a gozar de la fama que tanto había perseguido, ya que murió totalmente alcoholizado en 1978.
La película, titulada inicialmente Grave Robbers from Outer Space, se rodó en agosto y septiembre de 1956, con un exiguo presupuesto de 60000 dólares aportados por la Iglesia Baptista de Beverly Hills (pusieron como condición que todos los participantes en el rodaje debían bautizarse antes), cuyos responsables planeaban rodar varios filmes de temática religiosa con los beneficios que obtuviesen (salieron trasquilados, porque el filme, como todos los de su autor, fue un rotundo fracaso de taquilla). La historia, una combinación de ciencia ficción y terror, cuenta como unos extraterrestres, alarmados por la violencia y el afán destructivo de la raza humana, ponen en plan el llamado "Plan 9", que consiste ni mas ni menos que en crear un ejército de muertos vivientes para que acaben con la humanidad.
Además de una introducción de Criswell (un futurólogo muy popular en la época, que entre otras cosas predijo el fin del mundo para 1999) Ed Wood contó con un variopinto reparto donde figuraron el luchador sueco Tor Johnson, la actriz y modelo finlandesa Maila Syrjäniemi (más conocida como Vampira) e incluso los productores, Edward Reynolds y el reverendo Lynn Lemon, en papeles secundarios, además de otros actores de tercera fila habituales en subproductos como este. Pero lo que mas llama la atención es la presencia de Bela Lugosi. El actor que se había hecho famoso interpretando a Drácula se hizo amigo de Wood en la recta final de su carrera, cuando no era sino una sombra de su pasado esplendor y se arrastraba patéticamente repitiendo una y otra vez el papel que lo había hecho célebre. Participó en algunos de los filmes de Wood, por lo que no sería raro verlo aquí... si no hubiese muerto apenas cinco días después de comenzar el rodaje. Para homenajearlo, Wood modificó a toda prisa el guión e insertó en el metraje unas escenas que había rodado con Lugosi para otro filme. Luego, para que no se notase el amaño, rodó mas escenas del personaje de Lugosi sustituyéndolo por otro actor... y para que no se notase, hizo que ese actor llevase siempre la cara tapada con una capa. Claro que como el sustituto, Tom Mason, era más alto que Lugosi y cuarenta años más joven, pues no da el pego como hubiera querido el director.
El filme se estrenó con su título original en marzo del 57 y fue un absoluto fracaso. En 1959 la distribuidora DCA (Distributors Corporation of America) la recuperó y, renombrándola como Plan 9 from Outer Space, la estrenó en sesiones dobles con filmes de segunda fila como Time Lock o Devil Girl from Mars, pero casi nadie la vio. Los productores nunca recuperaron su inversión.
Por lo demás, lo dicho, un filme mal escrito, lleno de situaciones absurdas que no tienen nada que ver con el hilo argumental, pésimamente interpretado, con unos efectos especiales de bazar chino; la cantidad de meteduras de pata hacen las delicias de los cazagazapos: platillos volantes donde se ven los hilos que los sujetan, la sombra de un micrófono en la pared, un actor que en plena escena consulta el guión, escenas donde se alternan el día y la noche repetidamente, actores que de una toma para otra cambian de posición, coches que cambian de modelo en una misma escena... Un absoluto desastre que provoca carcajadas sin que esa fuera su intención. Lo que no quita que tenga cierto encanto kitsch.

Y aquí, la película enterita.

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