viernes, 30 de junio de 2017
Películas que nunca se rodaron: Leningrado, los 900 días, de Sergio Leone
Sergio Leone, el director italiano que se hizo famoso dirigiendo westerns como El bueno, el feo y el malo o Hasta que llegó su hora, estrenó la que a la postre sería su última película en 1984: Érase una vez en América, un monumental retrato del crimen organizado en EEUU a principios del siglo XX, centrado en las andanzas de cinco amigos de origen judío que desde pequeños se involucran en el mundo del hampa. La película, basada en la novela The Hoods, de Harry Grey, duraba casi cinco horas y media en su versión original, aunque en cines se estrenó una versión considerablemente recortada.
Una vez estrenada, Leone buscó un nuevo proyecto. Siempre tenía a mano alguna idea para un nuevo filme, muchas de las cuales no llegaron a ver la luz: una adaptación del Quijote (con Clint Eastwood y Eli Wallach como protagonistas), un western ambientado en la Guerra Civil norteamericana titulado Un lugar que sólo Mary conoce, un remake de Lo que el viento se llevó, una miniserie para la televisión titulada Colt sobre un revolver que va cambiando de manos en el Salvaje Oeste, una película sobre el célebre personaje de cómic The Phantom, una adaptación del libro de Louis-Ferdinand Céline Viaje al fin de la noche... Incluso había estado a punto de dirigir El padrino (1972) y la adaptación de las aventuras de Flash Gordon (personaje del que Leone era un gran fan) que se rodó en 1980. Pero esta vez Leone tenía claro el proyecto que quería dirigir.
El director italiano había quedado hondamente impresionado tras leer el libro Los 900 días: El sitio de Leningrado, escrito por el periodista Harrison Salisbury, donde se retrataba el cruento asedio al que las tropas alemanas habían sometido la ciudad de Leningrado durante casi tres años (1941-1944), que costó la vida a más de un millón de personas. Nunca hasta entonces había rodado un filme bélico, pero la obra de Salisbury le había inspirado y planeaba basar en ella un filme épico y espectacular con un generoso presupuesto, alrededor de 100 millones de dólares, la mitad del cual sería aportado por varias productoras soviéticas con las que había llegado a un acuerdo.
Leone trabajó durante sus últimos años en este proyecto, reuniendo financiación y preparando el rodaje. El guión de la película nunca se llegó a completar, aunque si tenía una línea argumental definida: la película tendría como protagonista a un fotógrafo norteamericano que queda atrapado en la ciudad ante la llegada del ejército alemán, que se enamora de una mujer soviética junto a la que lucha para seguir con vida durante el asedio, soportando los ataques alemanes y el hambre que asola la ciudad, y eludiendo a la peligrosa policía política soviética, que sospecha de todo aquel que sea extranjero... para que al final él muera el mismo día que la ciudad es liberada. También había escrito algunas escenas, como la que daba comienzo a la película: empezaba con las manos del compositor ruso Dmitri Shostakovich, tocando al piano su Séptima Sinfonía, la "Leningrado", para pasar luego a un largo travelling que iba desde las posiciones defensivas soviéticas hasta las divisiones Panzer alemanas acercándose a los muros de la ciudad.
Leone quería que Robert De Niro interpretase al protagonista. Además, apalabró para el rodaje a varios de sus colaboradores habituales: el gran Ennio Morricone se encargaría de la banda sonora y Tonino Delli Colli sería el director de fotografía. Estaba dispuesto que el rodaje comenzase a principios de 1990.
Y entonces, el 30 de abril de 1989, apenas un par de días antes de que se firmaran los contratos que habrían hecho oficial el rodaje, Sergio Leone sufrió un fulminante ataque al corazón que lo llevó a la tumba con apenas 60 años. Sin Leone para respaldarlo, el proyecto se vino abajo. El director británico Alex Cox trató de volver a ponerlo en marcha ocupando el sitio de Leone, pero fue incapaz de reunir la financiación necesaria para completar el presupuesto de la película, que de este modo nunca llegó a las pantallas.
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Y espero que nunca lo haga, ahora que has destripado el final.
ResponderEliminarEs broma.
Un día de estos te contaré lo de Bruce Willis y El sexto sentido ;)
EliminarSaludos.