Deborah Sampson Gannett (1760-1827) |
Deborah Sampson nació en Plympton (Massachussets) el 17 de diciembre de 1760. Era la quinta de los siete hijos del matrimonio formado por Jonathan Sampson y Deborah Bradford. Ambos eran descendientes de los peregrinos llegados a suelo norteamericano a bordo del Mayflower en 1620, y Deborah era descendiente directa de William Bradford, uno de los primeros gobernadores de la colonia de Nuevo Plymouth. A pesar de estos ilustres antepasados, la escasa habilidad de Jonathan para los negocios hizo que el matrimonio viviera con estrecheces económicas.
Cuando Deborah era todavía una niña, su padre desapareció. Se dijo que se había ahogado durante un viaje por mar, pero parece ser que lo que realmente ocurrió es que había abandonado a su mujer e hijos para instalarse en Maine, donde formaría otra familia. Su esposa, incapaz de mantener a sus hijos, los envió a vivir con parientes y amigos. La pequeña Deborah vivió primero con un pariente de su madre, luego con una anciana, viuda de un reverendo, que le enseñó a leer para que pudiera leerle la Biblia, y cuando la anciana murió, entró como sirvienta en casa de un diácono llamado Jeremiah Thomas en 1770.
El diácono Thomas no era partidario de que las mujeres recibieran educación, por lo que no permitió a Deborah ir a la escuela. Sin embargo, los hijos del diácono le enseñaban lo que aprendían en clase, y Deborah lo supo aprovechar; cuando dejó la casa de Thomas al cumplir los 18 años trabajó como maestra en los veranos de 1779 y 80, mientras que en invierno ejercía como tejedora.
A principios de 1782, con la Guerra de Independencia en su apogeo, Deborah hizo su primer intento de ingresar en el ejército norteamericano. Con ropas de hombre, y bajo el nombre de Timothy Thayer, se alistó en la localidad de Middleborough (Massachusetts). Lo cierto es que no le resultó difícil hacerse pasar por un hombre; Deborah era una mujer de elevada estatura (medía casi un metro ochenta, con lo que no solo superaba con holgura la estatura media de las mujeres de su época, sino que también era más alta que la mayoría de los hombres), robusta, con el pecho pequeño (que además disimulaba con vendajes) y de facciones toscas y poco femeninas. Pero esta primera intentona no tuvo éxito; un residente local la reconoció en el momento de alistarse y la denunció. Tuvo que renunciar, aunque el ejército no tomó medidas contra ella. No así la congregación baptista a la que pertenecía, que la expulsó hasta que pidió públicamente perdón por sus actos.
Este contratiempo no la desanimó y, meses después, en mayo, volvió a alistarse, esta vez en la localidad de Uxbridge, bajo el nombre de Robert Shirtliff (escrito en ocasiones como Shirtliffe o Shurtleff). Fue asignada a la Compañía de Infantería Ligera del 4º Regimiento de Massachusetts, bajo el mando del capitán George Webb, un detalle a tener en cuenta. Las unidades de infantería ligera eran tropas de élite, para las que generalmente se elegían a los soldados más altos y fuertes. Entre sus funciones estaban las misiones de reconocimiento y la cobertura de los flancos y la retaguardia del regimiento durante sus desplazamientos. Dice mucho acerca de la presencia física de Deborah que fuera asignada a una de estas unidades.
Tras algunas escaramuzas, Deborah tuvo su primer combate serio contra los británicos el 3 de julio de 1782, en Tarrytown (Nueva York). Recibió dos balazos en la pierna y la cadera y un corte de sable en la frente. Temiendo ser descubierta, pidió a sus compañeros que la abandonaran, pero uno de ellos logró subirla a un caballo y llevarla a un hospital. Allí le curaron la herida de la frente, pero antes de que pudieran atender las otras heridas, huyó y se extrajo ella misma una de las balas utilizando una navaja (la otra estaba demasiado profunda y tuvo que dejarla). La pierna no acabaría de curar bien y eso hizo que fuera asignada a otras funciones; durante algún tiempo sirvió como asistente del general John Paterson.
En junio de 1783, ya con la guerra próxima a su fin, Paterson fue enviado a Philadelphia para sofocar un motín de soldados del ejército norteamericano que protestaban por los retrasos en sus pagas y licencias. Allí Deborah enfermó de gravedad; fue atendida por el doctor Barnabas Binney que, al descubrir que era una mujer, la instaló en su casa, donde su familia cuidó de ella. Binney no informó a Paterson del verdadero sexo de Deborah hasta después del final de la guerra, acontecido en septiembre de 1783. Pero Paterson no tomó represalias contra ella; le concedió una licencia honorable, una carta con consejos y recomendaciones, y algo de dinero para que pudiera regresar a su casa. "Robert Shirtliff" fue oficialmente licenciado en West Point (Nueva York) el 25 de octubre de 1783, tras casi año y medio de servicio. En la recopilación Massachusetts Soldiers and Sailors of the Revolutionary War, publicada a finales del siglo XIX, aparece el registro de "Robert Shirtliff" como de servicio entre el 20 de mayo de 1782 y el 25 de octubre de 1783.
Tras la guerra Deborah recuperó su identidad y regresó a su vida corriente. En 1785 se casó con un granjero llamado Benjamin Gannett, con el que tendría tres hijos (Earl, Mary y Patience) y adoptaría a una cuarta, una niña huérfana llamada Susanna. El matrimonio vivió con numerosos problemas económicos, y tuvo que recurrir habitualmente a los préstamos de sus parientes y de amigos cercanos, como el héroe de la independencia norteamericana Paul Revere, el cual también intercedió por ella ante las autoridades. En 1792, gracias a la mediación de Revere, el gobierno de Massachusetts accedió a abonarle las pagas que el ejército todavía le debía de sus años de servicio, y que le había retenido tras saber que era una mujer.
En 1802, tratando de ganar algo de dinero, Deborah empezó a dar conferencias hablando de su época como soldado, en las que aparecía vestida de mujer para luego ponerse el uniforme de soldado. Aún así, seguía pasando serias dificultades económicas. En 1804, de nuevo con la intermediación de Revere, Deborah Sampson solicitó una pensión de invalidez por las secuelas de sus heridas de guerra. Nunca antes una mujer había pedido una pensión de combatiente, pero gracias en buena parte a los entusiastas elogios de Revere, el Congreso de los EEUU concedió a Deborah Sampson-Gannett el 11 de marzo de 1805 una pensión de invalidez por un monto de cuatro dólares mensuales.
En 1809, Deborah elevó una nueva petición al Congreso, solicitando la retroactividad de su pensión desde el momento de su licencia en 1783, en lugar desde 1805. La petición fue rechazada, pero en 1816 el congreso le otorgó una generosa subida en su pensión, que le permitió devolver todo el dinero que debía y hacer algunas reformas en su granja.
Deborah Sampson falleció en Sharon (Massachusetts) el 29 de abril de 1827, a los 66 años de edad, a causa de la fiebre amarilla. Fue enterrada en el cementerio de Rock Ridge. Tras su muerte, su marido solicitó una pensión de viudedad como viudo de un soldado. Su petición dio lugar a una serie de debates, y al final el comité encargado concluyó que Deborah había dado "un ejemplo sin parangón de heroísmo femenino, fidelidad y valor" y accedió a la petición de Benjamin, aunque este falleció antes de poder cobrarla.
En 1797 el escritor Hermann Mann escribió, con la colaboración de Deborah, su biografía: The female review: Life of Deborah Sampson, the female soldier in the war of the revolution. Su éxito contribuyó a popularizar la figura de Deborah Sampson. Entre otros reconocimientos a su figura, hay una estatua en su memoria frente a la biblioteca pública de Sharon (donde también existe un parque con su nombre) y durante la Segunda Guerra Mundial se dio su nombre a un barco, el SS Deborah Gannett, un carguero artillado de la clase Liberty botado en 1944.
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