Verba volant, scripta manent

lunes, 31 de julio de 2017

El robo del Casino Stardust

Una de las escasas imágenes que hay de Bill Brennan


A diferencia de lo visto en algunas películas, robar en un casino de Las Vegas no es una tarea en absoluto sencilla. Los propietarios de los casinos invierten enormes sumas en seguridad y disponen de la tecnología más avanzada para evitar sustracciones. Y cuando alguna de estas tiene éxito, no suele ser gracias a complicadas y rebuscadas estratagemas, sino más bien son las tramas más sencillas las que tienen más posibilidades de lograr su objetivo. Es el caso de Bill Brennan, quien, sin necesidad de armas ni de recurrir a la violencia, sin complicadas tramas ni alta tecnología, llevó a cabo un espectacular robo en el casino Stardust de Las Vegas... simplemente, salió con su botín tranquilamente por la puerta.

Cuando se describe a Bill Brennan, la palabra que más se repite es "corriente". Un hombre corriente, gris, sin ningún rasgo demasiado remarcable. Altura media, peso medio, pelo castaño oscuro. Un hombre solitario, sin amigos íntimos ni relaciones conocidas, cuya única afición parecía ser cuidar de su gato. Era natural de Pennsylvania, pero llevaba algún tiempo residiendo en Nevada y en 1988 había entrado a trabajar en el célebre Hotel y Casino Stardust como cajero en una oficina de apuestas deportivas. Como trabajador, era esforzado y diligente, aunque después de cuatro años empezaba a mostrarse un poco menos entusiasta. De hecho, había solicitado ser ascendido al puesto de supervisor, pero el gerente había rechazado su petición por considerar que no estaba todavía preparado para esa clase de responsabilidad. Hay quien dice que fue el disgusto por este rechazo lo que lo empujó a cometer uno de los robos más sensacionales de la historia de Las Vegas.

La mañana del 22 de septiembre de 1992 Bill Brennan terminó su turno de trabajo y se fue a su casa, un sencillo apartamento alquilado en el que vivía con la única compañía de su gato, como hacía habitualmente. Pero esta vez era diferente. Llevaba consigo una bolsa en la que, como se sabría luego, había más de medio millón de dólares en dinero en efectivo y fichas de juego que había robado del casino. Con el tiempo que llevaba trabajando allí, conocía perfectamente las medidas de seguridad del establecimiento, y se las arregló para eludir las cámaras de seguridad y a los vigilantes. De hecho, cuando se descubrió el robo y la policía abrió su investigación, les llevó varias horas identificar a Brennan como el posible autor del robo. Pero cuando los agentes llegaron a su casa, la encontraron vacía. Bill y su gato se habían esfumado.

El Hotel y Casino Stardust fue uno de los casinos más famosos de Las Vegas hasta su demolición en 2007
Desde entonces, la pista de Brennan se pierde completamente. Pasados más de veinte años no se ha hallado indicio alguno de qué camino tomó el fugitivo, que a día de hoy sigue estando en la lista de los más buscados del FBI. Algunos de sus compañeros recordarían más tarde haberlo visto leyendo un libro acerca de cómo cambiar de identidad, algo a lo que no dieron demasiada importancia en su momento. La hipótesis más extendida es que Brennan logró hacerse con una identidad nueva y se marchó, quizá al extranjero, a Canadá o a México, donde comenzó una nueva vida con el botín de su robo.

Se sospechó también que Brennan no había actuado solo y que tenía un cómplice. Empleados del Stardust sospechaban de un apostador habitual con el que Brennan había hecho buenas migas y que curiosamente dejó de aparecer por el casino unas semanas después del robo. Numerosos rumores surgieron diciendo que quizás Bill Brennan había sido asesinado por este supuesto socio para arrebatarle su parte del botín. También se apuntó a que estaba relacionado de alguna manera con la mafia, y hubo incluso quien, como su antiguo jefe Richard Saber, dijo que Brennan no llegó a irse de Las Vegas; simplemente, cambió su apariencia, adoptó una nueva identidad y consiguió trabajo en alguno de los muchos casinos de la ciudad. Algo ciertamente poco probable, ya que los casinos suelen investigar a fondo a todos los empleados que contratan. Unas medidas que, en buena parte, se tomaron a raíz del robo del Stardust.

Han pasado ya 25 años de aquel robo, y nada se sabe del audaz individuo que lo llevó a cabo. Sus motivaciones, su destino actual, los medios que empleó para evadir la persecución, permanecen todavía ocultos y rodeados de misterio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario