Verba volant, scripta manent

domingo, 7 de mayo de 2023

El monstruo de Tully



El yacimiento de Mason Creek, cerca de Grundy (Illinois) es un depósito de fósiles de extraordinaria riqueza, por la cantidad y la variedad de estos. Datado en el periodo Carbonífero, hace unos 309 millones de años, fue en tiempos un amplio delta fluvial en una región de clima tropical, cuyos fondos de arena y limo permitieron la formación de lo que se conoce como lagerstätte: un depósito sedimentario con una gran riqueza de fósiles en un excelente estado de conservación, incluyendo a veces las partes blandas del animal.

Fue en Mason Creek, en 1955, cuando un buscador de fósiles aficionado llamado Francis Tully halló en una de sus expediciones el primer ejemplar de un fósil que durante décadas iba a provocar quebraderos de cabeza a los paleontólogos. Cuando lo vio, Tully supo de inmediato que estaba ante algo que no había visto nunca, así que lo llevó al Museo Field de Historia Natural de Chicago, pero los sorprendidos paleontólogos del museo tuvieron que admitir que ellos tampoco tenían la menor idea de qué podía tratarse. Unas dudas que se han perpetuado hasta hoy. En honor a su descubridor se le dio en 1966 el nombre de Tullimonstrum o, como se conoce habitualmente, el monstruo de Tully.

Francis Tully (1912-1987)

El monstruo de Tully era un animal de forma alargada, con una aleta caudal triangular y un par de aletas laterales similares a las de una sepia, y una especie de probóscide o trompa dotada de ocho pequeños dientes. A cada lado del cuerpo presenta un pedúnculo que se cree albergaba algún tipo de órgano sensorial, probablemente un ojo. En Mason Creek se han hallado más de un centenar de ejemplares, todos adscritos a la misma especie, Tullimonstrum gregarium, lo que indicaría que se trataba de una especie relativamente abundante. Los ejemplares más pequeños miden unos ocho centímetros; los mayores, unos 35, que se cree era el tamaño máximo que alcanzaban los adultos. Por sus características, se cree que se trataba de una especie nadadora que vivía en aguas poco profundas y usaba su trompa para remover el limo del fondo, en busca de materia orgánica y pequeños animales de los que se alimentaba.

El misterio que rodea la naturaleza del Tullimonstrum ha generado múltiples teorías sobre su adscripción a uno u otro grupo. No hay ni siquiera un consenso acerca de si se trataba de un vertebrado o un invertebrado ya que, aunque ninguno de los fósiles de esta especie que se han hallado conserva restos de un esqueleto, eso no prueba que no lo tuviera, ya que algunos grupos de vertebrados como los peces cartilaginosos no suelen dejar restos óseos. Así, a lo largo de los años se ha propuesto, entre otras teorías, que el Tullimonstrum era un molusco, un artrópodo, un anélido, un conodonto (un tipo de vertebrados extintos), un tunicado (un cordado no vertebrado, como las ascidias) o algún otro tipo de vertebrado (probablemente un pez).

Tullimonstrum gregarium

En 2016, dos estudios independientes publicados casi a la vez coincidían en identificar al Tullimonstrum como un vertebrado. El estudio de McCoy et al. lo identificaba como un pariente cercano de las modernas lampreas (orden Petromyzontiformes) basándose en el estudio de algunas de sus características anatómicas, como las aletas o los dientes. El de Clemens et al. lo identificaba como un vertebrado de algún grupo extinto, basándose en la anatomía de su ojo. Sin embargo, hace apenas unas semanas, tras examinar con escaners 3D y tomografía microcomputerizada más de 150 ejemplares de este fósil y 70 de otras especies del mismo yacimiento, el estudio de Mikami et al., llevado a cabo por científicos de las universidades de Tokio y Nagoya, descarta ambas posibilidades y lo identifica como un invertebrado, basándose principalmente en la segmentación de la cabeza del Tullimonstrum, que se prolonga desde su cuerpo, una característica que no se conoce en ningún linaje de vertebrados. Y aunque no establece una clasificación alternativa, sugiere que puede tratarse de un cordado no vertebrado o bien de algún tipo de protóstomo (un supergrupo que incluye a moluscos, artrópodos, anélidos y nematodos, entre otros).

Como vemos, la identificación definitiva del monstruo de Tully está lejos de llegar a un consenso general. Solo queda esperar que los avances técnicos nos den una solución definitiva algún día. Dentro de lo anecdótico, el Tullimonstrum gregarium fue elegido en 1989 fósil oficial del estado de Illinois.

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